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El Tercer Pleno Casatorio de la Corte Suprema analizó una demanda de divorcio por separación de hecho y una reconvención por daños y perjuicios. En primera instancia, se declaró el divorcio y se otorgó una indemnización parcial por daño moral a la esposa. En apelación, se confirmó la sentencia pero se precisó que la esposa era la cónyuge inocente y perjudicada. El esposo presentó un recurso de casación cuestionando la indemnización, pero la Corte Suprema lo declaró improcedente y
El Tercer Pleno Casatorio de la Corte Suprema analizó una demanda de divorcio por separación de hecho y una reconvención por daños y perjuicios. En primera instancia, se declaró el divorcio y se otorgó una indemnización parcial por daño moral a la esposa. En apelación, se confirmó la sentencia pero se precisó que la esposa era la cónyuge inocente y perjudicada. El esposo presentó un recurso de casación cuestionando la indemnización, pero la Corte Suprema lo declaró improcedente y
El Tercer Pleno Casatorio de la Corte Suprema analizó una demanda de divorcio por separación de hecho y una reconvención por daños y perjuicios. En primera instancia, se declaró el divorcio y se otorgó una indemnización parcial por daño moral a la esposa. En apelación, se confirmó la sentencia pero se precisó que la esposa era la cónyuge inocente y perjudicada. El esposo presentó un recurso de casación cuestionando la indemnización, pero la Corte Suprema lo declaró improcedente y
La controversia que motivo el Tercer Pleno Casatorio de historia de
la Corte Suprema, fue la demanda una demanda por separación de hecho planteada por Rene Huaquipaco Hanco, solicitando accesoriamente que se le otorgue un régimen de visitas para sus hijos, en contra de Catalina Ortiz Velazco, quien además de contestar la demanda alegando que, convivio con el desde los 19 años de edad, costeando los estudios del demandante, asimismo señalo que la abandonó dejándola en estado de necesidad con sus hijos, por lo que en la Reconvención interpuso que el demandante le indemnice por el daño moral y personal ascendente a la suma de S/.250,000.00 soles, por daños y perjuicios, refiriendo que los bienes gananciales adquiridos durante el matrimonio ascendente a US$.6,000.00, fue vendido por el demandante. Es por ello que, en primera instancia, se declaró fundada la demanda de divorcio por la causal de separación de hecho, fundada en parte la reconvención por daño moral a favor de la demandada por la suma S/.10,000.00 soles.
Entonces, con respecto a la reconvención por daños y perjuicios en
la sentencia de primera instancia solo prospero en parte, es decir por el daño moral debido a que la demandada como mencionamos antes fue la más afectada en sus sentimientos y vinculo matrimonial.
En la sentencia de segunda instancia, el demandante interpone
recurso de apelación por la reconvención sobre la indemnización por daño moral, por otro parte, la demandada interpuso recurso de apelación alegando que la Sala Superior debió amparar su pretensión, por lo que la Sala Superior confirmo la sentencia apelada por la separación de hecho y la indemnización por daño moral, sin embargo se precisó que la indemnización es otorgada porque se evidencia que Catalina Ortiz es la cónyuge inocente y perjudicada debido a la aflicción de los sentimientos y frustración del proyecto de vida matrimonial, tratándose de un supuesto de responsabilidad civil familiar de tipo contractual.
Es por ello que, Rene Huaquipaco Hanco interpuso recurso de
casación contra la sentencia de segunda instancia que ordeno la indemnización a favor de la demandada, alegando la aplicación indebida del articulo 345-A.
“El juez velara por la estabilidad económica del cónyuge
que resulte perjudicado por la separación de hecho, así como sus hijos. Deberá señalar una indemnización por daños, incluyendo el daño personal u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera corresponder”.
Debido a que la Sala Superior no se habría probado las causales
determinantes de los daños y perjuicios del daño moral, puesto que resulta particularmente interesante que la corte suprema haya invocado el articulo 392-A del código procesal civil para declarar la procedencia del recurso de casación pues, según se desprende de los hechos expuestos hubo deficiencias en el planteamiento del recurso, dicho esto la Sala Civil Permanente a sesión del Pleno Casatorio para llevar a cabo la vista de la causa, realizada el 15 de diciembre de 2010. La corte suprema empieza sus consideraciones afirmando que nuestra constitución habla de un estado democrático y social, donde una de sus notas características es la promoción y protección de los sectores sociales menos favorecidos o mas débiles, otorgando una especial protección a la familia.
Es así que el juez, en su rol de director del proceso, cuenta con
una serie de herramientas a fin de emitir una decisión objetiva y materialmente justa conforme con la constitución y las leyes, y para ello sirve el principio de socialización sobre todo en los procesos de familia, donde muchas veces una parte es notoriamente débil en este caso es la demandada Catalina Ortiz Velazco, ello sumado a la influencia del derecho material en la configuración del proceso hace que el juez tenga un rol tuitivo en los procesos de familia, en donde el principio dispositivo disminuye considerablemente. En cuantogg
Entencia Dictada en El Tercer Pleno Casatorio Civil Realizado Por La Salas Civiles Permanente y Transitoria de La Corte Suprema de Justicia de La Republica Del Peru