Está en la página 1de 2

Procrastinación.

Algunas ideas para su abordaje en Terapias Contextuales

Es muy común que cualquier persona que se enfrente a alguna tarea que no tenga una
recompensa inmediata caiga en posponerla eternamente. "Ya lo haré más adelante",
solemos decirnos.

¿Por qué postergamos?

Una explicación contextual-funcional pudiera ser que el comportamiento "hacer lo que me


propongo aunque no me apetezca" no recibe suficiente recompensa, y sin embargo otras
actividades como "divagar, mirar facebook, chatear por What'sApp" suponen una menor
carga aversiva. En este sentido, dadas las consecuencias y la manera de relacionarnos con
aquello que sentimos y pensamos, no es raro que procrastinemos, dado que no se están
dando las contingencias necesarias para que otro comportamiento alternativo a postergar
pueda darse y mantenerse en el tiempo.

El problema, por tanto, no es la procrastinación: es aquello que refuerza y mantiene este


comportamiento.

Control estimular, manejo de contingencias y derivación de funciones.

Para el abordaje funcional de la procrastinación se proponen algunas ideas


fundamentadas en el análisis funcional del comportamiento, y en sus aplicaciones a la
modificación de conducta. Y procrastinar es una conducta, sin duda, sometida a principios.

● Llevar un registro inmediato. Anota aquello que hagas justo cuando lo hagas. Es
algo así como lo contrario de una planificación. En este caso, tomas consciencia de
aquello que haces, y aunque no llegues a anotarlo, estarás algo más alerta del
grado en que postergas. Darse cuenta de ello puede hacer que cada vez resulte
más desagradable y "se aguante menos" postergar.
● Realizar una programación a corto plazo. Programa aquello que vas a realizar en
cortos periodos de tiempo, justo antes de empezar a hacerlo. Cuanto menos
tiempo ocurra entre la regla y la posibilidad de cumplir su especificación, más
probable será dicho cumplimiento. Si me propongo ir a comprar, estudiar media
hora, y hacer la cena, siendo las 19:30, anotándolo, es probable que lo haga.
● Anota 4, haz 2. Y ve subiendo poco a poco, pero siempre cumple la mitad de lo que
te propones como criterio del éxito. Esto es hacer un poco "trampa" a la tendencia
de postergar y entra en conflicto con el perfeccionismo que muchas veces está
relacionado, y que nos obliga a "no hacerlo porque ya no me da tiempo de hacerlo
bien". Poco a poco, podrás programar 8 actividades, y "hacer solo 4".
● Estimulación visual disponible. Usa post-it, notas en Google Keep, Google Calendar,
anótate cosas en las manos si hace falta: haz lo posible para que el entorno
favorezca y aumente la probabilidad de que te veas involucrado en aquello que
quieres hacer.
● Apoyo social. No seas Superman/Wonderwoman: somos seres sociales y el
contacto con otras personas puede aumentar la probabilidad de que nos veamos
involucrados en actividades que a solas nos cuestan enormemente. Esto no
significa que estemos evitando, necesariamente (aunque tampoco lo descarta):
recuerda que ningún comportamiento está sujeto a una única consecuencia.

También podría gustarte