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¿En qué consiste la procrastinación?

1. Es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que sería importante atender, y


éstas son sustituidas por otras situaciones más irrelevantes o más agradables, a pesar de tener
el tiempo y la ocasión.
Procrastinar consiste en posponer deliberadamente tareas importantes pendientes, a pesar de
tener la oportunidad de llevarlas a cabo (se tiene el tiempo y la ocasión).
2. Puede afectar a acciones (p. ej terminar un trabajo pendiente), conductas (p. ej posponer el
dejar de fumar o el hacer ejercicio) y/o a la toma de decisiones.

3. ¿Por qué procrastinamos?


 Procrastinar forma parte de la condición humana. No es, para nada, una
enfermedad. Cuando tenemos que enfrentarnos a una tarea desagradable se produce
una guerra silenciosa en el interior de nuestro cerebro.
 El sistema límbico (que es la parte del cerebro que incluye el centro de placer) y
la corteza prefrontal (que es la zona que se dedica a planificar) compiten por controlar
la situación. Si la corteza prefrontal gana, nos ponemos manos a la obra con la tarea
desagradable. Sin embargo, cuando el sistema límbico se impone, postergamos esa tarea
y la sustituimos por otra tarea que, aunque no es importante, sí nos genera placer a corto
plazo.
 En otros caos, la procrastinación simplemente es el resultado de nuestra pereza. No
hacemos una tarea concreta por falta de ganas y porque es mucho más divertido leer el
Twitter o ver un capítulo nuevo de nuestra serie favorita.
 En función de cada persona, tras la conducta de la procrastinación podemos encontrar
distintas causas. Por ejemplo, hay personas que son tan extremadamente perfeccionistas
que no empiezan una tarea por miedo a no poder finalizarla con la perfección que les
gustaría. Su cerebro les engaña y les hace creer que no es el mejor momento para hacerla
y que si la hiciesen ahora el resultado no sería perfecto.
 Otras veces, procrastinamos porque nos enfrentamos a tareas extremadamente
complejas. Como no sabemos por dónde empezarlas, pensamos que son inabordables,
que no estamos preparados para hacerlas justo en este momento y que sería mejor idea
aplazarla para otra ocasión.
 El problema de la procrastinación es que engancha y va a más. Aunque somos
conscientes en todo momento de que estamos haciendo las cosas mal, y eso nos provoca
nerviosismo y sensación de culpabilidad, no somos capaces de parar y empezar a hacer la
tarea importante. Esto ocurre por culpa de la dopamina, que modifica las neuronas de
nuestro cerebro y nos hace perder el control.

4. CAUSAS
 Falta de disciplina: dificultades en el manejo del tiempo y la planificación de tareas.
 Problemas con la tarea: Sucede cuando no creemos que es importante llevarla a cabo, o
no nos motiva.
 Miedo al fracaso el miedo a equivocarse o fallar genera ansiedad. Malestar que se evita
al no iniciar la tarea.
 Miedo al éxito: sucede en las personas que, al tener una baja autoestima, no se
consideran merecedores de dicho éxito.
 Exceso de optimismo: al organizar la realización de la tarea, se da tendencia a creer que
la resolveremos con menor esfuerzo y empleando menor tiempo del necesario («en diez
minutos, ya lo hago, no hace falta que empiece desde ahora… «).

8. ¿QUÉ EFECTOS TIENE LA PROCRASTINACIÓN SOBRE NUESTRA SALUD?


A pesar de que podamos pensar que procrastinar puede tener efectos positivos sobre nuestro
bienestar, en realidad no es así.
Algunos de los efectos negativos que la procrastinación puede ejercer sobre nuestra salud física y
emocional son los siguientes:
11. ¿CÓMO EVITAR LA PROCRASTINACIÓN?
El gran problema de la procrastinación es que lastra nuestra productividad hasta límites
insospechados. Por tanto, si creemos que somos unos procrastinadores de manual, lo mejor que
podemos hacer es coger el toro por los cuernos y buscar soluciones. Todo en esta vida tiene
tratamiento.
Aquí van algunos consejos para dejar de sabotear tu vida y poner fin a la procrastinación:

 Sé consciente de tu problema. No resolverás tu problema si no te lo tomas en serio. Por tanto,


el paso previo es ser plenamente consciente de que estás quemando tus horas sin hacer nada
productivo, y que esto no te genera ningún beneficio a largo plazo, sino más bien todo lo
contrario: la lista de ítems por realizar cada vez es mayor y necesitas ponerle fin.
 Planifica tus tareas el día antes. Cada noche, antes de ir a dormir (aunque también puedes
hacerlo antes de acabar la jornada laboral), decide cuáles serán las tareas que harás el día
siguiente. Si aprendes a organizar tu calendario serás mucho más productivo.
 Divide las tareas complejas en mini tareas. Si te enfrentas a una tarea muy complicada y que
podría exigir muchas horas de tu tiempo, divídela en pequeñas tareas más cortas y fáciles de
acometer. Lo ideal es que ninguna de ellas supere los 45 minutos.
13. ESTRATEGIAS PARA SER MÁS PRODUCTIVO
La falta de claridad en nuestras metas puede alimentar la procrastinación, así que es importante
definir objetivos específicos, medibles y alcanzables.

 Prioriza y planifica tu tiempo: Comenta la psicóloga que una planificación adecuada es clave
para vencer la postergación: «Dedica unos minutos al comienzo de cada día para establecer tus
prioridades y crear una lista de tareas. Asegúrate de abordar primero las tareas más
importantes y urgentes. Organizar tu tiempo de manera efectiva te permitirá aprovechar al
máximo tus horas de trabajo y evitar la tentación de postergar».
 Aléjate la sobre exigencia y el perfeccionismo: El perfeccionismo puede ser un gran obstáculo
para la productividad. Si te exiges demasiado, es más probable que te sientas abrumado y
termines posponiendo tus tareas. «Acepta que no todo puede ser perfecto y concéntrate en
hacer lo mejor que puedas en cada momento. Y recuerda que la perfección es un ideal
inalcanzable y que el progreso constante es más importante que la perfección puntual», indica.
 Elimina las distracciones: Las distracciones son uno de los principales enemigos de la
productividad. Identifica las distracciones que te rodean y trata de minimizarlas. Apaga las
notificaciones de tu teléfono o colócalo en modo avión mientras trabajas. Si trabajas en un
entorno ruidoso, considera el uso de tapones para los oídos, AirPods con cancelación de ruido o
música relajante para ayudarte a concentrarte. Crea un espacio de trabajo ordenado y libre de
elementos que puedan desviar tu atención.
 Utiliza técnicas de gestión del tiempo: Existen varias técnicas de gestión del tiempo que pueden
ayudarte a vencer la procrastinación.
 Celebra tus logros: Recompensarte a ti misma por completar tareas es una forma efectiva de
motivarte y evitar la procrastinación. celebrar los logros, ya sea con pequeños premios, tiempo
para hacer algo que disfrutes o simplemente reconociendo tu esfuerzo. Estas recompensas te
ayudarán a asociar el trabajo realizado con sensaciones positivas y fomentarán tu motivación
para seguir avanzando.

15. PASOS QUE PUEDEN AYUDARTE A NO SEGUIR POSPONIENDO CIERTAS tareas y por tanto
a evitar el desgaste de tu autoestima:
 En el caso de que la motivación no sea interna, es decir, que no creas que sea relevante
o importante realizarla, prométete un refuerzo positivo una vez que la hayas
completado. Ejemplo: un descanso, una actividad de ocio, etc.
 Regla de los 5 minutos: empieza obligándote a realizarla durante al menos 5 minutos.
De esta manera es probable que rompa el hielo y se mantenga en su realización pasados
los mismos.
 Comprométete con alguien en su realización. El compromiso empuja a la realización.
 Redefine la forma en que te planteas tus tareas. Reformula los enunciados: tengo
que, debo, estoy obligado a… son enunciados que provocan rechazo. Es mejor utilizar
frases tipo: «hoy haré «, «estaría bien que hoy haga «,…
 Visualízate realizando la tarea. El problema no es finalizar, sino iniciar la tarea.
 Enfoca tus emociones a largo plazo y no en cómo te sientes por no hacer algo. Pon tus
pensamientos en cómo te sentirás al terminar lo que haces.

«Implementando estas estrategias efectivas, podremos vencer la postergación y aprovechar al máximo


nuestro tiempo. Recuerda que superar la procrastinación requiere práctica y paciencia, pero los
resultados valdrán la pena. ¡No postergues tu éxito, comienza hoy mismo a implementar estas
estrategias y alcanza tu máximo potencial!», anima.
Los procrastinadores crónicos son conscientes de las consecuencias que comporta su tendencia a
posponer: proyectos personales y profesionales estancados, recargos económicos, problemas de
salud, oportunidades perdidas, excusas por inventar, disculpas por pedir… También tiene un elevado
coste interno, que suele consistir en sentimientos de inadecuación, frustración, reacciones de ansiedad
y baja autoestima. A pesar de conocer el precio a pagar, no logran ponerse “en marcha”.

- La técnica Pomodoro: «Consiste en trabajar en bloques de tiempo de 25 minutos, seguidos de breves


descansos de 5 minutos. Después de completar cuatro ciclos, tómate un descanso más largo de 15-30
minutos. Esta técnica promueve la concentración y evita la fatiga mental. También puedes hacerla en
intervalos de 50 minutos de trabajo - 10 minutos de descanso», cuenta la experta.
- La regla del dos minutos: si una tarea te lleva menos de dos minutos, no la pospongas, hazla de
inmediato. Esto evita que las tareas pequeñas se acumulen y se conviertan en una carga mental.

- La matriz de Eisenhower: clasifica tus tareas en función de su urgencia e importancia. Prioriza las
tareas importantes y urgentes, delega las urgentes pero no importantes, programa las importantes
pero no urgentes y elimina o pospone las que no son ni importantes ni urgentes.

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