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SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 302/2016-RRC
Sucre, 21 de abril de 2016
RESULTANDO
Por memorial presentado el 18 de septiembre de 2015, cursante de fs. 433 a 455, Vladimir Hugo
Pareja Aliaga, interpone recurso de casación impugnando el Auto de Vista 165 de 30 de julio de
2015, de fs. 411 a 414 vta., pronunciado por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz, dentro del proceso penal seguido por el recurrente contra Nicolás Carvajal
Carvajal, por la presunta comisión del delito de Estafa, previsto y sancionado por el art. 335 del
Código Penal (CP).
I.1. Antecedentes.
a) Por Sentencia 36/2014 de 15 de diciembre (fs. 373 a 377 vta.), el Juez Tercero de Sentencia
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, declaró a Nicolás Carvajal Carvajal,
absuelto de la comisión del delito de Estafa, previsto y sancionado por el art. 335 del CP, sin
corresponder la declaración de temeridad o malicia a los efectos de la responsabilidad
correspondiente, al fundarse la absolución en la insuficiencia de las pruebas de cargo.
b) Contra la mencionada Sentencia, el acusador particular Vladimir Hugo Pareja Aliaga interpuso
recurso de apelación restringida (fs. 380 a 395), resuelto por el Auto de Vista 165 de 30 de
julio de 2015 (fs. 411 a 414 vta.), pronunciado por la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, que declaró admisible e improcedente el citado
recurso; y, en consecuencia, confirmó la Sentencia apelada, motivando la formulación del
recurso de casación.
Del recurso de casación y el Auto Supremo 739/2015-RA de 2 de diciembre (fs. 463 a 465 vta.), se
tienen los siguientes motivos a ser analizados:
1)El recurrente denuncia que el Tribunal de alzada con una fundamentación sesgada e ilegal
resolvió la denuncia de incorrecta aplicación de la norma sustantiva, señalando que no
existiría errónea aplicación de la norma sustantiva, ni errónea concreción del marco penal o
errónea fijación judicial de la pena, argumentos que el recurrente señala como erróneos y
faltos a la verdad; además, que los fundamentos jurídicos la Sentencia Constitucional
727/2003 sobre la cual se sustenta el Auto de Vista, no corresponden al caso; a cuyo efecto,
transcribe los fundamentos jurídicos de la citada Sentencia Constitucional, añadiendo que
como acusador demostró que se daban los elementos constitutivos del delito de Estafa;
empero, el Juez de Sentencia forzó la no adecuación del tipo penal en el actuar del imputado.
2) También refiere que el Auto de Vista con insuficiente fundamentación, no consideró a
cabalidad su denuncia de falta de fundamentación de la Sentencia, especialmente respecto al
análisis de la prueba para justificar que no existe prueba suficiente, transcribiendo sólo una
parte de la declaración testifical de Sandro Iglesias Quintana; tampoco le otorga valor y no
realiza un análisis de la declaración de Hugo Pareja; sobre la prueba documental,
simplemente la rechaza por tratarse de un borrador y no estar refrendada por el responsable
de elaboración, pese a que la misma persona que la elaboró, en su declaración testifical,
reconoció en audiencia que fue quien hizo tal documentación por encargo del imputado;
asimismo, la prueba de fs. 33 a 113, tampoco es analizada o descrita ni se le otorgó valor;
contrariamente, en la parte titulada “Prueba de Cargo”, la describe como cursante de “fs. 32
a 123” (sic), como cartas del Sr. Villafan sobre la existencia de la entrega de dinero realizada
a nombre de Hugo Pareja al imputado, siendo totalmente contrario lo descrito de lo
analizado; por otra parte, la prueba a fs. 123 no fue judicializada, pese a que el Juez rechazó
todos los incidentes y exclusiones probatorias alegadas por el imputado, tampoco valoró el
cheque entregado al imputado, pero lo describió como prueba Nº 2 de cargo; sin embargo,
los de alzada no realizan una adecuada fundamentación sobre las razones por las cuales no
se otorgó valor a ciertas pruebas y cómo llegaron al convencimiento de que la Sentencia se
encuentra fundamentada y motivada.
I.1.2. Petitorio.
El recurrente solicita que previo el análisis legal de los antecedentes, se deje sin efecto el Auto de
Vista recurrido, disponiendo que la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz de La Sierra, emita nueva Resolución en aplicación al art. 413 del Código de
Procedimiento Penal” (sic).
Por Auto Supremo 739/2015-RA de 2 de diciembre, este Tribunal declaró admisible el recurso de
casación interpuesto por Vladimir Hugo Pareja Aliaga, para el análisis de fondo de los dos motivos
identificados precedentemente, ante la concurrencia de los presupuestos de flexibilización.
II.1.De la Sentencia.
2.- Que, la prueba documental presenta por el querellante consistente en: 1.- La cursante a
fs. 17 a 31, que corresponden a Elaboración de Costos, que según declaración de Sandro
Iglesias, fue elaborado por su persona; sin embargo, dicha documentación carece de
idoneidad por ser un borrador, que además no tiene legalidad por no estar refrendado por
el responsable de su elaboración. 2.- Cursa a fs. 33 a 113 documentaciones en fotocopias
simples y además sin firma ni sello del responsable de su elaboración. 3.- Cursa a fs. 123
oficio realizado por Gilmar Villafan Machicado, en su calidad de Gestor, de fecha 08 de
agosto de 2007; documento que no ha sido judicializado por no haberse presentado en
calidad de testigo al autor para que acepto o niegue dicho documento” (sic).
El acusador particular Vladimir Hugo Pareja Aliaga formuló recurso de apelación restringida,
acusando los siguientes defectos vinculados a los dos motivos de casación a ser analizados
en el fondo:
Con referencia al segundo motivo, denunció la vulneración del art. 124 del CPP, con el
argumento de que el Juez no hubiera realizado la fundamentación probatoria, bajo los
siguientes argumentos:
Con relación a las declaraciones testificales de: ¡) Sandro Iglesias Quintana habría
manifestado que no vio la entrega de dinero alguno; sin embargo, según el apelante no
hubiera tomado en cuenta, ni analizado el resto de esa declaración, transcribiendo
simplemente algunas partes de sub contenido; por lo que se pregunta dónde queda el
principio de buena fe como principio fundamental a momento de tomar una decisión como
el hecho de absolver a un delincuente. ii) Hugo Parejas Bonifas, el Juez no habría
fundamentado ni analizado, menos le hubiera otorgado valor alguno a esta declaración, sin
tomar en cuenta que es de suma importancia y que además estaría ratificada o validada por
la prueba documental presentada y desfilada en juicio.
La apelación restringida fue resuelta por el Auto de Vista 165 de 30 de julio de 2015, y
sobre las denuncias planteadas por la parte acusadora en casación, resolvió de la siguiente
manera:
Con relación al segundo motivo, concluyó que el Tribunal inferior ejerció las reglas de la
sana crítica a tiempo de valorar las pruebas, aplicando los arts. 124 y 173 del CPP, bajo el
argumento de que dicha motivación fue convincente, existe una insuficiente producción
probatoria por parte del acusador para que pueda generar certeza de culpabilidad por el
delito acusado, que de la revisión del acta del juicio oral se establecería que los testigos de
cargo no generaron en el Tribunal el convencimiento de los hechos acusados,
imposibilitando de esta manera demostrar todos los extremos de la acusación, máxime si se
tomó en cuenta que tanto los testigos de cargo como de descargo, hubieran generado en el
Juez inferior la duda razonable acerca de la culpabilidad del acusado.
En el caso presente, la parte acusadora recurre de casación denunciando que el Tribunal de alzada
con una fundamentación sesgada e ilegal resolvió la denuncia de incorrecta aplicación de la norma
sustantiva, con el argumento de que no existe errónea aplicación de la norma sustantiva, ni
errónea concreción del marco penal o errónea fijación judicial de la pena porque no se emitió
Sentencia condenatoria, al haberse absuelto al acusado conforme la explicación de la Sentencia
Constitucional 727/2003. Asimismo, denuncia que el Auto de Vista con una insuficiente
fundamentación no consideró a cabalidad su denuncia de falta de fundamentación de la Sentencia
respecto a las pruebas testificales y documentales; correspondiendo resolver las problemáticas
planteadas.
Al respecto, el Auto Supremo 111/2012 de 11 de mayo, señaló que: “Este deber se halla
sustentado en el principio lógico de la razón suficiente; al respecto, Juan Cornejo Calva, en
su publicación ‘Motivación como argumentación jurídica especial’, señala: ‘El derecho
contemporáneo ha adoptado el principio de la Razón Suficiente como fundamento racional
del deber de motivar la resolución judicial. Dicho principio vale tanto como principio
ontológico cuanto como principio lógico. La aplicación o, mejor, la fiel observancia, de dicho
principio en el acto intelectivolitivo de argumentar la decisión judicial no solamente es una
necesidad de rigor (de exactitud y precisión en la concatenación de inferencias), sino
también una garantía procesal por cuanto permite a los justificiables y a sus defensores
conocer el contenido explicativo y la justificación consistente en las razones determinantes
de la decisión del magistrado. Decisión que no sólo resuelve un caso concreto, sino que,
además, tiene impacto en la comunidad: la que puede considerarla como referente para la
resolución de casos futuros y análogos. Por lo tanto, la observancia de la razón suficiente en
la fundamentación de las decisiones judiciales contribuye, también, vigorosamente a la
explicación (del principio jurídico) del debido proceso que, a su vez, para garantizar la
seguridad jurídica.
En definitiva, es inexcusable el deber de especificar por qué, para qué, cómo, qué, quien,
cuando, con que, etc., se afirma o niega algo en la argumentación de una decisión judicial
en el sentido decidido y no en sentido diferente. La inobservancia del principio de la razón
suficiente y de los demás principios lógicos, así como de las reglas de la inferencia durante
la argumentación de una resolución judicial, determina la deficiencia en la motivación,
deficiencia que, a su vez, conduce a un fallo que se aparta, en todo o en parte, del sentido
real de la decisión que debía corresponder al caso o lo desnaturaliza. Esa deficiencia in
cogitando, si es relevante, conduce a una consecuencia negativa que se materializa en una
decisión arbitraria, (injusta)”.
III.2. Con relación a la denuncia de sesgada e ilegal fundamentación del Auto de Vista
respecto a la errónea aplicación de la norma sustantiva del delito de Estafa.
En el caso presente, revisados los antecedentes, se evidencia que el Juez Tercero de
Sentencia en lo Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, en el apartado
de la Sentencia emitida en la presente causa, destinado a la subsunción de la conducta del
imputado, concluyó que las pruebas de cargo fueron insuficientes, que no se evidenció la
existencia del elemento subjetivo, dolo o la intencionalidad engañar, bajo el argumento de
que el dolo requiere en el autor que persigue la acción típica o resultado requerido por el
tipo, el dominio del factor voluntad, que el engaño enunciado necesita que se dé real
peligrosidad objetiva para inducir al error y que el riesgo creado mediante el engaño
constituya un riesgo no permitido; por lo cual no concurrieron todos los elementos
necesarios para configurar el delito de Estafa y determinar la participación, autoría,
conducta dolosa y culpabilidad del imputado; en consecuencia, no se llegó a configurar la
tipicidad y al no existir la misma, no existía la necesidad de considerar la antijuridicidad, la
culpabilidad y punibilidad del hecho.
Previo al análisis, es necesario establecer los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal
Estafa, previsto y sancionado en el art. 335 del CP, en ese sentido, el Auto Supremo 241 de
1 de agosto de 2005, estableció la siguiente doctrina legal aplicable: “Los jueces de grado
poseen la obligación de valorar los elementos probatorios, conforme al mandato del artículo
173 del Nuevo Código de Procedimiento Penal, esto es con criterios de selectividad y
eficacia, orientado a la búsqueda de la verdad histórica del hecho dentro de parámetros de
absoluta discrecionalidad crítica y analítica, tomando en cuenta los elementos constitutivos
del tipo penal al que ha de subsumirse la conducta del incriminado, no siendo suficientes los
indicios o simples presunciones para la configuración del ilícito penal. La promesa de
procurar trabajo no puede ser tomada en cuenta como elemento constitutivo del delito de
estafa, pues para la configuración y materialización de tal ilícito penal se hace necesario
establecer el ´núcleo del delito´ constituido por el engaño y el artificio que es el medio
empleado en forma hábil y mañosa para lograr el intento, siendo la forma artera para
obtener algo. La estafa -al sentir del Tratadista de Derecho Penal, Gastón Rios Anaya-
es: ‘El típico delito fraudulento contra el patrimonio, ya que el sujeto activo, mediante
artificios y engaños, sonsaca dineros y otras ventajas económicas a la víctima", de donde
resulta que, imperiosamente, debe comprobarse la doble relación causal que debe existir
para que se configure el delito de estafa: el ardid o engaño como causa del error y el error
como causa de la disposición patrimonial, sólo ante la comprobación incontrovertible de la
existencia de estos elementos podrá establecerse la presencia del dolo, pues en el delito de
estafa no puede aducirse culpa, toda vez que el tipo penal previsto en el artículo 335 de la
norma sustantiva se constituye en un delito eminentemente doloso. Conforme refiere
Benjamín Migue H. en su libro ’Derecho Penal, Parte Especial’, nuestra legislación sintetiza
los elementos de la estafa en los siguientes elementos: a) existencia del engaño o artificios;
b) relación de causalidad entre conducta activa y resultado; c) el elemento psíquico, o sea
la voluntad de engañar; y d) el enriquecimiento del sujeto activo y la disminución del
patrimonio de la víctima.
La vía penal no puede ser utilizada para perseguir el cumplimiento de obligaciones, pues el
derecho penal sustantivo y adjetivo tiene como una de sus principales característica ser de
´Ultima Ratio’, no pudiendo ser utilizado a efecto de penalizar las obligaciones
contractuales, lo contrario significaría entrar en franca violación a los derechos consagra-dos
en el artículo 16 de la Norma Constitucional, de observancia preferente por el propio
mandato de su artículo 228 y del artículo 5 de la Ley de Organización Judicial”. Los referidos
razonamientos, determinan la necesaria causalidad entre los engaños y artificios, empleando
ardides o faltando a la verdad, que demuestren el dolo desplegado, y el beneficio
patrimonial que adquiere el sujeto activo o un tercero, en detrimento del patrimonio del
sujeto pasivo, inducido en error, o de un tercero.
Ahora bien, a esta altura del análisis, de la revisión exhaustiva del Auto de Vista impugnado,
en lo atinente a la denuncia y en respuesta a la misma, se advierte que el Tribunal de
alzada no realizó la fundamentación correspondiente, incumpliendo con el art. 124 del CPP y
los parámetros establecidos en el acápite III.1. de la presente Resolución, por cuanto,
simplemente se limitó a señalar que no existe errónea aplicación de la norma sustantiva por
parte del juzgador, porque no habría existido Sentencia condenatoria, y hubiera sido
declarado absuelto el acusado conforme la Sentencia Constitucional 727/2003; aspectos que
permiten denotar que el Tribunal de apelación no realizó su labor de verificar si el Tribunal
inferior, al emitir la Sentencia desarrolló la debida labor de fundamentación y motivación de
la presunta errónea aplicación de la ley sustantiva en el marco descriptivo de la ley penal,
omitiendo el concepto de que la fundamentación de una resolución judicial se halla cumplida
cuando el juzgador expresa sus convicciones determinativas que justifican razonablemente
su decisión, que en el presente caso, no se tienen cumplidas, porque el Tribunal de
apelación no esgrimió sus razonamientos, de manera expresa, clara, completa, legítima y
lógica; no es expresa, porque, en la especie, resultan insuficientes los fundamentos que
sirvieron de soporte para sostener su tesis, expresando simplemente que no existe errónea
aplicación de la norma sustantiva, porque no habría existido Sentencia condenatoria,
además, se limitó a una remisión a la Sentencia Constitucional sin ni siquiera explicar su
contenido y su aplicación al caso presente; no es clara, porque el pensamiento de los
integrantes del Tribunal de alzada es poco comprensible y deja dudas sobre sus ideas, pues
previamente a establecer una diferencia entre la inobservancia y la errónea aplicación de la
ley sustantiva, menciona que los hechos acusados deben ser probados, que sólo es válida la
comprobación realizada conforme a ley, para finalmente referirse que no existe errónea
aplicación de la ley sustantiva porque no existe una Sentencia condenatoria; no
es completa, porque no se observa un análisis sobre todos los elementos constitutivos del
tipo penal de Estafa, no precisó si el juzgador obró correctamente, si fundamentó o no
debidamente sobre los elementos como el engaño, el error, la disposición patrimonial o el
dolo, solamente expresó que no existe la errónea aplicación de la norma sustantiva, es
decir, no verificó si existe la respectiva fundamentación y motivación sobre la existencia del
engaño o artificios; la relación de causalidad entre conducta activa y resultado; el elemento
psíquico, o sea la voluntad de engañar; y el enriquecimiento del sujeto activo y la
disminución del patrimonio de la víctima; no es legítima, porque en sus argumentos no
hizo ninguna referencia a alguna prueba que valide que hubo una adecuada aplicación de la
norma sustantiva, sin ningún análisis iter lógico que permita evidenciar la correcta o
incorrecta aplicación de los elementos constitutivos y sus respectivos respaldos probatorios;
y, finalmente, no es lógica, porque no guarda una coherencia en sus fundamentos, primero
hace diferencia entre la inobservancia y la errónea aplicación de la ley sustantiva (si
consideraba que la fundamentación de los agravios no era clara en sus pretensiones o
carecía de solidez, correspondía aplicar lo previsto por el art. 399 del CPP, otorgándole el
plazo de 3 días para que subsane su recurso, a objeto de cumplir con lo establecido por el
art. 408 del CPP, pero nunca pronunciarse en el fondo con explicaciones evasivas, generales
y abstractas), para solo al final referir que no existe errónea aplicación de la ley sustantiva,
porque no existe una Sentencia condenatoria, olvidándose que este es un requisito
transversal que afecta a los otros requisitos, que debió utilizar las máximas de la
experiencia, la psicología y las reglas de la sana crítica; en consecuencia, se evidencia la
existencia de vulneración al debido proceso en su vertiente debida fundamentación de la
Resolución, por lo que el motivo deviene en fundado.
Decisión judicial que provocó la interposición del recurso de apelación restringida, por la
parte acusadora, alegando que el Juez no hubiera realizado la fundamentación probatoria,
vulnerando el art. 124 del CPP, bajo los siguientes fundamentos: con relación a las
declaraciones testificales: a) Sandro Iglesias Quintana habría manifestado que no vio la
entrega de dinero alguno; sin embargo, según el apelante no tomó en cuenta, ni analizado
todo lo demás que declaró el testigo, simplemente hubiese transcrito algunas partes de la
declaración, refiriendo donde queda el principio de buena fe como principio fundamental a
momento de tomar una decisión como el hecho de absolver. b) Sobre Hugo Parejas
Bonifas, el Juez no habría fundamentado ni analizado, menos le hubiera otorgado valor
alguno a esta declaración, sin tomar en cuenta que es de suma importancia y que además
estaría ratificada o validada por la prueba documental presentada y desfilada en juicio.
Respecto a las pruebas documentales: i) Prueba de fs. 17 a 31, el Juez los hubiese
rechazado por ser borrador y no estar refrendada por el responsable de la elaboración, sin
tomar en cuenta que el autor y responsable de dicha documentación en su declaración
habría reconocido la prueba y manifestado que la elaboró por encargo del imputado, que
indicó en su declaración que la empresa estaba en dificultades con la producción y
necesitaba inversión de capital, fue contratado para hacer una auditoria externa de la
Empresa Carvajal Muebles y Decoraciones propiedad del imputado, declaración que estaría
vinculada con la prueba que desechó el Juez sin fundamentación. ii) Pruebas de fs. 33 a
113, el Juez hubiese indicado que son documentos en fotocopias simples, sin firma ni sello
del responsable de la elaboración, sin analizar en qué consisten, ni fundamentar su decisión
de darle o no un valor y que sería contradictoria entre lo descrito y analizado porque esta
parte del seudo análisis de la prueba titulada “prueba de cargo” describe el punto 4 que
cursa de fs. 32 a 123 cartas del señor Villafán sobre la entrega de dinero que realizó a
nombre de Hugo Pareja a Nicolás Carvajal. iii) Oficio de fs. 123, el Juez hubiera indicado
que el documento realizado por Gilmar Villafan Machicado no hubiese sido judicializado por
no haberse presentado como testigo, lo que sería totalmente ilegal, porque la prueba solo
debe ser excluida por la violación de derechos y garantías constitucionales y sería
contradictoria por cuanto de acuerdo a los datos de las actas y la Sentencia, el Juez rechazó
todos los incidentes e exclusión probatoria planteada por el imputado. Asimismo, argumentó
que el Juez además de no fundamentar sobre la prueba, no le otorgó valor ninguno al
cheque con el cual se hizo la entrega de dinero al imputado, es más decidió ni siquiera
mencionarlo con la finalidad de favorecer ilegalmente; sin embargo, lo describió en el
número 2 de la prueba documental de cargo. Lo que implicaría para el Juez que el delito y
delincuente, tienen que dejar la factura escrita sobre la comisión del hecho y la participación
del mismo y si no se tiene debidamente firmado entonces es inocente a pesar de apropiarse
y beneficiarse de más de $us. 100.00.- (cien mil dólares).
Ahora bien, precisados los antecedentes como se tienen, del análisis del Auto de Vista
impugnado, se constata que el Tribunal de apelación no ejerció su función de control de
verificación de la correcta fundamentación probatoria, incumpliendo con el presupuesto de
fundamentación inmerso dentro del art. 124 del CPP, porque se limitó a señalar de manera
genérica que el Tribunal inferior ejerció las reglas de la sana crítica a tiempo de valorar las
pruebas, aplicando los arts. 124 y 173 del CPP, que dicha motivación fue convincente, que
existió una insuficiente producción probatoria por parte del acusador para que pueda
generar certeza de culpabilidad, que de la revisión del acta del juicio oral se establecería
que los testigos de cargo no generaron en el Tribunal el convencimiento de los hechos
acusados; omitiendo pronunciarse fundadamente sobre cada una de las alegaciones
formuladas por la parte acusadora en el recurso de apelación restringida referidas a la
inexistencia de fundamentación de la Sentencia sobre las pruebas testificales (Sandro
Iglesias Quintana y Hugo Parejas Bonifas) y las pruebas documentales (prueba de fs. 17 a
31, pruebas de fs. 33 a 113, Oficio de fs. 123), así como de la prueba consistente en un
cheque que el Juez no hubiera presuntamente otorgado valor; en consecuencia, el Tribunal
de apelación no tomó en cuenta que a tiempo de resolver el recurso de apelación
restringida, debió de la revisión de la Sentencia de grado, observar si poseía
fundamentos suficientes, tanto descriptivos como intelectivos. Es decir, si fueron
descritos de forma individual en la Sentencia conforme el art. 173 del CPP; si el Juez asignó
el valor correspondiente a cada uno de los medios de prueba referidos aplicando las reglas
de la sana crítica; si justificó y fundamentó adecuadamente las razones por las cuales les
otorgó un determinado valor positivo, negativo, relevante, irrelevante, útil, pertinente, etc.;
si el Juez observó y fundamentó apreciando cada elemento de juicio en su individualidad y
si aplicó las conclusiones obtenidas de un elemento a otro, con una apreciación en el
conjunto de toda la prueba judicializada; además, de verificar si el Juez dejó constancia de
los aspectos que le permitieron concluir en el caso de las declaraciones testificales, porqué
consideró coherente, incoherente, consistente o inconsistente, veraz o falsa la declaración
de los testigos; es decir, si expresó las razones para creer a alguno o algunos de los
testimonios, como las razones para rechazar o desechar otro u otros; y si respecto a las
pruebas documentales, dejó constancia sobre el merecimiento o desmerecimiento de cada
prueba así como su relevancia o no, así como si existió coherencia, orden, idoneidad a los
principios de la sana crítica, motivación eficaz, que ofrezcan certidumbre sobre la decisión
de absolución del imputado en el presente caso; y al no haber desarrollado dichas funciones
en el ámbito de las atribuciones que tiene al resolver el recurso de apelación restringida
formulado en la causa, incurrió en un defecto absoluto inconvalidable, vulnerando el debido
proceso en su elemento a la debida fundamentación invocado por el recurrente; por lo que
el presente motivo, también deviene en fundado.
POR TANTO
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida por el art. 42.I.1 de la
LOJ y lo previsto por el art. 419 del CPP, declara FUNDADO el recurso de casación formulado por
Vladimir Hugo Pareja Aliaga; en consecuencia, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista 165 de 30 de
julio de 2015, de fs. 411 a 414 vta., y determina que la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, sin espera de turno y previo sorteo, dicte nuevo fallo
conforme a la doctrina legal establecida. Para fines del art. 420 del CPP, remítase fotocopias
legalizadas del presente Auto Supremo a todos los Tribunales Departamentales de Justicia del
Estado Plurinacional, para que por intermedio de sus presidentes hagan conocer la presente
Resolución a los Tribunales y Jueces en materia penal de su jurisdicción.
En aplicación del art. 17.IV de la LOJ, por Secretaría de Sala comuníquese el presenta Auto
Supremo al Consejo de la Judicatura a los fines del ley.
Firmado
Magistrada Relatora Dra. Norka N. Mercado Guzmán
Magistrada Dra. Maritza Suntura Juaniquina
Secretario de Sala Cristhian G. Miranda Dávalos
SALA PENAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA DEL ESTADO PLURINACIONAL DE
BOLIVIA