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I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA:
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Código Procesal Civil
Artículo 366.- Fundamentación del agravio
El que interpone apelación debe fundamentarla, indicando el error de hecho o de derecho incurrido en la
resolución, precisando la naturaleza del agravio y sustentando su pretensión impugnatoria.
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objeto de impugnación, en aplicación de la correcta valoración de las pruebas actuadas en
juicio, lo que se omitió en la sentencia recurrida y ha generado que la misma mantenga una
motivación aparente, pues se ha enervado la presunción de inocencia que le asiste a los
acusados, ya que se ha demostrado en base a tres pericias grafotecnicas de parte que los
acusados habrían cometido el ilícito penal imputado, situación por la que deberá ordenarse
un nuevo juicio oral como consecuencia de la posible declaratoria de nulidad de la sentencia.
2.3.6. Cabe adicionar, que en el plenario también se actuaron otras pruebas, pero
dada la naturaleza del delito, las relevantes son las pericias.
2.4. Al respecto, debemos indicar que únicamente el perito que emitió el informe
descrito en el numeral “2.3.4.” signado como “INFORME PERICIAL DE
GRAFOTECNIA – DACTILOSCÓPICO” suscrito por Wilfredo Ponce Herrera, fue
quien participo del examen de peritos tal y como se puede apreciar del numeral
7 de la resolución cuestionada, quien inclusive señaló que había realizado la
pericia únicamente con dos muestras y empleando copias extraídas del sistema
de RENIEC, lo que evidentemente había generado poca confiabilidad sobre el
peritaje elaborado, inclusive el señor juez pregunto ¿Por qué siendo una pericia
de parte emplea el señor de perito judicial?, habiendo quedado totalmente
desacreditado, sin embargo, hacemos mención de ello pues fue el único perito
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que se examinó de los tres que fueron ofrecidos -dos como descargo y uno
por el actor civil, que es el perito del Ministerio Público-, ello para evidenciar
que hasta este punto del juicio oral no se había tenido objetividad respecto a
que la firma en ese entonces del notario el Félix Eduardo Canales Romainville
y el otorgante del testamento Aníbal Elías Galleres León sean fidedignas.
2.6. Consecuentemente, el Señor Juez hace referencia a las tres pericias que fueron
aportadas a juicio oral por parte del actor civil, la oficial y las ampliatorias que
nacieron para cuestionar las pericias presentadas por los acusados, sin
embargo, únicamente se ha limitado a señalar que el perito autor de tales
documentales no asistió a la pericia y por lo tanto no se puede tener certeza
sobre lo que ha desarrollado y someter a debate sus conclusiones, sin
embargo, no arriba a tal análisis cuando le corresponde valorar la pericia del
perito Juan Jesús Andrade Guzmán, quien tampoco asistió al debate pericial,
por lo que, no solo se evidencia carencia de imparcialidad sino también falta
de objetividad y aplicación de los dispositivos normativos al momento de
valorar y motivar dichas documentales. Pues de acuerdo a nuestra
normatividad, el juzgador está en la estricta obligación de valorar las pruebas
bajo las reglas de la ciencia y en el caso de las pericias debió escuchar a sus
autores e inmediar con dicha prueba y no arribar a conclusiones de la simple
lectura de la prueba pericial por lo que consideramos que la decisión objeto
de impugnación no cuenta con un adecuada valoración de la prueba de
acuerdo a los estándares establecidos por nuestro Código Procesal Penal en el
artículo 158°.
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2.7. Por lo tanto, es evidente que únicamente se avoca a hacer referencia de las
pericias, más a no a valorar las mismas y motivar por qué no le genera
fiabilidad, tal y como podemos apreciar a continuación:
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Y, por último, únicamente hace referencia a la tercera pericia sin realizar mayor
análisis al respecto, cuando cada una de las pericias ofrecidas en juicio han
tenido un propósito, el mismo que pasaremos a detallar a continuación:
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escrita – del que se vale es juez para hacer saber el resultado del trabajo de
valoración de la prueba. Con la motivación se hacen evidentes -se hacen saber-
las razones que llevaron al juez a emitir las conclusiones probatorias objetivas
(las raciónales y objetivas, dejando de lado las subjetivas) realizadas en la
valoración de la prueba a partir de la actividad de las partes. La valoración de
los medios de prueba se encuentra relacionada con la motivación de las
resoluciones judiciales, esta constituye un principio y derecho de la función
jurisdiccional. La motivación es esencial en los fallos, ya que los justiciables
deben saber las razones por las cuales se ampara o desestima una demanda,
pues a través de su aplicación efectiva se llaga a una recta impartición de
justicia, evitándose con ello arbitrariedades y permitiendo a las partes ejercer
adecuadamente su derecho de impugnación, planteando al superior jerárquico
las razones jurídicas que sean capaces de poner de manifiesto los errores que
pueda haber cometido el juzgador”. Aunado a ello, el Tribunal Constitucional
sobre este extremo en la STC. Nro. 00849-2011-HC/TC nos dice lo siguiente:
“en relación al principio de inmediación (…) mediante este se asegura que la
actividad probatoria debe transcurrir en la presencia del juez encargado de
pronunciar la sentencia, puesto que solo de esta manera se garantiza que exista
un contacto directo entre el juzgador y los medios de prueba aportadas al
proceso, que permitirá a este ponderarlos en forma debida y plasmar sus
conclusiones en forma suficiente y razonada al momento de emitir sentencia
condenatoria” y es que en el presente caso, sucede que el juzgador señala que
no puede tener certeza de si el documento apócrifo es real o falso porque no
pudo inmediar con el perito de cargo y ello evidencia que su decisión se dio
sobre la base de un sesgo, sin aproximarse a la verdad y en el presente caso
debe revocarse la sentencia y condenarse a los acusados o en su defecto
declararse la nulidad de la sentencia.
2.9. Por lo tanto, en el presente caso, se ha evidenciado que existe una escueta
valoración de los informes periciales ofrecidos por el actor civil, pericas que son
de cargo, sino que, inclusive se ha sobrevalorado el informe ofrecido por un
perito que tampoco participó del examen en juicio, y aunado a ello, el A quo
también intenta justificar su decisión empleando los siguientes documentos: 1)
Solicitud de Inscripción de Titulo; 2) Copia Certificada de Acta de Apertura de
Testamento, de fecha 02 de enero del 2009 y 3) Inscripción de Testamento;
señalando que: “(…) es decir todo el trámite de la inscripción del testamento
cuestionado ante la SUNARP, fue realizada por la misma notaria, si al notario
Feliz E. Canales Romaville, le hubieran falsificado su firma no existe la
posibilidad lógica que el haya realizado la inscripción del testamento, es decir
esta acción de forma tácita da cuenta que el señor notario reconoció el
testamento como uno original”, sin embargo, tal conclusión es errada pues no
se ha realizado una pericia sobre el documento que fue presentado ante
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registros públicos como para aseverar que fue suscrito por el notario de quien
se cuestiona la veracidad de su firma, por lo tanto, tal extremo también carece
de fundamento y es que el juzgador pretende utilizar una máxima de la
experiencia al señalar que fue el propio notario que presentó el testamento a
registros públicos, pero no se hizo pericia al parte notarial lo que denota un
error en la valoración de la prueba bajo dicho estándar por lo que merece
revocarse la sentencia.
2.12. Asimismo, al evidenciar que era potestad del señor Juez pedir una pericia oficial
al presentarse problemas para la concurrencia no solo de los peritos, sino que
sus informes eran contradictorios entre si a fin de dilucidar la investigación, no
se ha tomado en cuenta que la prueba de oficio no lesiona el principio de
imparcialidad y si contribuye a la averiguación de la verdad, lo que fue
desarrollado por la Sala Penal Permanente en la Casación nro. 00445-2020-
AREQUIPA, en cuyo FUNDAMENTO CUARTO, indica lo siguiente: “4.2. (…) El
uso de la prueba de oficio es excepcional, no afecta la imparcialidad judicial –
no debe confundirse con absoluta pasividad de la judicatura – y tiene como
propósito, exclusivo, disponer de la mejor información posible y coadyuvar a
la averiguación de la verdad, con fin institucional del proceso penal. En sintonía
con ello, el descubrimiento de la verdad exige, en ciertos casos, que la actividad
probatoria realizada a instancias de parte sea completada por la partica de
ciertos medios de prueba ordenados de oficio, a fin de impedir que
determinados hechos relevantes para la decisión -de cargo o de descargo-
queden inciertos, lo cual se relaciona intrínsecamente con el principio d
esclarecimiento, cuyo destinatario, sin duda es el órgano judicial que pueda
indagar el hecho de oficio sin afectar el derecho de prueba de las partes
procesales intervinientes”.
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3.1. Señores Jueces Superiores, en el presente caso se ha vulnerado en contra de mi
patrocinado: 1) El derecho constitucional al debido proceso sobre la correcta
valoración de los medios probatorios documentales -pericias grafotecnias- para
determinar la absolución de los imputados; 2) El derecho fundamental a la
motivación de la resolución judicial; y 3) y por último, el señor Juez, no aplico
prueba de oficio para poder dilucidar la contradicción que existía entre las
pericias grafotecnias; en merito a lo siguiente:
3.3. Por último, todo ello ha conllevado a que se afecte el derecho a la motivación
de resoluciones judiciales y a una resolución -sentencia- justa y acorde a razones
objetivas en mérito al desarrollo de la prueba, tal y como ha sido delimitado e la
Sentencia del Tribunal Constitucional en el expediente nro. 08439-2013-
PHC/TC en su FUNDAMENTO SEPTIMO hace mención a lo siguiente: “7. Este
Tribunal ha dejado establecido, a través de su jurisprudencia (Exp. Nro. 1480-
2006-PA/TC), que “el derecho a la debida motivación de las resoluciones importa
que los jueces al resolver las causas expresen las razones o justificaciones
objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, (…)
deben provenir no solo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso,
sino de los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso”.
Asimismo, en le Exp. Nro. 06712-2005-HC/TC EN EL FUNDAMENTO
DECIMOQUINTO se indica lo siguiente: “(…) Se trata de un derecho complejo
que está compuesto por el derecho a ofrecer medios probatorios que se
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consideren necesarios, a que estos sean admitidos, adecuadamente actuados,
que se asegure la producción o conservación de la prueba a partir de la
actuación anticipada de los medios probatorios y que estos sean valorados de
manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle el mérito
probatorio que tenga en la sentencia. La valoración de la prueba debe estar
debidamente motivada por escrito, con la finalidad de que el justiciable pueda
comprobar si dicho merito ha sido efectiva o adecuadamente realizado”. Siendo
asi señores Jueces Superiores, hemos podido advertir todas las lesiones que se
han evidenciado de la resolución recurrida y todo ello ha conllevado a que mi
patrocinada hoy reciba una sentencia absolutoria en contra de los imputados a
través de una resolución que no reúne las garantías de un debido proceso, y
aunado a ello, tenemos el extremo de que el A quo no ha solicito prueba de
oficio para analizar objetivamente las pericias contradictorias.
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