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ENSAYO

Factor económico como una de las motivaciones de lucha contra las formas de
dominación.

Fernández Gloria;
Pájaro Enilda;

Corporación Universitaria Tecnológico Comfenalco

Facultad De Ciencias Sociales y Humanas

Programa De Psicología

Cartagena, 2017
“Cuando el poder del amor supere al
amor por el poder, el mundo conocerá la paz”

Jimi Hendrix

Factor económico como una de las motivaciones de lucha contra las formas de
dominación.
Desde que los primeros hombres empezaron a agruparse para vivir, alimentarse,
cuidarse unos a otros, etc., han existido personas que sobresalen del grupo porque poseen
características que los hacen dignos de ser seguidos por los demás. A medida que las
sociedades han avanzado las relaciones entre el “líder” y sus “seguidores” y el poder que el
primero posee (desde el punto de vista Weberiano) o ejerce (desde la óptica de Foucault)
sobre los segundos, se han vuelto más complejas y han despertado el interés de estudios de
todas las áreas.
Dicho lo anterior, este escrito pretende en la primera parte, revisar los conceptos de
“poder” que han dado dos de los más importantes pensadores sociales europeos como son
Max Weber y Michel Foucault, con el fin de identificar similitudes y diferencias en sus
argumentos. En la segunda, complementar a Foucault apoyado en los argumentos de
Weber, dando ejemplos claros que demuestran que casi todas las guerras o conflictos en el
mundo tienen motivaciones económicas. Por último, están las conclusiones y el resumen.
Weber (como se citó en Villalobos, 1977) dice que “poder es la posibilidad de que
una persona o varias realicen su propia voluntad (…) aun contra la oposición de otros
participantes” y como el poder se puede encontrar de muchas maneras, Weber prefirió
hablar de “dominación como el control que se tiene de una cosa para un fin, sin ejercer
fuerza alguna” (p.45). Mientras que para Foucault (1983) “el poder no es una cosa o una
sustancia, sino un sistema de relaciones entre individuos”.
Weber (como se citó en Villalobos, 1972) entiende la dominación como la
probabilidad de que un mandato, tradición o norma legal sean obedecidos por parte de
quienes lo ejecutan. Las personas pueden someterse a la dominación por debilidad,
impotencia, miedo, o incluso por sacar ventajas o proteger sus intereses, o simplemente por
costumbre. Existen tres tipos de dominación y cada una origina una estructura de poder
específico: Carisma (relación que el líder tiene con una divinidad, tradicional (Obediencia a
la norma) y racional (Obediencia a la ley) (p.76).
Foucault (1983) por su parte afirma que en las relaciones de poder existen
necesariamente posibilidades de resistencia, ya que, si no existieran posibilidades de
resistencia, no existirían relaciones de poder ya que, sin la posibilidad de resistencia el
poder sería equivalente a la imposición física. Dicho de otra forma, no existen técnicas de
dominio sin sus correspondientes técnicas de resistencia. Aquí se incluye un elemento
importante en el análisis de Foucault y es el de “libertad” ya que el poder solo se ejerce
sobre sujetos libres y solos mientras esta libertad se mantenga. (p.17).
Sin embargo, en ambos se puede hallar un elemento común: el poder es algo intangible
producto de una relación desigual entre individuos. Sólo que mientras Weber afirma que el
poder lo poseen los altos y centralizados niveles de mando, Foucault dice que el poder se
ejerce, no es una propiedad sino una estrategia. Weber se muestra muy interesado en el
papel del Estado mientras que para Foucault apenas existe.

Ahora bien, Weber (1977) dice que el poder puede expandirse a otras sociedades por
factores como el prestigio nacional de convertirse en imperios o grandes potencias y los
beneficios económicos, aunque para él, esta última no siempre es la causante de la
expansión del poder político (P.33).

Para Foucault (1983) por su parte, las luchas contra la dominación tienen
motivaciones étnicas, sociales y religiosas. Sin embargo, y es aquí donde se pretende
incluir una cuarta motivación, la historia está llena de ejemplos de cómo el poder y la
dominación se expanden de una comunidad soberana a otra básicamente por motivos
económicos. Esta consideración está más cerca de Weber que de Foucault ya que este
último no considera el factor económico como una de las tres motivaciones de lucha. Cabe
aclarar que ninguna guerra se da por un solo motivo específico sino más bien es una mezcla
de varios de ellos. Pero si es claro que el poder económico es un factor común en casi todas
ellas o por lo menos, es uno de los que más pesa.

Por ejemplo, los primeros habitantes de la tierra que se organizaron en grupos,


pelearon por tener las tierras más fértiles, con acceso a fuentes de agua. Roma sometió
pueblos enteros gracias a la disciplina de sus tropas, pero con el fin de expandir sus
fronteras en busca de alimento y materias primas para su creciente población y la
consecución de mano de obra abundante y gratuita (esclavos). El Imperio Español que
lleno sus arcas con oro y plata saqueados de América lo cual le permitió convertirse en
potencia mundial.

La primera guerra mundial se da porque Francia había sido aislada del resto de
Europa por Alemania luego de la guerra franco-prusiana gracias a las alianzas con los
grandes países dando como resultado rivalidades económicas, militares y territoriales. La
segunda guerra se da por el castigo excesivo y humillación de Alemania, la desorganización
económica que genera la crisis de 1929 y el nacionalismo explotado por Hitler que culpa a
los judíos de la primera derrota y de la profunda crisis económica.
Los últimos grandes conflictos también han tenido claras motivaciones económicas,
aunque la “punta del iceberg” sean mantener la paz mundial, preservar la democracia o
defender la libertad, recuérdese la guerra de Irak que tenían un claro interés por las reservas
de petróleo al igual que el actual conflicto en Siria cuyo fondo está en las ganancias que se
obtienen del comercio de petróleo principalmente con Turquía. Incluso el conflicto interno
colombiano tiene como origen una reforma agraria prometida a unos campesinos que nunca
llego y cansados de promesas incumplidas se arman y se adentran al monte para enfrentar
al Estado, solo que nadie se imaginó que ese puñado de hombres mutaría al monstruo que
llego a ser 50 años después y que tenía como objetivo tomar el poder por las armas.
En conclusión, el poder faculta a quien lo tiene para imponer su voluntad, aunque
encuentre resistencia, pero es esta capacidad de resistencia la que legitima el poder porque
sin ella se convertiría en imposición física. Claro está que cuando se impone por la fuerza
es inevitable la aparición de conflictos y más cuando el poder se extiende más allá de
fronteras físicas, étnicas, religiosas, económicas, etc. La historia del hombre ha estado llena
de conflictos desde los primeros intentos de organizarse en sociedad y es claro que donde
hay riqueza o falta de esta, hay mayores probabilidades del estallido de conflictos. Esto no
quiere decir que las motivaciones económicas sean las únicas que generen conflictos, pero
si son un factor común en casi todos ellos.

El presente ensayo pretende demostrar con ejemplos claros, que casi todas las guerras
o conflictos en el mundo tienen motivaciones económicas, para esta demostración, se
utilizaron los conceptos de “poder” que han dado Weber y Foucault, con el fin de
identificar similitudes y diferencias en sus argumentos.

OBSERVACIONES GENERALES
Fue un ensayo muy bien dirigido y argumentado, la tesis estuvo sustentada teórica e
interpretativamente contextualizada con la realidad social.
NOTA: 4.0
Referencias Bibliográficas

Foucault, M. (1996). El sujeto y el poder. Revista de Ciencias Sociales, v. 11, n. 12, pp. 7-
19.
Foucault, M., Varela, J., & Álvarez-Uría, F. (2005). La voluntad de saber. Siglo XXI
veintiuno de España.
Villalobos, P. A. T. R. I. C. I. A. (1981). Estructuras de poder Max Weber. Jurídica.
Anuario del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana, 1-2.

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