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4 La Educación como “Paideia” y “areté”

La educación en Platón tiene una relevancia fundamental a nivel del conocimiento pero
también a nivel social y político, por eso la educación es considerada como Paideia y areté.

●A nivel metafísico, con respecto al alma (prisioneros), la educación va a suponer

a) la liberación del alma del cuerpo,


b) su purificación de las miserias materiales
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c) volver a conocer la verdadera realidad y el retorno al mundo inteligible

●Y a nivel social y político va a suponer la organización y estructura de la sociedad en vistas


a conseguir el Estado ideal, en el que no haya injusticias.

Por ello Platón concede una importancia decisiva a la educación en el destino de los individuos
y de la sociedad entera. Para bien o para mal la educación determina definitivamente el
carácter y el comportamiento de los hombres. Los resultados de una mala educación son
catastróficos, por el contrario, una educación adecuada será el mejor instrumento para
promover la justicia. Un instrumento tan importante y poderoso como la educación no puede
ser dejado al azar en las manos de cualquiera. Precisamente por su trascendencia, Platón
está convencido de que la educación es una tarea fundamental, más aún, la tarea
fundamental del Estado. En este punto rechaza Platón el modelo ateniense de educación que
dejaba la responsabilidad de la educación en manos de la familia y de los particulares,
inclinándose más bien por el modelo espartano de educación estatal y pública, idéntica para
hombres y mujeres.

Platón distingue dos momentos en ese proceso educativo.

Primero. A través del primer momento de la dialéctica que


significará el abandono de las sombras y de las cadenas de la
ignorancia hasta la contemplación de la misma idea de Bien. Es el
momento del ascenso

Este proceso educativo ascendente se desarrolla en tres fases o


etapas.

A) La primera de ellas abarca la infancia y la adolescencia, y


va destinada a la formación del alma, del individuo en
saberes como la gimnasia, la música, la poesía,

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geografía….. A través de ella el individuo va liberándose de las cadenas de su
ignorancia, accediendo al conocimiento de las realidades materiales y alejándose de
las sombras primeras. Esta primera educación elemental llega hasta el inicio de la
juventud.

Esos individuos que no consigan superar esta fase, permanecerán ligados a las sombras y al
mundo material. Serán CAMPESINOS, PRODUCTORES de la sociedad, y tendrán como
función abastecer de las necesidades básicas al resto.

B) Sin embargo, aquellos que superen esta fase podrán acceder a una segunda fase, en la
que se formará en la Dianoia, pensamiento discursivo, que le va a permitir tener un 2
conocimiento de las verdaderas realidades. Esta formación está centrada en el
estudio de ciencias verdaderas como las Matemáticas, la Geometría y la Astronomía;
una formación que abarca unos 10 años, hasta la edad adulta.

Los individuos que no superen esta fase, permanecerán en la sociedad como


GUARDIANES,GUERREROS, protectores de la seguridad de la polis.

C) aquellos individuos que superen este segunda fase, ascenderá a una tercera
destinada a la educación en la Dialéctica, Filosofía o Inteligencia, durante unos 5
años. Una formación que va destinada a conocer la Idea suprema de Bien y de esta
forma alcanzar volver a conocer la verdad. Después de este tiempo se dedicarán 15
años a convivir en el resto de los hombres para poner a prueba la purificación de su
alma, su dedicación a los intereses del Estado, a actuar con areté, con virtud en los
distintos ámbitos de la vida.

Platón nos dice que muy pocos conseguirán hacia los 50 años esa purificación y esa virtud.
Muy pocos, sólo uno podrá optar al gobierno de la ciudad. Este individuo será el único
capacitado para ser el gobernante, y será llamado el Rey filósofo, o bien podrá dedicarse a
ser maestro de la virtud como su maestro Sócrates.

Sólo estos individuos, cuando muera su cuerpo, su alma quedará liberada y volverá al mundo
de las Ideas, volverá a contemplar la Verdad. Pero aquellos que no hayan alcanzado la Idea
de Bien, cuando muera su cuerpo su alma deberá iniciar de nuevo un peregrinaje e
incorporarse en un nuevo cuerpo, y así durante 15000 años. Transcurrido este tiempo, y si no
ha superado todo el proceso, quedará condenado en el Hades, eternamente

Por consiguiente, la estructura social está determinada por la educación. Platón distinguirá
tres clases sociales, en las que dominará una de las partes del alma según el nivel de
conocimiento alcanzado:

- La clase de bronce o la de los artesanos y productores. En ellos predomina la función


concupiscible del alma, su misión es la de obtener recursos suficientes para satisfacer las
necesidades básicas de todos los ciudadanos. Es la clase más baja, pero tendrá derecho a

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todos los disfrutes de la vida material y gozar de honores entre ellos, Y el alma que
predomina en ellos es el alma Apetitiva o concupiscible

- La clase de plata o la de los guardianes. Clase especial que existe para defender la
ciudad de los invasores, y para resolver conflictos internos entre los ciudadanos. Es la más
importante puesto que de ella saldrán los gobernantes (los mejores de entre los
guardianes). Tienen un régimen especial de vida: se alojan en viviendas, barracones
separados del resto de los ciudadanos, no poseen riquezas, ni vivienda privada, ni familia, ni
mujeres o maridos. Los hombres y mujeres de esta clase sólo pueden relacionarse entre
ellos para preservar la pureza del grupo. El alma que domina en ellos es el alma Irascible
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- Clase de oro o de los gobernantes y maestros de la virtud. Son los árbitros absolutos
de la vida política. Y la única justificación válida para llegar a ser gobernante es la de ser
más sabio. Los gobernantes proceden de los guardianes perfectos, los cuales tras un
período de educación en la Dialéctica, llegarán a ser filósofos y, por su conocimiento del
Bien y de la justicia, gobernarán lo mejor posible consiguiendo así la felicidad de su pueblo.
El alama que domina en ellos es el alma Racional

Una sociedad justa sería aquella en la que cada uno de los grupos sociales ejercería su
función, sin usurpar la función del otro.

El Segundo momento de la Dialéctica comienza a partir de este momento.

Nos dice Platón que son dos formas por las que nuestros ojos se pueden ver ofuscados:

1. Al pasar de las tinieblas a la luz, de forma súbita

2. Al pasar de la luz a las tinieblas

En ambas situaciones, el individuo se muestra torpe y provoca la risa de los que lo ven; en
ningún caso la risa está justificada ni aceptada, pero en menor medida en el segundo caso.

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Será el paso de la luz a las tinieblas el que constituya el segundo momento de la Dialéctica.
La vuelta a la caverna es el momento práctico que tiene como objetivo: formar buenos
ciudadanos y justos gobernantes, instaurar una sociedad más justa y más feliz.

Una vez que el alma ha logrado deshacerse de las cadenas de la ignorancia, de las sombras y
apariencias, en las que se encontraba tras su caída accidental al mundo sensible, gracias a
ese proceso de purificación que supone la educación, coronada por la formación en la
Dialéctica, en Filosofía que le permitirá contemplar la Idea Suprema del Bien, no conviene,
nos dice Platón, permanecer en este mundo de luz y claridad, sino que es preciso, volver para
conseguir la liberación de las otras almas todavía prisioneras y para ocuparse de los asuntos
públicos. 4

El regreso de los liberados es un deber, sólo el que ha ascendido tiene el conocimiento de la


verdad, de lo que es el bien, la justicia y no puede obrar de forma injusta.

Vemos aquí reflejada la teoría del Intelectualismo moral socrático, el que hace el mal es por
ignorancia, si sabe lo que es el Bien, debe de actuar correctamente. Por eso es
imprescindible que el gobernante tenga el conocimiento de la verdad porque sólo de esta
forma no cometerá injusticia y llevará la felicidad a su pueblo. Vuelve por philia, por amistad,
por amor. En su retorno al mundo de los prisioneros se encontrará ofuscado, no verá con
claridad. Nos dice Platón que hay dos modos en que los ojos pueden ofuscarse: al pasar de
las tinieblas a la luz (camino ascendente) y al pasar de la luz a las tinieblas (camino
descendente). Esta segunda ofuscación es distinta, se produce, no por falta de conocimiento,
sino por haber contemplado la verdad y no estar habituado a las sombras, a las apariencias, a
las mentiras, al engaño.

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El sabio que vuelva a la caverna tendrá que convivir con las atrocidades, barbaries e
injusticias de estos gobiernos degenerados, convivir con las tinieblas, con el mundo de las
intrigas políticas y los manejos demagógicos de la opinión pública.

Allá en la caverna se verá obligado a discutir sobre temas como la belleza o la justicia con
hombres que carecen de conocimiento y será objeto de burlas, de risas, no confiarán en él al
verlo confundido, al mostrarse algo torpe y lo tendrán por impostor o agitador y en tal caso
podrá ser detenido ,y condenado a muerte como fue el caso de su maestro Sócrates obligado
a beber la cicuta que aceptó porque siempre fue un hombre que respetó las leyes de su
ciudad aunque fuesen injustas.
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Y en el caso de que el filósofo se dedicara a la vida política y accediera al gobierno de la
ciudad, traería la dicha a sus ciudadanos. Pero no es tarea fácil y conlleva igualmente el
riesgo no sólo de ser destituido sino de ser asesinado.

La experiencia muestra que es muy difícil, incluso imposible, que aquellos que se encuentran
en la ignorancia reconozcan al sabio; su comportamiento, sus palabras, su programa se
enfrentará a los intereses de las mayorías y lo tomarán por un loco al que no le permitirán el
ascenso al poder. En el supuesto de alcanzar el gobierno de su ciudad, las envidias lo
destruirían, derrocarían su gobierno e incluso le darían muerte. En el caso de sobrevivir
durante cinco años, tras los cuales se retirará a la isla de los bienaventurados para esperar
la muerte de su cuerpo y la liberación de su alma. Platón no ve conveniente que el poder se
ostente más de cinco años; el poder corrompe hasta al hombre más bueno

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