Tradiciones culturales y religiosas en Roma

En Roma la filosofía adquiere una dirección típicamente Romana: se hace cada vez más
práctica, orientada a la vida y a la acción. También el eclecticismo es un rasgo romano,
además de revelar un agotamiento de las disputas entre escuelas: el romano busca lo
que une, procura la asimilación, valora el consentimiento “universal” de todos los
hombres. Las principales corrientes filosóficas son:

• La academia platónica abandona el escepticismo gracias a Antíoco de Ascalón,

quien afirma que es posible encontrar la verdad a través de la coincidencia de
opiniones de los grandes filósofos, lo cual le conduce a una postura francamente
ecléctica. En la misma línea están Varrón y Cicerón; este último fue muy leído a
pesar de su discutida originalidad, pero desde luego su papel divulgador del
pensamiento griego ejerció una gran influencia.
• El liceo aristotélico siguió una orientación ecléctica asimilando numerosas
doctrinas tomadas del estoicismo. Además, publicaron las obras de Aristóteles y
se dedicaron a comentarlas
• La Stoa es la escuela más influyente en Roma. Su cosmopolitismo y su doctrina
de un orden racional del Universo servían muy bien como base ideológica del
imperio. Además, los estoicos adoptaron algunas de sus doctrinas a la nueva
situación, y el sabio primitivo se convirtió en un hombre no solo sobrio y
autárquico, sino en alguien que no desdeña la acción ni la intervención política.
El estoicismo romano está representado por figuras muy conocidas: Séneca
(escribe en latín), Epicteto (escribe en griego). No son autores sistemáticos ni
teóricos sino prácticos moralistas que recomiendan la sobriedad, el
sometimiento al destino, la benevolencia universal, la adoración y obediencia a
Dios.
• El epicureísmo debió ser muy influyente, pero por sus ataques a la religión oficial,
a los nuevos cultos orientales y a la idea de fatalidad universal fue muy
perseguido. La enemistad de Cicerón contra Lucrecio es bien conocida
• El escepticismo renació con Enesidemo y Sexto Empírico.

Ocupa un lugar central la educación. En Grecia y Roma había academias, profesores a

los que se les pagaba, etc. Concretamente en Roma se imparte una educación con fines
prácticos: vivir bien. Esta constaba de lo más básico: gramática, retórica y dialéctica.
Estas últimas está muy emparentadas con lo que nosotros llamamos filosofía o ciencia.
Uno de los problemas más importantes que se planteaba entonces a la filosofía, fruto
de las sabidurías grecolatinas, era el responder a los grandes movimientos religiosos que
agitaban el mundo antiguo al comienzo de nuestra era. Se produce un renacimiento de
las doctrinas que habían dado mayor cabida a los elementos místicos y religiosos: el
platonismo y el pitagorismo. También en las comunidades cristianas repartidas por todo
el imperio surgió un pensamiento religioso de un discutido carácter filosófico que contó
con grandes centros de actividad como la escuela catequética de Alejandría.
Sobre la relación del cristianismo y la filosofía hay quienes niegan que el cristianismo
haya desviado el desarrollo de la filosofía que, según esta interpretación, continuó
siendo completamente autónoma, y quienes creen en la existencia de una filosofía
cristiana. Se trata de estudiar el encuentro de la ideología imperial de Roma, que
constituye el principal soporte de la sabiduría griega, con el pensamiento judío.