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Los contratos-ley son contratos que no pueden ser modificados por el Congreso y que llevan más de 30 años aplicándose en Perú, a diferencia de otros países de América Latina y Europa donde los contratos sí pueden ser modificados. Estos contratos benefician principalmente a grandes empresas extranjeras en sectores como energía, minería y transporte, a expensas de los intereses de los ciudadanos peruanos. Además, a pesar de que dicen no poder ser modificados, en la práctica sí se han realizado cambios, pero estos
Los contratos-ley son contratos que no pueden ser modificados por el Congreso y que llevan más de 30 años aplicándose en Perú, a diferencia de otros países de América Latina y Europa donde los contratos sí pueden ser modificados. Estos contratos benefician principalmente a grandes empresas extranjeras en sectores como energía, minería y transporte, a expensas de los intereses de los ciudadanos peruanos. Además, a pesar de que dicen no poder ser modificados, en la práctica sí se han realizado cambios, pero estos
Los contratos-ley son contratos que no pueden ser modificados por el Congreso y que llevan más de 30 años aplicándose en Perú, a diferencia de otros países de América Latina y Europa donde los contratos sí pueden ser modificados. Estos contratos benefician principalmente a grandes empresas extranjeras en sectores como energía, minería y transporte, a expensas de los intereses de los ciudadanos peruanos. Además, a pesar de que dicen no poder ser modificados, en la práctica sí se han realizado cambios, pero estos
Los contratos-ley son contrarios a la soberanía nacional
Guion
i) ¿Alguna vez te has preguntado como es posible que se mantengan vigentes
contratos lesivos para los intereses de la nación? ii) Esto se debe a los llamados “contratos-ley”, los cuales no se pueden modificar, y que llevan más de 30 años aplicándose en el país. iii) Campodónico plantea: “Este blindaje Constitucional de los contratos-ley no existe en ningún otro país de América Latina ni en Europa. Hay contratos de estabilidad jurídica y tributaria, sí. Pero, pueden ser modificados por el Congreso soberano”. ¿ iv) En el artículo 62 de la Constitución se dice que: “Mediante contratos-ley, el Estado puede establecer garantías y otorgar seguridades”, pero acá la pregunta cae de madura: ¿otorgar garantías y seguridades a quienes? v) Los que se benefician son grandes empresas extranjeras que firmaron contratos con el Estado peruano en diversos rubros, estando entre los más polémicos los contratos de energía, minería y transporte. vi) Un ejemplo de ello es el caso de los peajes. Grandes empresas extranjeras firmaron contratos-ley para tener la concesión de rutas importantes, como la del peaje de Puente Piedra, claro, ello a expensas de los intereses de los millones de pobladores que viven en el cono norte de Lima. vii) Si es peaje se quiere modificar, sale la Confiep diciendo “se vulnera estabilidad jurídica”., ya que una de las condiciones de los contratos-ley es que “no pueden ser objetos de modificación”. Pero ello en la practica no es cumplido si se trata de beneficiar a las grandes empresas. viii) La Sunat plantea que, en la década del 90, de los años 92 al 2000 se firmaron 257 convenios, y de estos convenios 82 fueron modificados. ¿Fueron cambios a favor de los intereses de la Nación? ¿el Estado pidió esos cambios? Nada más lejos de la realidad, esos cambios fueron a pedido de las mismas empresas, con el fin de obtener mayor rentabilidad. ¿no es que los contratos-ley no se pueden modificar? ix) Las modificaciones son a favor de las grandes empresas. Un ejemplo claro de ello son las adendas, donde se renegocian contratos para elevar más lo costos. x) Entonces, está claro, que la misma Constitución del 93 le da ese poder, y esas garantías a las grandes empresas. y acá no se trata de un tema de “gestión” como levantan los que quieren seguir con el neoliberalismo, sino se trata de intereses, y la Constitución del 93 claramente defiende esta por beneficiar al gran Capital.
Disposiciones de carácter general aplicables a las entidades y emisoras supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que contraten servicios de auditoría externa de estados financieros básicos