CONTRATOS LEY

A 30 años de haberse elevado a rango constitucional, los Convenios o Contratos de Estabilidad

Jurídica, que en nuestro país se denominó “Contrato-Ley”, y que se aplicara como parte de las
diez medidas económicas aprobadas en el Consenso de Washington, conformado por el fondo
Monetario Internacional, Banco mundial y el Tesoro de los Estados Unidos, que tuvo como
sustento la crisis económica que atravesaba el país por las medidas desastrosas del gobierno
de Alan García, y que esto afectaba el pago de la deuda externa y la confianza de la inversión
extranjera directa en el país.

Actualmente existe un rechazo por parte de la población a estos contratos ley, debido a que
sirvió para promover aún más la corrupción del Estado en perjuicio de la población, como el
caso de la renta básica de la telefónica del Perú, en hidrocarburos el gas de Camisea ubicado
en Cuzco y sin embargo, la población sufre la escases y altos precios del gas, en minería
problemas con el medio ambiente y el uso de agua, o el caso de los peajes en la ciudad de
Lima, etc.

Ahora para acceder a este tipo de contratos-ley, se exige como requisito realizar una inversión
no menor de diez y cinco millones de dólares, barrera que hace que solo algunos se beneficien
con este tipo de contratos, pues no pueden acceder los pequeños y medianos inversionistas, lo
cual es claramente un trato discriminatorio dentro de una economía de mercado.

Si bien el legislador constitucional redactó el artículo 62 con el objetivo de corregir las

omisiones del legislador civil en el Código Civil y así reforzar la protección a favor de las
inversiones extranjeras, sin embargo la mala redacción causo confusión terminológica, pues de
acuerdo al Código Civil y la doctrina los contratos son ley entre las partes (pacta sunt servanda)
pero ahora hay un “contrato-ley” constitucional, entonces ¿un tipo de contratos es “más ley”
que el otro? nos preguntamos.

El Tribunal Constitucional en el Expediente 005-2003-AI/TC (caso Telefónica), sobre la

inconstitucionalidad de la Ley 26285, tuvo la oportunidad para aclarar el panorama pero no lo
hizo, y genero aún más confusión.

Y a nivel de arbitraje internacional no logran entender lo que es el contrato-ley, lo cual es de

esperarse, pues cómo se le podría explicar a un tribunal extranjero un derecho nacional
incoherente.

A 30 años de la constitucionalidad del “Contrato-Ley”, es necesaria la derogación del artículo

62 de la Constitución Política del Perú.