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ESPINA BÍFIDA

POR:
LUDOVINO ALVARADO -10134499
EMELY CARBAJAL - 10138971
ÍNDICE
1 Descripción y etiología 4 Procedimiento diagnóstico

2 Clasificación 5 Valoración fisioterapéutica

Características
3 principales comunes 6 Intervención fisioterapéutica
DEFINICIÓN
La espina bífida es una mal formación congénita que
afecta la columna vertebral y suele ser evidente en el
nacimiento. Es un tipo de defecto del tubo neural (DTN). La
espina bífida puede aparecer en cualquier lugar a lo largo
de la columna si el tubo neural no se cierra por completo.
ETIOLOGÍA

Aunque la espina bífida es conocida desde hace


mucho tiempo, su causa sigue siendo desconocida.
Posiblemente se deba a una combinación de factores
genéticos y ambientales. Durante la gestación, la
espina bífida puede ser detectada por los niveles de
alfafetoproteína a las 15 – 20 semanas de gestación
pueden indicar defectos en la medula espinal, pero
también otros defectos congénitos, muerte fetal,
encefalocele u otras complicaciones, o la presencia
de gemelos.
CLASIFICACIÓN
B) Espina bífida quística: Se engloban en
A) Espina bífida Oculta: Es una
ella todas aquellas anomalias con
malformación mas benigna de los
defectos del cierre del tubo neural.
disrafismos. Se trata de un frasco
Puede herniar las meninges, neuroeje o
en la fusión de uno o de varios
ambos. Según el contenido de esa
arcos vertebrales posteriores sin
cavidad se pueden distinguir:
alteración en las meninges, en la
- Meningocele
medula espinal ni en las raíces
- Mielomeningocele
nerviosas.
- Lipomeningocele
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
COMUNES
Meningocele: En la cavidad quística se Mielomeningocele: Constituye una de
encuentra líquido cefalorraquídeo y las formas más graves de de disrafismo
meninges. La médula espinal y las de la columna vertebral. En la cavidad
raíces nerviosas están alojadas en el quística se encuentra médula, raíces
canal raquídeo, y las alteraciones nerviosas, meninges y líquido
neurológicas y la sintomatología son cefalorraquídeo. Esta malformación es
mínimas. La localización más frecuente la más frecuente. Generalmente se
es en la zona lumbosacra posterior. asienta a nivel lumbar o lumbosacro.
PROCEDIMIENTO DIAGNÓSTICO
Análisis de sangre que mide qué nivel de AFP pasó del bebé a la
sangre de la madre. Un nivel alto de AFP podría indicar que el bebé
tiene espina bífida. Tambien, esta la "evaluación triple" analiza la
sangre de diversas maneras para detectar defectos del tubo neural.

Ecografía: La espina bífida puede ser diagnosticada con precisión


durante la ecografía del segundo trimestre.

Amniocentesis: el médico utiliza una aguja para extraer una muestra


de líquido del saco amniótico que rodea al bebé.
VALORACIÓN FISIOTERAPÉUTICA

Relación con Test muscular Amplitud de Sensibilidad


los padres movimiento

Valoración
funcional y Valoración del
desarrollo equilibrio
motor
Relación con los padres

Saber lo que los padres conocen acerca de la enfermedad de su hijo.

El fisioterapeuta debe de conocer las posibilidades de que implica cada nivel de la lesión,
las expectativas del pronóstico y las angustias que estos problemas pueden generar en
la dinámica de la familia. (Preguntas de los padres).

La forma en la que el fisioterapeuta trata al niño, tanto físicamente como


psicológicamente, ayuda a los padres a entender mejor las capacidades de su hijo y, por
tanto, tratarlo sin sobreprotegerlo.

La familia puede participar en los objetivos del tratamiento de cada una de las etapas del
niño.
Test muscular

El fisioterapeuta necesita saber qué músculos


están paralizados y cuáles tienen capacidad de
generar fuerza.

En el recién nacido la simple observación de los


movimientos espontáneos en decúbito supino
nos indica la posibilidad muscular activa.

Normalmente se utilizan test musculares


clásicos, como la valoración de Daniels, qué
clasifica la actividad muscular de 0 a 5.
Amplitud de movimiento

La falta de equilibrio muscular entre agonistas y antagonistas en las


articulaciones implicadas conducirá al desarrollo de contracturas
articulares, que finalmente afectará la habilidad del niño en las
actividades motrices.

En el nacimiento se pueden distinguir dos tipos de deformidades:

Las que han desarrollado el niño en la vida fetal, debido a una


mala posición y a la ausencia de movimiento articular.
Las que aparecen por un desequilibrio muscular inducido por el
nivel de la lesión.
Sensibilidad

La falta de sensibilidad también depende del nivel de la lesión.

Hay que informar a los padres de el riesgo que puede tener el niño
de presentar úlceras, para que revisen las zonas cutáneas cuando se
retiran las órtesis, el calzado, etc.

Hay que controlar cuidadosamente la temperatura del agua cuando


se baña al niño ya que su piel suele ser mucho más propensa a
lesionarse.

El niño no recibe los cambios posicionales de sus miembros


paralizados, ni tampoco los patrones de presión sobre sus miembros
en carga, ya sea en sedestación o en bipedestación.
Valoración funcional y desarrollo motor
Estos test proporciona un tipo de información sobre la capacidad motriz gruesa comparable
a la edad cronológica:

El test de desarrollo de la función motriz gruesa.


La escala motriz infantil Alberta.
La escala motriz de desarrollo Peabody.

Cuando el niño inicia la escolaridad, el test de valoración PEDI puede ser más útil para
determinar las áreas en el que el niño es independiente y si el niño necesita una asistencia
especial.

Es importante hacer la valoración con y sin órtesis para observar qué áreas de desarrollo
pueden mejorar cuando el niño usa las órtesis y cuáles sin las órtesis.
Valoración del equilibrio

La valoración y la observación constante que el fisioterapeuta realiza en cada sesión es


suficiente para anticipar:

El posible desarrollo de contracturas o áreas de presión.


El nivel de habilidad motriz que el niño va adquiriendo.
Los objetivos que se van a desarrollar dentro del entorno familiar.
La necesidad de utilizar órtesis, adaptaciones o ayudas técnicas que compensen la
pérdida de fuerza muscular
Es útil para determinar
cuándo es necesaria una
ayuda o adaptación, ya sea
para la sedestación o para
la bipedestación.
INTERVENCIÓN FISIOTERAPÉUTICA

PERIODO NEONATAL

Durante el período hospitalario, el fisioterapeuta debe


proporcionar al niño un control y manejo postural para
prevenir las contracturas articulares. Junto a la enfermera
tienen que animar a los padres a cargar al niño porque
tienen miedo o pueden sentirse inseguros.
NIVELES DE LESIÓN:

NIVEL ALTO NIVEL MEDIO NIVEL BAJO

Localizado en D11, D12, Se localiza en L2, L3. Las Se localiza en L4, L5,
L1. Las características características son sacro. A nivel de L4 el
son parálisis total en la parálisis en la musculatura cuádriceps tiene mínima
musculatura de MMII e de MMII, excepto el posas actividad, pero si el nivel
incluso se puede y aductores de cadera. El es más bajo (L5-sacro),
implicar músculos cuádriceps puede tener su actividad muscular es
abdominales. mínima funcionalidad. El mejor.
niño puede caminar con
ayuda de una órtesis.
ABORDAJE TERAPÉUTICO SEGÚN EL NIVEL DE LA LESIÓN

PRIMERA FASE: común a los tres niveles de lesión): desde los primeros días de vida hasta los 6 meses.

Cuidados posturales en la incubadora.


Movilizaciones pasivas de MMII.
Confección de férulas.
Fomentar el contacto del niño con los padres e informar los cuidados básicos de la crianza.

Una vez en su hogar:

Incrementar el control cefálico.


Estipulación del decúbito prono. (Dificultad para levantar la cabeza).
Favorecer o facilitar el cambio espontáneo de decúbito.

SEGUNDA FASE: desde los 6 mese hasta los 12 meses.


ABORDAJE TERAPÉUTICO SEGÚN EL NIVEL DE LA LESIÓN:
NIVEL ALTO (D11-D12-L1)
Realizar movilización pasiva en cadera, corregir la abducción y rotación externa, así como la flexión de rodilla y pie
equinovaro.
Colección de férulas nocturnas.
Cambio de decúbito (de supino a prono y viceversa).
Paso de estirado a sentado con apoyo de manos.
Control de tronco.
Arrastre con miembros superiores.

TERCERA FASE (desde los 12 a los 18 meses).

·Movilizaciones en MMII.
·Estimular control del tronco.
·Estimular bipedestación.

CUARTA FASE ( a partir de los 18 meses).

Adaptación a las órtesis para la deambulación.


·Reeducar la marcha mediante paralelas.
·En la adolescencia estos niños utilizan sillas de ruedas para desplazarse.
ABORDAJE TERAPÉUTICO SEGÚN EL NIVEL DE LA LESIÓN:

NIVEL MEDIO (L2-L3)


SEGUNDA FASE
Movilizaciones pasivas de MMII.
Cambio de decúbito.
Cambio de development a sedestación con apoyo de las manos.
Control del tronco.
Arrastre con ayuda de los MMSS.

TERCERA FASE
Se continuará con las movilizaciones pasivas en cadera.
ABORDAJE TERAPÉUTICO SEGÚN EL NIVEL DE LA LESIÓN:

NIVEL BAJO (L4-L5-SACRO)


SEGUNDA FASE
Nivel de L4: Movilización pasiva de cadera, estimular
bipedestación, cambios de decúbito, control de tronco, etc.
A nivel de L5: Movilización pasiva en tobillo, confección de férulas
nocturna, cuando inicie la marcha puede utilizar un andador de
acuerdo a la edad del paciente.

TERCERA FASE
Movilización pasiva en cadera, especialmente en los abductores para
evitar contractura en los aductores y flexores de cadera.

CUARTA FASE
Para la marcha el niño puede utilizar bastones ingleses.
Posteriormente suele deambular sólo con una órtesis corta tipo AFO.
GRACIAS
Macías, L. (2002). Fisioterapia en pediatría. McGraw-Hill. Interamericana. Madrid.

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