Está en la página 1de 6

La displasia congénita de cadera o displasia del desarrollo de la 

cadera es
una afectación o alteración  que se produce como su nombre lo indica, en
la articulación de la cadera. Se presenta debido a una malformación que
hace que la cabeza del fémur no encaje de manera adecuada,
provocando la pérdida de relación entre las superficies articulares, que al
momento de la marcha puede provocar dolor y cojera.
La displasia congénita de cadera no es una patología frecuente, ya que
sucede en 1 de cada 1000 niños (con mayor frecuencia en niñas). Sin
embargo, en 1 de cada 3 recién nacidos puede apreciarse la
inestabilidad de la cadera.

¿Por qué se produce la displasia congénita de


cadera o displasia del desarrollo de la cadera?
Factores de riesgo
La displasia congénita de cadera se considera una patología de origen
multifactorial, es decir, se produce como consecuencia de diversas
razones, entre los cuales podemos destacar: hormonales, ambientales,
intrauterinos y hereditarios.
De igual forma, podemos discernir que los factores de riesgo de la
displasia de cadera son:

La raza
Esta patología se presenta mayormente en razas mestizas (por encima
de las razas blancas) y es muy poco frecuente en personas de raza
negra.

Sexo
Es una patología sumamente frecuente en el sexo femenino. De hecho,
algunos autores estiman que su incidencia es de entre 3 y 7 niñas por
cada niño.

Herencia
Existe mayor probabilidad de displasia congénita de cadera cuando
existe un factor hereditario.
Lado afectado
El lado más propenso a presentar esta inestabilidad en la articulación de
la cadera es el lado izquierdo, ya que se ha demostrado que hasta en un
60% la displasia se presenta del lado izquierdo, un 20% en el lado
derecho y un y 20% bilateral.

Presentación intrauterina
Cuando el niño viene en posición podálica o pélvica la posibilidad de
presentar displasia de cadera aumenta 4 veces.

Clima o factores ambientales


Aunque parezca mentira, en invierno (en países de 4 estaciones) la
probabilidad de que nazca un bebé con displasia de cadera es de 1,5
veces más con respecto al verano.

Factores postnatales
Esto tiene que ver con el hecho de que en ciertas culturas o regiones se
tiene el hábito de cargar a los bebes en abducción de cadera y flexión, en
donde los niños son menos propensos a desarrollar este problema; a
diferencia de los sitios en donde se colocan a los niños envueltos en
posición de aducción de cadera y extensión.

¿Bajo cual sintomatología se presenta la displasia


de cadera o displasia del desarrollo de la cadera?
La displasia de cadera presenta una serie de síntomas frecuentes, sin
embargo cada bebé puede manifestarlos de distintas formas al igual que
pueden variar en intensidad según la edad. Entre los síntomas más
destacados encontramos:

 Disparidad en cuanto a la longitud de ambas piernas, es decir, una


puede parecer más corta que la otra.
 Un chasquido al realizar movimientos de acercamiento o
alejamiento de la cadera que presenta la displasia.
 La pierna del lado de la displasia puede girar hacia afuera.
 Desnivelación de los pliegues que se encuentran en la parte
posterior del muslo, que se encuentra relacionado con la disparidad
de longitud (los pliegues a tomar en cuenta son el pliegue glúteo y
el pliegue alrededor de la ingle)
 Espacio entre ambas piernas que se presenta con mayor anchura
de lo normal.
 En niños más grandes que ya caminan puede presentarse cojera o
una marcha que se realiza con la punta del pie del lado donde se
encuentra la displasia. Asimismo puede presentarse una curvatura
anormal de la columna vertebral.

Importancia del cartílago de crecimiento y peligro de su


lesión en niños.
Los huesos son los que le proporcionan una estructura sólida para darle
estabilidad al cuerpo humano y también protegen muchos órganos del
cuerpo. Por eso es tan importante que los huesos de los niños se
desarrollen correctamente y de manera fuerte y sana.

¿Cómo se diagnóstica la displasia de cadera?


La displasia de cadera es una afectación que puede en algunos casos
manifestarse o notarse desde el momento del nacimiento, sin embargo,
este no siempre es el caso. A pesar de que al momento del nacimiento el
bebé es examinado en su totalidad, no siempre es posible dar con ella
desde un principio.
Luego del primer año de vida y durante los chequeos médicos de rutina
es posible que el médico pediatra tratante del niño observe que se está
en presencia de una displasia de cadera, por lo que se requerirá una
evaluación más profunda orientada a determinar si efectivamente se trata
de una displasia de cadera o a alguna otra patología que se manifiesta
con un cuadro clínico similar. Existen ciertas pruebas específicas que
pueden realizarse para poder obtener el diagnóstico de la displasia de
cadera, entre ellas podemos destacar:

 Maniobra de Barlow.
 Maniobra de Ortolani.

Entre las pruebas imagenológicas que el doctor pueda indicar,


encontramos:
 Ecografía de cadera que es un procedimiento de gran importancia
en esta articulación, ya que a través de las imágenes de
ultrasonidos que ofrece, podrán observar de manera detallada las
estructuras óseas y cartilaginosas de la cadera del bebé. Además
de esto, ofrece el beneficio de poder realizar el examen de manera
tanto estática como dinámica, lo cual es sumamente indicada
cuando el caso se da en un paciente neonatal.
 Por medio de la radiografía de cadera pueden apreciarse ciertos
signos típicos que dan indicios de una displasia congénita de
cadera, sin embargo, no es tan certera como la ecografía. Además
que en la etapa neonatal es sumamente difícil de realizar ya que el
bebé es difícil de mantener estático por mucho tiempo.

¿Cuál es el tratamiento a emplear en casos de


displasia de cadera o displasia del desarrollo de la
cadera?
El tratamiento de la displasia de cadera se fundamentará básicamente en
una serie de aspectos, como:

 Edad del paciente en el que se diagnostique la displasia. Es


importante resaltar el hecho de que mientras más rápido sea
diagnosticada esta patología, mejor será el pronóstico del
tratamiento.
 La severidad de la afectación.
 La tolerancia del bebé o del niño (según sea el caso) a los
procedimientos a realizarse.
 Expectativas de evolución.

Asimismo, los objetivos principales del tratamiento serán los siguientes:

 Conseguir la reducción de la articulación.


 Mantener lo máximo posible la estabilidad de la articulación de la
cadera.
 Evitar que se presente la displasia residual, que es muy frecuente.

Para ello, pueden emplearse los siguientes tipos de tratamiento:


Arnés de Pavlik
Este dispositivo se coloca con la intención de evitar llegar a la
intervención quirúrgica. Es un dispositivo de posicionamiento que se
utiliza en bebés de hasta 6 meses con la finalidad de permitir la movilidad
de las piernas pero procurando sostener la cadera en posición de
abducción. Este tratamiento suele emplearse máximo un par de meses y
suele tener gran efectividad. Sin embargo, en algunos casos es
necesario acudir a otros procedimientos (1).

Objetivos para el tratamiento de la Displasia del


Desarrollo de la Cadera en fisioterapia
Hay que trazar unos objetivos a corto, mediano y largo plazo respecto a
las necesidades terapéuticas del niño con displasia de cadera

 Brindar estabilidad a la cadera.


 Promover el desarrollo psicomotor del niño.
 Movilizaciones pasivas de las articulaciones adyacentes a la
cadera.
 Aumentar la fuerza muscular de manera progresiva.
 Educar en la marcha y bipedestación.

Para realizar un tratamiento adecuado en la displasia de cadera se debe


pasar por un proceso de evaluación y razonamiento clínico, para
descartar alguna patología similar, por medio de las pruebas de
imagenología, como la radiografía o ecografía, los factores de riesgo
antes expuestos también tendrán relevancia para diagnosticar la
prevalencia de la displasia de cadera, por esto, presentamos algunas
modalidades de tratamiento:

 El uso de agentes físicos como el calor, para ayudar a relajar la


musculatura y ayudar a fomentar la regeneración de los tejidos.
 Realizar ejercicios de estiramientos en la musculatura como los
aductores y el psoas.
 Realizar ejercicios de fortalecimiento en la musculatura glútea, para
brindar estabilidad a la articulación de la cadera.
 Ejecutar un programa de estimulación temprana, para que el recién
nacido no se atrase en su desarrollo, ya que el uso de las caderas
y todo el tren inferior es muy importante para ir avanzando por
todas las fases del desarrollo.
 La reducación o educación de la marcha es sumamente
importante, las caderas tienen q estar lo suficientemente fuertes,
para brindar el apoyo y la seguridad adecuada al momento de
caminar.

Cirugía en displasia de cadera


Esta es la última opción a tomarse en cuenta, ya que se realiza cuando
los 2 anteriores no han surtido efecto o en aquellos casos en donde ha
sido diagnosticada a partir de los 6 meses hasta los 2 años de edad.
Hasta esta edad se realiza una cirugía cerrada para la recolocación de la
cadera y en niños mayores de 2 años se realiza una cirugía abierta, a lo
que prosigue un yeso en espiga, con la finalidad de mantener la
articulación de la cadera bien alineada y en su lugar.
Este yeso, suele utilizarse en un tiempo de 3 a 6 meses. Debido al
crecimiento del niño, es necesario que el yeso sea ajustado
gradualmente cada cierto tiempo y además para garantizar que este se
encuentre siempre rígido ya que es normal que pueda ablandarse
Es importante resaltar que mientras el niño esté usando el yeso, es
necesario tomar en cuenta ciertos cuidados al respecto, con la finalidad
de que este pueda llevar a cabo su trabajo adecuadamente y además,
procurar la mayor tolerancia por parte del niño hacia el yeso, lo que en
estos casos suele ser el aspecto más difícil de sobrellevar, tanto para el
niño como para sus familiares más cercanos.
En caso de estar en presencia o tener la sospecha de una displasia de
cadera, lo más indicado es acudir a su médico de confianza para que
realice los chequeos pertinentes, recordando que mientras más precoz
sea el diagnóstico, mejor será el pronóstico, más sencillo y con menos
complicaciones.

También podría gustarte