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Posición y decúbito.
Normalmente cuando la persona está de pie tiene una postura erecta, activa, que puede
cambiar a voluntad. En algunas enfermedades la posición o postura puede tener
características especiales.
Los decúbitos normales de una persona que puede moverse sin limitaciones son:
Postura antiálgica o antálgica: posición que adopta el enfermo para evitar el dolor.
Postura de pie del paciente con enfermedad de Parkinson: se nota rígido,
inclinado ligeramente hacia adelante, algo encorvado, con las extremidades
superiores adosadas a los flancos y con un temblor grueso.
Postura de pie del paciente con una hemiplejía: en el hemicuerpo paralizado su
brazo se encuentra en contacto con el costado y el antebrazo y la mano, están en
semiflexión y pronación (palma hacia abajo); la pierna, a su vez, permanece en
extensión.
Posición de Fowler: la cama del paciente se levanta colocando unos tacos bajo las
patas de la cabecera de la cama, de modo que la cabeza queda más alta que los
pies. Se usa en situaciones de insuficiencia arterial aguda.
Posición de Trendelenburg: la cama del paciente se levanta colocando unos tacos,
de modo que los pies quedan más altos que la cabeza. Se usa en situaciones de
edema o tromboflebitis de las extremidades inferiores.
Posición ginecológica: la paciente es colocada en un decúbito dorsal, con sus
piernas flectadas y separadas. Facilita el examen ginecológico.
Marcha o deambulación
Se refiere a la forma como el paciente camina. Lo normal es hacerlo en forma activa, con
control de los movimientos, en los que se nota coordinación y armonía. La persona se
desplaza de acuerdo a su voluntad, siguiendo las trayectorias que decida. Es normal que
presente algún grado de braceo, que no se desvíe en forma involuntaria del trayecto que
desea seguir, que el punto de gravedad del cuerpo esté centrado sobre su base de
sustentación o ligeramente adelante, que los pasos sean de un tamaño parecido, etc. Esta
forma de deambular se altera en distintas enfermedades.
A medida que transcurre la entrevista médica, es posible captar si el paciente está sereno,
angustiado, depresivo, etc. La expresión de su cara lo delata en una serie de aspectos.
1) NIVEL DE CONCIENCIA.
Este parámetro se refiere al compromiso cuantitativo de conciencia (o nivel de alerta) y la
capacidad de ubicarse u orientarse (capacidad de identificarse a sí mismo, orientación en el
tiempo, respecto al lugar en dónde está, reconocimiento de personas).
Capacidad de orientarse:
Orientación respecto a sí mismo: ¿Cómo se llama? ¿qué edad tiene? ¿en qué
trabaja? ¿con quién vive?...
Orientación en el tiempo: ¿En qué fecha estamos? ¿En qué mes? ¿En qué año?
¿Qué día de la semana es hoy?...
Orientación en el espacio: ¿Dónde se encuentra usted? ¿Está en un hospital? ¿En
su casa? ¿Qué hospital es?...
Orientación respecto a personas: ¿Quién soy yo? ¿Qué labor desarrollo? Si está
presente un familiar: ¿Quién es esa persona?
El saber el nombre o aspectos muy personales de sí mismo, es de las últimas cosas que se
pierden. En todo caso, este conjunto de preguntas permiten formarse una idea de lo lúcido o
desorientado (confuso) que pueda estar el paciente.
2) LENGUAJE
entender preguntas.
responder preguntas en forma atingente.
entender textos escritos
escribir un idea.
nombrar objetos que se le muestran.
Una afasia es una pérdida o alteración del lenguaje y sus características dependerán de la
ubicación del daño cerebral. Puede ser:
No se debe confundir con una disartria, que es una dificultad en la articulación de las
palabras, ni con una disfonía, que se relaciona con cambios del tono de la voz.
Una alexia es una incapacidad para comprender un texto escrito y una agrafia es una
incapacidad para escribir.
3) MEMORIA.
La calidad de los dibujos que el paciente efectúa puede servir para seguir la
evolución de encefalopatías metabólicas como ocurre en cirróticos
descompensados. Al ir mejorando con el tratamiento, sus dibujos también son de
más calidad.
5) ESTRUCTURACIÓN DEL PENSAMIENTO Y PERCEPCIONES.
La alteración principal del examen mental en algunos pacientes está en la estructuración del
pensamiento, en su contenido y en una falla en la percepción o interpretación que hacen del
medio ambiente. Esto lleva a distintas alteraciones de tipo cualitativo de la conciencia,
como son los estados confusionales, los delirios y las psicosis.
Otros trastornos:
- somnolencia, obnubilación, sopor o coma (compromido cuantitativo de
conciencia, que ya fueron descritos).
- trastornos de ansiedad (dentro de los cuales están los trastornos de pánico, las
fobias sociales, los trastornos obsesivos – compulsivo, etc.).
-episodios maníacos o hipomaníacos (incluye trastornos bipolares en los que
existe
La piel es el órgano que cubre toda la superficie corporal y al examinarla se deben evaluar
los siguientes aspectos:
Color.
Humedad y untuosidad.
Turgor y elasticidad.
Temperatura.
Lesiones (primarias y secundarias).
Anexos de la piel: pelos y uñas.
Color.
Según esto la piel podrá presentar un color rosado normal, palidez (anemia o
vasoconstricción), cianosis (porcentaje aumentado de hemoglobina desaturada de oxígeno),
rubicundez (vasodilatación o poliglobulia), etc. Por supuesto, estos cambios se aprecian
mejor en personas caucásicas (de raza blanca).
Si se trata de una cianosis periférica, por ejemplo, por vasoconstricción debido a ambiente
frío, la lengua está rosada, pero se aprecia el color violáceo en los labios, las orejas y las
manos. Si se produce una isquemia de una extremidad, se presenta cianosis por falta de
perfusión. En estados de shock (colapso circulatorio) asociados a vasoconstricción cutánea,
la piel se aprecia pálida y existe frialdad en manos, pies, orejas, punta de la nariz.
-bilirrubina: cuando los niveles en el suero sobrepasan los 2 mg/dL es posible detectar
ictericia. En la esclera es dónde más fácilmente se detecta. El examen conviene efectuarlo
con luz natural (las luces amarillentas de las lámparas dificultan su apreciación).
-carotenos: su aumento puede dar una coloración amarillenta de la piel. Esto se observa
en bebés que reciben mucho jugo de zanahoria.
Humedad y untuosidad.
Turgor y elasticidad.
Temperatura.
Lesiones cutáneas.
Al examinar las lesiones o alteraciones de la piel es necesario fijarse en aspectos como los
siguientes:
1. Características de las lesiones más elementales (ej.: máculas, pápulas, vesículas, etc.).
2. Evolución de las lesiones desde que se presentan por primera vez.
3. Ubicación de ellas en el cuerpo. En este sentido conviene fijarse si son:
- únicas o múltiples
- simétricas o asimétricas (si afectan un lado del cuerpo, o ambos, por igual).
- localizadas (sólo en un sector, como el herpes zoster) o generalizadas (que afectan todo
el
1. Confluencia de las lesiones (ej.: máculas que confluyen y dan un aspecto “cartográfico”,
como ocurre en el exantema morbiliforme del sarampión).
2. Síntomas asociados (ej.: lesiones que dan dolor o sensación de quemazón, como en el
herpes zoster).
3. Circunstancias en las que aparecen (ej.: reacción de fotosensibilidad que aparece
mientras se está tomando tetraciclina).
4. Condiciones sociales o ambientales: en ocasiones es necesario precisar las facilidades
para el aseo personal, uso de camarines (ej.: “pie de atleta”), uso de hojas de afeitar de
otras personas (ej.: infección de la barba por estafilococos), hábitos sexuales (ej.: riesgo de
lesiones sifilíticas y otras), viajes (ej.: lesiones por larva cutánea migrans), contacto con
animales (ej.: tiña), trabajo (ej.: contacto con productos químicos), etc.
Lesiones secundarias: son aquellas que son consecuencia de otra lesión (ej.: costras,
cicatrices).
Nódulo. Es una lesión sólida, redondeada, mayor de 1 cm, bien circunscrita. Es equivalente
a una pápula, pero mayor de 1 cm.
Tumor. Es una lesión que se produce por proliferación celular; puede ser benigna o
maligna.
Placa. Es una lesión plana o levemente solevantada, mayor de 1 cm. Puede ser una lesión
en sí misma o el resultado de la confluencia de otras lesiones.
Cicatriz. Es la reparación por tejido fibroso de un corte o lesión profunda de la piel. Puede
ser atrófica o hipertrófica. Se llama queloide a una cicatriz hipertrófica.
Petequia. Es una lesión por extravasación de sangre del tamaño de la cabeza de un alfiler.
Víbice. Es una lesión de forma lineal debida a extravasación de sangre (por ejemplo,
debido a un golpe lineal).
Pelos.
Calvicie. Ausencia o caída del pelo a nivel del cuero cabelludo, especialmente en las
regiones fronto-parietales.
Alopecía. Es una caída del pelo por distintos motivos y en distinto grado de extensión.
Puede ser difusa o más localizada, como ocurre en la alopecía areata (en la que se
encuentran áreas redondas en las que se ha perdido el pelo). Puede deberse a factores
psicógenos, quimioterapia, infecciones (ej: tiñas), radioterapia, etc.
Hirsutismo. Aumento del vello en la mujer (especialmente cuando se nota en la región del
labio superior, barba, pecho y espalda).
Uñas.
Las uñas tienen normalmente una convexidad en sentido longitudinal y horizontal. Algunos
signos son importantes en clínica.
SISTEMA LINFÁTICO
Está formado por una extensa red que drena la linfa desde los tejidos y la devuelve a la
circulación venosa. Al no contar con un mecanismo de bombeo propio, el movimiento de la
linfa es bastante más lento que la sangre. En el trayecto, se interponen ganglios linfáticos
que tienen una importante función inmunológica.
Los ganglios linfáticos están distribuidos en todo el cuerpo, pero se concentran en algunos
territorios: cuello, axilas, mediastino, regiones paraaórticas y retroperitoneales, regiones
inguinales. Normalmente son de menos de 1 cm y la mayoría no son palpables. En regiones
inguinales, no es tan raro llegar a palpar algunos ganglios pequeños, sin mayor significado.
Entre las enfermedades que más frecuentemente se relacionan con adenopatías, destacan:
infecciones virales: como mononucleosis infecciosa por virus de Epstein-Barr,
infección por citomegalovirus, VIH y muchas otras. Frecuentemente dan
adenopatías en cadenas cervicales, pero también pueden afectar otros territorios
ganglionares.
enfermedad de Hodgkin: tiene especial predilección por ganglios cervicales y
supraclaviculares.
escrófula: es una forma especial de tuberculosis que compromete ganglios del
cuello.
cáncer de mama con metástasis axilares.
melanoma: da metástasis en región inguinal (si la lesión primaria está en el pie) o
en la axila (si está en el brazo), pero también puede darlas a distancia. Además de
estos ejemplos, se pueden encontrar adenopatías en muchas otras situaciones:
enfermedades inmunológicas y tumorales, por otros agentes infecciosos, etc.
Cabeza:
Se debe realizar una valoración con movimientos suaves y circulares usando técnicas de
observación y palpación superficial a su vez debemos verificar:
Tamaño: - normocraneo
-microcraneo
-macrocraneo
Cuero cabelludo:
Cabello:
Las características del cabello nos permite confirmar o sospechar la presencias de algunas
patologías, y de las cuales debemos verificar y evaluar lo siguiente:
Cara:
Ojos:
Se debe valorar la agudeza visual del paciente, si requiere de la utilización de lentes
ópticos o ya los posee, verificar su reacción pupilar, si realiza movimientos oculares que se
le indican si hay presencia de infección o dolor.
Pupilas:
Cavidad nasal:
Se debe valorar la forma de las fosas nasales si el tabique nasal se encuentra centrado, si
la cavidad se encuentra limpia y permeable e indolora.
Boca y orofaringe:
Estas cavidades son de gran importancia ya que cumplen con variadas funciones que si se
encuentran afectadas alteran el bienestar del paciente como lo es el comunicarse o
modulación de palabras, la ingesta de alimentos como lo es el proceso de masticación y
deglución, y también nos permite el proceso de respirar por esta vía cuando por la nariz
no se puede, por lo que debemos valorar lo siguiente:
- higiene.
Otros soplos que se pueden auscultar son: por estenosis de arterias renales: en el
epigastrio, al lado de la línea media. A veces en el epigastrio se ausculta un soplo que
viene irradiado del corazón. -por estenosis de arterias iliacas: en las fosas iliaca -por
estenosis de arterias femorales: en regiones inguinales o bajo el ligamento inguinal.
Para presentar en forma resumida el resultado del examen de los distintos pulsos, en lo
que se refiere a su amplitud, se recurre a un dibujo esquemático de la figura humana o un
esquema lineal. La escala usada es la siguiente:
No se palpan (-)
El corazón, formado por dos aurículas y dos ventrículos, se ubica en la parte central del
tórax (mediastino), entre los dos pulmones. Se encuentra inclinado (de derecha a
izquierda y de atrás hacia delante) y un poco rotado (el ventrículo derecho queda adelante
y la aurícula izquierda, atrás). Visto así, impresiona como una pirámide invertida, con una
"base" (donde se ubican las válvulas aórtica y pulmonar, a nivel del segundo espacio
intercostal), y una punta o "ápex" (donde se ubica la punta del ventrículo izquierdo, en el
quinto espacio intercostal, por fuera de la línea medio clavicular izquierda).
El detalle de la anatomía del corazón se puede encontrar en otros textos. Para esta
revisión, conviene tener presente:
las estructuras que forman las cavidades derechas: aurícula, válvula tricúspide,
ventrículo y válvula pulmonar.
las estructuras que forman las cavidades izquierdas: aurícula, válvula mitral,
ventrículo, válvula aórtica.
las hojas que cubren el corazón (pericardio)
el flujo que sigue la sangre: desde las venas cavas a las cavidades derechas, luego
al circuito pulmonar (arteria pulmonar, pulmones, venas pulmonares), las
cavidades izquierdas, la aorta y la circulación sistémica.
débito cardiaco: volumen de sangre que expulsa el corazón por minuto; depende
de:
- el débito sistólico: volumen de sangre que eyecta el ventrículo en cada
contracción
- la frecuencia cardiaca
precarga: presión con la que se llenan los ventrículos (por ejemplo, la presión
venosa central)
poscarga: resistencia que se opone al vaciamiento de los ventrículos (por ejemplo,
hipertensión arterial)
conceptos de estimulación eléctrica del corazón: el estímulo normalmente se
genera en el nódulo sinusal (en la parte más alta de la aurícula derecha), se
propaga por las aurículas y llega al nódulo aurículo-ventricular (ubicado en la parte
baja del tabique interauricular), luego pasa al has de His, ramas derechas e
izquierdas, fibras de Purkinje y finalmente se estimula todo el miocardio. La rama
izquierda del haz de His tiene una división anterior y otra posterior. Este sistema de
conducción (desde el has de His a las fibras de Purkinje), transmite el impulso
eléctrico más rápido que las mismas fibras del miocardio.
conceptos sobre irrigación del corazón: se efectúa a través de las arterias
coronarias derecha e izquierda, que nacen de la aorta, en la proximidad de la
válvula aórtica. La arteria coronaria izquierda se divide en una arteria descendente
anterior y en una rama lateral, llamada circunfleja. Todas estas arterias, a su vez,
generan otras divisiones durante su recorrido.
Ciclo cardíaco:
Examen cardiaco:
Para efectuar el examen conviene tener un método, seguir una rutina, y de esa forma, no
se escaparán aspectos importantes.
Palpación:
Percusión:
la percusión rinde poco para delimitar al área que ocupa el corazón ya que, en
alguna medida, se interpone pulmón.
Auscultación:
Cómo auscultar:
Se ausculta toda el área precordial. El paciente puede estar sentado, de pie o acostado.
Poner al paciente en un decúbito lateral izquierdo ayuda para auscultar ruidos del
ventrículo izquierdo al ponerse más en contacto con la pared torácica. Otra posición que
puede ayudar para escuchar ruidos como frotes pericárdicos es que el paciente se siente y
se incline hacia adelante; mejor aún si bota el aire y sostiene la respiración un rato.
Al auscultar, conviene:
Focos de auscultación:
Al efectuar un examen completo, debe ser posible describir cada ruido y soplo presente,
en qué etapa del ciclo cardiaco se ausculta, qué características presentan estos ruidos y en
qué foco se escuchan más nítidamente. En forma más detallada, efectúe lo siguiente:
Ruidos cardiacos.
Los ruidos cardiacos son sonidos cortos, bien definidos. Entre ellos, destacan
especialmente el primer y segundo ruido:
primer ruido (R1): corresponde a un sonido que se produce al cerrarse las válvulas
mitral y tricúspide. El cierre de ambas válvulas tiende a ser al unísono, pero
ocasionalmente se puede escuchar este ruido desdoblado (por ejemplo, en un
bloqueo completo de rama derecha). El primer ruido se escucha mejor hacia el
ápex, aunque, por su intensidad, normalmente se escucha en toda el área
precordial. Cuando existe dificultad para reconocer el primer ruido, conviene
tomar el pulso de una arteria ya que el primer ruido ocurre al comienzo del latido
(sístole).
segundo ruido (R2): corresponde al sonido que se genera cuando se cierran las
válvulas aórtica y pulmonar. Estos ruidos normalmente se desplazan un poco con
la respiración: al final de la espiración tienden a escucharse al unísono, pero en una
inspiración profunda, en relación al mayor retorno venoso al tórax, el cierre de la
válvula pulmonar de retrasa (desdoblamiento fisiológico del segundo ruido). El
segundo ruido se ausculta con más claridad en la base del corazón (foco pulmonar
y aórtico). La intensidad del ruido aumenta si existe hipertensión arterial o
pulmonar. En cambio disminuye cuando no cierran bien los velos de las válvulas
(insuficiencia valvular).
Otros ruidos que se pueden escuchar, aunque con mucho menos frecuencia y en
condiciones que no son necesariamente normales, son:
tercer ruido (R3): ocurre al comienzo del diástole, después del segundo ruido, en la
fase de llenado rápido determinado por el gradiente de presión. Tendría relación
con vibraciones del músculo ventricular y el aparato valvular. Se escucha en
algunas insuficiencia cardiacas, aunque se puede encontrar en condiciones
fisiológicas en muchos niños, en adultos jóvenes y en el tercer trimestre de un
embarazo.. Ocasionalmente, la secuencia del primer, segundo y tercer ruido
producen una cadencia parecida al galope de un caballo: se conoce como galope
ventricular, y se presenta en algunas insuficiencias cardiacas.
cuarto ruido (R4): se escucha inmediatamente antes del primer ruido, en el
momento de la contracción de las aurículas. Tendría relación con vibraciones del
miocardio y el aparato valvular durante la fase de llene activo del ventrículo debido
a la contracción auricular. Se puede escuchar en pacientes con hipertensión
arterial o insuficiencia cardiaca. Ocasionalmente se puede escuchar en condiciones
normales en atletas o en personas mayores. Si existe una fibrilación auricular, no
puede haber cuarto ruido. También se puede producir una cadencia de galope
entre el primer, cuarto y segundo ruido (galope auricular).
Otros ruidos:
Soplos:
Corresponde a un ruido que se escucha por flujos turbulentos de la sangre. Habitualmente
ocurren porque una válvula está estrecha (estenótica), ofreciendo resistencia al paso de la
sangre, o porque permite que refluya la sangre al no cerrar bien sus velos (se habla de una
insuficiencia valvular). Estos soplos pueden encontrarse en el sístole o en el diástole y la
forma que adquieran va a depender del mecanismo por el cual ocurren.
Algunas nomenclaturas que se usan para expresar algunos soplos son las siguientes:
grado I: cuando es difícil de escuchar en una sala silenciosa (incluso, es posible que
no todos los examinadores lo escuchen).
grado II: es un soplo débil, pero, en general, todos los examinadores lo auscultan.
grado III: es claramente audible.
grado IV: soplo fuerte; a este nivel es posible llegar a palpar sobre la zona donde se
ausculta el soplo una "vibración" que se conoce como frémito.
grado V: es muy fuerte y se palpa frémito.
grado VI: es muy fuerte, a tal punto que se escucha incluso sin apoyar la
membrana del estetoscopio en la superficie del tórax; se acompaña de frémit
Soplos sistólicos:
Soplos diastólicos:
estenosis mitral:
Los hallazgos se concentran en el diástole:
- después del 2ß ruido se ausculta un chasquido de apertura (momento en que se
abre la válvula mitral)
- luego viene un soplo en decrescendo ("rodada mitral"): corresponde a la fase de
llenado rápido
- a continuación, en pacientes en ritmo sinusal se puede escuchar un refuerzo
presistólico, que es un soplo en crescendo y que se escucha inmediatamente antes
del primer ruido (se debe a la contracción de las aurículas).
- el primer ruido, tiende a ser de ayor intensidad (la explicación sería que cuando
se comienzan a contraer los ventrículos al comienzo del sístole, los velos de la
válvula mitral se encuentran en su máxima separación ya que la aurícula estaba
recién contrayéndose, y esto, unido a las características de los velos, haría que el
primer ruido sea más intenso; sería equivalente a un "portazo").
Estos ruidos y soplos se auscultan mejor en el ápex. La auscultación puede resultar más
nítida si se pone a la persona en decúbito semilateral izquierdo y se le pide que bote el
aire y se mantenga un rato sin respirar. Convendría auscultar tanto con la membrana
como con la campana del estetoscopio.
Cuando el soplo de "estenosis mitral" se debe a la inflamación de los velos por una
enfermedad reumática activa recibe la denominación de soplo de Carey-Coombs.
el caso de un corazón normal: ritmo regular, en dos tiempos, tonos timbrados, sin
soplos.
en una estenosis mitral en ritmo sinusal: ritmo regular; primer ruido acentuado; en
el diástole se ausculta un chasquido de apertura seguido por una rodada mitral, de
intensidad III/VI, con un refuerzo presistólico.
en una insuficiencia aórtica en ritmo sinusal: ritmo regular; segundo ruido
disminuido de intensidad; soplo diastólico en decrecendo, grado II/VI, que se
ausculta en el foco aórtico y borde paraesternal izquierdo. Soplo mesosistólico
grado II/VI en el foco aórtico que se irradia a la base del cuello. (Esto último no
siempre está presente. Recuerde también de mencionar los otros hallazgos donde
corresponda: pulso céler, etc.).
Caja torácica.
Anatomía. La estructura ósea de la caja torácica está formada por la columna vertebral,
12 pares de costillas y el esternón, además de las escápulas. Las costillas se articulan hacia
atrás con la columna dorsal y hacia delante, las primeras siete se unen al esternón y las
tres siguientes, se van uniendo entre ellas y forman del reborde costal. Las costillas 11 y
12 son “flotantes” ya que no se unen al esternón. El reborde costal derecho e izquierdo
forman un ángulo llamado ángulo costal. El esternón está formado por el manubrio (parte
superior), el cuerpo y el apéndice xifoides (entre ambos rebordes costales, se palpa como
una punta). Entre el manubrio y el cuerpo existe un ángulo llamado ángulo de Louis (o
ángulo esternal), que es fácil de palpar. La parte anterior de la segunda costilla, a cada
lado, llega justo a este nivel. Esta es una referencia anatómica que conviene conocer ya
que palpando el ángulo de Louis uno desliza los dedos hacia el lado y palpa la segunda
costilla y desde ahí se identifica la tercera costilla hacia abajo y así sucesivamente. Entre
cada costilla se ubica un espacio intercostal que toma el nombre de la costilla
inmediatamente por arriba. Es posible palpar fácilmente desde el segundo espacio
intercostal al sexto; más abajo es difícil porque las costillas se van juntando por delante.
Referencias anatómicas. Líneas: (son todas paralelas a una recta que pasa por la columna
vertebral)
por atrás: -línea vertebral: pasa por las apófisis espinosas. -líneas escapulares
(derecha e izquierda): pasa por la punta de las escápulas
por los lados: -línea axilar anterior: pasa por delante de la axila. -línea axilar
media pasa por la mitad de la axila. -línea axilar posterior: pasa por detrás de la
axila.
por delante: -línea medioesternal: pasa por la mitad del esternón. -línea
medioclavicular (derecha e izquierda): pasa por la mitad de las
clavículas.
Línea estemal y medio-claviculares Líneas Axilares
Otra referencia anatómica que conviene tener presente es el ángulo de Louis que ya se
describió.
Pulmones.
Anatomía. Los pulmones están cubiertos por la pleura: la pleura visceral cubre el pulmón,
y la parietal cubre la pared torácica, el diafragma y el pericardio. Entre ambas hojas, queda
un espacio virtual (cavidad pleural) que contiene una fina capa de líquido seroso que las
lubrica. La tráquea tiene una longitud de 10 a 11 cm y un diámetro de 2 cm. El sitio en el
que se bifurca para dar origen al bronquio fuente de cada pulmón se llama carina. Esto
ocurre aproximadamente a la altura del ángulo de Louis, por delante, y de la cuarta
vértebra dorsal (T4), por atrás.
El bronquio fuente derecho es más grueso, corto y vertical; por lo mismo, está más
expuesto a la aspiración de cuerpos extraños. Los bronquios se dividen en bronquios
secundarios y después de sucesivas diviciones se llega a los bronquíolos y los alvéolos. Es a
nivel del los sacos alveolares donde ocurre el intercambio gaseoso (se capta oxígeno que
viene del aire exterior y se libera el anhídrido carbónico que se ha ido acumulando en la
sangre venosa).
Por la inclinación de las fisuras que dividen los distintos lóbulos pulmonares, el lóbulo
superior se proyecta, por atrás, en la región más alta de los pulmones (vértices
pulmonares) y por delante, por la cara anterior del tórax. En el lado derecho, el lóbulo
medio se proyecta hacia adelante, desde la cuarta costilla hacia abajo y un poco por el
costado. Los lóbulos inferiores se proyectan ocupando prácticamente toda la espalda
(desde la tercera vértebra dorsal, hacia abajo).
Proyección Pulmón Derecho - Proyección Pulmón Izquierdo Proyección Pulmónes por Atrás
inspiración: etapa de expanción del tórax por acción de los músculos respiratorios
(diafragma e intercostales) y entrada de aire a los pulmones (se crea una presión
negativa intratorácica). Los
músculos escalenos, esternocleidomastoídeos y trapecio pueden participar de los
movimientos respiratorios como músculos accesorios (especialmente durante
ejercicios o en insuficiencia respiratoria). Cuando el diafragma se contrae, empuja
las vísceras abdominales y el abdomen protruye.
espiración: normalmente es un movimiento pasivo en que la misma elasticidad de
los pulmones y de la caja torácica hace salir el aire. Esta fase también puede ser
facilitada por acción muscular (intercostales y musculatura abdominal).
Examen de tórax.
Inspección.
Se recomienda percutir desde las zonas de mayor sonoridad hacia aquellas con sonido
mate. Por ejemplo, si desea delimitar las bases de los pulmones, conviene percutir desde
el área ventiladas de los pulmones en dirección al abdomen. Cuando el ruido cambia de
sonoro a mate, se estaría pasando de un tejido que contiene aire a otro que no lo
contiene. Normalmente, la base derecha es más alta que la izquierda (por la ubicación del
hígado).
Palpación.
La facilidad con que se palpen estas vibraciones vocales va a depender de varios aspectos:
el tono de la voz
la fuerza con que la persona habla
la zona que se palpa (por ejemplo, cerca de la tráquea se siente más nítido)
el grosor de la pared torácica (que depende fundamentalmente de la grasa
subcutánea)
la integridad del tejido pulmonar (por ejemplo, en los enfisemas, el parénquima
pulmonar está diminuido, existe más aire “atrapado”, y las vibraciones se sienten
más débiles)
elementos que se interponen entre los grandes bronquios y la pared del tórax (por
ejemplo, en condensaciones, como ocurre con las neumonías, se transmiten mejor
las vibraciones vocales; en cambio, cuando existe líquido, como ocurre en los
derrames pleurales, o cuando se interpone aire, como ocurre en los pneumotórax,
las vibraciones vocales se palpan menos o simplemente, no se palpan.
Auscultación.
Consiste en escuchar los ruidos que se generan en los pulmones bajo las siguientes
condiciones:
con la respiración
al emitir palabras
Los ruidos pulmonares se originan debido al paso de aire por las vías aéreas en la medida
que se generen flujos turbulentos, como ocurre en la laringe y en la bifurcación de
bronquios grandes y medianos. A medida que los bronquios se dividen, el área de sección
va aumentando, y como consecuencia, la velocidad del flujo disminuye. Cerca de los
alvéolos el flujo es laminar y no genera ruidos.
Al auscultar los pulmones se deben cubrir todos los sectores, sin olvidar de auscultar
debajo de las axilas. Tal como debe ocurrir con la palpación y la percusión, con la
auscultación también se deben comparar los hallazgos de un lado con los del otro lado.
Ruidos pulmonares:
Existen condiciones que hacen que el murmullo pulmonar se escuche más atenuado o
simplemente no se escuche. Algunas de estas condiciones son:
Transmisión de la voz:
Cuando el paciente emite palabras, lo normal es que al aplicar la membrana del
estetoscopio en el cuello, sobre la traquea, se distinga nítidamente lo que el paciente dice.
Esta nitidez se va perdiendo a medida que la auscultación se efectúa más alejado de la
traquea y los grandes bronquios, debido al efecto de filtro que ejercen los pulmones.
Cuando se ausculta en la pared costal, en las zonas más periféricas, se logra distinguir en
forma más ténue lo que el paciente pronuncia.
-áreas mal ventiladas como ocurre en las bases pulmonares de un paciente que
hipoventila: las crepitaciones ocurren hacia el final de la inspiración, en el
momento que el pulmón se expande al máximo y entra aire a pequeñas vías aéreas
que estaban cerradas. Es como un estallido de finos ruidos. Estos crépitos muchas
veces desaparecen si se le pide a la persona toser varias veces, y por lo tanto,
expandir bien los pulmones (estos crépitos que desaparecen se llaman
distelectásicos).
-áreas inflamadas como ocurre en una neumonía: en estos casos las crepitaciones
también ocurren de preferencia durante la inspiración, y si la neumonía está recién
comenzando, se escucha como un estallido al final de la inspiración.
Como se puede ver, bajo el término de “crepitaciones” se reunen sonidos que se pueden
escuchar en distintas afecciones pulmonares. La razón de esta agrupación sería
fundamentalmente la dificultad de distinguir entre una afección y otra, por lo menos
basado en el sonido propiamente tal. Ayudado por la clínica, es más factible formarse una
mejor idea de lo que pueda estar ocurriendo.
En obstrucciones bronquiales:
frotes pleurales: son ruidos discontinuos, ásperos, que se deben al roce de la hojas
pleurales, cuando están inflamadas. El sonido sería parecido al roce de dos cueros.
Para que se produzca es necesario que las pleuras estén en contacto ya que al
desarrollarse un derrame, terminan separándose.
En pacientes con derrames pleurales extensos (que colapsan parte del parénquima
pulmonar vecino): a veces, especialmente en la zona más superior del derrame, podría
ocurrir:
soplo pleurítico: viene a ser como una respiración soplante, habitualmente más
suave (seguramente el líquido comprime parénquima pulmonar y esto facilita la
generación del soplo).
Resumen que integra los principales hallazgos del examen físico en distintos cuadros
clínicos:
En el abdomen se ubican distintas vísceras, entre las que destacan el hígado y vías biliares,
gran parte del tubo digestivo; el bazo; riñones, uréteres, vejiga; glándulas suprarrenales;
además, en la mujer: útero, trompas de Falopio y ovarios y, en el hombre, la próstata.
Cada una de estas estructuras tiene una ubicación y tamaño, desempeña funciones y es
fuente de alteraciones y enfermedades. El detalle conviene revisarlo en textos de
anatomía y fisiopatología.
A. Un examen general
B. El examen de las vísceras, propiamente tal
Referencias anatómicas:
Se trazan dos líneas imaginarias perpendiculares que pasan por el ombligo. De esta forma
se delimitan cuatro cuadrantes:
superior derecho
superior izquierdo
inferior derecho
inferior izquierdo
Se trazan dos líneas verticales y dos horizontales. Las dos primeras son la continuación de
las líneas medioclaviculares que se prolongan hacia abajo hasta los lados del pubis. De las
dos líneas horizontales, una pasa por el reborde costal (aproximadamente la 10ª costilla),
y la otra pasa por las crestas ilíacas ántero-superiores. Se constituyen así nueve sectores
(entre paréntesis se indican las estructuras intra-abdominales que se ubican en esos
sectores):
- hipocondrio derecho (lóbulo hepático derecho, vesícula biliar, parte del riñón derecho,
glándula suprarrenal, ángulo hepático del colon).
- epigastrio (estómago, duodeno, páncreas, parte del hígado, aorta, vena cava inferior)
- hipocondrio izquierdo (bazo, cola del páncreas, ángulo esplénico del colon, polo superior
del riñón izquierdo, glándula suprarrenal)
en el tercio medio:
en el tercio inferior:
- fosa ilíaca derecha (ciego, apéndice, extremo inferior del íleon, ovario,
desembocadura del uréter, canal inguinal)
Inspección.
La forma del abdomen puede ser diferente. Esto depende de la edad, de la relación entre
el peso y la talla, de la constitución del cuerpo, de lo atleta o sedentaria que sea la
persona y de alteraciones que puedan existir: tumores, ascitis, meteorismo (gas
aumentado en el intestino). Normalmente tiene una forma redondeada o plana. En
personas delgadas y en decúbito dorsal se aprecia un abdomen excavado (escafoide o
cóncavo). Si se aprecia abultado se habla de un abdomen globuloso o prominente. Cuando
en decúbito supino el abdomen impresiona que se "rebalsa" hacia los lados se le llama en
alforjas; si estando de pie, se aprecia un gran pliegue que cuelga del hemiabdomen
inferior se llama en delantal.
Hernias:
La presencia de hernias se hace más evidente cuando la persona puja y/o se pone de pié.
Las más frecuentes son las hernias umbilicales, inguinales y crurales. Menos frecuente es
la hernia de la línea blanca o alba (línea entre el ombligo y el apéndice xifoides). Esto es
diferente de la diátesis de los rectos abdominales, en la que se aprecia un abombamiento
a nivel de la línea alba cuando la persona puja.
Una hernia incisional ocurre en relación a la cicatriz de una operación, cuando los planos
profundos no cerraron bien. Una evisceración es cuando la herida se abre totalmente y se
logran ver las vísceras.
Cicatrices:
Las circulaciones venosas colaterales anormales que se pueden observar son del siguiente
tipo:
Para determinar la dirección del flujo sanguíneo de una vena, se apoyan los dedos índices
de cada mano sobre un segmento de la vena, en un trayecto que no reciba tributarias
colaterales. Estando los dedos juntos y aplicando un poco de presión, se separan de modo
de exprimir toda la sangre de ese segmento. A continuación, se levanta uno de los dedos y
se ve la rapidez con la que la vena vuelve a llenarse de sangre: si ocurre inmediatamente,
la sangre fluye en ese sentido. Se repite la maniobra levantando uno u otro dedo hasta
estar seguro de la dirección de la sangre.
Auscultación.
Lo que se trata de auscultar son ruidos que derivan de la movilidad del intestino y posibles
soplos vasculares. Se efectúa antes de la percusión y la palpación ya que éstas pueden
alterar los ruidos intestinales o ruidos hidroaéreos. La auscultación debe ser metódica y
cubrir los distintos cuadrantes del abdomen.
Otros ruidos que es posible escuchar tienen relación con situaciones en las que se
acumula mucho líquido mezclado con gas, ya sea en el estómago o en el intestino. Esto
puede ocurrir en obstrucciones de la salida del estómago (síndrome pilórico) o en parálisis
u obstrucciones intestinales (cuadros de íleo): si se sacude al paciente teniendo la
membrana del estetoscopio apoyado en el abdomen es escuchan ruidos semejantes a los
que se producen al agitar un tonel parcialmente lleno de líquido. Esta característica se
llama bazuqueo gástrico, cuando es por síndrome pilórico, y ruidos de sucusión intestinal,
cuando se relaciona con un íleo (pero en la práctica, la mayoría de los médicos generalizan
y hablan de ruidos de bazuqueo). A veces estos ruidos se escuchan como algo normal si la
persona ha ingerido recientemente una bebida o un vaso de agua. También se podrían
escuchar, a veces, en cuadros de diarrea, como un fenómeno pasajero, sin que tenga las
implicancias de una obstrucción intestinal.
Otros ruidos que se pueden auscultar son soplos por flujos turbulentos dentro de las
arterias:
En mujeres embarazadas se pueden auscultar los latidos cardíacos fetales a partir de las
16 a 18 semanas. Se escuchan mejor con una corneta especial que usan los obstetras y
matronas o mediante dispositivos con amplificación.
Percusión.
vice-versa: en cada posición se busca en cada flanco el límite entre lo sonoro (donde
todavía hay aire) y lo mate (donde predomina el líquido). Como se comprenderá, al estar
la persona hacia un lado, en el lado que está abajo se tiende a acumular líquido y en el de
arriba se encuentran ruidos sonoros; al cambiar de posición, se invierte la situación. Si se
tuvo la precaución de hacer una pequeña marca con un lápiz del límite sonoro-mate, se
verá un desplazamiento. Esto se conoce en la jerga médica como matidez desplazable. Si
la diferencia entre una marca y otra en uno u otro lado es mayor de 4 cm, sería
significativo como para pensar que existe ascitis. En un cuadro de íleo paralítico, en que se
acumula líquido en las asas intestinales, también se puede encontrar matidez desplazable.
En este caso, se deben considerar otros aspectos clínicos para hacer el diagnóstico
diferencial.
Palpación.
Un examinador delicado trata de provocar el menor dolor posible, sin perder información
necesaria para el diagnóstico.
localización
tamaño
forma
consistencia
si es sensible a la palpación
si tiene latido
si se desplaza al palparla o con la respiración
si forma parte de una víscera
Ocasionalmente podría ocurrir que se palpa algo, pero no queda claro si forma parte de la
pared abdominal o es intra abdominal. Una maniobra que ayuda a hacer esta
diferenciación es pedir a la persona que se intente sentar mientras uno está palpando la
masa: si es de la pared se sigue palpando más o menos igual y si es intra abdominal,
tiende a palparse menos o desaparecer.
Puntos dolorosos:
Las peritonitis se deben a una irritación del peritoneo. Con frecuencia se deben a la
perforación de una víscera hueca (por ejemplo, como complicación de una apendicitis o
por perforación del intestino). Puede ser localizada o difusa, según el proceso logre ser
contenido o no.
Hígado:
Al examinarlo se determina:
su límite superior
el borde inferior
la proyección hepática (o sea, la distancia entre el límite superior y el borde
inferior, lo que da una idea de su tamaño)
Al mismo tiempo de palpar el borde inferior del hígado se aprovecha de precisar otras
características:
Proyección hepática: el la altura del hígado determinada por la diferencia entre el límite
superior y el borde inferior; se expresa en centímetros. Lo normal es que la proyección
hepática sea de 10 a 12 cm. Valores superiores estarían reflejando una hepatomegalia.
Una consideración respecto a esta medición es tener presente que si el límite superior se
determinó estando el paciente en espiración y el borde inferior estando en inspiración,
artificialmente estaríamos aumentando el tamaño del hígado.
Para examinarlos, el examinador trata de palparlos poniendo una mano bajo la región
lumbar y la otra sobre el flanco: se ejerce presión entre las dos manos y se trata de sentir
si se interpone una “masa” compatible con el polo inferior de alguno de los riñones. La
posición de las manos depende del lado que se ubique el examinador. Se habla que la
“masa” tiene contacto lumbar cuando al empujar hacia arriba, el movimiento se transmite
hacia la mano superior. Este signo es bastante propio de los riñones.
Otro signo que se busca en el examen de los riñones es la puño percusión; rinde
especialmente en cuadros de pielonefritis aguda. Estando el paciente sentado, se golpea
con la mano en forma de puño sobre las fosas lumbares. Cuando existe una inflamación
aguda del uno de los riñones se desencadena dolor.
Palpación de la aorta.
Se logra palpar en personas de contextura delgada o cuando está muy dilatada. Lo que es
más frecuente es sentir un latido en la región del epigastrio. El diámetro normal de la
aorta no supera los 3 cm (en promedio, 2,5 cm). Para delimitar su diámetro se palpa
primero la aorta por un borde y luego por el otro, o con las dos manos se aprecia la
distancia de un borde al otro. Esta pesquisa es más importante en personas mayores de
50 años ya que con los años aumenta la posibilidad de encontrar un aneurisma. Si se
sospecha un problema de este tipo, conviene solicitar una ecotomografía para definir
mejor las características de la aorta.
Una de las partes que con alguna frecuencia no son examinadas bien son las regiones
inguinales porque se despeja el abdomen solamente hasta ese nivel. Con esto se pueden
escapar del examen físico alteraciones como las hernias y adenopatías de esta región.
Por debajo del ligamento inguinal y medial a los vasos femorales, puede aparecer una
hernia pequeñita, pero que puede dar problemas grandes si se atasca (ej.: obstrucción
intestinal) y es la hernia crural o femoral. Es más frecuente en mujeres de la tercera edad.
Una hernia “atascada” es aquella que no se puede reducir (que los tejidos vuelvan a su
sitio original). Una hernia “estrangulada” tiene además la condición de poder tener
compromiso vascular y por lo tanto no se debe intentar reducir.
Una conclusión importante de esta parte del examen es: “No se olvide de examinar las
regiones inguinales”.
Tacto rectal.
El tacto rectal debe ser considerado como parte del examen del abdomen ya que puede
aportar información valiosa.
El aspecto de la deposición que mancha el dedo del guante al terminar el examen puede
ayudar especialmente cuando existe la sospecha que el paciente esté sangrando:
Examen segmentario:
Cabeza: normo cráneo, presencia de cicatriz de forma semilunar en zona occipital de 7 cm
aprox.
Cuero cabelludo: color castaño oscuro, limpio, con presencia de abundante cabello y
abundante descamación.
Facie: piel hidratada , indemne.
Ojos y visión: sin alteraciones, isocoricas fotoreactivas, con presencia de conjuntivas
palpebrales de tonalidad rosadas.
Oídos y audición: sin alteración evidente en audición, pabellones auriculares limpios
simétricos sin presencia de cerumen, se aprecia en el lóbulo auricular derecho una leve
inflamación por utilización de aros.
Nariz y seno paranasal: orificios nasales limpios, permeables.
Boca y orofaringe: mucosa húmeda y rosada, lengua limpia de coloración rosada
disfuncional, edentada superior parcial con mordida disfuncional a causas de daño
neurológico, labio superior con signos de queilitis.
Cuello: Músculos y Ganglios linfáticos: limitación del rango de movimiento por presencia
de traqueotomía funcional, sin presencia de ganglios palpables.
Artería carótida y venas del cuello: pulso de arterias carótida fuerte y simétricas, yugulares
planas.
Genitales:
Externos Femeninos : sin presencia de alteraciones, limpio sin presencia de olor, diuresis
espontanea
Ano y recto: piel indemne sin presencia prurito,ni de enrojecimiento o signos de UPP en
zona sacra
Factores tecnológicos en el servicio:
Oxígenoterapia : no la requiere
Tratamiento antiescara con dispositivos médicos : utilización de colchón antiescaras.____
Otros : aspiración endotraquial, procedimiento realizado por la cuidadora con secreciones
escasas.