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En la cultura occidental, la creación está marcada por la Biblia y el cristianismo, mientras que la
evolución es un concepto tomado de las ciencias naturales. Cuando los supuestos de estos dos
conceptos adquieren aspectos ideológicos y se vuelven incompatibles, la misma ideología
pertenece al creacionismo y al evolucionismo. Es conveniente considerar la brecha que existe
entre el creacionismo y el creacionismo por un lado y la evolución y el evolucionismo por el
otro, como veremos más adelante, porque la creación y la evolución no solo no se oponen
entre sí, sino que también se obligan mutuamente para ser completamente entendidos.
La creación asume que el universo tuvo un comienzo completo, y la forma en que entendemos
la realidad se ajusta a esa idea. Intuitivamente entendemos que todo debe tener un comienzo
oportuno, y que lo que comienza después no existe antes. Solo la realidad infinita (realidad
absoluta) no tiene principio ni fin, y esta infinitud existe dentro de nuestra conciencia. Así
entendemos lo que es eterno y lo que es efímero.
La creación en la Biblia
La creación no ocurre de momento a momento, sino que tiene una dinámica creativa en la que
la materia y su entorno físico (cielo y tierra) vienen primero y luego después. fue creado al final
del proceso. El proceso creativo de seis días, por lo tanto, no debe verse como una medida de
tiempo, sino como el desarrollo de un acto creativo conducido ordenadamente. Esto no
significa que haya un concepto de evolución en el texto de Génesis, sino que la creación de
Dios es secuencial. Es decir, en lugar de crear por un tiempo y luego retirarse de la creación,
Dios está trabajando constantemente para “terminar” Su obra.
La inteligencia bien estructurada entiende que no puede haber nada más que
heredabilidad sino el Absoluto mismo. No es un ser: no tiene sentido afirmar que se
crean habilidades, lo cual no es en absoluto creación de posibilidades, sino fenómenos,
seres y cosas. Rielo dijo que antes de la creación debe haber una herencia a partir de la
cual el Absoluto confiera su omnipotencia, de lo contrario la creación sería imposible.
Los seres y las cosas son creados: no pueden durar para siempre, porque entonces el
complemento del Absoluto incluiría seres y cosas tan eternas como el Absoluto, y la
afirmación de los dos sería una absoluta contradicción. Sabemos que la revelación
cristiana confirma el hecho de la creación.