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Tema 7

Práctica Procesal Penal

Las partes en el proceso


penal y su intervención
en el mismo
Índice
Ideas clave 3
7.1. Introducción y objetivos 3
7.2. Concepto y clases de partes procesales 4
7.3. El Ministerio Fiscal 5
7.4. El abogado del Estado y de otras
administraciones 7
7.5. El papel del abogado en el proceso penal 9
7.6. Comunicación forense 19
7.7. Oralidad y escritura 21
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7.8. Los escritos rectores del proceso penal 23


7.9. Escritos de parte 24
7.10. Los escritos de parte: la querella en particular 27
7.11. Los escritos oficiales 28

A fondo 32

Test 38
Ideas clave

7.1. Introducción y objetivos

Este tema permite visualizar la estructura bilateral de todo proceso, con sus partes
procesales y su actuación en el mismo, en particular en el juicio oral.

Se expone a partir de la regulación legal, quiénes y qué funciones desempeñan en el


proceso las partes procesales.

Y de igual modo, se examina el instrumento por antonomasia de su participación a lo


largo de todo el procedimiento: la comunicación forense. Al respecto, se distingue
entre las actuaciones orales y las escritas.

Este tema combina cierta erudición con un contenido práctico evidente, no debiendo
perderse de vista, las concretas referencias legales a preceptos de la Constitución
Española (CE), la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) o la Ley Orgánica del Poder
Judicial (LOPJ), especialmente, que son el marco de actuación de toda esta temática.

Los objetivos de aprendizaje de este tema son los siguientes:

 Aprender la regulación y funciones que cumplen las partes en el proceso penal.


 Identificar las diferencias entre cada uno de los sujetos que intervienen en el
proceso penal.
 Conocer las distintas actuaciones que cada sujeto procesal puede realizar en el
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proceso penal.

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7.2. Concepto y clases de partes procesales

En todo proceso, consecuencia de su estructura bilateral, se da la existencia de una


dualidad de partes. Lo cual significa que existen dos posiciones procesales. La activa,
que ocupa la persona que pide y la pasiva, la persona frente a la que se pide. Dichas
posiciones se traducen en la figura del actor o demandante y del demandado, que en
el orden penal se llaman acusador y acusado. Calamandrei consideraba el principio
de contradicción como un principio esencial del proceso, su fuerza motriz y su
garantía suprema, en tanto Carnelutti consideraba que el principio de contradicción
era, en esencia, el principio de igualdad de las partes.

Concepto

En el ámbito penal, partes procesales son las que intervienen en el proceso


solicitando una pretensión de condena —el acusador— y la persona a la que se
solicita la imposición de una pena y, en su caso, el pago de una indemnización —el
acusado—.

Conviene, igualmente, dejar claro una cosa que a veces es objeto de confusión: solo
existen dos partes procesales.

Y es que en todo proceso existen dos posiciones procesales, con independencia del
número de personas que se encuentren en cada una: así, si existen cuatro
acusaciones y veinte acusados, no hay veinticuatro partes, sino dos partes, la
acusadora con cuatro intervinientes y la acusada, con veinte intervinientes.
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Clases de partes procesales:

 Por el carácter con que intervienen en el proceso: partes oficiales o públicas


(Ministerio Fiscal, abogacía del Estado) y partes privadas (acusación particular,
acusado).

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 Por la necesidad o no de su intervención: partes necesarias (fiscal y acusado) y
partes contingentes o voluntarias (acusador popular o particular).
 Por la posición procesal en la que se actúa: partes acusadoras y partes acusadas.

7.3. El Ministerio Fiscal

Se regula en el art. 124 CE, art. 541 LOPJ y en su Estatuto de 30-12-1981. Y «tiene por
misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos
de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de
los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante
estos la satisfacción del interés social» (art. 124.1 CE).

Principios de actuación. El Ministerio Fiscal actúa con sometimiento a los siguientes


principios:

 Unidad: todo fiscal ha de actuar como integrante del Ministerio Fiscal o


Ministerio Público, esto es, con sentido institucional, independientemente del
número de miembros que lo componen, ya que institucionalmente es único.

 Jerarquía: los miembros del Ministerio Fiscal ejercen su función conforme al


principio de dependencia jerárquica, lo cual significa que, sin perjuicio de su
autonomía funcional están estructurados en una carrera cuyo vértice es el fiscal
general del Estado, sigue por los fiscales de sala, fiscales jefes y concluye en los
abogados fiscales.

Consecuencia de ello es la obligación de todo fiscal de prestar obediencia a sus


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superiores, estableciendo el art. 27 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal


(EOMF), sin embargo, que en los casos en que un fiscal considere improcedente
las órdenes que reciba, puede expresar las razones de su discrepancia, lo que
conllevará, en su caso, la reunión de la Junta de Fiscales correspondiente a fin de

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ser oída y en caso de confirmarse la orden, el fiscal discrepante quedará relevado
de cualquier responsabilidad.

 Legalidad: el MF actúa conforme a la Constitución y al resto del ordenamiento


jurídico, pero a diferencia de los jueces, puede actuar, en algunos casos, conforme
al principio de oportunidad. En concreto:
• En el ámbito de los menores se ha introducido la posibilidad de archivar un

expediente, o facilitar una solución de mediación/conciliación, evitando el


seguimiento de un proceso, a pesar de que se haya producido un delito.
• En los delitos leves, en el que el art. 963 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
(LECrim) permite al juez acordar el sobreseimiento a solicitud del Ministerio
Fiscal cuando:
 El delito leve denunciado resulte de muy escasa gravedad a la vista de la
naturaleza del hecho, sus circunstancias y las personales del autor.
 No exista un interés público relevante en la persecución del hecho. En los
delitos leves patrimoniales se entenderá que no existe interés público
relevante en su persecución cuando se hubiere procedido a la reparación del
daño y no exista denuncia del perjudicado.

 Imparcialidad: el MF debe actuar con plena objetividad e independencia en la


defensa de los intereses que tenga encomendados y, aunque formalmente sea
una parte en el proceso, debe cuidar que durante el proceso se consignen tanto
las circunstancias adversas como favorables del acusado (art. 2 LECrim) y ha de
instar el castigo o la absolución del acusado, según la decisión que considere más
apropiada al caso.

Sin embargo, se le presume siempre imparcial pues no puede ser recusado, a


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diferencia de los jueces y magistrados (art. 27 EOMF), pero sí abstenerse por las
mismas causas que estos, que son las previstas en el art. 219 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial (LOPJ).

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Funciones

Sus funciones se detallan, de modo minucioso, en los arts. 3 a 5 de su Estatuto. Y, por


lo que hace al proceso penal, en concreto, le corresponde:

 Como parte necesaria —con algunas excepciones— en todos los procesos penales,
interviene en las distintas fases del proceso, incluyendo la parte de investigación
prejudicial y en la ejecución, en materia penitenciaria.
 A tal fin, ejercita las acciones penales y civiles dimanantes de delitos, oponiéndose
a las ejercitadas por otros, cuando proceda.
 Insta de la autoridad judicial la adopción de las medidas cautelares que procedan
y la práctica de las diligencias encaminadas al esclarecimiento de los hechos o
instruye directamente el procedimiento en el ámbito de lo dispuesto en la Ley
Orgánica reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores, pudiendo
ordenar a la policía judicial aquellas diligencias que estime oportunas.
 Vela por la protección procesal de las víctimas y por la protección de testigos y
peritos, promoviendo los mecanismos previstos para que reciban la ayuda y
asistencia efectivas.

7.4. El abogado del Estado y de otras


administraciones

Dentro de las partes públicas, que defienden el interés general, representado por las
Administraciones, en el proceso penal pueden intervenir el abogado del Estado y los
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letrados de otras Administraciones u organismos. Y pueden hacerlo con carácter


activo, como acusadores, o pasivo, defendiéndose ante las pretensiones que
formulen las acusaciones.

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Tema 7. Ideas clave
El abogado del Estado

Puede actuar como acusador o acusado, en relación con el Estado o alguno de los
organismos constitucionales o autónomos, lo que incluye sociedades mercantiles
estatales y fundaciones con participación estatal, o cuando sea acusado un
funcionario público por actos u omisiones en el ejercicio de su cargo.

La Ley 52/1997, de 27 de noviembre, de Asistencia Jurídica al Estado e Instituciones


Públicas dispone que los abogados del Estado pueden defender igualmente a las CC.
AA. y a los entes locales, cuando así se establezca.

Están habilitados para actuar, igualmente, ante el Tribunal Constitucional, la


jurisdicción militar y en actividades internacionales del Estado.

La mencionada Ley 52/1997 establece, además, una serie de especialidades


procesales cuando interviene el Estado, así en materia de notificaciones o costas.

Otros letrados

Además del abogado del Estado, defienden los intereses de otros poderes,
Administraciones y organismos, una serie de letrados insertos en el sector público,
aunque puede encomendarse la defensa de tales intereses, a letrados externos
particulares.

Entran en este grupo: los Letrados de la Administración de la Seguridad Social, los


Letrados de las Cortes Generales, los Letrados de las Comunidades Autónomas y los
de los entes locales.
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Tema 7. Ideas clave
7.5. El papel del abogado en el proceso penal

Antes de examinar el rol del abogado en los procesos penales, expondremos su


regulación en la LOPJ, que se encuentra en los arts. 542, 544, 545 y 546:

Conceptuación y funciones

Artículo 542

«1. Corresponde en exclusiva la denominación y función de abogado al


licenciado en Derecho que ejerza profesionalmente la dirección y defensa
de las partes en toda clase de procesos, o el asesoramiento y consejo
jurídico.
2. En su actuación ante los juzgados y tribunales, los abogados son libres e
independientes, se sujetarán al principio de buena fe, gozarán de los
derechos inherentes a la dignidad de su función y serán amparados por
aquéllos en su libertad de expresión y defensa.
3. Los abogados deberán guardar secreto de todos los hechos o noticias de
que conozcan por razón de cualquiera de las modalidades de su actuación
profesional, no pudiendo ser obligados a declarar sobre los mismos».

Artículo 543

Regula la actividad del procurador.

Requisitos previos al ejercicio

Artículo 544

«1. Los Abogados, Procuradores y Graduados Sociales, antes de iniciar su


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ejercicio profesional, prestarán juramento o promesa de acatamiento a la


Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.
2. La colegiación de los Abogados, Procuradores y Graduados Sociales será
obligatoria para actuar ante los Juzgados y Tribunales en los términos
previstos en esta Ley y por la legislación general sobre colegios
profesionales, salvo que actúen al servicio de las Administraciones públicas
o entidades públicas por razón de dependencia funcionarial o laboral».

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Tema 7. Ideas clave
Designación

Artículo 545

«1. Salvo que la ley disponga otra cosa, las partes podrán designar
libremente a sus representantes y defensores entre los Procuradores y
Abogados que reúnan los requisitos exigidos por las leyes.
3. Se designarán de oficio, con arreglo a lo que en las leyes se establezca, a
quien lo solicite o se niegue a nombrarlos, siendo preceptiva su intervención.
La defensa o representación de oficio tendrá carácter gratuito para quien
acredite insuficiencia de recursos para litigar en los términos que establezca
la ley».

Responsabilidad

Artículo 546

«2. Los Abogados, Procuradores y Graduados Sociales están sujetos en el


ejercicio de su profesión a responsabilidad civil, penal y disciplinaria, según
proceda.
3. Las correcciones disciplinarias por su actuación ante los juzgados y
tribunales se regirán por lo establecido en esta ley y en las leyes procesales.
La responsabilidad disciplinaria por su conducta profesional compete
declararla a los correspondientes Colegios y Consejos conforme a sus
estatutos, que deberán respetar en todo caso las garantías de la defensa de
todo el procedimiento sancionador».

En cuanto al rol del abogado en el orden penal y, en particular, con relación al


proceso penal, es doble: formal y de fondo.

 En cuanto a las formas: incluye el trato, tratamiento de determinadas personas


intervinientes en el proceso, indumentaria, relaciones, modo de desempeño…
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 En cuanto al fondo: ajustar su participación a las distintas fases del proceso.

Nos referimos a ambos aspectos, de forma sucinta, señalando el contenido de tal


función, ya que su concreto y correcto ejercicio se alcanza con la práctica.

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Formalmente

El abogado en el proceso penal debe cumplir los deberes deontológicos que se


contienen en el actual Estatuto General de la Abogacía española (R. D. 135/2021, de
2 de marzo) —que ha sustituido al anterior de 22 de junio de 2001— y las previsiones
generales previstas en los arts. 542 y 544 LOPJ.

Y más en concreto, en relación con el proceso penal:

Capacidad

Se requiere ser licenciado en Derecho colegiado y no incapacitado, así por estar


inhabilitado por sentencia o suspendido o expulsado por un Colegio profesional de
abogados.

Y como requisitos previos, ser español o de país europeo autorizado para ejercer la
abogacía en España, cuestión regulada por el R. D. 936/2001, de 3 de agosto. La Ley
34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de Abogado y
Procurador de los Tribunales, incluye la necesidad de realizar las actividades de
formación (Máster) y prácticas que se establezcan, concluyendo con una prueba
(Examen de Estado) que acredite la aptitud profesional para obtener el título de
abogado y poder ejercer dicha profesión.

Trato

Es obligación de orden deontológico, desarrollar un buen trato y relación con el


cliente, la otra parte, el tribunal, el personal del juzgado, policía, terceros al proceso
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y medios de comunicación.

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Tratamientos

En las audiencias, actos solemnes y escritos, el abogado debe emplear los siguientes
tratamientos:

 Excelencia: a los magistrados del Tribunal Supremo (TS) y presidentes de la


Audiencia Nacional (AN) y Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y fiscales de Sala.
 Señoría Ilustrísima: a los presidentes de las Audiencias Provinciales y demás
magistrados y fiscales. Además, están equiparados los secretarios de primera
categoría.
 Señoría: a los jueces, incluidos los jueces de paz, abogados fiscales y secretarios
de segunda y tercera categoría.

Intervención en las distintas fases

El abogado debe tener presente que puede y debe intervenir en todas las fases del
proceso, lo cual implica, especialmente, guardar el debido secreto profesional de lo
que hable con su cliente, y realizar una actuación activa y vigilante de control y
seguimiento de todo el proceso, adoptando las decisiones que considere más
beneficiosas para la defensa de los intereses que le hayan sido encomendados.

Intervención en los centros policiales y judiciales

El abogado desempeña un papel muy relevante en la fase inicial del procedimiento


(ante la policía) y durante la instrucción (ante el Juzgado de Instrucción) y, una vez
designado, acudirá al centro de detención con la máxima premura, siempre dentro
del plazo máximo de tres horas desde la recepción del encargo, pudiéndosele exigir
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responsabilidad disciplinaria en caso de incomparecencia injustificada.

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La asistencia del abogado, regulada en los artículos 520.6 y 7 de la LECrim, consistirá
en:

 Solicitar, en su caso, que se informe al detenido o preso de los derechos


establecidos en el apartado 2 y que se proceda, si fuera necesario, al
reconocimiento médico señalado en su letra i).
 Intervenir en las diligencias de declaración del detenido, en las diligencias de
reconocimiento de que sea objeto y en las de reconstrucción de los hechos en que
participe el detenido. El abogado podrá solicitar al juez o funcionario que hubiesen
practicado la diligencia en la que haya intervenido, una vez terminada esta, la
declaración o ampliación de los extremos que considere convenientes, así como
la consignación en el acta de cualquier incidencia que haya tenido lugar durante
su práctica.
 Informar al detenido de las consecuencias de la prestación o denegación de
consentimiento a la práctica de diligencias que se le soliciten.
 Entrevistarse reservadamente con el detenido, incluso antes de que se le reciba
declaración por la policía, el fiscal o la autoridad judicial, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 527.

Y las comunicaciones entre el investigado o encausado y su abogado tendrán


carácter confidencial con las excepciones previstas en el apartado 4 del artículo
118

Durante la instrucción, además de en la «vistilla» prevista en el art.505 LECrim, para


legalizar la situación procesal de su defendido, se opondrá a las medidas cautelares
que se soliciten en contra de su defendido; solicitará que su defendido declare las
veces que considere justificado, para aclarar su participación; instará la práctica de
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las diligencias probatorias que le interesen oponiéndose a las que considere


perjudiciales; y recurrirá las decisiones interlocutorias y los autos que se dicten y
vayan en contra de los intereses de su defendido.

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Asistencia y participación en el juicio oral

Lo cual incluye la preparación de la vista, su intervención atenta y el cumplimiento


de las normas procesales y las medidas que acuerde el presidente del Tribunal, en
este último caso, siempre que no las considere contrarias a derecho.

Materialmente

El abogado ejerce la defensa de los derechos que se le encomienden, ya sea de modo


oficial (turno de oficio) o particular (cliente que contrata sus servicios).

El abogado puede actuar como acusador o como defensor. A pesar de lo que pudiera
parecer, a primera vista, no hay diferencia sustancial entre ambos papeles, pues en
ambos casos el letrado defiende los intereses que le han sido encomendados.

Y así, como acusador, ejercita las acciones de condena y resarcitoria, en tanto que, si
actúa como abogado defensor, trata de evitar la condena, o de reducirla en todo lo
posible, respecto a la persona cuya defensa le ha correspondido.

En esencia, es lo mismo, la única diferencia es la posición procesal que ocupa en la


causa.

La aprobación de un Estatuto de la víctima del delito por Ley 4/2015, de 27 de abril,


introduce un factor de mayor complejidad en la defensa de los intereses de la víctima,
en el proceso penal. Ello supone la necesidad de estrechar más la relación abogado-
víctima para posibilitar la mejor defensa posible.
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Con dicha norma, el legislador pretende compensar el llamado «tradicional
abandono de la víctima» en el ámbito procesal penal, y trata de reequilibrar las
posiciones procesales, ya que el moderno juicio penal no es solo un instrumento para
exigir responsabilidad penal al acusado de un delito, y para que este ejercite el
derecho de defensa, sino que se erige en el escenario para prestar la tutela judicial
efectiva, lo que implica la absolución o condena del acusado y en este segundo caso,
reconocer los derechos económicos y de otro orden que pudiera corresponderle a la
víctima como consecuencia del hecho delictivo cometido y sancionado.

Como acusador:

El letrado puede asumir la acusación, particular, popular o privada, interviniendo en


cada causa, en la función específica que le haya sido encomendada.

 Acusador particular: cuando participa en el proceso para hacer valer los derechos
que le corresponda, en nombre de la víctima de un delito. Para personarse en el
proceso se requiere comparecer en el juzgado mediante querella si es un juicio
ordinario, bastando un escrito si se trata del juicio o procedimiento abreviado.
 Acusador popular: cuando interviene en el proceso quien no ha sido
directamente perjudicado u ofendido por un delito. Se excluye en los supuestos
del art. 102 LECrim. Se requiere querella y prestación de la fianza que se fije por la
autoridad judicial, pero no puede abrirse juicio oral solo con la solicitud de la
acusación popular, salvo cuando se trate de delitos que afecten a bienes de
titularidad colectiva (SSTS 17-12-2007 y 8-4-2008).
 Acusador privado: cuando el que comparece como acusador es el propio
ofendido por el delito. Esta figura procesal se reserva, exclusivamente, para los
delitos de injuria y calumnia contra particular. Se requiere querella y acto de
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conciliación sin avenencia o licencia del juez o presidente del Tribunal del juicio en
que se haya producido el hecho delictivo.

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 Además, puede actuar como actor civil. En este caso, se ejercita únicamente la
acción civil derivada de delito, reclamando la restitución de la cosa, su reparación
o la indemnización sustitutoria de los daños y perjuicios, incluidos los morales,
producidos.

La aprobación del Estatuto de la víctima del delito por la Ley 4/2015, de 27 de abril,
supone para todo abogado que actúe como acusador, esto es, en defensa de los
intereses de la víctima o víctimas de un delito, contar con un arsenal de derechos a
hacer efectivos, en el marco del proceso penal.

Esta norma contiene: de un lado, un conjunto de derechos básicos y de protección; y


de otro, reglas específicas para la participación en el proceso penal.

Además, modifica los artículos 109 y 110 de la LECrim e introduce un nuevo artículo
109 bis LECrim que reproducimos dado su interés:

«1. Las víctimas del delito que no hubieran renunciado a su derecho podrán
ejercer la acción penal en cualquier momento antes del trámite de
calificación del delito, si bien ello no permitirá retrotraer ni reiterar las
actuaciones ya practicadas antes de su personación.

»En el caso de muerte o desaparición de la víctima a consecuencia del delito,


la acción penal podrá ser ejercida por su cónyuge no separado legalmente o
de hecho y por los hijos de ésta o del cónyuge no separado legalmente o de
hecho que en el momento de la muerte o desaparición de la víctima
convivieran con ellos; por la persona que hasta el momento de la muerte o
desaparición hubiera estado unida a ella por una análoga relación de
afectividad y por los hijos de ésta que en el momento de la muerte o
desaparición de la víctima convivieran con ella; por sus progenitores y
parientes en línea recta o colateral dentro del tercer grado que se
encontraren bajo su guarda, personas sujetas a su tutela o curatela o que se
encontraren bajo su acogimiento familiar.
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»En caso de no existir los anteriores, podrá ser ejercida por los demás
parientes en línea recta y por sus hermanos, con preferencia, entre ellos, del
que ostentara la representación legal de la víctima.

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Tema 7. Ideas clave
»2. El ejercicio de la acción penal por alguna de las personas legitimadas
conforme a este artículo no impide su ejercicio posterior por cualquier otro
de los legitimados. Cuando exista una pluralidad de víctimas, todas ellas
podrán personarse independientemente con su propia representación. Sin
embargo, en estos casos, cuando pueda verse afectado el buen orden del
proceso o el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, el Juez o
Tribunal, en resolución motivada y tras oír a todas las partes, podrá imponer
que se agrupen en una o varias representaciones y que sean dirigidos por la
misma o varias defensas, en razón de sus respectivos intereses.

»3. La acción penal también podrá ser ejercitada por las asociaciones de
víctimas y por las personas jurídicas a las que la ley reconoce legitimación
para defender los derechos de las víctimas, siempre que ello fuera
autorizado por la víctima del delito.

»Cuando el delito o falta cometida tenga por finalidad impedir u obstaculizar


a los miembros de las corporaciones locales el ejercicio de sus funciones
públicas, podrá también personarse en la causa la Administración local en
cuyo territorio se hubiere cometido el hecho punible».

Como defensor:

Realizará todos los actos y peticiones que estime beneficien la situación procesal de
su defendido, y en particular:

 Se opondrá a las medidas cautelares que se soliciten en contra de su defendido.


 Solicitará que su defendido declare las veces que considere justificado, para
aclarar su participación en los hechos investigados.
 Recurrirá las decisiones interlocutorias y la sentencia que se dicte en contra de los
intereses de su defendido.
 Instará la práctica de las diligencias probatorias durante la instrucción y la
admisión de las pruebas de que intente valerse en el juicio, que entienda le
beneficien.
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 Se opondrá a las pruebas y diligencias que estime perjudiciales para su defendido.


 Solicitará la ilicitud de las pruebas y la nulidad de las actuaciones contrarias a
derecho, que se realicen en la causa.

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 Presentará el escrito de defensa, cuando procesalmente proceda, indicando todo
aquello que entienda beneficioso para su defendido, cara a la celebración del
juicio oral.
 Instará la recusación del juez o jueces en los que entienda concurre causa de
abstención.
 Solicitará la suspensión de la vista, cuando considere concurre causa legal para
ello.

El abogado que actúa en todas las fases del proceso significa que puede intervenir
en la fase previa al inicio del proceso, estudiando y preparando la defensa de los
intereses que le han sido encargados. Y, una vez incoado el proceso, su participación
abarca:

 La instrucción.
 La fase intermedia (en su caso).
 El juicio o vista oral.
 Los recursos.
 La ejecución de lo resuelto en el proceso.

Su concreta intervención se halla ligada a la regulación procesal de las distintas fases


del proceso, habida cuenta, además, del tipo de proceso de que se trate.

Estas cuestiones, de orden material o sustantivo, se hallan detalladas indicando, por


tanto, las posibilidades de actuación del letrado o abogado, en la LECrim y en las leyes
especiales aplicables al caso.
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Tema 7. Ideas clave
7.6. Comunicación forense

La comunicación forense ―del foro― es una especialidad de la comunicación, en


general. La comunicación puede definirse, de modo breve, como el arte de hablar o
de escribir para trasmitir ideas.

Comunicar es algo más complejo que expresarse, pues si bien es necesaria una
correcta expresión para una buena comunicación, se necesita algo más que un
lenguaje.

La esencia de toda comunicación es transmitir ideas y hacerse comprender.


Añadiendo la comunicación jurídica y, en particular, la comunicación forense, otro
elemento: intentar persuadir de la bondad de las pretensiones que se sostienen o
defienden. Pues la retórica jurídica, persigue lo que Teodectes compendió en esta
breve frase «arte que, por medio del discurso, conduce a los hombres hacia aquello
que el orador quiere».

El alma de toda comunicación es el mensaje, pero la eficacia de este depende del


lenguaje y de la habilidad que se ponen al servicio de las ideas que se desean
transmitir.

El lenguaje forense es un lenguaje especializado, que emplea un lenguaje técnico,


que se dirige a un público experto en derecho (el juez y las contrapartes,
básicamente) que requiere tanto de un estudio o preparación del tema planteado,
como de un adecuado despliegue formal, con el que se expresa lo que se quiere
comunicar.
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La comunicación forense está especialmente conectada a la idea de la retórica, que


el diccionario de la Real Academia Española (RAE) define como «arte de bien decir,
de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o
conmover».

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Tema 7. Ideas clave
Dicha eficacia, como recordará Platón en su diálogo Gorgias, debe estar al servicio de
la verdad, pues en otro caso se convierte en el mero discurso de un demagogo, no de
un verdadero orador.

El objeto de la retórica forense es convencer y despertar credibilidad en


jueces y auditorio. (Aristóteles Retórica I, 2, 1-1358 a.)

Cicerón, considerado el mejor abogado en Roma, tuvo en la retórica su principal


arma, —magníficamente utilizada en sus Discursos contra Verres, prototipo del
gobernante corrupto de su época— y, por ello, nos parece de interés recoger algunos
de sus consejos o máximas, para concluir este punto:

 Nadie puede hablar bien si no piensa con precisión.


 La perfección oratoria requiere ser dueño absoluto de la materia o tema del
discurso.
 El trabajo elaborado en la soledad del propio silencio es presupuesto para
presentarlo en público.
 Hablar bella y retóricamente no es otra cosa que expresar los pensamientos
mejores con palabras perfectamente elegidas.
 La elocuencia no es otra cosa que una sabiduría que habla con plenitud de
pensamiento y palabra.
 Si quieres mover y conseguir algo, has de procurar que la gente no solo te escuche,
sino que te preste también atención con interés y con gusto.
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Tema 7. Ideas clave
7.7. Oralidad y escritura

Entre los principios del proceso se encuentran el de oralidad y escritura, ambos


conectados al superior de publicidad.

La importancia del principio de publicidad en el proceso moderno es mucha, y por


ello no puede extrañar que se reconozca en el art. 120.3 CE, al igual que el de
oralidad, en el art. 120.2 CE.

Más en concreto, publicidad y oralidad se relacionan con la idea del proceso


democrático de nuestra época, en el que el escrutinio público o control difuso por la
sociedad es esencial para que se administre una justicia transparente.

Frente a ello, la escritura, el proceso escrito tiene mala prensa, pues el proceso de la
inquisición y, en general, los procesos propios de regímenes totalitarios tienden a la
opacidad y se ocultan de la publicidad, ya que evitan el conocimiento de sus
actuaciones, la identidad de quienes intervienen, las pruebas de que se valen para las
condenas e incluso, se dificulta la presencia de público en los juicios.

La publicidad, alma de la Justicia, como la llamó Jeremías Bentham, rinde indudables


servicios:

 Mantiene la confianza de la sociedad, siendo «una de las condiciones de


legitimidad constitucional de la Administración de Justicia» y favorece el control
del pueblo, ya que «protege contra una justicia secreta» (STC 96/1987).
 Permite una verdadera inmediación probatoria, ya que la prueba se practica
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mediante interrogatorio oral y los informes sobre su resultado crítico son públicos
(STC 219/2002).

Práctica Procesal Penal


21
Tema 7. Ideas clave
La oralidad significa el predominio de la palabra sobre la escritura, pero no es
concebible un proceso absolutamente oral, máxime cuando los denominados
escritos rectores o principales del proceso —con excepción del juicio oral, aunque
este se documenta mediante acta escrita o electrónica—, se realizan por escrito (así
la querella, los escritos de acusación y defensa o la propia sentencia).

El informe oral, como máximo exponente del lenguaje oral jurídico-forense, es una
comunicación verbal destinada a presentar de manera clara y pormenorizada, el
resumen de los hechos y de las pretensiones que se dirigen a un tribunal.

Sus características deben ser: claridad, concreción y justificación. Ha de atraer la


atención del oyente, en primer lugar, para después motivarle y aspirar a convencerle,
finalmente.

La escritura, por el contrario, es un modo de lenguaje más difícil que el hablado,


requiere un estilo y un léxico más depurado y no se puede ayudar del complemento
gestual y especialmente del lenguaje de las manos y del cuerpo (sonreír, mirar
fijamente, etc.), con el que el hablante refuerza las ideas que expresa verbalmente.

Sin embargo, precisamente por su mayor capacidad de transmitir ideas y procesos


intelectuales más complejos y elaborados, es el instrumento ideal para plasmar
actuaciones que requieren de gran cantidad de datos y que van acompañados de
elementos técnicos.

Por ello, en el mundo forense, la escritura es ideal para expresar los datos-base del
proceso penal (como el atestado), la puesta en conocimiento y petición al juez de que
incoe un proceso (querella), o para redactar una sentencia.
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Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
Las características de un buen escrito forense son: brevedad, claridad y precisión.
Importando más lo fáctico que lo jurídico ya que iura novit curia y lo verdaderamente
relevante son los hechos y las alegaciones-pruebas que proporcionen aquellos,
siendo la fase de subsunción normativa e interpretativa, tarea posterior, que
descansa más en el juez que en el abogado, aunque por el principio acusatorio —el
elemento de vinculación entre el hecho y el derecho, en el orden penal—
corresponde a los acusadores fijar el objeto del proceso.

Pero ambas modalidades de expresión o comunicación, escritura y oralidad,


coexisten en el proceso y aunque se observa últimamente un mayor reconocimiento
a la oralidad, la escritura tiene una importancia mayúscula en el proceso penal.

7.8. Los escritos rectores del proceso penal

Llamamos escritos rectores del proceso penal a los instrumentos del proceso
mediante los cuales se comunican las actuaciones de la máxima importancia.

Pueden ser producidos por el juez o por las partes, pero tienen en común el hecho
de que contienen las actuaciones más trascendentes:

 El atestado o informe policial con el que se pone en conocimiento del órgano


judicial la existencia de un posible hecho delictivo.
 La querella.
 Una medida cautelar como la prisión provisional.
 El auto de sobreseimiento que archiva o cancela un proceso en marcha.
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 El escrito de acusación, que delimita el objeto del juicio.


 La sentencia que resuelve el caso o los recursos de apelación o casación, mediante
los cuales se puede revocar una sentencia.

Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
Su razón de ser o fundamento estriba en que, por su mayor capacidad de transmitir
ideas y procesos intelectuales más complejos, permiten albergar las pretensiones y
decisiones con mayor cantidad de datos y razones jurídicas.

Además, el escrito añade la posibilidad de ofrecer una precisión superior a la que


contiene la expresión oral que, por su mayor espontaneidad e inmediatez, no
proporciona tales resultados.

Por ello, en el mundo forense, la escritura recorre todas las fases del proceso, desde
su inicio, conteniendo los datos-base del proceso penal (como en el atestado), la
puesta en conocimiento y petición al juez de que incoe un proceso (querella), o en su
parte final, sirviendo para redactar la sentencia.

En consecuencia, se hace necesario prestar una especial atención, tanto teórica como
práctica, a estos escritos de tanta trascendencia en el proceso penal.

7.9. Escritos de parte

Entre los escritos de parte más importantes del proceso penal destacan: la querella
al inicio del proceso, el escrito de calificación (acusación y defensa) como tránsito
entre la fase de instrucción y el juicio oral y los recursos, en particular los de apelación
y casación, una vez dictada sentencia.

Evidentemente existen más escritos de parte, algunos de gran importancia, como la


denuncia, que muchas veces la redacta un abogado a instancias del denunciante, que
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se presenta ante la policía, el Ministerio Fiscal o el juzgado, en relación con unos


hechos presuntamente delictivos, en la que deben consignarse los datos del
denunciante y cuantas noticias tenga este del hecho denunciado, su posible autor y
demás circunstancias.

Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
No debiendo faltar, la petición concreta de las diligencias que se le ocurran al
denunciante como, por ejemplo, averiguar la identidad del propietario de
determinado vehículo relacionado con los hechos, tomar declaración a una persona
testigo de los hechos, etc.

Examinaremos la querella, por su importancia, en el siguiente apartado, por lo que


ahora nos centraremos en los otros escritos indicados:

Escritos de calificación

Podemos distinguir entre escrito de acusación y escrito de defensa.

El escrito de acusación previsto en el art. 650 LECrim para el juicio ordinario y en el


art.781 —que se remite en lo principal al art. 650— para el procedimiento abreviado.

«Art. 650.
El escrito de calificación se limitará a determinar en conclusiones precisas y
numeradas:
1º Los hechos punibles que resulten del sumario.
2º La calificación legal de los mismos hechos, determinando el delito que
constituyan.
3º La participación que en ellos hubieren tenido el procesado o procesados,
si fueren varios.
4º Los hechos que resulten del sumario y que constituyan circunstancias
atenuantes o agravantes del delito o eximentes de responsabilidad criminal.
5º Las penas en que hayan incurrido el procesado o procesados, si fueren
varios, por razón de su respectiva participación en el delito.
El acusador privado, en su caso, y el Ministerio Fiscal cuando sostenga la
acción civil, expresarán además:
1º La cantidad en que aprecien los daños y perjuicios causados por el delito,
o la cosa que haya de ser restituida.
2º La persona o personas que aparezcan responsables de los daños y
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perjuicios o de la restitución de la cosa, y el hecho en virtud del cual hubieren


contraído esta responsabilidad».

Práctica Procesal Penal


25
Tema 7. Ideas clave
El escrito de defensa previsto en el art. 652 para el juicio ordinario y 784 para el
procedimiento abreviado, la regulación legal se limita a indicar que contendrá las
conclusiones numeradas y correlativas a las de la calificación, si están o no conforme
con ellas, o en otro caso, consignen los puntos de divergencia.

Resulta importante evitar la mala praxis de limitarse a consignar una retahíla


de «no conforme» como único contenido del escrito de defensa, opuesto a
cada una de las conclusiones acusatorias.

Por el contrario, es deseable un esfuerzo, ya en ese momento procesal, para situar al


tribunal ante una verdadera controversia jurídica en la que se planteen alternativas
a la calificación, subtipos atenuados, eximentes, etc.

Recursos

Además de los recursos interlocutorios, como el de reforma o reposición, que


discuten resoluciones de trámite, como una simple providencia, los más importantes
son los que se dirigen a combatir decisiones de fondo, como la apelación o casación,
que recurren sentencias.

Estos recursos tienen una técnica que podemos resumir del siguiente modo:
formalmente han de partir del fallo a combatir, impugnándolo a través de una serie
de motivos concretos, que hay que enunciar y luego desarrollar; y en cuanto al fondo,
hay que poner de manifiesto un error iuris o in procedendo, para lo cual debe citarse
la norma o normas infringidas, explicándolo sucintamente de la mano de la
jurisprudencia que sostenga la pretensión.
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Como se sabe, la gran diferencia entre la apelación y la casación, es que la primera


no tiene motivos tasados mientras la casación solo permite recurrir en base a los
concretos motivos previstos en los arts. 849 a 852 ambas inclusive Y, por otro lado,
la apelación permite deducir prueba en los supuestos indicados en el art. 790.3, en
tanto en casación no es posible proponer nueva prueba.

Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
Lo esencial de un buen recurso está en tratar con brevedad el asunto a combatir,
apoyándolo en la norma y jurisprudencia que avale la impugnación.

No debe olvidarse que la clave reside en plantear el defectuoso


entendimiento de los hechos por parte del órgano judicial recurrido, antes
que pretender dar lecciones jurídicas, ya que mientras los hechos son cosa de
las partes, el derecho es el territorio de los tribunales, conforme al viejo
adagio iura novit curia.

7.10. Los escritos de parte: la querella en


particular

Se trata de una declaración de voluntad que se presenta por escrito ante el juez de
instrucción competente por la que una persona manifiesta su deseo de constituirse
parte en un proceso.

La querella la puede formular cualquiera, no siendo necesario ser el ofendido del


delito —así, en el caso de la acción popular, prevista en el art. 125 CE—. Y requiere
intervención de procurador y letrado, que suscribirán el escrito.

Su estructura completa, conforme al art. 277 LECrim, sería:

 Datos del querellante.


 Juzgado al que se presenta: sería el juzgado de guardia de la localidad en que
habrían ocurrido los hechos.
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 Persona o personas querelladas.


 Hechos base.
 Significación jurídico-penal que se les atribuye indiciariamente.
 Diligencias concretas que se interesa practicar.

Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
 Y suplico final. En este se hacer constar que se tenga por personado al querellante,
que se tenga por formulada querella criminal contra, por el delito de, que se
practiquen las diligencias que se interesan y las demás que de ello resulten o que
entienda pertinente la autoridad judicial a la que se dirige la querella, solicitud de
fianza y embargo subsidiario para responder de las posibles responsabilidades
civiles a que haya lugar, e incluso solicitar la detención del querellado.

Dada la importancia que tiene la querella en el proceso penal, consideramos


indispensable tratar sobre su admisibilidad, o lo que es lo mismo, cómo preparar una
querella para que sea admitida y de lugar a que se incoe el correspondiente proceso
penal.

7.11. Los escritos oficiales

Las partes procesales, en relación con los escritos rectores del proceso, juegan un
doble papel: son las que redactan los escritos de parte y las que controlan los escritos
oficiales.

En relación, pues, a este segundo grupo de escritos, es fundamental conocer sus


entresijos a fin de poder discutirlos, vía recurso.

Atestado

Lo elabora la policía, ya sea por haber tenido conocimiento de los hechos


directamente, por denuncia de algún particular o por encargo del Ministerio Fiscal.
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Se realiza por escrito, debiendo contener las diligencias practicadas, declaraciones


obtenidas, informes aportados y todas las circunstancias sobre el hecho objeto de
este.

Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
Se firmará por sus autores y se presentará a la autoridad judicial, en unión de los
instrumentos o efectos del delito que se hubieran recogido, y en su caso, de los
detenidos que hubiere. Del mismo, se dará copia al Ministerio Fiscal.

Al tratarse de una actividad predominantemente fáctica, la investigación del hecho


delictivo requiere la actuación de la policía, a través de la aplicación de sus
conocimientos y habilidades. Le confieren tal función los artículos 547 a 550 LOPJ,
282, 284, 287 y, en particular, 292 a 297 LECrim y 11 de la Ley de Cuerpos de
Seguridad del Estado.

Ello no quiere decir, sin embargo, que ostente el monopolio de la investigación, pues
todas las partes procesales pueden hacerlo. Lo que sucede es que, por su función,
preparación y medios disponibles, máxime tratándose de hechos de trascendencia
pública, de hecho, es la policía judicial la que asume el grueso de la investigación del
delito y, a través del atestado, da cuenta a la autoridad judicial de más del 90 % de
los hechos delictivos.

Lo más importante del atestado son los datos objetivos que contiene, el resto,
es decir, declaraciones, valoraciones y demás, no hacen fe, solo tienen valor
de denuncia.

El atestado sirve como punto de partida, pero permite solicitar diligencias


alternativas o complementarias, que beneficien la posición procesal de quien resulte
imputado en base al mismo.
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Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
Sentencia

Hay que recordar que toda sentencia tiene una estructura y contenido prefijados
por la ley.

Desde el punto de vista formal la sentencia ha de ajustarse a los requisitos que


establecen los arts. 248.3 LOPJ, en general, y el art. 142 LECrim, para la sentencia
penal.

La jurisprudencia la ha definido como un todo, o estructura de totalidad de


elementos dinámicamente integrados, (SSTS 1-2, 4-3 y 21-6-1997), que,
esencialmente supone la respuesta que el Estado de derecho da a una determinada
controversia jurídica.

Contenido

La estructura a que ha de responder toda sentencia consta de cuatro partes:

 Encabezamiento: que debe contener los datos identificativos de la causa y las


conclusiones definitivas de las partes.
 La declaración de hechos probados: que, aun integrados formalmente en la parte
de antecedentes, constituye un apartado singularizado e indispensable.
 Los fundamentos de derecho o legales aplicables a los hechos, y las consecuencias
jurídicas de los mismos: pronunciamientos penales y civiles, en la medida
procedente, en este último caso.
 El fallo o parte dispositiva de la sentencia, en la que deberá incluirse, además, lo
resuelto sobre las costas procesales.
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Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
A tal efecto, es indispensable que no falte el relato de hechos fácticos, incluso en los
fallos absolutorios, pues una sentencia que no contenga dicho apartado es nula, y
determina la obligatoriedad de subsanarse, por los mismos magistrados que
presenciaron el juicio, tal carencia (SSTS 5-11-2001 y 16-1 y 22-1- 2003).

Los puntos esenciales de control de una sentencia son: determinar si se basa


en prueba ilícita, si la motivación es la más racional o caben respuestas
alternativas más beneficiosas para el acusado, si la jurisprudencia avala otras
calificaciones jurídicas distintas, si la pena se ha aplicado del modo que más
favorezca al acusado y si es posible reducir o aumentar la indemnización
establecida.
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Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Ideas clave
A fondo

Legislación

Constitución Española

Constitución Española Constitución Española. Boletín Oficial del Estado, núm. 311, de 29
de diciembre de 1978, páginas 29313 a 29424 (112 págs.). Disponible en:
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1978-31229

Muy recomendable para el estudio de este tema la lectura de la Constitución


Española, especialmente de los siguientes artículos:

 Arts. 120.2, 120.3.


 Arts. 124 y 125.

Ley 50/1981, 30 diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio
Fiscal

Ley 50/1981, 30 diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
Boletín Oficial del Estado, núm. 11, de 13/01/1982. Disponible en:
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1982-837

Importante la lectura del artículo 11.


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Tema 7. A fondo
Real Decreto de 14 de septiembre de 1882 por el que se aprueba la Ley de
Enjuiciamiento Criminal

Real Decreto de 14 de septiembre de 1882 por el que se aprueba la Ley de Enjuiciamiento


Criminal. Boletín Oficial del Estado, núm. 260, de 17/09/1882. Disponible en:
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1882-6036

Muy recomendable para el estudio de este tema la lectura de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal, especialmente de los siguientes artículos:

 Art. 2.
 Art. 102.
 Art. 109 y 110, 109 bis.
 Art. 142.
 Art. 277.
 Arts. 292 a 297.
 Art. 650.
 Art. 790.
 Art. 963.

Ley 52/1997, de 27 de noviembre, de Asistencia Jurídica al Estado e Instituciones


Públicas

Ley 52/1997, de 27 de noviembre, de Asistencia Jurídica al Estado e Instituciones


Públicas. Boletín Oficial del Estado, núm. 285, de 28 de noviembre de 1997, páginas
35089 a 35094 (6 págs.). Disponible en: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-
1997-25338
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La Ley 52/1997, de 27 de noviembre, de Asistencia Jurídica al Estado e Instituciones


Públicas dispone que los abogados del Estado pueden defender igualmente a las CC.
AA. y a los entes locales, cuando así se establezca.

Práctica Procesal Penal


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Tema 7. A fondo
Real Decreto 135/2021, de 2 de marzo, por el que se aprueba el Estatuto General
de la Abogacía Española

Real Decreto 135/2021, de 2 de marzo, por el que se aprueba el Estatuto General de la


Abogacía Española. Boletín Oficial del Estado, núm. 71, de 24 de marzo de 2021, sec. I, p.
33597. Disponible en: https://www.boe.es/boe/dias/2021/03/24/pdfs/BOE-A-2021-
4568.pdf

El abogado en el proceso penal debe cumplir los deberes deontológicos que se


contienen en el Estatuto General de la Abogacía.

Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la víctima del delito

Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la víctima del delito. Boletín Oficial del Estado,
núm. 101, de 28/04/2015. Disponible en: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-
A-2015-4606

La aprobación de un Estatuto de la víctima del delito por Ley 4/2015, de 27 de abril,


introduce un factor de mayor complejidad en la defensa de los intereses de la víctima,
en el proceso penal.

Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad

Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Boletín Oficial


del Estado, núm. 63, de 14 de marzo de 1986, páginas 9604 a 9616 (13 págs.). Disponible
en: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1986-6859
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Importante la lectura del artículo 11.

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Tema 7. A fondo
Lecturas

Ministerio fiscal, Gobierno y Parlamento

SANTAOLALLA LÓPEZ, F. «Ministerio fiscal, Gobierno y Parlamento. (En torno a la


posición constitucional del Ministerio Fiscal)». Cuadernos de Derecho Público. 2002,
núm. 16. [consulta: 23 de junio de 2021]. Disponible en:
https://revistasonline.inap.es/index.php/CDP/article/view/658/713

Una lectura que permite profundizar en la comprensión de la función del Ministerio


Fiscal en su completa dimensión, desde la perspectiva constitucional y con especial
proyección en el ámbito del proceso penal.

La acción popular, restricción en su ejercicio

CASTILLEJO MANZANARES, R. «La acción popular. Restricción en su ejercicio». Nuevas


Políticas Públicas: Anuario multidisciplinar para la modernización de las Administraciones
Públicas. 2009, núm. 5, pp. 179-194. [consulta: 23 de junio de 2021]. Disponible en:
http://www.juntadeandalucia.es/institutodeadministracionpublica/anuario/articulos/d
escargas/anuario_n5_2009/05_NOTAS_01_CASTILLEJO.pdf

Esta lectura complementa la parte de la acusación popular, que suele ser la que más
problemas plantea desde el punto de vista teórico y práctico, y es necesario
profundizar con materiales que faciliten su comprensión y permitan abordar sus
principales aspectos normativos y doctrinales.
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Tema 7. A fondo
Acerca de la acusación popular por parte de la Delegación del Gobierno para la
violencia de género y de la Administración Autonómica en procesos por delitos de
violencia de género

SERRANO HOYO, G. «Acerca de la acusación popular por parte de la Delegación del


Gobierno para la violencia de género y de la Administración Autonómica en procesos por
delitos de violencia de género». Anuario de la Facultad de Derecho. Universidad de
Extremadura. 2010, núm. 28, pp. 163-183. [consulta: 23 de junio de 2021]. Disponible
en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3434006

Esta lectura complementa la parte de la acusación popular, que suele ser la que más
problemas plantea desde el punto de vista teórico y práctico, y es necesario
profundizar con materiales que faciliten su comprensión y permitan abordar sus
principales aspectos normativos y doctrinales.

Aplicaciones prácticas

Las partes del proceso penal. Planteamiento

Exposición de un supuesto de derecho penal sexual, y el modo de interponer acciones


en relación con los hechos que se imputan a una determinada persona.
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Accede al caso a través del aula virtual

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36
Tema 7. A fondo
Las partes del proceso penal. Solución

Exposición de la solución al caso presentado sobre derecho penal sexual.

Accede al caso a través del aula virtual


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37
Tema 7. A fondo
Test
1. En un proceso concreto, existen dos acusaciones, además del Ministerio Fiscal y
siete acusados, ¿cuántas partes hay en el proceso?
A. Diez.
B. Cuatro.
C. Dos.
D. Ocho.

2. En cuanto a las clases de partes procesales, el Ministerio Fiscal es:


A. Una parte pública.
B. Una parte pública u oficial.
C. Una parte oficial y contingente.
D. Una parte oficial o pública y necesaria, salvo en los delitos privados.

3. ¿Quién defiende a un Ayuntamiento en un proceso penal?


A. El abogado del Estado.
B. El abogado que designe el Ayuntamiento, conforme a las normas
establecidas.
C. El abogado de la Comunidad Autónoma a que pertenezca el Ayuntamiento.
D. El abogado de la corporación local si existiera, y si no, un abogado particular
que elija el propio Ayuntamiento.

4. ¿Qué requisitos de capacidad ha de tener un abogado?


A. La nacionalidad no importa.
B. Ha de ser español.
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C. Licenciado o graduado en derecho, inscrito en un Colegio de abogados y no


estar incapacitado para el ejercicio de la profesión.
D. Ser español o europeo autorizado para ejercer la abogacía en España y los
requisitos de la letra C.

Práctica Procesal Penal


38
Tema 7. Test
5. Indica cuál de las siguientes opciones es incorrecta:
A. El acusador particular defiende a la víctima, al igual que el fiscal.
B. El acusador popular defiende el interés general, igual que el fiscal.
C. El acusador privado defiende lo mismo que el acusador particular, pero solo
respecto a los delitos de injuria y calumnia.
D. El fiscal interviene siempre mediante querella.

6. Indica cuál de las siguientes opciones no es correcta:


A. El abogado puede solicitar una medida cautelar en contra de su defendido,
aunque sea más gravosa que la que solicite la acusación.
B. El abogado instará la práctica de las diligencias probatorias durante la
instrucción y la admisión de las pruebas de que intente valerse en el juicio, que
entienda que le beneficien.
C. El abogado se opondrá a las pruebas y diligencias que estime perjudiciales
para su defendido.
D. El abogado presentará el escrito de defensa cuando procesalmente proceda,
indicando todo aquello que entienda beneficioso para su defendido, cara a la
celebración del juicio oral.

7. ¿Cuál es la finalidad de la comunicación forense?


A. Expresarse ante los jueces.
B. Comunicar las pretensiones de las partes.
C. Buscar la aprobación del auditorio.
D. Convencer y despertar la credibilidad en jueces y auditorio.

8. ¿Cuál es el máximo exponente de la comunicación oral forense?


A. El interrogatorio del acusado.
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B. El informe oral.
C. Las alegaciones de las partes.
D. La prueba testifical.

Práctica Procesal Penal


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Tema 7. Test
9. ¿Cuál es la mala práctica de los escritos de defensa que debe evitarse?
A. No calificar los hechos.
B. Limitarse a negar los hechos.
C. Su brevedad o prolijidad, según los casos.
D. No existe tal mala práctica.

10. ¿Quién puede defender a un Ayuntamiento en un proceso penal?:


A. Solo el Abogado del Estado.
B. El abogado que designe el Ayuntamiento conforme a las normas
establecidas.
C. Solo el Ministerio Fiscal.
D. Solo el Abogado de la Comunidad Autónoma a la que pertenece el
Ayuntamiento.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
C D B D D A D B B B
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Práctica Procesal Penal


40
Tema 7. Test

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