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LA LEY Y EL EVANGELIO

El evangelio de la gracia no anula la Ley de Dios, sino que cumple la misma. De hecho, es la única
forma en que la Ley de Dios podría ser cumplida.
En el Viejo Pacto, Dios dio la ley a Su pueblo Israel, a través de Moisés. Son los mandamientos y
preceptos que gobernarían la conducta humana de Su pueblo.
En el Nuevo Pacto, Dios dio el Evangelio a través de Jesús. Es el mensaje de salvación por gracia a
través de la muerte sacrificial y la resurrección física de Jesús, por nuestros pecados.
¿Qué es la ley?
Es el hacer y el no hacer del comportamiento moral y consiste en:

 10 mandamientos (Ex. 20)


 reglas para la vida social (Ex. 21:1-23,33)
 reglas para la adoración a Dios (Ex. 25:1-31,18)

un pacto de obras entre Dios y su pueblo. La ley es un administrador difícil porque exige que
mantengamos un estándar perfecto de comportamiento moral, y luego cuando fallamos, la ley nos
condena a muerte. Las obras no nos dan la salvación ni juegan ningún papel en esta.
¿Que refleja la ley?
El carácter de Dios, porque proviene del mismo corazón de Dios, por lo tanto, la ley es:

 Buena – Pura – Justa - Santa.

Cuando Dios dio la ley, estaba hablando desde la abundancia de su corazón, hablando de lo que
estaba en Él.
¿Por qué es importante entender la ley?

 Porque entendiéndola, le será más fácil explicar el pecado.


 Sin la ley, el pecado no puede ser conocido. (Rom 3:20, 7:7).

Si se desconoce el pecado, no existe entonces la necesidad de Jesús. Es por eso que la ley debe
ser mencionada a aquellos a quienes les testifica. Del alguna u otra manera, todos son culpables,
por lo que todos deben ser liberados. Todos necesitan del evangelio (Rom 3:23)
¿en qué especifica la ley?

 En qué se debe ser santo, pero nos muestra que no lo somos.


 También nos advierte contra la mentira y a la vez, nos muestra que lo hacemos.
 Afirma también que no nos inclinemos ante nadie que no sea Dios, pero nos muestra donde
fallamos.
Como ninguno de nosotros puede cumplir toda la ley, todos estamos bajo condenación, No hay
salida. ¿Qué podemos hacer? ¡Nada!
¿a quién conduce la ley?
A Cristo, ¿cómo hace eso la ley?, al mostrarnos que el intento de guardar la ley a través de nuestras
obras, es insuficiente para ganar la vida eterna y que el evangelio de la gracia es el único hacia Dio.
En otras palabras, no somos lo suficientemente buenos como para merecer el favor de Dios.
¿Qué es el evangelio?
De otro lado, el evangelio es:

 la buena noticia de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús por nuestros pecados (1 Cor
15:1-4).
 Es el mensaje de lo que Dios ha hecho por nosotros
 nuestra liberación del pecado y el castigo de la ley.

La ley y el evangelio también son parte de nuestro fundamento, y una buena comprensión de su
relación será de gran ayuda para su testimonio. ¿Cómo? Si comprende que la ley de Dios es un
estándar de perfección, que revela el pecado, que somos incapaces de guardarle y que el evangelio
nos libere de la necesidad de guardar la ley perfectamente para obtener el perdón de los pecados,
entonces podrá comunicar mejor el mensaje de salvación a los impíos.
Diferencia entre la ley y el evangelio

 la ley afirma que todo hombre es pecado, el evangelio afirma que el pecador necesita a Jesús
como su salvador.
 El viejo pacto vino antes del nuevo
 La ley nos muestra de que somos culpables y el evangelio nos libera e esa culpa, por gracia.

Primero debemos saber que somos culpables (ley) antes de reconocer nuestra necesidad de pedir
perdón (evangelio).
La salvación es de Dios

 Es por eso que la salvación pertenece al señor


 Es por fe y no por obras (Rom 4:5)
 Es por eso que es una dadiva (Don gratuito de Dios) (Rom 6:23), a través de la gracia (Efe
2:8-9)
 y es por esto también que Dios se hizo hombre (Jn 1:1,14) y cumplió la ley.

Rom 8:3, Ef 2:8

Su pecado es una ofensa para Dios, el legislador de la ley, pero Jesús, quien es Dios encarnado,
llevo sus pecados en la cruz y murió con ellos. Si quiere que sus pecados sean perdonados, debe
entonces, venir a Cristo y pedirle que le perdone. Él lo hará. Esta es la diferencia entre la ley y el
evangelio

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