Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
503
Laura RUBIO SERRANO
en cuenta el significado de estos dos tér- tro. El concepto de clima aplicado a las
minos. instituciones de carácter educativo ha
dado lugar a estudios sobre los diferentes
Tradicionalmente, el clima en rela- tipos de contenido. De todas maneras, la
ción a los grupos humanos ha sido estu- definición más habitual del clima escolar
diado desde la psicología social y la psico- es la de una cualidad del ambiente ba-
logía de las organizaciones [3]. Éste se ha sada en la percepción colectiva de las con-
identificado, habitualmente, con un cons- ductas en las escuelas, fruto de la expe-
tructo de carácter psicosocial basado en riencia, vivenciada por sus participantes
las percepciones compartidas de los y con una clara influencia sobre su con-
miembros de una institución sobre la vida ducta (Hoy, Tarter, y Kottkamp, 1991,
y los comportamientos dentro de ésta, 10).
504
Hacia un nuevo concepto de cultura moral en los centros educativos
Otra dirección es la que han tomado moral han utilizado términos afines a los
las investigaciones sobre la cultura en las expuestos y han aportado ideas para el
organizaciones, que cuentan con cierta desarrollo del concepto de cultura moral.
tradición desde el ámbito empresarial y la Durkheim fue uno de los primeros en uti-
psicología de la organización [4]. La cul- lizar el concepto de cultura moral como el
tura se considera la parte blanda, interna conjunto de contenidos morales de una so-
e inmaterial de las organizaciones, clasifi- ciedad determinada. Entendiendo la so-
cando su contenido en tres niveles de ma- ciedad como un grupo de personas que
yor a menor nivel de abstracción [5]. Las comparten valores, sentimientos y res-
presunciones y creencias representan los ponsabilidades, a través de su propuesta
elementos más abstractos y profundos so- se incide en la importancia del medio es-
bre los que se levanta la organización; los colar. Éste representa el espacio en el que
esquemas, ideología y teorías en uso de la los alumnos viven, entrenan y practican
organización son su epicentro. Los valores esta vida en común que ha de permitirles
de la organización destacan lo que sus integrarse en la sociedad (Durkheim,
miembros consideran importante y signi- 1925/1973). Otros autores más actuales
ficativo de forma compartida; los valores como Kolhberg; Jackson, Boostrom y
resultan elementos más conscientes y Hansen; y Lickona también se han apro-
concretos. En último lugar, los artefactos ximado al concepto de cultura moral. En
culturales y los productos de la organiza- las siguientes páginas, la revisión de su
ción recogen las expresiones y manifesta- obra permite profundizar en las aporta-
ciones externas de la cultura como ritua- ciones que fundamentan el concepto de
les, normas, símbolos y lenguaje, entre cultura moral que aquí se defiende.
otros. También en el ámbito educativo se
ha aplicado el concepto de cultura en sus
505
Laura RUBIO SERRANO
nitivo para elaborar una teoría del desa- ran cuestiones de justicia, y en el que
rrollo del juicio moral (capacidad para ar- alumnos participaran para hacer, de la
gumentar sobre la corrección o incorrec- suya, una escuela más justa.
ción de los comportamientos humanos)
como elemento central de la moralidad Hasta ese momento, la construcción
del individuo. La teoría del desarrollo del de la idea de comunidad democrática sólo
juicio moral entiende que éste es un creci- era teórica. Kolhberg había podido com-
miento natural que permite avanzar en probar que las discusiones morales fun-
las etapas del juicio moral en el que las damentan el juicio moral individual, pero
fases superiores son más deseables que ignoraba si en la práctica era posible es-
las inferiores. A partir del uso de los dile- tablecer comunidades que funcionaran
mas morales, Kolhberg delimitó seis esta- democráticamente y permitiesen el desa-
dios consecutivos y organizados en tres rrollo del juicio y la acción morales. El es-
niveles cada vez más maduros (precon- tudio de experiencias de vida comunitaria
vencional, convencional y postconvencio- (los kibutz israelíes y el proyecto de la pri-
nal), a través de los cuales la persona sión) le sirvieron para perfilar la idea de
desarrolla progresivamente el juicio mo- democracia educacional. Con ésta se po-
ral. Posteriormente, su método de investi- nía de manifiesto que el enfoque podía ser
gación se convirtió en una propuesta pe- beneficioso para todos los miembros de la
dagógica en la que la educación moral comunidad, incluida la población más jo-
persigue el máximo desarrollo de las ca- ven, y que hacía posible un cierto traslado
pacidades del juicio moral. del juicio a la acción moral. Fue de esta
manera como se pudo integrar la idea de
La lectura de autores como Durkheim democracia educacional con el paradigma
(1925/1973), Dreeben (1976), Jackson evolutivo que se había desarrollado, el en-
año LXIX, nº 250, septiembre-diciembre 2011, 503-520
(1963) y Dewey (1960) puso de manifiesto foque de comunidad justa. Éste pretendía
las limitaciones del enfoque elaborado introducir la democracia en la dinámica
hasta el momento; no se habían tenido en escolar como motor del desarrollo moral
cuenta los problemas del contexto plante- de los alumnos. La idea era equilibrar los
ados por el currículum oculto. También valores de justicia y comunidad a través
revista española de pedagogía
hizo posible el paso de las discusiones mo- de un sistema de participación del alum-
rales al gobierno democrático como pro- nado con el que hacer frente a situaciones
puesta educativa para el desarrollo mo- conflictivas, probando de conjugar dere-
ral. Kolhberg recuperó de Durkheim el chos individuales y el valor del colectivo
valor del colectivo y del currículum oculto en el crecimiento moral de los adolescen-
y la atribución de sentido moral a las nor- tes.
mas y reglas del aula, enfatizando el va-
lor de cómo se desarrollan y se cumplen Fue en la Escuela del Cluster de
las normas de conducta cotidianas dentro Cambridge (Massachusetts), donde se
de un grupo. El autor pretendía convertir aplicó por primera vez el enfoque de co-
el currículum oculto en un currículum de munidad justa como “escuela dentro de
justicia, en un centro en el que se trata- una escuela”. A éste, le siguieron otros es-
506
Hacia un nuevo concepto de cultura moral en los centros educativos
508
Hacia un nuevo concepto de cultura moral en los centros educativos
509
Laura RUBIO SERRANO
mera son las normas y reglas de clase que Boostrom y Hansen apunta hacia un pro-
gobiernan las interacciones entre profeso- cedimiento basado en la etnografía como
res y alumnos como elementos fundamen- base para capturar y tomar conciencia del
tales para el correcto funcionamiento y sentido moral de todos los atributos de la
convivencia del grupo; pensar, vivir y vida de la clase partiendo de la realidad.
revista española de pedagogía
construir normas para el grupo son acti- Cualquier detalle puede llegar a conver-
vidades en las que se pone en marcha la tirse en un verdadero símbolo expresivo
vida moral del centro. La moralidad de la de intensa carga moral. Son precisamente
subestructura curricular supone la elec- estos los que construyen el clima o la at-
ción, secuenciación y manera de presen- mósfera de una escuela en concreto. En el
tar los contenidos en base a unas creen- procedimiento se distinguen dos momen-
cias y valores compartidos que permiten tos interrelacionados entre sí. Por un
unas concreciones determinadas. Bajo es- lado, la observación, la necesidad de su-
tas decisiones existe un conjunto de men- mergirse en la realidad, mirar y escuchar
sajes y contenidos morales que se trans- e intentar captar con detenimiento todo
miten paralelamente al currículum. En lo que tiene lugar en una situación educa-
último lugar, la expresión de la moralidad tiva. Por otro lado, la reflexión se con-
510
Hacia un nuevo concepto de cultura moral en los centros educativos
511
Laura RUBIO SERRANO
512
Hacia un nuevo concepto de cultura moral en los centros educativos
car a los diferentes miembros del grupo en flictos de manera pacífica y justa implica
la discusión y toma de decisiones para la planificar un currículum en el que se en-
mejora del funcionamiento del grupo. trenen habilidades y se afronten situacio-
Quinto, enseñar valores a través del currí- nes conflictivas.
513
Laura RUBIO SERRANO
Queda claro que las aportaciones de tan, cuya calidad influye en la formación
Thomas Lickona y su equipo, desde el en- de la personalidad moral de los alumnos.
foque de la educación del carácter, repre-
sentan un avance respecto al sentido Afirmar que la cultura es un sistema
práctico de los valores compartidos en supone entenderla como un “complejo de
una comunidad escolar. La aproximación componentes interactuantes” (Bertalanffy,
comprensiva de la educación del carácter, 1976, 94). Un conjunto de elementos de na-
y en especial, su definición de cultura mo- turaleza diversa, que se relacionan entre
ral como valores operativos se convierten, ellos y se influencian mutuamente. Es en
de esta manera, en un claro referente de esta relación donde el sistema se consti-
la propuesta en el concepto que se pro- tuye como una entidad nueva, diferente a
pone a continuación. Su esfuerzo por ana- la simple suma de sus partes. Al decir que
lizar aquello que pasa en un centro en su el sistema es una entidad propia nos refe-
conjunto y dar consistencia a la idea de rimos a que sus cualidades transcienden
cultura moral en maneras de hacer deter- las de los elementos que la configuran se-
minadas le sitúa claramente cerca de la paradamente. Además, estos componen-
aproximación que aquí se defiende. tes, por el hecho de formar parte del sis-
tema, adquieren más valor. Los sistemas
La cultura moral como sistema de se caracterizan por la ambigüedad de la
prácticas complementariedad que exigen. Es cierto
El análisis de los diferentes autores que la composición de un sistema requiere
destaca la idea de que la educación moral un cierto nivel de complementariedad en-
en una institución educativa pasa por tre los elementos que lo configuran. Pero
constatar el efecto formativo de los me- de la misma manera, resulta necesario que
dios y las organizaciones en sí mismas. estos sean diferentes entre ellos para que
que suponen una importante carga edu- sino actividades, maneras de proceder.
cativa, tanto a nivel formal como informal Resulta significativo el hecho de que per-
[7]. Las prácticas morales permiten en- miten operativizar la clásica manera de
frentarse a situaciones de carácter moral entender la cultura y los valores compar-
asumiendo pautas de conducta, a la vez tidos por los miembros de una institución.
que reflexionando de manera activa al Las prácticas morales son formas de ac-
respecto. Por un lado, su vertiente hu- tuar sistematizadas y, muchas veces,
mana destaca la acción de los individuos fruto del consenso y elaboración conjunta
que da vida a las prácticas en el proceso entre los diferentes miembros de un cen-
de crearlas o reproducirlas. De otro lado, tro. Se trata de maneras de proceder, no
su vertiente comunitaria las define como ocasionales, que los profesionales de la
acciones delimitadas socio-culturalmente institución han construido, aplicado y
que suponen la acción concertada de los consolidado a lo largo de la historia de la
participantes En definitiva, las prácticas institución. En este sentido, cabe desta-
son acciones colectivas que ponen en con- car el valor de los procesos de elaboración
tacto y hacen participar de manera con- y revisión de estas prácticas en el seno de
junta a diversos actores (MacIntyre, las organizaciones escolares.
1987, 226-251). Pero quizás uno de los
rasgos que dotan de mayor sentido la idea Esta nueva definición de cultura mo-
de práctica moral es el hecho que se ca- ral aporta una imagen del planteamiento
racterizan por perseguir objetivos y cris- institucional del centro y su práctica en
talizar valores. No siempre han de haber relación a la educación moral. Esta ima-
sido diseñadas de manera consciente para gen difiere, complementa e interactúa con
trabajarlos. Además, su realización puede otras unidades de análisis que, tal y como
suponer valores que no se habían tenido se señalaba al inicio, han abordado el es-
año LXIX, nº 250, septiembre-diciembre 2011, 503-520
en cuenta en un inicio pero que acaban tudio del conjunto de la institución educa-
por tener tanta importancia como los ob- tiva. Clima, cultura y cultura moral se
jetivos para los que fue diseñada. Por ello convierten, de esta manera, en tres vérti-
resulta necesario que los educadores sean ces de un mismo triángulo.
conscientes y sepan diferenciar los objeti-
revista española de pedagogía
vos de una práctica y los valores que en- La cultura moral permite profundizar
carna. De otra manera, ésta podría des- en la idea que los significados que com-
virtuarse o perder su potencial en la parten los miembros de una institución
formación de los alumnos. quedan encarnados en prácticas. No re-
sulta suficiente con la formulación de va-
Se ha definido la cultura moral de los lores como finalidades educativas de un
centros educativos como el conjunto inte- centro; éstas toman realmente sentido
rrelacionado de cursos de acción que im- cuando orientan su funcionamiento y di-
plican a diferentes personajes y cristali- námica, cristalizando en maneras de ha-
zan valores a través de su puesta en cer determinadas. De la misma manera,
marcha. Lo más relevante en este sentido la realización de estas prácticas es impo-
es que las prácticas no son tematizaciones sible sin el conjunto de significados, cre-
516
Hacia un nuevo concepto de cultura moral en los centros educativos
encias y valores que las sustentan. Cul- representan así las dos caras de una
tura moral y cultura de una institución misma moneda.
A su vez, la cultura como valores que prácticas con las que sus miembros se
comparten los miembros de una institu- sienten de acuerdo determina un clima
517
Laura RUBIO SERRANO
518
Hacia un nuevo concepto de cultura moral en los centros educativos
MARGALEF, R. (1980) La biosfera. Entre la termodinámica y ral como “sistema de prácticas morales”.
el juego (Barcelona, Editorial Omega S. A).
valores.
de conductas y práctica organizativa (Madrid, Aula XXI
Santillana).