AMPARO Es un conjunto de normas que regulan el proceso constitucional y las garantías procesales elevadas a rango constitucional.
Para González y Deleito “el derecho procesal constitucional es la rama
del derecho procesal que estudia y regula las cuestiones derivadas de la inconstitucionalidad de las leyes, delas violaciones de derechos y libertades proclamadas en los textos constitucionales y de los conflictos propiamente constitucionales entre altos poderes del Estado, entre éste y las comunidades autónomas o de éstos entre si”.
Por otro lado Fábrega plantea que:
“El derecho constitucional procesal examina cuestiones como el
proceso constitucional, sus tipos, su naturaleza, presupuestos, objeto litigioso, actos procesales, desarrollo y terminación del proceso, efectos del proceso, principios procesales al igual que las garantías constitucionales que deben dársele a las partes con otros procesos tales como el derecho a la acción, el debido proceso, etcétera”.
Si comparamos ambos conceptos veremos que tienen similitud en
cuanto a que establecen que esta materia regula el proceso constitucional cuyo objeto es la materia Constitucional. Sin embargo, vemos que en el primer concepto se habla de una rama del derecho procesal, mientras que en el segundo, no. Éste es un problema de naturaleza jurídica el cual estudiaremos posteriormente. Vemos que se habla de un proceso constitucional con sus elementos, principios, efectos, etcétera.
Para Quiroga Cubilla el proceso constitucional es: ‘La relación jurídica
de tipo complejo que busca la satisfacción de pretensiones basadas en normas constitucionales.
Por otro lado, su campo de acción es muy relativo, pues va a depender
de la jurisdicción constitucional de cada Estado.
Es importante estudiar las divisiones que hacen algunos de los
estudiosos de esta disciplina:
Hitter establece cuatro grandes vertientes:
a.) El derecho procesal legal.
b) Las garantías de las partes.
c) Las categorías de la jurisdicción.
d) Las garantías judiciales.
Incluye además, la protección de los derechos humanos dentro de esta
disciplina”.
Por su parte, Fix Zamudio la divide en dos grandes sectores:
a) Normas constitucionales que regulan la organización y
funcionamiento de los tribunales a las que podemos denominar “garantías judiciales".
b) Los instrumentos relativos a la eficacia del proceso, que contienen los
derechos de las partes y el debido proceso“.
El procesalista panameño Jorge Fábrega sostiene que el contenido
abarca dos subdivisiones:
a) Los procesos constitucionales.
b) Garantías elevadas a rango constitucional que ofrecen todos los procesos reconocidos en la Carta y desarrollados en los ordenamientos procesales.
Para ampliar un poco más, en la primera subdivisión se encuentran: el
proceso de inconstitucionalidad, de hábeas corpus y el amparo de garantías. _
Estas instituciones están consagradas en la Constitución, pero el proceso
para lograr que se cumpla está contenido en la ley formal.
El concepto de derecho procesal constitucional de la libertad es
sinónimo de jurisdicción constitucional de la libertad, que puede definirse, entendida lato sensu, como el conjunto de procesos de carácter específico y tramitación sencilla y expeditiva, previstos en los ordenamientos jurídicos nacionales y en el internacional (en sentido propio, es la jurisdicción internacional de la libertad), para la tutela efectiva de los derechos fundamentales y de los que conocen todos o algunos de los órganos judiciales de ese país (dimensión objetiva): recurso o juicio de amparo, acción de tutela, hábeas corpus, hábeas data...
Desde una perspectiva de teoría general, los rasgos del derecho
procesal constitucional de la libertad serían los siguientes:
a) Versa sobre mecanismos procesales de protección, sobre procesos.
b) El objeto de los procesos es la tutela de derechos fundamentales,
entendiendo por tales aquellos derechos humanos incorporados al ordenamiento jurídico (interno o, en su caso, internacional) de que se trate, lo que conlleva que el catálogo de los derechos fundamentales recibirá en cada ordenamiento un contenido distinto, según cuáles sean los derechos reconocidos, y en función de ello será más o menos amplio el derecho procesal constitucional o jurisdicción constitucional de la libertad de ese país. No obstante, esta remisión a cada ordenamiento para determinar la lista de derechos fundamentales, a fin de no reducir el derecho procesal constitucional a una categoría puramente formal, hay que matizarla en el sentido de que el catálogo de tales derechos ha de comprender, como mínimo, el “núcleo duro” de los derechos humanos internacionalmente reconocidos.
c) Se trata de procesos jurisdiccionales de carácter específico y
tramitación expeditiva y sencilla. Si un derecho vale tanto como valen sus garantías, y a los derechos fundamentales, al ser proyección directa de la dignidad de la persona y ser “fundantes” (Grundrechte) del ordenamiento jurídico, les corresponde un “mayor valor”, según doctrina ya clásica, es razonable que para garantizar su protección se articulen mecanismos específicos de tutela
Es la rama del derecho procesal constitucional dentro de la que se
aglutinan las garantías constitucionales o instrumentos procesales a través de los cuales se procura que el diseño del Estado y la distribución de competencias para tal efecto señaladas en la norma constitucional sea hecho efectivo. En la terminología del maestro Fix-Zamudio, precursor en estas temáticas, el derecho procesal constitucional orgánico es lo que originalmente denominaría «jurisdicción constitucional orgánica»; concepto que en su sistematización se entiende en oposición a la «jurisdicción constitucional de la libertad», como segmento que agrupa aquellos instrumentos que tienden a proteger los derechos o libertades (Fix-Zamudio 1998). Para el maestro en cita, el ahora referido DPCO comprende las garantías constitucionales tendentes a proteger directamente los principios y normas que consagran la distribución competencial del poder. Para el profesor Héctor Fix Zamudio, el derecho procesal transnacional es una disciplina jurídica cuya sistematización científica es relativamente reciente, la cual, abarca el estudio y la sistematización de la normatividad adjetiva, no solo de las instituciones del derecho internacional clásico, sino también las del derecho comunitario y de la integración económica, y, por supuesto, el sector más dinámico que es el que corresponde al campo de los derechos humanos', por lo que puede decirse que en la formación de esta novel disciplina jurídica confluyen aspectos comunes del derecho procesal, constitucional, e internacional.
El derecho procesal constitucional transnacional detenta una doble
dimensión, por una parte, es derecho procesal humanitario o derecho procesal supraconstitucional, conformado por el entramado normativo adjetivo que regula el funcionamiento, y los procedimientos de (y ante) los organismos transnacionales con competencia en materia de derechos humanos, así como, los mecanismos para la recepción interna de los actos jurídicos (decisiones jurisdiccionales, recomendaciones, medidas cautelares, medidas provisionales, etc.), emanados de los organismos con competencia humanitaria transnacional, entre los que pueden mencionarse el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Fábrega, J. Derecho constitucional procesal panameño. en Fágrega.
Jorge (comp.). “Estudios de derecho constitucional". San José. Costa Rica. Texto Ltda, 1937.
González, J. (1980). Derecho procesal constitucional. Madrid. Civitas.