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15 de agosto
CRISTOLOGÍA DE JUAN
Juan 20, 30-31 declara porqué fue escrito el evangelio
Juan escribe fundamentalmente a los que ya han crecido un poco más en la fe, a los presbíteros.
El evangelio está escrito conscientemente como un “libro” (20, 30; 21, 25), no se
comunica simplemente en forma oral. Sus características literarias únicas son, por
consiguiente, importantes para su significado.
El significado completo del evangelio radica en el libro como un todo, no en pasajes
aislados. Por tanto, para captar su significado completo es preciso leer dicho “libro”
totalmente.
Los acontecimientos narrados son deliberadamente selectivos, no se cuentan en todos
sus pormenores. El autor supone un acontecimiento más completo de las tradiciones de
Jesús por parte del lector al que se dirige. Tal conocimiento se encuentra hoy
primordialmente en los evangelios sinópticos.
Los destinatarios de Juan conocían ya algo sobre los evangelios, los sinópticos. Los sinópticos
fortifican en una fe inicial, Juan va a personas que ya maduraron en su fe. Juan señala un
mensaje que él tiene sobre Jesús para gente que ya cree en Jesús.
Se resalta la absoluta selectividad de Juan a la hora de escribir el Evangelio. ¿Esto hace a Juan
menos creíble? La selectividad de Juan no significa arbitrariedad.
Problema de los evangelios: ¿cuál es más creíble? Algunos dicen que los sinópticos, porque
Juan selecciona.
En el caso de Juan el hecho del templo no sigue una cronología real. Pero esto no es siempre en
el evangelio. Muchas veces sus descripciones son más creíbles que los sinópticos.
Los acontecimientos narrados son llamados deliberadamente “signos”. Un signo apunta
a una realidad distinta de sí mismo. Los “signos” que Jesús tienen una conexión
intrínseca con sus pretensiones (por ej.: dar la vista a los ciegos y ser la luz del mundo).
Signo: realidad conocida en sí misma lleva a conocer otra realidad, ej.: humo y fuego.
La selectividad de Juan está orientada para demostrar que los signos nos llevan a la divinidad de
Jesús.
El evangelio fue escrito por un creyente para otros creyentes, ya sea para fortalecer la fe
de quienes ya creían, o bien para inspirar la fe en nuevos conversos.
El tono principal del evangelio es persuasivo. El evangelista exhorta al lector a escuchar
con el corazón la totalidad del testimonio dado acerca de Jesús en el evangelio (19, 35;
21, 24) para que crea en él y de él reciba vida eterna.
No va en plan apologético, sino persuasivo.
Todos los acontecimientos narrados en el evangelio tienen este único propósito:
persuadir al lector que crea y confiese, juntos con otros, que Jesús es el Mesías y el Hijo
de Dios, a quien Dios envío por amor al mundo, para dar vida perdurable a quienes
crean en él. Cada uno de los episodios del evangelio es un intento de desarrollar esta
tesis.
En el evangelio de Juan, el evangelista es el mensajero o pregonero que trae la buena
noticia de Jesús y su “victoria sobre el mundo” en favor de la humanidad (16, 33; 19,
30).
Invita al lector a celebrar esta victoria creyendo en Jesús y en su misión salvadora. Por
medio de la fe el lector hace personalmente suya esta buena noticia que es Jesús mismo
(20, 31).
La fe en Jesús proclamada en el evangelio constituye la victoria del lector sobre el
mundo (cf. 1Juan 5, 5), es decir, sobre el pecado y la muerte (cf. Juan 3, 16-17; 5, 24; 6,
40.47; 10, 28; 11, 25-26).
Para Juan, Jesús es la Buena Noticia porque él libera de todas las fuerzas que trafican
con la muerte, oprimen a la humanidad y constituyen la auténtica amenaza para la
verdadera vida (la eterna).
En Juan la vida siempre es “vida eterna”
Los creyentes actuales ha de convertir este evangelio en su propia buena noticia
identificando las fuerzas que trafican con la muerte, y sus manifestaciones concretas
dentro de sus propios entornos sociales, y aplicando su fe en Jesús a erradicarlas.
La pregunta central que plantea el evangelio y a la que ofrece una respuesta es “¿Quién
es Jesús?”. De esta pregunta depende la deseada reacción del lector (cf. 20, 31) ante el
misterio de Jesús y su misión vivificadora (cf. 4, 10). Juan responde a esta pregunta
declarando que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios.
Jesús es el mesías, en él se cumplen las promesas hechas a Abraham.
El “Mesías” denota al mesías judío largamente esperado en quien se cumplen todas las
promesas hechas a Abraham y al pueblo judío.
El evangelio de Juan aporta a esta cuestión una intuición, al declarar que Jesús es el
Mesías sólo porque es el Hijo unigénito (no adoptado) de Dios (cf. 1, 18); que es
también Dios e igual a Dios (cf. 1, 1-2; 5, 18; 8, 58; 10, 33.36; 19, 7; 20, 28). Lectura
continuada.
Este Hijo de Dios se hizo hombre (1, 14) con el fin de revelar a Dios (1, 18), dar vida en
plenitud (10, 10) y reunir a los hijos de Dios dispersos (11, 52) mediante su muerte en la
cruz (19, 30).
La teología de Juan coincide aquí con la de Pablo, quien declara que Dios estaba en
Cristo reconciliando al mundo consigo (2 Cor 5, 18-19). Todos los hechos, las palabras
de Jesús son los de Dios (cf. 14, 9-11), a quien el evangelio se refiere constantemente
como “el Padre” y con quien Jesús se relaciona como “el Hijo” (una relación paterno-
filial).
El discípulo de Jesús obtiene esta vida eterna conociendo a Jesús y permaneciendo en él
(17, 3), esto es, teniendo una duradera y fructífera relación personal con él (15, 1-17).
Conociendo en el sentido de “tener trato, tener contacto vivo, relacionarse”. No es solo saber.
Este conocimiento se adquiere creyendo en Jesús y acogiéndolo en la propia vida.
Mediante este acto de fe, Jesús capacita al creyente para convertirse en hijo de Dios (1,
12-13).
Aceptar a Jesús significa además compartir concretamente su vida de amor por la gente,
llegando incluso hasta la muerte (13, 34-35; 15, 12-13). Este amor está enraizado en y
sostenido por el amor libre e inmerecido de Dios al mundo (3, 16). El amor de Dios es
la causa de que Jesús se haga hombre para dar vida perdurable a quien crea en él.
Juan 3, 31-36: un punto de partida
a. Jesús viene (de arriba) y habla (del Padre): 3, 31. Hay un contraste entre el que
viene de arriba y el que pertenece a la tierra: los judíos representados por
Nicodemo, que no concebía más que un nacimiento terreno (3, 25). El
evangelista describe al que “viene de Dios”, pero en un sentido más profundo
que el que da Nicodemo a sus propias palabras (3, 2). Esta descripción de Jesús
el que viene de arriba, del cielo, del Padre se repite frecuentemente. Lo cual se
percibe claramente en el capítulo 6, en el que Jesús se contrapone al maná como
verdadero pan bajado del cielo. Viene de arriba
b. El Hijo da a conocer al Padre 3, 32.34. Frases que son centrales en la cristología
joanica. Jesús da testimonio, declara ya actúa de conformidad con los que ha
visto, oído, que conoce o que ha recibido como enseñanza o mandato (3, 32a;
cfr. 3, 11; 8, 26.38; 15, 15; 12, 49-50; 3, 34). Junto a este tema se encuentra el
“estar en” (inmanencia): “las cosas que os digo no las digo como mías; es el
padre que está conmigo realizando sus obras” (14, 10, cfr. 10, 37s). Viene del
Padre
c. El Padre envió al Hijo: 3, 24. En labios de Jesús “el que me envió” es un modo
de designar a Dios. Desde ahí se puede entender la autoridad de Jesús, como El
mismo manifiesta constantemente en sus discursos (5, 30s; 7, 16s; 8, 16s; 12,
45s). Enviado por el Padre
d. El Padre ha puesto todo en las manos del Hijo: 3, 35. Esta idea aparece con
pocas variaciones 13, 3. También aquí está unida a la venida del Hijo desde el
Padre. En 3, 31-36 se añade que le ha sido dado el Espíritu sin medida. Las dos
cosas señalan al Revelador como nacido de arriba por el Espíritu (cfr. 3, 1-8).
Este tema del Padre que da todas las cosas al Hijo es central en el pensamiento
de Juan (cfr. 17, 2), para quien nada puede hacer nada a no ser que le sea
concedido por Dios, ya sea el mismo Jesús, ya sea otro que se acerque a Jesús
(6, 65), y aun Pilato (19, 11).
e. El Padre y el Hijo: 3, 35 es el único verso del resumen 3, 31-36 que cita los
términos “Padre” e “Hijo” juntos: “El Padre ama al Hijo”. Es necesario
detenerse en señalar que son los términos más usados en la cristología joánica.
f. Las restantes afirmaciones de 3, 31.36. La afirmación de que nadie acepta el
testimonio del Hijo, está unida frecuentemente con la función cristológica del
Hijo como Revelador (5, 43; 12, 48; 13, 20; 17, 8).
Temas centrales de la cristología de san Juan
o La referencia a Dios y a Jesús como Padre e Hijo;
Juan tiene especial interés en ello. La relación entre Dios y Jesús es entre Padre e Hijo.
o El Hijo viene del Padre y a Él vuelve;
Hay un plan.
o El Padre ha enviado al Hijo;
Continúa la idea del plan de salvación.
o El Padre lo ha puesto todo en manos del Hijo;
o El Hijo dice y hace lo que el Padre le manda, y que Él da a conocer el Padre.
Jesús no es un mediador más, es alguien que tiene una relación particular con Dios.
22 de agosto
Títulos: Cristo, el Hijo del hombre, el profeta, el Rey de Israel: lo confiesan así,
Natanael (Jn 1, 49) los que lo aclaman en su entrada a Jerusalén (Jn 12, 13), lo reconoce
en la pasión dándole sentido escatológico (Jn 18, 33.36-37).
Soteriología: Jesús es el que borra el pecado del mundo (1, 29).
Reconoce los aspectos humanos en Cristo. Pero también por ser alegórico, gusta más de
los elementos divinos del Señor. Su presentación estará más orientada a la divinidad.
“Contra Celso”; afirma las dos naturalezas, Jesús aquí tiene títulos que le corresponde
como Dios y otros que se le aplican en cuanto hombre. Es una presentación equilibrada.
Cristología fuertemente soteriológica, todo se orienta al intercambio entre la naturaleza
divina y a la naturaleza humana. Así la naturaleza humana, por su comunión con la
divinidad, se torna divina, pero esto acontece no solo en Cristo sino todos cuantos creen
en Jesús.
El culto a Cristo dista del culto pagano. Jesucristo es el único sumo sacerdote que ha
resucitado y por la resurrección está a la derecha del padre intercediendo por nosotros.
Es nuestro Dios.
La Encarnación procede por la eterna y entera libertad de Dios, es un don para los
hombres.
Necesidad de comprender profundamente la Encarnación, el Verbo asume todo lo que
le pertenece al hombre incluso el alma.
El Logos se une al cuerpo de Jesús mediante el alma no explica el modo. Paideia.
29 de agosto
Cristología latino occidental
Cristo, Lógos de Dios, se hizo hombre carnal verdaderamente, el Hijo fue crucificado,
murió, fue sepultado y resucito. Todo por nuestra salvación y son sacramentum
humanae salutis (Adv Marc II 27).
Cristo ha venido a restaurar el orden quebrantado.
Combate con los monarquianistas (Praxeas). La única sustancia divina tiene tres figuras
(personas) que se ha de distinguir, no separar. El Verbo ni fue transformado ni
cambiado en la sustancia ni mezclado por la encarnación, para que haya salvación de la
carne.
diferenciados
Los enunciados de la Escritura relativos al sufrimiento y humillación son referidos a la sustancia
humana del Hijo de Dios.
Dios, en cuanto tal, permanece impasible en el curso de la pasión de Cristo, Cristo no ha muerto
según la sustancia divina según la humana (30, 2).
En cuanto a la soteriología
El quehacer teológico conoce una nueva proyección tras la celebración en Nicea del
primer concilio ecuménico (325).
El concilio de Nicea será un impulso para pensar teológicamente.
Por primera vez se encuentran las tradiciones teológicas precedentes para buscar una
formulación común y se establece, además de las Escrituras, un texto normativo para
todos, el Credo de Nicea.
La teología se desarrolla en las escuelas vinculadas a las principales sedes patriarcales:
Jerusalén, Antioquia, Alejandría y Constantinopla, bajo la vigilancia de la Sede de
Roma.
El debate teológico se centra en la clarificación doctrinal del Misterio trinitario y
cristológico. La cristología se desarrolla principalmente, en el ambiente de dos escuelas
teológicas: la alejandrina y la antioquena.
La escuela alejandrina, representada por autores como san Atanasio y san Cirilo de
Alejandría, expone el misterio de Cristo desde el esquema Lógos-sarx.
Esquema descendente que considera el momento en que el Verbo se hace carne
(encarnación in fieri) el momento en que se apropia una humanidad completa.
Es, además, un esquema “temporal”, pues considera el paso de un antes a un después: el
Verbo, apropiándose de una generación humana, se convierte en el Verbo encarnado.
Éste será el esquema predominante en el Concilio de Éfeso (431).
La escuela antioquena, respresentada por Diodoro de Tarso, san Juan Crisostomo,
Theodoro de Mopsuestia o Teodoreto Ciro, prefiere seguir el esquema Logos- antropos.
Se trata de una esquema ascendente, que considera al hombre Jesús en cuanto asumido
por el Verbo (encarnación in facto esse: en cuanto hecho realizado); analiza en su ser lo
que es perfectamente Dios y prefectamente hombre.
A diferencia del esquema anterior, éste es “espacial”, pues considera las dos naturalezas
en paralelismo, y muestra cómo se unen en la única persona de Cristo, consustancial a
Dios y a los hombres. Será el esquema preferido en Calcedonia (451).
Cristologia de los concilios
31 de agosto
La unidad de Dios es fundamental en la divinidad, si se quisiera decir que el Verbo es
Dios debería entenderse de modo monarquianista.
¿Por qué solo el Padre es Dios? Porque lo propio de Dios es ser INGENITO
El Verbo sin embargo tiene un principio, ha sido creado de la nada, él lo ha dicho. En
consecuencia, ha sido creado por Dios en el tiempo y luego se transformó y
transformándose sirvió para la creación del mundo.
El Verbo es un intermediario entre Dios y el Mundo.
Similar a la figura del Demiurgo.
Arrio Alejandro
Para Arrio, Cristo ni es verdadero Dios, ni es igual a Dios. Además, que la carne que unió a
sí, no sería una completa humanidad.
Nicea dejará claras las cosas: el Verbo es de la misma sustancia del Padre, es la
afirmación fundamental. Así, este OMOUSIOS será la defensa fundamental de Nicea,
de igual naturaleza, y el hecho de ser engendrado no creado serán las afirmaciones
fundamentales de Nicea para el dogma cristológico.
Estas dos serán las afirmaciones fundamentales de Nicea.
Hay que dejar claro que en el concilio no hubo ninguna confusión. Entonces algunos
dirán que preferirían usar el termino OMOIUSIOS, que significa “semejante” y esto
gusta a muchos obispos.
Atanasio usa ambos términos. Estamos en un momento en el que recién se está
perfilando el lenguaje teológico. Todo esto creará una confusión y a algunos les quedará
el sabor de un cierto subordinacionismo, pero esto no fue lo que ocurrió en Nicea que
fue pergeñando la doctrina CATÓLICA; la perfecta igualdad del Padre y del Hijo y
afirmó la clara distinción de las personas.
Otro aspecto importante en Nicea es la doctrina de la “generación”: el Hijo engendrado.
Es una interpretación dogmática de una verdad bíblica. En Hebreos el Hijo aparece
como una impronta de la sustancia del Padre. La idea de consustancialidad piensa en el
Padre como una fuente en la cual se origina el Hijo.
Cuando se habló de engendra se usó imágenes: luz de luz. Así como un reflejo de luz no
le quita nada a la luz, pero lo refleja, así es engendrado el Hijo por el Padre. Engendrado
nos muestra que la relación entre el Padre y el Hijo es una relación única, el Hijo solo
procede del Padre, el término generación explica esa relación concreta entre el Hijo y el
Padre.
En el lenguaje analógico, hay una semejanza y una desemejanza (mayor es esta). El lenguaje
teológico siempre es analógico.
En Oriente más se usa la teología apofática (la negativa).
Nicea tiene claro que generación, cuando se aplica al Hijo no se puede entender como la
generación humana. Dios no es una naturaleza compuesta sino simple y además es
espiritual. No supone ni disminución ni perdida alguna del Padre, entonces se dijo: El
fuego procede de otro fuego sin disminuir el fuego.
La generación no afecta al Padre y esta generación es ÚNICA y es por naturaleza, el
Hijo es de la misma naturaleza del Padre.
El primer evento eclesial que se enfrenta a una herejía como la que se combatirá este
concilio es un sínodo de Antioquia en 268 en el que se condena a Pablo de Samosata
por Adopcionista.
El Logos divino ocuparía en Cristo el lugar del alma humana de tal suerte que la
naturaleza humana de Jesús no tendría alma propia.
Cristo sería Logos + cuerpo.
La herejía apolinarista
05 de agosto
La enseñanza de Apolinar ha conocido una doble formulación, dependiendo de la
antropología asumida. Tomando el esquema alma-cuerpo, Apolinar inicialmente
consideró que en Cristo el Logos hacía las veces del alma humana, de modo que la
encarnación habría consistido en que el Logos asumió únicamente la carne humana.
Posteriormente, distingue en el alma humana el entendimiento de la psyché (el “alma
animal”, principio de los sentimientos y de las pasiones), enseñando que Cristo estaba
compuesto de Logos (que funciona como intelecto humano), de alma animal (psyché) y
de cuerpo. En ambos casos, lo que resulta claro es que Apolinar afirmó la unidad y
santidad de Cristo, negando la integridad de su naturaleza humana. El apolinarismo es
la herejía que atribuye a Cristo una humanidad incompleta.
Antropología dicotómica y antropología tricotómica
La enseñanza de Apolinar recibió varias condenas por parte de sínodos locales y por
autores como Epifanio de Salamina, Gregorio de Nisa y Gregorio Nacianceno. A este
último debemos la formulación escueta del “principio soteriológico”, invocando ya por
autores precedente: “lo que no ha sido asumido no ha sido redimido”
La experiencia de los sínodos locales es fundamental.
La condena oficial de Apolinar llevará a cabo el Papa san Dámaso en el año 375,
mediante una carta dirigida al obispo Paulino de Antioquia. En ella afirma:
El Papa se orienta por la antropología tricotómica.
En otra Carta (Fragmento Illud sane) recurre también el Papa san Dámaso al argumento
soteriológico.
En Concilio de Constantinopla (381), convocado por el emperador Teodosio, reuniendo
a obispos orientales, principalmente para confesar la verdadera divinidad del Espíritu
Santo, ratificó la condena de Apolinar realizada por el Papa san Dámaso.
Los concilios de aquella época son convocados por el emperador. Por dos razones: 1º porque se
sentían muy unidas la Iglesia y el Estado. 2º Pero al emperador no le interesaba la doctrina, lo
que le importaba era la unidad del imperio.
Años después, san Cirilo de Alejandría se apoyaría en textos de Apolinar que era san
Atanasio. La falsificación se descubrió a mitad de siglo VI y fue denunciado
oficialmente en el Concilio II de Constantinopla (553).
En la serie de los concilios ecuménicos, Constantinopla I constituye un caso original.
En el momento de reunirse no tenía conciencia de ser ecuménico, en el sentido que lo
había sido Nicea. Fue un concilio de Oriente, convocado por el emperador Teodosio.
Tuvo tres presidencias: primero Melecio de Antioquia; al morir éste, asumió la
presidencia Gregorio Nacianceno, quien no resistió las críticas; y, finalmente, Nectario,
nuevo arzobispo de Constantinopla.
Se reunieron unos 150 obispos. Sus miembros más conocidos forman parte del grupo
cercano a san Basilio Magno, en particular sus hermanos san Gregorio de Nisa y san
Pedro de Sebaste, su amigo san Gregorio Nacianceno, su corresponsal Anfiloquio de
Iconio y Melecio de Antioquia; también estuvieron san Cirilo de Jerusalén y Diodoro de
Tarso.
No existen actas de este concilio. Las noticias que se tiene son por algunos
historiadores, p. ej. Teodoreto que hace conocer una carta en el 382, los obispos
escribirían al papa Dámaso y los obispos occidentales para que conocieran lo que ha
sido el concilio. En esa carta aparece el núcleo de la fe de Constantinopla I “No
aceptamos la asunción de una carne sin alma, sin inteligencia, imperfecta. Sabemos que
el Verbo de Dios perfecto antes de todos los siglos se ha hecho perfecto hombre en los
últimos tiempos para nuestra salvación.
El símbolo de Constantinopla oficialmente aparece el 10 de febrero de 451. Y al
respecto hay tres teorías sobre el origen del Credo:
1. Para algunos, el símbolo de Constantinopla, el mismo Credo de Nicea más algunos
retoques antiheréticos (contra Apolinar y contra los macedonianos).
2. No sería el texto, sino la inspiración de Nicea que respeta sustancialmente el credo
de Nicea, pero no es que conozca el credo de Nicea.
3. Este credo sería una versión modificada de Nicea con añadidos sobre el Espíritu
Santo y que sería de origen bautismal, de alrededor de los años 370.
Todos estos añadidos amplían y matizan con expresiones bíblicas la formulación del
misterio de Cristo. La mayor parte de esas se inclusiones se encontraban ya en los
credos que recogían la fe nicena y pudieron estar en la base del credo
Constantinopolitanos, como el credo de san Cirilo de Jerusalén o el de san Epifanio de
Salamina.
Credo de Nicea-Constantinopla (Credo de Nicea o Credo Niceno)
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
El concilio de Constantinopla…
[La fe nicena]…
El Concilio asumió la herencia de Nicea y confirmó su definición recogiendo la
afirmación del consustancial a propósito del hijo y afirmando a propósito del Espíritu la
misma divinidad que la del Padre y del Hijo. Hay que aguardar a la celebración del
concilio de Calcedonia para que el Símbolo de Constantinopla se asocie al de Nicea
como referencia indiscutible de la fe. En Calcedonia se leyó y aclamó. De esa forma, los
padres le reconocían una autoridad ecuménica, una autoridad máxima, igual a la del
Símbolo de Nicea. A partir de entonces el Símbolo de Constantinopla sustituiría
progresivamente a su glorioso progresivamente a su glorioso predecesor en el uso
litúrgico, como Credo oficial de la Iglesia.
¿Cómo ha realizado esta unión? Según la hipóstasis, o sea, a nivel del sujeto que es el
Verbo. La unidad de Cristo se hace en la hipóstasis del Verbo, pues sólo hay sujeto
subsistente. La humanidad no pertenece al orden del tener sino del ser: no es que el
Verbo tenga lo humano y lo divino (como realidades subsistentes externas a Él), sino
que es Dios y hombre. La relación de la hipóstasis del Verbo con la naturaleza humana
es del mismo orden que su relación con la naturaleza divina. La unión no es según
beneplácito o complacencia (unión moral), ni tampoco es unión en el prosopon
(apariencia, máscara, personaje). Si la unión es según la hipóstasis entonces es legítima
la comunicatio idiomatum (“comunicación de propiedades), es decir, la aprobación de
las propiedades de cada una de las naturalezas por parte de la otra. Nacimiento y muerte
deben atribuirse al Verbo en persona aun cuando no puedan pertenecer a la divinidad en
cuanto tal. En virtud de la comunicación de propiedades, lo que se predica de la
humanidad de Cristo puede afirmarse también de su divinidad, y viceversa, ya que la
naturaleza humana y la divina están unidas sin confusión según el único sujeto. Se
puede, por ejemplo, afirmar verdaderamente que Dios sufre en la cruz o que María es
Madre de Dios.
La unión se ha dado en el sujeto.
Comunicato idiomatum: idiomata es igual a propiedades. Cristo es verdadero Dios y verdadero
hombre. La divinidad tiene sus propiedades, por ejemplo, eternidad, gloria, omnipotencia. La
humanidad tiene sus propiedades, por ejemplo, cansancio, hambre, la posibilidad de llorar.
Divinidad y humanidad están unidas en la persona del Verbo. La unión no es solo moral, sino
real.
Afirmamos que las naturalezas que se han unido en verdadera unidad son distintas, pero
de las dos no ha resultado un solo Cristo e Hijo; la unión no ha eliminado la diferencia
de las naturalezas, sino que divinidad y humanidad, reunidas por unión inefable e
inaudita, han producido para nosotros el solo Señor y Cristo e Hijo (…) El Logos se ha
hecho carne significa que ha participado como nosotros de la carne y de la sangre y que
se ha apropiado de un cuerpo como el nuestro, naciendo como hombre de una mujer; no
ha dejado de ser Dios y de ser engendrado por Dios Padre, sino que ha continuado
siendo lo que era incluso cuando ha asumido la carne. Esto lo proclama la recta fe por
todas partes; y así han pensado los santos padres.
En la Encarnación no hay una tercera naturaleza, hay unión verdadera, pero no otra naturaleza.
Se debe afirmar una unidad real y verdadera en la persona del Verbo, pero esta persona es Dios
y es hombre cada uno con sus propiedades, pero como solo hay un sujeto de atribución, se
puede decir las propiedades de la única persona.
07 de setiembre
La clarificación del uso del título mariano Madre de Dios ha permitido clarificar la
verdad de la encarnación: la generación carnal de Cristo es el fundamento de la unión
de la humanidad según la hipóstasis en el Verbo.
En el Verbo Encarnado hay propiedades de la naturaleza divina y de la naturaleza humana. La
persona del Verbo es Dios y es hombre y de la persona del Verbo se pueden predicar ambas
propiedades.
¿Por qué puedo decir que el Verbo se ha hecho carne? En virtud de la unión de la divinidad y
humana en la persona del Verbo.
Por eso, han tenido valor de definir a la santa Virgen como Madre de Dios, no porque la
naturaleza del Logos, o sea, su divinidad, haya comenzado a existir de la santa Virgen,
sino que decimos que el Logos ha sido engendrado según la carne porque ha sido
engendrado de ella el santo cuerpo racionalmente animado, unido a él según la
hipóstasis.
María genera un cuerpo con alma humana que se une al Verbo.
Segunda carta de Nestorio a Cirilo
Nestorio piensa que es un título impropio.
La respuesta de Nestorio a la tercera carta de Cirilo rechaza acatar las órdenes del Papa
Celestino y las exigencias de Cirilo, por considerarlo apolinarista, pedía al emperador
Teodiosio II la convocatoria de un Concilio.
Parece ser lo más probable, que este concilio se realiza a petición de Nestorio.
Patriarca de Constantinopla (Imperio Bizantino) pone en tela de juicio la unidad divina-
humana de Jesucristo en una perspectiva ascendente.
Teodosio II, emperador de Oriente convoca a concilio junto con Valentiniano III
(Occidente). Ambos firman la convocatoria.
Se convocó para Pentecostés (7 de junio), y el objetivo era restaurar la paz y
tranquilidad de la Iglesia. Había mucha agitación a causa de las disputas entre Nestorio
y Cirilo.
El momento decisivo del debate fue el rechazo por parte de Nestorio de atribuirle al
Verbo de Dios los eventos de la vida humana de Jesús, en particular, el hecho de haber
sido generados por María.
El emperador Teodosio II convocó un concilio en Éfeso para Pentecostés del año 431.
Se eligió una ciudad de fácil acceso por tierra y mar.
Al concilio debían concurrir tres fracciones. El Papa Celestino, que envió dos legados
obispos. Arcadio y Provecto, y un sacerdote, Felipe; el Patriarca de Alejandría, Cirilo,
que debía presidir el concilio; y el grupo de los antioquenos, capitaneados por Juan de
Antioquia y Teodoreto de Ciro.
El día fijado para el inicio del concilio (7 de junio) faltaban los legados romanos, el
patriarca de Antioquía y los obispos de Siria (de formación antioquena).
Cirilo no esperó demasiado y comenzó el concilio el 22 en contra del parecer del legado
imperial Candidiano.
Todo se define en la sesión de apertura:
Pedro, presbítero de Alejandría, presenta la disputa. Se comprueba allí la voluntad de
Nestorio de no participar en el concilio.
Juvenal pide que se lea el credo de Nicea.
Lectura de la segunda carta de Nestorio a Cirilo, pero se lee con mala intención.
12 de setiembre
Se aprobó la 2da carta a Nestorio, considerándose conforme a la fe de Nicea, que
adquirió así valor canónico; se leyó la 3ra Carta de Cirilo, con los doce anatematismos,
pero no se votó, aunque se añadió a las actas de Concilio.
La 2ª carta es el contenido doctrinal del concilio.
Se destituyó a Nestorio
El 26 de junio llegaron los orientales (Juan de Antioquia, Teodoreto de Ciro, etc.).
Manifiestan desaprobación a las resoluciones tomadas.
Convocan entonces un concilio paralelo, presidido por Candidiano, el legado del
Emperador. En ese concilio destituyen y excomulgan a Cirilo y a Memnón de Éfeso, y
envían un informe de lo ocurrido al emperador Teodosio.
Candidiano es el legado que se opuso a la realización del concilio.
A comienzos de julio llegan los romanos, quienes se unen a Cirilo. Leen y aclaman la
carta del papa Celestino al Concilio. Aprueban y confirman la destitución de Nestorio,
excomulgan a Juan de Antioquia y prohíben componer en el futuro nuevos credos
distintos del niceno.
En Éfeso no se elaboró una fórmula cristológica pero sí prevalece una orientación
dogmática.
Interesa:
Tras la firma del Acta o fórmula de Unión había todavía seguidores de Cirilo que
pensaban que hablar de dos naturalezas después de la unión equivalía a confesar dos
Hijos y denunciaban póstumamente los escritos de Teodoro de Mopsuestia y Diodoro
de Tarso.
Por otro lado, los antioquenos hubieran querido la rehabilitación de Nestorio.
Los antioquenos nunca aceptaron toralmente la fórmula por la ambigüedad de las
expresiones cirilianas, que permanecían a pesar de la fórmula y que les parecía
“monofísita1”. El gran problema es la ambigüedad del lenguaje.
1
Afirmación de una única naturaleza
Proclo, el nuevo patriarca de Constantinopla que sucedió a Nestorio, propone una
cristología equilibrada para reconciliar ambas posturas y acuña la fórmula: “la
economía de la salvación unió las dos naturalezas en una hipóstasis”.
La fórmula es perfecta.
Se apoya en la fórmula de la tercera carta de Cirilo a Nestorio “una naturaleza del logos
encarnada” fórmula que Cirilo creía ser de Atanasio. Así Eutiques da lugar al
monofisismo, que consiste en afirmar en Cristo hay una sola naturaleza, la divina.
Según Eutiques, en Cristo, después de la unión llevada a cabo por la encarnación, se
produce una asimilación de lo humano por lo divino, de modo que lo divino absorbe lo
humano como una gota de agua es absorbida en el mar.
No es consubstancial con nosotros.
Eutiques está tan preocupado por afirmar la unidad en Cristo, frente al error nestoriano,
que termina por negar la distinción y pervivencia de las naturalezas.
En el 447 Teodoreto de Ciro, que había perdido la rehabilitación de Nestorio tras el
Acta de Unión, pública una obra irónica titulada Eranistes o el Mendigo contra los
monofisitas, especialmente contra Eutiques, en la que el protagonista mendiga su
doctrina entre todo tipo de herejes.
El año 448, Eutiques fue denunciado por Eusebio, obispo de Dorilea, el mismo que
siendo laico había protestado contra Nestorio veinte años atrás. Flaviano, patriarca de
Constantinopla, sucesor de Proclo, convoca a Eutiques en un sínodo local
(Endemoousa) y le propone la fórmula: “Cristo es de dos naturalezas después de la
encarnación, en una hipóstasis y una persona”.
Flaviano emplea como sinónimos los términos “hipostasis” y “prósopon”. Eutiques, sin
embargo, se mantuvo en su fórmula monofisita. El sínodo local lo depuso y excomulgó.
Eutiques protestó al papa León y al patriarca de Alejandría Dióscoro, que había
sucedido a Cirilo.
2
Carta en latín
El latrocinio de Éfeso
Eutiques emprendió una campaña a favor de su tesis por todo Oriente; encontró apoyo
en Dióscoro y en el emperador Teodosio.
El emperador convocó un concilio en Éfeso con intención de rehabilitar a Eutiques y
condenar a todos los sospechosos de nestorianismo, sobre todo, a Flaviano.
El Papa León Magno envió tres legados al concilio y un largo memorial a Flaviano,
llamado Tomus ad Flavianum, una cuidada exposición del misterio de la encarnación
tomando posición contra Eutiques.
El concilio se inició el 08 de agosto del 449 3. Estuvieron presentes 130 obispos.
Presidió, por orden del emperador, Dióscoro de Alejandría. Se examinó la condena de
Eutiques del año anterior. Se negó el derecho de voto a los que habían participado en
esa decisión. Se rechazó a los legados romanos, que no pudieron leer el Tomo. Se
rehabilitó a Eutiques y se proclamó la sentencia: “si alguien dice dos naturalezas, sea
anatema”.
Dióscoro hizo leer las conclusiones de Éfeso, sobre todo a lo relativo a la prohibición de
nuevos símbolos y fórmulas de fe. Así había motivo para condenar a Flaviano y a
Eusebio que habían propuesto a Eutiques una nueva fórmula.
Flaviano y Eusebio fueron depuestos, Flaviano respondió rechazando a Dióscoro, con el
apoyo de los legados romanos. Entonces Dióscoro mandó entrar a soldados, monjes y
gente que esperaba fuera del recinto conciliar. Flaviano, por la fuerza, fue apresado y
llevado al destierro.
Recuperada la calma, Dióscoro recogió firmas para aprobar la destitución de Flaviano y
Eusebio. Se condenaron también a Ibas de Edesa. Teodoreto de Ciro y Domno de
Antioquia. Dióscoro proclamó los anatematismos de Cirilo.
Hilario, legado papal, volvió a Roma con cartas de apelación de Flaviano y Eusebio. El
Papa León, enterado de lo sucedido, calificó de latrocinio la reunión de Éfeso: “no fue
un juicio, sino un latrocinio lo que en Éfeso se pudo perpetrar”.
El Papa convocó en Roma un sínodo de los occidentales, invalidando lo que había
ocurrido en Éfeso. De esta manera expresaba con claridad la autoridad del Papa sobre el
concilio.
León pidió a Teodosio que convocara un nuevo concilio en Italia. Teodosio reclamó la
legitimidad de Éfeso del 449. Teodosio murió en 450 y subió al poder Marciano, que
accedió a la petición del Papa. El emperador convocó un concilio para el 01 de
setiembre de 451 en Nicea. Dado que al emperador le resultaba difícil asistir allí, lo
trasladó a Calcedonia.
Entre el 431 y el 451 fueron años bastante agitados.
Tomus ad Flaviano
Es un documento del papa León Magno (A. Grillmeier señala que es el documento
cristológico más importante en su género que ha producido la Iglesia latina).
Promulgado el 13 de junio del 449 poniéndose a favor de Flaviano, obispo de
Constantinopla y en contra de Eutiques.
Síntesis de la tradición cristológica occidental que con Tertuliano y Agustín había
distinguido con precisión las dos naturalezas presentes en la única persona de
Jesucristo.
León afirma la doble consustancialidad. Cristo es consustancial con nosotros en la
humanidad. Presenta la doble generación de Cristo una en el seno del Padre y otra en el
3
Concilio de Éfeso II
seno de María por obra del Espíritu Santo, por esta doble generación el Verbo tiene
doble naturaleza y es consustancial al Padre y con nosotros.
Subraya el documento la integridad de las dos naturalezas en Jesucristo y su confluencia
en la unidad de la persona y para hacer esto usará la fórmula que luego asumirá
Calcedonia: “las propiedades de la naturaleza permanecen integras confluyendo en una
sola persona y así la majestad asume la humildad y se puede predicar de la persona del
Verbo las propiedades de una y otra naturaleza”.
En este documento la unidad de la persona es la base para enunciar su doctrina que
podemos llamar DIFISITA (doble naturaleza después de hablar de la única persona del
Verbo).
El documento insiste, que la misma persona del Verbo que existe antes de todos los
siglos, el Verbo pre-existente, es el mismo Verbo Encarnado. Esta misma unidad de la
persona del Verbo permite también la comunicación de idiomas y entonces puede
predicarse de esta única persona del Verbo las propiedades de cualquiera de las
naturalezas. Por eso, en virtud de la unidad de persona que está en cada naturaleza se lee
que el Hijo de Dios ha tomado carne de la Virgen y que ha muerto, sepultado y
resucitado.
Cita: “Salvada la propiedad de una y otra naturaleza y uniéndose ambas en una sola
persona, la humildad fue asumida por la majestad, la debilidad por la fortaleza y la
mortalidad por la eternidad. Para pagar la deuda de nuestra condición, la naturaleza
invulnerable se unió a una naturaleza capaz de sufrir. Así un único y mismo mediador
entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, podría, por hombre morir y, por ser
Dios no morir, nuestros remedios requerían eso. Pues en una integra y perfecta
naturaleza de hombre verdadero, nació Dios verdadero, completo en las cosas divinas,
completo en las cosas nuestras”.
Afirmando la única persona del hijo de Dios, León proclama lo que les es propio por ser
verdadero Dios y lo que es propio por ser verdadero hombre. El sujeto de todas las
frases es siempre el Verbo en su encarnación. La persona es una, dos las naturalezas.
Esta unidad concreta en la distinción de naturalezas es o que permite establecer la
comunicatio idiomatum o comunicación de propiedades.
La clave de la argumentación del Tomo está en la armonía que se debe mantener entre la
identidad de Jesús (su ontología), el Verbo encarnado, y la salvación que Él nos ha
alcanzado.
Tres puntos deber ser mantenidos sin confusión; la verdad de la divinidad de Cristo (si
no es Dios no nos puede divinizar); la verdad de su humanidad (lo que ha sido asumido
ha sido redimido); la verdad de la unión de ambas naturalezas en la unidad de una
misma persona (sino estuvieran unidas, la salvación no hubiera sido comunicada).
14 de setiembre
DESARROLLO DEL CONCILIO DE CALCEDONIA (451)
Como los otros concilios tiene como fin la paz de la Iglesia amenazada por la herejía
monofisita de Eutiques.
Hay una importante representación de Oriente, incluidos muchos de los que
participaron en el latrocinio de Éfeso, como Dióscoro de Alejandría y Juvenal de
Jerusalén. La primera preocupación fue solucionar lo ocurrido en el latrocinio de Éfeso.
Se rehabilitó a Flaviano y se depuso a Dióscoro.
De occidente hay tres papales, dos de ellos obispo; Pascasino y Lucencio y presbítero
llamado Bonifacio y algunos obispos de paso.
20 delegados imperiales, cuyo papel es decisivo y de mucha influencia positiva para el
desarrollo del Concilio.
El Concilio se celebró del 08 al 31 de octubre del año 451 en la basílica de santa
Eufemía. Las sesiones desarrolladas entre el 08 y 25 de octubre son las más doctrinales.
La sesión de apertura
Comienza por una reiterada petición, por parte de los delegados imperiales, de la
fórmula de fe.
Los obispos vuelven a decir que no.
Justificación de su negativa: no hace falta, no hay necesidad porque los concilios
precedentes están al alcance de todos y todos pueden conocerlos.
Se lee el símbolo de Nicea, Constantinopla, las cartas de Cirilo y el Tomus ad
Flavianum.
Tercera y cuarta sesión
Se afirma que esta definición se hace siguiendo a los padres participantes en los
concilios. Con esta afirmación se quiere ver que la tradición es fuente y fundamento de
los que se afirmará.
Es una llamada al creyente para que éste confiese su fe. “confesamos
sinfónicamente…”
Un estribillo que aparece varias veces es la confesión de Jesucristo como uno y como el
mismo Hijo, nuestro Señor (v. 2-3, 16, 23-24). Se afirma la unidad y, simultáneamente,
se afirma el misterio de la dualidad: “perfecto en la humanidad, perfecto en la
divinidad”.
Se afirma la verdad de su ser Dios y su ser hombre.
Se afirma su doble consustancialidad: al Padre y a los hombres.
Se afirma su doble nacimiento en cuanto engendrado del Padre antes de los siglos,
según la divinidad y por la Virgen María, según la humanidad.
Hay contenido anti arriano y antipolinarista, afirmación difisita contra monofisita.
Hay que remarcar el contenido soteriológico: “todo ha sido por nosotros y por nuestra
salvación”
Si bien soteriológica la definición calcedonense es ontológica, habla del ser de Cristo.
Por otro lado, es importante la mención de María Virgen Madre de Dios.
A pesar de todas las afirmaciones difisitas esta primera parte tiene como objetivo
marcar la unidad de Jesucristo. Por eso se repetirá tres veces: “un mismo Señor
Jesucristo”.
Segunda parte:
4
Dato a saber: Nadie en Éfeso conocía de verdad lo que Nestorio pensaba, se conocía lo que Cirilo decía
que este decía.
No fue siempre acogido: si bien la fórmula fue aprobada por unanimidad por los
pastores, no fue acogida. Las críticas fueron muchas. No lo aceptó al patriarcado de
Alejandría, tampoco Antioquia ni los armenios.
Punto referencial para la fe, incluso para la época actual como lo indicaron Pio XII.
Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI.
Acusación contra Calcedonia: helenizó la fe, olvidó la Escritura, hizo de la cristología una teoría
filosófica.
II CONCILIO DE CONSTANTINOPLA (553)
Un último intento de llegar a un acuerdo con los monofisitas lo hizo Justiniano con la
póstuma de Teodoro de Mopsuestia, muerto en el 428 (acusado de Nestoriano),
Teodoreto de Ciro, muerto en 446 (cuestiona los anatematismos de Cirilo), e Ibas de
Edesa, muerto en 456 (no apoyó a Cirilo, lo consideraron a fin a Teodoro. A esta
condena a los tres y el problema que trajo se llama “tres capítulos”.
Eran personajes conocidos por sus posturas cristológicas difisitas. Teodoro llegó a ser
herético. Los tres habían sido considerados como exponentes ortodoxos de la escuela de
Antioquia.
Teodoro en catequesis es un genio, pero en cristología sí era herético.
Teodoreto de Ciro e Ibas de Edesa fueron condenados en el Latrocinio de Éfeso del 449,
pero fueron rehabilitados en el 451 en el concilio de Calcedonia.
Justiniano, queriendo tener una paz general promulga en el 544 el Edicto contra los tres
capítulos. A esta condena se opuso incluso el papa Vigilio. Muchos obispos no
deseaban firmarlo, pues Calcedonia no había condenado a Teodoreto e Ibas.
19 de setiembre
El emperador ordena la suscripción del documento.
Menas de Constantinopla lo firma, pero indicando que se sometía a lo que el Papa
decidiese, podía retirar la firma.
Apocrisiarios del Papa rehúsan la comunión eclesiástica Menas por haber firmado.
Apocrisiario: enviados del Papa con cierto poder.
Justiniano hace ir al papa Vigilio a Constantinopla para firmar, el papa llega en 547.
El papa titubea. En 548 Justiniano firma el Iudicatum. El Papa le convence de dar
marcha atrás.
En lo dogmático, si Calcedonia no lo ha condenado, más bien los rehabilitó, ¿por qué
condenarlos? Además, un tema moral, ¿es posible juzgar a los muertos?
*Si mortuis niquil, nisi bene
Movido por Teodoro Ascidas (Cesarea) Justiniano en 551 hace un nuevo Iudicatum. Al
final se queda que el papa convoque sínodo o concilio en que se les condene.
Iudicatum: es un documento en donde se juzga a Teodoro.
En concilio se celebró en ausencia del Papa, quien no quería ratificar la condena de los
Tres capítulos.
La asamblea estaba bajo las órdenes del emperador; presidió el patriarca de
Constantinopla, Eutiquio.
El Papa pide un plazo de 20 días para dar solución; pasado el plazo, promulgó el
Constitutum, condenando setenta proposiciones heréticas sacadas de la obra de
Teodoro, pero no condena a la persona, que había muerto en paz con la Iglesia.
*Pax cum ecclesia
Duró casi un mes (5 de mayo al 3 de junio de 553) y tuvo ocho sesiones. Se reunieron
168 obispos en Constantinopla en la catedral de Santa Sofía. Sólo eran 11 latinos.
El Papa no participó de las reuniones. No quería unirse a una condena póstuma de
nadie. Tampoco asistió el emperador y ningún representante. Presidió Eutiquio,
patriarca de Constantinopla.
En la sesión de apertura se lee una carta del emperador condenando a los tres capítulos.
En 2da y 3ra sesión, del 8 y 9 de mayo, se negoció la participación del papa.
En la 4ta sesión (12 de mayo) comenzó el análisis de la doctrina de Teodoro de
Mopsuestia. Se había tomado 71 fragmentos de sus obras que podían ser interpretados
como nestorianos.
Teodoro sí tenía problemas doctrinales.
26 de setiembre
Crisis agnoeta
Los agnoetas aparecen entre el 530 y el 540 en los ambientes monofisitas de Alejandría,
sobre todo con Temistio, diacono de Alejandría.
Su fundamento: Mt 24, 36, en el que Jesús afirma desconocer el día y la hora de la
parusía, y Jn 11, 34, en que Jesús por el lugar dónde está enterrado Lázaro.
Afirman que la humanidad de Cristo ignoró el día del juicio, ya que se había hecho
semejante a nosotros en todo, menos en el pecado. Los primeros en combatirlos fueron
los monofisitas, tachándolos de arrianos o nestorianos. Se les acusaba de no hacer
justicia a la unión hipostática y a la comunicación de propiedades. La ignorancia se
relacionaba en el mundo cultural griego con el mal moral: afirmar la ignorancia
significaría poner en duda la impecabilidad.
La primera respuesta al diácono Temistio, la ofreció su patriarca Eulogio interpreta el
desconocimiento de Jesús en un sentido “económico” (Jesús lo sabe, pero no tiene la
misión de decirlo), o en sentido anafórico (Jesús hablaba como representante de los
hombres y no en nombre propio). La respuesta de Eulogio fue completada por el papa
san Gregorio Magno, quien felicitó a Eulogio por su tratado y añadió un matiz a su
refutación: Jesús conoce el día y la hora en su naturaleza humana, pero no por su
naturaleza humana.
En Cristo, puede haber algo que se da en una naturaleza, pero que no proviene de su naturaleza
humana, aunque lo conozca al modo humano.
Cristo no tenía limitaciones en su conocer humano por su naturaleza divina y por su
impecabilidad.
San Sofronio de Jerusalén intervino ante Sergio y Ciro recordando que la actividad se
refiere a la naturaleza. Sergio propuso una fórmula de consenso en un voto (psephos) el
año 633, que Sofronio aceptó. En este escrito se introduce la doctrina de la única
voluntad en Cristo, la divina, negando en consecuencia la voluntad humana.
La expresión “dos operaciones” escandaliza a muchos, pues no ha sido pronunciada por
ninguno de los santos y elegidos maestros de la Iglesia. De ahí se deriva la afirmación
de dos voluntades que se oponen la una a la otra, como si el Dios Logos quisiera
realizar la pasión redentora y su humanidad obstaculizada y estuviera en contra de su
voluntad, de manera que habríamos introducido en él dos que quieren cosas contrarias,
lo cual es impío, pues es imposible que en un mismo y único sujeto subsistan dos
voluntades contrarias al mismo tiempo, la una junto a la otra. La doctrina saludable de
los santos padres enseña abiertamente que en ninguna ocasión su carne racionalmente
animada ha hecho sentir su inclinación natural separadamente y por propio impulso en
contraste con la decisión de Dios Logos unido a ella en la hipóstasis, sino sólo cuando,
como y cuanto ha querido el Dios Logos.
Al clarificar el lenguaje, se debe hablar de dos operaciones porque vienen de dos naturalezas en
una sola persona.
Para salvaguardar el conflicto entre las dos naturalezas, se debe hablar de una sola.
La clave de la argumentación de Sergio está en que, según él, no pueden convivir dos
voluntades en un mismo y único sujeto, pues si convivieran estarían enfrentadas. Como
en Cristo se ve un actuación acorde y unitaria se debe deducir que en Él sólo hay una
voluntad, la divina.
Como no se ve conflictos en Cristo, solo hay una sola voluntad.
Cuando Sofronio fue elegido patriarca de Jerusalén, Sergio escribió al Papa Honorio,
indicando la unión lograda con los jacobitas, proponiendo al Papa que proscribía los
términos monoenergia o duoenergía, ya que el Verbo realizó lo divino y lo humano sin
división; hablar de dos actividades equivaldría a hablar de dos voluntades. Propone la
fórmula “un solo queriente y una sola voluntad de dos naturalezas operantes”, con la
que sugiere que la humanidad de Cristo tiene sólo un papel instrumental en su actuar,
no siendo un principio vital de acción, sino simplemente un objeto movido”.
La naturaleza produce la operación, pero finalmente opera el Verbo.
El cristianismo primitivo heredó del judaísmo la prohibición de toda imagen tallada (cf.
Ex. 20, 4)
Clemente Alejandrino dio un fundamento filosófico: Dios es aperigraptos (no
circunscrito).
Orígenes, no es posible describir la forma de Dios invisible e incorpóreo; la imagen
divina del hombre está en su alma.
El Concilio de Elvira (303) prohíbe las pinturas en las iglesias
Pero, desde el s. II las catacumbas y los hípogeos, los bautisterios y los sarcófagos
comenzaron a ser decorados de escenas bíblicas.
Las imágenes recibieron la aprobación de una serie de Padres. Así, Atanasio y Basilio
establecen el principio: “el honor de la imagen pasa al modelo”.
“Porque también la imagen del emperador se llama emperador y no son dos
emperadores, pues ni se escinde la fuerza ni se divide la gloria. En efecto, lo mismo que
el imperio y la potestad que nos domina es única, así también es única la doxología que
rendimos, y no muchas: porque el honor de la imagen pasa al modelo. Por tanto, lo que
aquí es la imagen por imitación, eso es allí por naturaleza el Hijo. Y lo mismo que en
las cosas del arte la imitación se da en la forma, así también, en la naturaleza divina y
simple, la unidad se da en la comunión de la divinidad” (BASILIO DE CESAREA).
28 de setiembre
Con el tiempo las imágenes se convirtieron en objeto de verdadero culto: venerar la
imagen es rendir culto al que representa.
No es que se rinda culto al material o mosaico, sino es a lo que representa.
En Asia Menor algunos obispos se dejaron influir por una tendencia inonoclasta, que
pudo tener origen musulmán.
El patriarca Germán de Constantinopla le dirigió tres cartas a favor de las imágenes en
las que ofrece una doble argumentación. Un argumento pastoral: no se debe turbar la
5
Es el que completo el quinto y sexto concilio.
conciencia de los fieles cambiando hábitos adquiridos. Un argumento teológico: la
encarnación del Verbo legitima las imágenes que no representan la divinidad, sino su
manifestación en la carne, no hay que “adorar” a la virgen o a los santos representados,
sino sólo rendirles honor como a servidores de Dios.
El papa Gregorio II felicitó a Germán por su argumentación y la asumió. Sin embargo,
el emperador León III, enemigo de las imágenes, les declaró la guerra en 726,
mandando destruir un mosaico de Cristo en su palacio y sustituyéndolo por una cruz
desnuda. Persiguió a los defensores de las imágenes y depuso a German, el patriarca de
Constantinopla.
Esto explica también por qué hay culto a la cruz.
La segunda forma de la imagen es la noción que hay en Dios de las cosas que
llegarán a ser por Él.
Un primer modo: las personas divinas. Segunda forma: las cosas que llegarán a ser a causa de
Dios.
LA CRISTOLOGÍA MEDIEVAL
San Anselmo
La Carta sobre la Encarnación del Verbo
La principal obra cristológica de san Anselmo
Crítica a san Anselmo: no pone énfasis en la misericordia de Dios.
La clave del pensamiento de Anselmo está en la satisfacción (hacer lo suficiente, lo que
corresponde).
Pecado: en la práctica es rechazar el honor debido a Dios.
Todo lo que el hombre puede hacer de meritorio se le debe a Dios.
Anselmo parte del derecho de la época, en el cual se dice “iniuria in iniurato” (la injuria se mide
por la dignidad del que es injuriado) y “honor in honorante” (el honor se mide por el aquel que
ofrece ese honor). No se puede reparar una injuria divina con un honor solo humana, por eso, el
honor debe darlo Dios mismo, porque hay proporción.
Corregir
6
Postrarse
12 de octubre
La noción clave para entender es la satisfacción
Todo cuanto el hombre puede hacer de meritorio se lo debe a Dios.
Solo Dios puede cumplir una satisfacción adecuada, aunque sea
--
Se explica la encarnación del Verbo y su muerte ignominiosa.
Jesucristo, siendo inocente, al aceptar libremente el sacrificio de la cruz, puede merecer una
satisfacción infinita por todos los pecados del mundo. La muerte de Dios encarnado constituye
la obra supererogatoria, no debida, que puede devolver a Dios el honor sustraído por el pecado.
La doctrina anselmiana de la satisfacción explica bien la razonabilidad de la muerte redentora
de Cristo y la inseparable unidad ente la identidad ontológica de Cristo y su misión redentora.
Se reprocha, sin embargo, a esta doctrina no explicar bien la absoluta gratuidad de la
encarnación, como si esta hubiera sido forzada por el pecado del hombre.
La doctrina de san Anselmo será matizada y enriquecida por Abelardo y, sobre todo, por santo
Tomás de Aquino.
Se explica…
No debida:
Jesucristo muriendo y ofreciéndose
Reproche: no explica bien la absoluta gratuidad de la encarnación.
Para entender a Cristo se entiende desde su obra redentora.
Podría sonar que el pecado del hombre exigía la redención
--
San Bernardo
Tratados sobre los errores de Abelardo
--
El beso..
--
La contemplación…
--
Con la devoción a la humanidad de Cristo va el culto a todo cuanto se relacione con ella…
--
Santa Hildegarda
El amor de Dios va a toda la escala de las criaturas.
Desposorio místico: en las bodas de Caná no aparece la novia y el novio aparece solo de paso.
--
La redención…
A partir de este tiempo, se aplica a María lo que se decía de la Iglesia.
Tradición: las manos son símbolos de actuación, las manos tienen que ver con el actuar.
La cruz vista en clave de redención.
--
La Iglesia cumple…
--
Es una corriente espiritual que surge en los países bajos a finales del s. XIV. Une los
ideales de un hombre nuevo que nace. Este hombre nuevo anhela la reforma.
De alguna manera, nació la Devotio moderna en oposición a una cierta espiritualidad
altamente especulativa.
De este modo surge la escuela renano flamenca de la Devotio moderna con los místicos
alemanes: el Maestro Eckart, Enrique Suso, el dominico Juan Taulero y el flamenco
Juan Ruysbroeck. Ellos proponen una vida interior a la cual los laicos puedan acceder
(pero esto fue al inicio). El afán es popularizar la vida interior, pero al final más que
espiritualidad se intelectualizó. Sin embargo, tuvieron una gran acogida, junto al
humanismo y la piedad popular.
En el s. XV se dan tres claves de desarrollo de la vida cristiana: humanismo, piedad
popular y la propuesta de la Devotio moderna.
17 de octubre
- Era un camino para vivir la fe cristiana. En su origen va por el misticismo de esencia (se
tiene una relación de Dios desde el punto de intelectual). Esta es la primera parte.
Hay que ser esencialmente místico (relación con Dios que se da en la oración), pero sumamente
intelectualizada (vincularse con Dios que comienza con una inteligencia, conocimiento y
elévate prescindiendo de ideas y conocimientos). Uno se puede unir con Dios cuanto más se
llega a las cumbres intelectuales y luego se pasa a lo afectivo (esto es más profundizado,
trasciende el campo sentimental).
La Devotio moderna inicial es cultivar el pensamiento y la especulación y en la medida que se
especula se llega al momento místico (dejar que Dios obre en ti)
- Era una corriente espiritual marcada por un cristocentrismo práctico, procurando imitar
a Cristo y crecer en virtudes.
- Un aspecto presente fue la huida del mundo, la búsqueda de una interiorización y el
escaso aprecio por el exterior, lo que llevo al movimiento a tener muy poca inclinación
hacia el apostolado.
- El alma es invitada a meditar menos sobre los altísimos misterios del Logos y más sobre
la humanidad de Dios hecho hombre y presente en la Eucaristía (esto es el segundo
momento). De esto se conoce comúnmente la Devotio moderna.
- Cristo histórico: meditaciones sobre los episodios de la vida del Señor y la imaginería.
Diferencia entre ascesis (esfuerzos y ejercicios para acercarme a Dios) y mística (lo que Dios
hace en mí).
--
Se impulsó la meditación con especial atención sobre los misterios de la pasión, siguiendo al
Cristo doloroso, con mucho énfasis
--
A nivel teológico
El motivo de la Encarnación…
--
La teología protestante
Lutero cristológicamente es potable y también los primeros luteranos, pero luego virarán en
crítica a lo que dice el Evangelio.
--
¿Qué dice Ignacio de Jesús? ¿quién es Jesús para Ignacio? Desde la convalecencia de
Loyola le sorprende y le seduce el Cristo servidor. Ignacio le descubre plenamente
como a su Dios, Uno de la Trinidad, «Eterno Señor de todas las cosas», que obra y
trabaja en todas ellas, unido con el Espíritu y con el Padre. Viviendo bajo el Espíritu, se
experimenta llevado y conducido por Él a Jesucristo y a la Iglesia inseparablemente. Se
moverá en una cristología de lo visible. Y caminará sumergiéndose en lo concreto del
seguimiento de Cristo con el corazón proyectado al infinito de Dios. Esponjado por «lo
máximo», y viviendo «lo mínimo». En la selección de «misterios» de sus Ejercicios se
revela aprendiendo a caminar y caminando con el Cristo que sube a Jerusalén, el Cristo
de la Pascua, el Pantocrátor, que ha elegido, por amor, ser llevado a la cruz. Este amor
«loco» de Dios por el hombre, contemplado en el Hijo, pone a Ignacio definitivamente
en la perspectiva de elegir lo que Cristo ha elegido, la «sabiduría» de Dios, que es,
desde el mundo, «locura». Como compañero de Jesús, se une a Él viviendo las
«elecciones» que Cristo ha hecho para colaborar con Él en salvar al mundo. «Anunciar
la Buena Noticia de la gloria de la Trinidad (…) significa asumir, en seguimiento de
Uno de la Trinidad, el Evangelio del amor que se mide en la cruz». En la perspectiva de
este centro, «en medio», del Verbo encarnado crucificado-resucitado, que es «Todo mi
Dios», da Ignacio su respuesta a la pregunta inicial: -Y tú, ¿quién dices que soy yo? (P.
H. Kolvenbach, La experiencia de Cristo en Ignacio de Loyola)
¿Cómo plantea Ignacio los Ejercicios?
Los plantea en cuatro semanas (que se deben entender por etapas):
*Los puntos son indicaciones para preparar la oración. Luego se hace la oración durante una
hora, se hace oración en cuatro momentos del día. Después está la evaluación de la oración.
- Primera semana: principio y fundamento. *Para el padre la intención de esta semana es
la ubicación, ¿quién soy? Se debe llegar a la condición creaturidad, ¿para qué hemos
sido creados? Para alabar a Dios, salvar el alma y relacionarse con todas las cosas
ordenadamente.
Los ejercicios se hacen para elegir el estado de vida o para la reforma de vida para servir mejor
en el estado.
24 de octubre
- Primera semana: el ser humano está en el mundo con las otras cosas creadas y con estas,
para Ignacio, se pueden crear afectos, los cuales pueden ser desordenados. *Cosas:
supone todas las realidades y no solo objetos (personas, relaciones, servicios, cargos,
etc.). Estas cosas deben servir para el último fin para el cual ha sido creado o apartarse
de ellas en cuanto lo separen del mismo fin. Indiferencia ignaciana: no me siento
inclinado a algo por esa misma realidad, sino que cualquier ligazón es tanto y cuanto
me ayuda a llegar a Dios. La indiferencia es, en el fondo, a no considerar a nada un fin.
A esta indiferencia se llega según el discernimiento. Conclusión: soy hombre amado,
con vocación de eternidad, pero pecador.
- Segunda semana: es clave para la cristología. Se pide conocimiento interno. Es un
conocimiento de estilo bíblico. Conocimiento interno de Jesucristo para más amarle y
más seguirle. Presenta a la Trinidad comprometida en el Misterio de la Encarnación.
Aquí se contemplan los misterios de la vida del Señor. ¿Es lo mismo imitar y seguir?
Imitar es algo más externo y que no necesariamente me involucra. La imitación no
supone identificación entre el imitante y el imitado. Mientras que el seguir supone
identificación afectiva, porque amo a Jesús quiero seguirle. Identificarme con sus
motivaciones, intereses y conducta.
- Tercera semana: Pasión, Muerte y Sepultura. Es descubrir lo que Jesús hizo por mí y me
propone como estilo de vida.
- Cuarta semana: el Resucitado.
- Meta: la propuesta de Ignacio es la propuesta de una cristología viva, desde los
evangelios, de un Cristo para entrar en comunión con Él y seguirle.
SANTA TERESA DE JESÚS
28 de marzo 1515 – 3 de octubre 1582
Vive una experiencia espiritual marcada por la devotio moderna
Leyó el Tercer abecedario espiritual de Francisco de Osuna, popular en España:
“holgueme mucho en él… teniendo aquel libro por maestro” (Vida, 4, 6); “un libro, que
parece el Señor me lo puso en los manos” (23, 15)
Lo fundamental es la oración mental, es decir, el conocimiento del misterio, una suerte
de alto conocimiento.
Si la oración es solo mental, es algo intelectual. La oración mental es para conocer el misterio.
El común de las personas hacía oración bocal.
De otro lado se ha hablado de misticismo de esencia que no iba necesariamente por lo
cristológico, Dios es lo más alto (esto es también un problema ahora)
En la vertiente española si está lo cristológico, pero solo desde el punto de vista de la
divinidad.
En la vertiente anglosajona estaba lo del misticismo de esencia (a veces se veía como estorbo la
humanidad de Cristo). Si se ve a Jesús solo en lo divino, es adorable, pero no seguible.
Teresa bebe esto a través de un tío suyo que le da a leer el Cartujano, la imitación de
Cristo, etc.
Meditación no es sinónimo de oración, esta es intelectivo o afectivo.
Teresa es un alma enamorada de Jesús, vivió ya desde su adolescencia una especial
pasión por el “paso” de la agonía del huerto.
En especial me hallaba muy bien en la oración del Huerto. Allí era mi acompañarle.
Pensaba en aquel sudor y aflicción que allí había tenido, si podía. Deseaba limpiarle
aquel tan penoso sudor. Mas acuérdome que jamás osaba determinarme a hacerlo, como
se me representaban mis pecados tan graves. Estábame allí lo más que me dejaban mis
pensamientos con El, porque eran muchos los que me atormentaban. Muchos años, las
más noches antes que me durmiese, cuando para dormir me encomendaba a Dios,
siempre pensaba un poco en este paso de la oración del Huerto, aun desde que no era
monja (6), porque me dijeron se ganaban muchos perdones [indulgencias] (7). Y tengo
para mí que por aquí ganó muy mucho mi alma, porque comencé a tener oración sin
saber qué era, y ya la costumbre tan ordinaria me hacía no dejar esto, como el no dejar
de santiguarme para dormir (V 9, 4)
Posteriomente pensará que esto es inadecuado en la medida que aprende la devoioio
moderna. La propuesta clara de esta es la oración mental que se alejase de la humanidad
del Señor.
Luego se lamentará por haber caído en esas redes y haberse separado de la humanidad.
Por el contrario las gracias místicas que recibirá le harán volver a la humanidad del
Señor y por eso ella será una defensora apasionada de la humanidad como vía de acceso
a Jesucristo.
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En el camino espiritual de Teresa, a los 44 años de edad sucede algo que la confundió.
La inquisición publicó uno de los índices de los libros prohibidos más amplio y se
manden a la hoguera muchos libros espirituales que habían sido usados por ella. Esto la
golpeó mucho:
Cuando se quitaron muchos libros de romance, que no se leyesen, yo sentí mucho,
porque algunos me daba recreación leerlos y yo no podía ya, por dejarlos en latín; me
dijo el Señor. No tengas pena, que Yo te daré libro vivo. Yo no podía entender por qué
se me había dicho esto, porque aún no tenía visiones. Después, desde a bien pocos días,
lo entendí muy bien, porque he tenido tanto en qué pensar y recogerme en lo que veía
presente, y ha tenido tanto amor el Señor conmigo para enseñarme de muchas maneras,
que muy poca o casi ninguna necesidad he tenido de libros; Su Majestad ha sido el libro
verdadero adonde he visto las verdades ¡Bendito sea tal libro, que deja imprimido lo que
se ha de leer y hacer, de manera que no se puede olvidar (V, 26, 5)
El “libro vivo” que Dios le da es la consideración de la humanidad de Jesús, corrigiendo
las decisiones de muchos ministros que tenía puestos en su Iglesia.
El libro era importante puesto en la devotio moderna hay relación entre lectura y
oración.
26 de octubre
Que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando
muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama (V, 8, 5)
Es interesante que usa “oración mental”, pero otorgándole un peso especial en la afectividad.
--
La experiencia viva del misterio de Cristo está en el centro de la experiencia oracional
de Santa Teresa. El, Dios y hombre verdadero llena con su presencia toda la vida de la
Santa y es la clave de interpretación de sus escritos. Jesucristo precede su oración, ya
que, para tener un interlocutor de su diálogo de amistad, Teresa ha tenido necesidad de
encontrarse con el Señor que le brindaba su amistad. La presencia del Señor sigue
también a su oración, ya que la amistad engendra una compañía, unos compromisos de
seguimiento y unas actitudes de imitación. A través de la oración como experiencia de
la amistad con Cristo, Teresa ha releído todo el Evangelio y ha entrado de lleno en la
revelación bíblica. Su vida se ha convertido en una vida en Cristo hasta que el mismo
Señor se le ha revelado plenamente como Maestro y Esposo y de Él ha recibido la
plenitud de la verdad y de la vida (J. CASTELLANO, Jesucristo en la experiencia y
doctrina de santa Teresa de Jesús)
La experiencia de Cristo precede a la oración.
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Práctica desde la adolescencia: la devoción de pensar antes de dormir en la Pasión del Señor.
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Pues ya andaba mi alma cansada y, aunque quería, no le dejaban descansar las ruines
costumbres que tenía. Acaecióme que, entrando un día en el oratorio, vi una imagen que
habían traído allá a guardar, que se había buscado para cierta fiesta que se hacía en casa.
Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, toda me turbó de verle tal,
porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que
había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, y arrojéme
cabe El con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de
una vez para no ofenderle (V, 9, 1).
Ruines costumbres: el locutorio (para conseguir limosnas)
--
Paréceme le dije entonces que no me había de levantar de allí hasta que hiciese lo que le
suplicaba. Creo cierto me aprovechó, porque fui mejorando mucho desde entonces (V,
9, 3).
Tenía este modo de oración: que, como no podía discurrir con el entendimiento,
procuraba representar a Cristo dentro de mí, y hallábame mejor a mi parecer de las
partes adonde le veía más solo. Parecíame a mí que, estando solo y afligido, como
persona necesitada me había de admitir a mí. De estas simplicidades tenía muchas (V, 9,
4).
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V. 24, 2
Comencé a tomar de nuevo amor a la sacratísima Humanidad. Comenzóse a asentar la
oración como edificio que ya llevaba cimiento, y a aficionarme a más penitencia, de que
yo estaba descuidada por ser tan grandes mis enfermedades. Díjome aquel varón santo
que me confesó, que algunas cosas no me podrían dañar; que por ventura me daba Dios
tanto mal, porque yo no hacía penitencia, me la quería dar Su Majestad. Mandábame
hacer algunas mortificaciones no muy sabrosas para mí. Todo lo hacía, porque
parecíame que me lo mandaba el Señor, y dábale gracia para que me lo mandase de
manera que yo le obedeciese. Iba ya sintiendo mi alma cualquiera ofensa que hiciese a
Dios, por pequeña que fuese, de manera que si alguna cosa superflua traía, no podía
recogerme hasta que me la quitaba. Hacía mucha oración porque el Señor me tuviese de
su mano; pues trataba con sus siervos, permitiese no tornase atrás, que me parecía fuera
gran delito y que habían ellos de perder crédito por mí (V, 24, 2). “Yo sólo podía pensar
en Cristo como hombre” (V 9, 6)
V. 24, 3
En este tiempo vino a este lugar el padre Francisco, que era duque de Gandía y había
algunos años que, dejándolo todo, había entrado en la Compañía de Jesús. Procuró mi
confesor, y el caballero que he dicho también vino a mí, para que le hablase y diese
cuenta de la oración que tenía, porque sabía iba adelante en ser muy favorecido y
regalado de Dios, que como quien había mucho dejado por El, aun en esta vida le
pagaba. Pues después que me hubo oído, díjome que era espíritu de Dios y que le
parecía que no era bien ya resistirle más, que hasta entonces estaba bien hecho, sino que
siempre comenzase la oración en un paso de la Pasión, y que si después el Señor me
llevase el espíritu, que no lo resistiese, sino que dejase llevarle a Su Majestad, no lo
procurando yo. Como quien iba bien adelante, dio la medicina y consejo, que hace
mucho en esto la experiencia. Dijo que era yerro resistir ya más (V 24, 3)
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Necesidad de la humanidad
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Sobre la negación de la humanidad en la experiencia orante
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Tenía yo algunas veces, como he dicho, aunque con mucha brevedad pasaba, comienzo
de lo que ahora diré: acaecíame en esta representación que hacía de ponerme cabe
Cristo, que he dicho, y aun algunas veces leyendo, venirme a deshora un sentimiento de
la presencia de Dios que en ninguna manera podía dudar que estaba dentro de mí o yo
toda engolfada en El. Esto no era manera de visión; creo lo llaman mística teología:
suspende el alma de suerte, que toda parecía estar fuera de sí (V 10, 1)
Sentimiento de la presencia de Dios = experiencia vital de Dios.
31 de octubre
Visión imaginaria
Acaece acá: cuando nuestro Señor es servido de regalar más a esta alma, muéstrale
claramente su sacratísima Humanidad de la manera que quiere, o como andaba en el
mundo, o después de resucitado; y aunque es con tanta presteza que lo podríamos
comparar a la de un relámpago, queda tan esculpido en la imaginación esta imagen
gloriosísima, que tengo por imposible quitarse de ella hasta que la vea adonde para sin
fin la pueda gozar (6M 9,3)
Regalar más: hacer más favores.
Cuando el Señor quiere beneficiar más a un alma le muestra su humanidad.
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Visión no imaginaria, intelectual
mientras más adelante va un alma más acompañada es de este buen Jesús, será bien que
tratemos de cómo, cuando Su Majestad quiere, no podemos sino andar siempre con El,
como se ve claro por las maneras y modos con que Su Majestad se nos comunica y nos
muestra el amor que nos tiene, con algunos aparecimientos y visiones tan admirables;
que por si alguna merced de éstas os hiciere, no andéis espantadas, quiero decir si el
Señor fuere servido que acierte en suma, alguna cosa de éstas, para que le alabemos
mucho, aunque no nos las haga a nosotras, de que se quiera así comunicar con una
criatura, siendo de tanta majestad y poder.
Acaece, estando el alma descuidada de que se le ha de hacer esta merced ni haber jamás
pensado merecerla, que siente cabe sí a Jesucristo nuestro Señor, aunque no le ve, ni
con los ojos del cuerpo ni del alma. Esta llaman visión intelectual, no sé yo por qué. Vi
a esta persona que le hizo Dios esta merced, con otras que diré adelante, fatigada en los
principios harto, porque no podía entender qué cosa era, pues no la veía; y entendía tan
cierto ser Jesucristo nuestro Señor el que se le mostraba de aquella suerte, que no lo
podía dudar, digo que estaba allí aquella visión; que si era de Dios o no, aunque traía
consigo grandes efectos para entender que lo era, todavía andaba con miedo, y ella
jamás había oído visión intelectual, ni pensó que la había de tal suerte; mas entendía
muy claro que era este Señor el que le hablaba muchas veces de la manera que queda
dicho, porque hasta que le hizo esta merced que digo, nunca sabía quién la hablaba,
aunque entendía las palabras.
La gracia mística debe ayudar a la perfección de la caridad.
Y tengo para mí que hasta que muramos, por subida oración que haya, es menester esto.
9. Verdad es que a quien mete ya el Señor en la séptima morada, es muy pocas veces, o
casi nunca, las que ha menester hacer esta diligencia, por la razón que en ella diré, si se me
acordare; mas es muy continuo no se apartar de andar con Cristo nuestro Señor por una manera
admirable, adonde divino y humano junto es siempre su compañía. (6M 7)
Menester hacer esta…
--
El efecto
Parece que purifica el alma en gran manera y quita la fuerza casi del todo a esta nuestra
sensualidad. Es una llama grande, que parece abrasa y aniquila todos los deseos de la
vida (V 38, 18)
--
Es ilegítima cualquier experiencia que no pase por la humanidad del Señor
La presencia de Jesús en ella desató una fuerza liberadora en su vida
Por ejemplo, de los sentidos.
El contacto con Jesucristo en su humanidad la encauzó, potenció y ordenó la
desbordante riqueza de su vida afectiva.
Teresa tiene una tendencia a afeccionarse. Reconoce una cierta fragilidad afectiva.
Apegarse a las personas, tomarles cariño.
¿Quién es Cristo? Títulos para pensar a Cristo desde Teresa
Amigo verdadero.
Porque siempre acompaña, sobre todo en el sufrir.
Capitán
Porque va dirigiendo la vida, fue el primer en padecer y sufrir.
--
El camino de la perfección es vivir como la Magdalena, a los pies de Jesús. Ella admira a la
Magdalena porque “da todo y con todo”. Un Carmelo debe ser un lugar en el que el Señor pueda
holgarse. Pablo hablaba siempre de Jesús porque lo tenía bien en el corazón.
Pablo y la Magdalena son importantes para ella, porque ellos son la prueba de la transformación
que Dios puede obrar.
Para ella, la verdadera humildad es andar en verdad.
07 de noviembre
Col 2, 2 – 3: está de trasfondo del pensamiento de san Juan de la Cruz. De este texto es
importante “para que sus corazones reciban… misterio de Dios”. Plena inteligencia:
comprender plenamente. Conocimiento en sentido bíblico. Se trata de comprender más a Cristo.
La relacionalidad con Dios es clave para entender la cristología de san Juan de la Cruz.
La encarnación es la presencia más plena de Dios entre los hombres, por ella entendemos a la
gracia.
En la humanidad crucificada del Verbo entendemos la mirada más alta de Dios. El deseo del
hombre es alcanzar a Dios. Proyecto: vivir según la imagen del Verbo (Hb 1, 1 – 3).
Consecuencia: buscar al amado. Si el alma quiere alcanzar la sabiduría del Verbo encarnado
surgen, entonces, la apasionada búsqueda del Verbo. El alma cristiana apasionadamente debe
buscar el Verbo. Buscando al amado descubre la belleza, grandeza y plenitud del Verbo y con
ello la belleza, grandeza y plenitud del arma.
Mística esponsal: el alma quiere unirse con el Amado. “Descúbreme tu presencia y máteme tu
vista y hermosura”.
Deseo de verte el alma envuelta en una presencia afectiva del Verbo. El alma no quiere otra
cosa, sino “ser en el Amado”, “vivir unido al amado”. En el Cántico 12, 7: la relación con Cristo
lleva a una unión con él en el amor.
Se podría decir que Juan de la Cruz pensaba que: si la cristología es verdadera desemboca en
mística. Porque el alma busca al amado tendiendo al matrimonio espiritual. Esta es la
transformación del alma enamorada de Dios, esta transformación se dará en la otra vida
plenamente, aquí se avanza en esta unión.
Si el alma se une a Cristo necesariamente hay transformación, este es un proceso largo. Libro 39
del Cántico: no se sabe cómo será esa unión porque es Cristo quien nos la merece.
La unión del alma con Jesucristo es análoga a la unión del Padre con el Hijo, solo que esta es
esencial, en cambio, el hombre con Cristo es una unión en el amor.
La cristología de Juan de la Cruz es una síntesis entre su experiencia mística y el Evangelio de
Juan. Para toda unión de amor se precisa la cruz y en Juan esta es la nada, “doctor de la nada”.
Abrir a la acción de Dios negándose. “Si quieres hallarlo todo no busques nada”. Para esto hay
que vivir una experiencia, tanto en la Subida como en la Noche y en Cántico y llama aparece la
experiencia e importancia de la noche que puede ser: 1º noche activa (es todo lo que el hombre
voluntariamente procura para ahondar en la búsqueda de Dios, para hallar a Dios hay que des –
afeccionarme de todo lo que me impide hallar a Dios, “vaciarse de todo lo que no es Dios para
hallar a Dios”, *Teresa a esto lo llama des – asimiento e Ignacio lo llamará indiferencia, quitar
el afecto por las cosas).
*indiferencia: libertad, desasimiento: desatate, desafección: quitar en sentido afectivo.
2º noche pasiva: Dios obra en la vida poniendo situaciones que lleva a esa desafección.
En este proceso de noche también se puede decir que hay:
- Noche del sentido: va en la línea de privarme de cosas sensitivas. La sensualidad. Esta
puede ser activa o pasiva.
- Noche del espíritu: purificar el espíritu.
Así hay que negar primero el sentido y luego el espíritu. De esta forma se imita al Verbo
Encarnado en el anonadamiento. En todo momento hay información del intelecto para que suja
el momento reflexivo y se dé paso al amor.
En los escritos de Juan de la Cruz se transmiten experiencias, no hay teología espiritual
académica, sino que reflexiona a la luz de la experiencia. En el Cántico deja claro que su oficio
es amar. El alma tiene ejercicio de amor, por eso, el alma mira a su esposo (oración) y se
ejercita en la oración.
Lo importante en la experiencia mística es la transformación según las actitudes de Jesús. Lo
importante es el fruto de la vida cristiana: la caridad. El cristianismo no es un camino de poder,
sino de cruz, de negación. Toda la experiencia cristiana tiene que ver con Cristo y para Cristo.
El valor de la cristología mística es la cruz.
Cristo como Verbo humanado: en esta expresión se pone de relieve el misterio de la
Encarnación por el cual el hombre se hace hombre.
Otra forma de hablar de Cristo es la Palabra. También lo llama “El toque delicado de la mano
del Padre”. Interesante es que en una sociedad en la que el tacto estaba, en cierto modo,
prohibido, llama a Jesús como “toque”.
En el Cántico 1, 1 – 3: habla del alma enamorada que quiere unirse al Verbo mediante la visión
clara y esencial.
Quiere la manifestación de la divina esencia, el hombre se encamina ..
Convicción: el alma que camina hacia Dios conoce a Jesucristo. Al Verbo se le debe buscar
también en la creación, poema “Oh, bosques y selvas” es una invitación a hallar en la creación
el reflejo del verbo, la naturaleza muestra las mil gracias. Su alma de poeta deja ver a Dios en la
creaciñon visible y a traés de ella se ve la eterna belleza del Creador. La creación es un espejo
en elque se reverbera la presencia del Amado.
Así Juan intenta ver más allá de lo exteriormente visible para hallar al Verbo. Cuando el Verbo
se hizo hombre elevo a todo lo creado a la belleza de Dios.
La encarnación del Verbo y la resurrección embellecieron a todas las criaturas y le dieron
dignidad. La naturaleza tiene un sentido cristológico. Esta es la fuente cristalina en la que se
refleja el rostro del amado.
Muerte mística: el alma quiere morir para gozar del eterno, es morir a todo lo sensible que
obstaciliza el encuentro con Dios. Al padecer esta muerte se cura el sufrimiento de amor porque
el alma ya está inmersa de Dios.
A Cristo le llama “rostro del Amado” “figura del Amado”, “Belleza”, “Mirada, “mirar Dios es
mirar Dios”. Son términos que reflejan la belleza personal que experimenta quien descrubre a
Cristo a través de la creación. Para Juan no es necesario la experiencia mística, sino buscar el
camino ordinario en la creación. En Cristo, Diosnos ha dado todo, buscar cosas extraordinarias
es curiosidad mal sana o poco fe.
La cristología de Juan es antropológica. En Cristo se manifiesta de modo mejor el hombre.
Vivivnedo la vocación, el hombre conocerá los sublimes misterios del Verbo.
La unión mística, sin embargo, es posible, nos perimite un encuentro místico con Cristo. En
Cristo crucificado se ha cumplido la obra más maravillosa de Dios, cuando el alma es humillada
alcanza el máximo espiritual, el sufrimiento experimentado por el Amado (renunciar, negarse)
resplandece el rostro de Cristo del alma y se encuentra el rostro divino del Padre.
Gal2, 20: yano soy quien vive, sino Cristo quien vive en mi.
Solo así se afronta la humillación cotidiana, siempre por Cristo.
A través de la cruz, se dibuja la figura del Amado en el alma. Sin cruz no hay encuentro con
Cristo, a través de esta unión el Amado vive en el amante y el amante en el Amado, esto se
cumple plenamente en el cielo, en donde se llevará a cabo la transformación total que en la
tierra se inicia.
El hombre en el que Cristo vive experimente la presencia del Verbo y se dará cuenta de esta
presencia en la transformación que se obra. Una transformación que se verifica en el modo de
obrar y en las actitudes profundas. Al transformarse se da una experiencia feliz, porque Cristo
quiere estar en el alma dibujado (Cantar de los Cantares 8, 6)
Así los toques divinos evocan la actuación de la gracia en el alma humana, unas veces es el
recuerdo de Dios otras veces Dios actúa sin que haya percepción, esto sucede cuando el esp´ritu
está quieto y empieza a sentir gozar.
El toque de Dios puede ser una experiencia sensible, visible, pero también puede ser un
refrigerio (en una pausa). Este toque es la liberalidad de Dios, el alma se aleja de todo y no
quiere otra cosa que amar a Dios, esto supone que el alma se disponga, que se prepare. Las
comunicaciones de Dios son delicadas y solo privilegiados pueden conocerlas.
La fuente eterna en donde se adora el rostro divino es la Eucaristía. Es el Pan Vivo en el que las
criaturas son saciadas aún de noche.
Cristo es para Juan de la Cruz el “rostro humano de Dios y el rostro divino del hombre”. Cristo
da plenitud al ser humano, el hombre es verdaeramente hombre cuando cumple su vocación
estructural: ser del Padre a través del Hijo por la fuerza del ES.
Así se entiende: vacirse de todo lo qe no es Diospara hallar a Dios, solo el alma desnuda puede
hallar a Dios. Cuando el alma está desnuda comienza a gustar la vida en cruz. Resultado de
todo: la caridad. Esta esla unión transformante en Dios.
*Amar Dios es mirar Dios
*la noche es la noche de la fe, la fe te mete en noche.
09 de noviembre
LA VERTIENTE FRANCESA DE ESPIRITUALIDAD
Se hace presente en el s. XVII
Hay una escuela francesa de espiritualidad que se llamó el Oratorio. Mucho tuvo que ver el
card. Pierre de Bérulle, quien fue un escritor ascético francés, él impulsó la escuela espiritual
francesa.
Tiene en su centro: la contemplación de Cristo Sacerdote. Esto es importante porque mirarlo
como Sacerdote ayuda a pensar en su divinidad y humanidad. Si se entiende a Cristo como
Sacerdote se está bastante centrado, equilibrado entre divinidad y humanidad. Por esto, su
carisma será la formación sacerdotal.
Acogió un poco esta escuela san Vicente de Paul.
Desde esta doble condición de Cristo, se va entendiendo un planteamiento cristológico en donde
sobresalen Vicente de Paul, Juan Eudes, Sulpicio
San Juan Eudes (1601 – 1680): secunda la propuesta berruliana de los oratorios y perfila la idea
del sacerdocio de Cristo. Sin embargo, también aborda el tema de la devoción al Sagrado
Corazón de Jesús. Esta devoción es una afirmación de la humanidad de Cristo como posibilidad
y medio de revelación. Esta devoción en esta santo toma una vertiente eucarística. Muchos
hablarán del Corazón Eucarístico de Jesús.
Todo se acrisolará en santa Margarita María de Alacoque (con ayuda de San Claudio de La
Colombière sj.): tiene sus revelaciones privadas que invitan a adentrarse en la humanidad de
Jesucristo simbolizado n el Corazón. Ver la humanidad de Cristo envuelto en el sufrimiento y la
pasión. Todo esto ayuda a acceder al misterio de la misericordia divina. En su Sagrado Corazón,
Jesús muestra su humanidad, pero al mismo tiempo permite acceder al misterio del amor
misericordioso del Padre.
*La impasibilidad griega tiene su correspondiente en la fidelidad al amor, es decir, su amor no
cambia.
*Dios ha diseñado para mí un proyecto de amor y da los medios y yo necio voy por otro
camino. No es el dolor de a quien le falta algo, sino de quien tiene mucho amor y sufre porque
yo sufro. Dios no es víctima por carencia, sino por sobreabundancia.
*El camino es perfección del amor.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús apunta a mirar el corazón que tanto te ha amado para
que puedas amar a tus hermanos.
El amor de Cristo en su humanidad se muestra de modo pleno en la cruz. Y descubriendo el
amor del Padre la vida cristiana será identificación con Cristo en el comprender y vivir los
padecimientos del Señor.
La cruz es el amor que se acrisola y que se prueba y que por amar surge la experiencia del dolor.
Ver: Poenitemini de san Pablo VI
La humanidad de Cristo como experiencia de profundo amor.
Junto al oratorio y la espiritualidad sacerdotal también tuvo espacio la presencia la liturgia.
LA CRISTOLOGÍA Y LOS REFORMADORES
Lutero tiene un planteamiento teológico que no se mete mucho con la cristología. Al parecer en
suformación, Lutero no conoce mucho a Tomás y su buena síntesis, Lutero no termina de
entender los temas cristológicos más comunes en su época.
Temas cenrales en la cistologia de la epoca
Porqué de l encarnación
El sentido de persona
Consecuencias de las dos naturalezas
El verdadero sentido de la unión hipostática
Esta temática a Lutero le resultaba desequilibrante, porque para él nosotros no tenemos los
elementos suficientes para plantear el “Crsto en sí”. Para él lo importante es la sola fides y
desde ella lo importante es reconocer a Cristo como salvador, para él lo importante es una
cristología bíblica.
14 de noviembre
No hubo rechazo abierto de la cristología católica. Lutero se revela al tratado de “Cristo en sí”.
Propone una cristología funcional en donde lo importante es el “Cristo para mí”. Este Cristo se
encuentra en los Evangelios. Por ello, para Lutero la cristología debe ser bíblica. Lo que importa
es la relación entre el creyente individual y Cristo.
Se debe hacer una distinción entre herejía y preferencia. Lutero no rechaza la verdad revelada,
no es hereje, pero sí muestra predilección por los temas bíblicos y muestra rechazo a la tradición
dogmática, la crítica está en que esta no ayuda a una relación personal de Cristo con el creyente.
El Cristo de los evangelios sí afecta la relación con el creyente.
Lutero sí valora y mucho la unidad personal de las dos naturalezas en Cristo. Esta unidad,
señala Lutero, es lo original en Cristo. Esta originalidad lo hace imparangonable. Para Lutero lo
que más se debe afirmar es la unidad de la persona. Entonces, tiene una tendencia a afirmar la
unidad y a soslayar la dualidad. Problema (contradicciones de Lutero): dice que la dualidad
diluye la divinidad, luego dice que lo determinante en Jesucristo es su divinidad, lo que más
tiene que importar es que es Dios, pero le gusta hablar del hombre Jesús.
La humanidad de Cristo tiene sentido solo porque es salvífica, solo la humanidad de Cristo está
unida a Dios. Y constituye una unidad con la divinidad, por tanto, no es un profeta. Lo
fundamental es la soteriología, que descubramos en Cristo a nuestro redentor.
La obra de reconciliación que el hombre tiene que experimentar en Cristo ha de entenderse
como redención del pecado, de la muerte y del poder del diablo. Reconciliación y redención son
elementos que ha de acentuar, en cuanto reconciliador Cristo se dirige a Dios y busca
acercarnos a Dios. Entonces hablar de reconciliación es hablar de la obra de Cristo que acerca al
hombre a Dios. Cristo actúa como redentor, en cuanto tal, Cristo actúa sobre el hombre.
La premisa de toda cristología es el hombre perdido. Dios está enojado con el hombre porque su
amor es herido por el pecado. Ante este Dios, lo único que cabe es un acto de amor y
obediencia, un acto radical que fuese capaz de rescatar al hombre. Este acto solo lo puede
efectuar Jesucristo. Así Él es el sin pecado que entra en nuestra condición humana, ha hecho
suyo nuestros pecados, nuestra muerte y nuestro infierno. La cruz era nuestra y él la asumió. En
la cruz, Dios descarga toda su ira en Jesús y así queda saciado. La reconciliación es todo lo que
Cristo ha hecho para calmar la ira de Dios.
Cuando decimos que Cristo nos redime, decimos que nosotros tenemos potencias malas y que
Cristo nos enseña a vencer en la lucha contra estas potencias. Cristo es un ser sin pecado y por
eso el pecado no puede hacer nada con él. El drama de la pasión se orienta a la resurrección. En
Cristo resucitado ya no hay muerte ni miseria. Jesucristo no es tocado por nuestros pecados y,
por eso, en Él se encuentra la vida. Él consigue para nosotros la vida, la bendición eterna y la
justicia.
Cristo nos salva por su acto de obediencia que no se detiene ante el dolor. Se debe destacar el
amor y no la sangre.
¿Cómo participa el cristiano en esa obra salvífica? la prioridad la tiene la Palabra: la palabra
predicada es la que nos acerca a Cristo, es la que se predica y se acoge por la fe. La Palabra y la
fe son el camino para acoger la salvación de Dios.
La unión con Cristo, Lutero las expresa con metáforas esponsables.
Entre Cristo y los creyentes se da una unión, una feliz permuta (intercambio), Cristo nos da una
justicia rara, extraña, propia y nosotros le damos nuestra fe. Él toma y destruye nuestros
pecados, Él es el don el regalo de Dios. Si acojo el don soy liberamos. No me hace justo, sino
que carga sobre sí mis pecados.
Jesucristo es ejemplo. El creyente debe seguir el ejemplo de Cristo, esto es vivir las obras de la
caridad para ser imagen de Dios.
El hombre salvado es aquel hombre que vive en una tensión, porque se sabe hombre condenado
a causa de sus pecados, pero redimido por la gracia de Cristo.
El hombre reconociendo su culpabilidad se hace consciente de la gravedad del propio pecado,
del pecado que le ha merecido condena y acepta la total justificación que Dios le dio.
No hay herejía formal, pero sí da afirmaciones casi heréticas.
CALVINO
Mantiene el dogma de la Iglesia antigua y se siente más ligado a la enseñanza de la Iglesia que a
Lutero.
En 1536, en su obra De predestinatione christiana (acerca de la institución de la religión
cristiana), Calvino mostrará las necesidades histórico –salvíficas; y al querer mostrarlas partirá
en la idea de predestinación. Dios es un Señor soberano, legislador imperioso. En ese sentido,
la voluntad de Dios es lo que determinará todo. Desde la eternidad Dios ha puesto un orden
moral. Desde la caída de Adán la humanidad se precipitó al desorden moral por el pecado
original, se dio, en consecuencia, entonces una separación radical con Dios. Era necesaria una
redención, se requería la presencia de un redentor, quien debía ser un mediador entre Dios y los
hombres, por eso debería ser verdadero Dios y verdadero hombre. Por eso es necesaria la unión
hipostática, para que haya un mediador.
La unión hipostática determina todo, porque nos habla de 2 naturalezas rigurosamente distintas;
la función del mediador entonces no debe poner en peligro la integridad de las dos naturalezas.
La trascendencia y la soberanía del Logos divino y la verdadera humanidad de Cristo son
necesarias para salvarnos. Por eso es importante 1 Tim 2, 5 “uno solo es mediador entre Dios y
los hombres”. texto fundamental cristológico para Calvino. Calvino señalará que esta
mediación de Cristo ha sido decretada, establecida antes de la creación del mundo. De esta
manera, cuando Dios decretó salvarnos, ese decreto incluyó la mediación de Cristo. Pero a este
decreto se debe añadir la obediencia voluntaria y activa de Cristo. No es solo el designio del
Padre, es necesaria la obediencia de Cristo. Es una obediencia voluntad, activa, Cristo se puso
en el puesto de Adán y obedeció a Dios como Adán no lo pudo hacer. Para Calvino es
importante notar la triple función de Cristo:
Profeta: Cristo predica la voluntad salvadora de Dios, que Dios quiere salvar a todos.
Sacerdote: Jesucristo mediante la muerte satisface al Padre, nos da el favor de Dios,
porque realiza la verdadera mediación entre Dios y el hombre, que es la satisfacción.
Rey: Él vive una realeza espiritual que significará que entramos en comunión en Cristo,
y por Cristo con Dios, nos hacemos participes del reino, renunciamos al mundo y
adquirimos nuevas energías de santificación. Gracias al reinado de Cristo es que puede
llegar la santidad real a la vida. A diferencia de Lutero, Calvino hablará de las buenas
obras para llegar a la santidad de vida.
El cristiano viviendo la caridad muestra que ha sido predestinado. La vivencia de la caridad
autentifica al cristiano como un predestinado. Así el cristiano debe vivir sin poses exteriores y
buscar la identificación con Cristo.
Para Calvino lo fundamental será el decreto de predestinación que Dios realiza. Por tanto, un
error es quedarse en Cristo, para Calvino quedarse en la figura de Cristo es un error bastante
común. De esta manera, lo importante es siempre llegar al Padre y encontrar la voluntad del
Padre que es el decreto sobre los elegidos.
La actividad de Cristo no se puede separar sin la voluntad salvífica universal de Dios. Muchas
veces se ha presentado la obra salvadora de Cristo independientemente de la obra de Dios.
En este contexto se hacen presentes tres tradiciones: 1º la católica, 2º la luterana y 3º la
calvinista (predestinación universal)
EL PENSAMIENTO BURGUÉS
El pensamiento burgués aparecerá como un serio desafío para la cristología. ¿Cómo conciliar la
fe y las diferencias situaciones cambiantes de la historia? En la edad moderna, el problema de la
cristología es que se quedó anclada en las reflexiones del medioevo, no iluminó la situación del
momento.
Surge un interés: ¿cómo experimentar personalmente que Cristo es el salvador?
A finales del s. XVI va a ser más rápido el paso del cosmocentrismo al antropocentrismo. Un
camino para experimentar a Cristo como salvador fue el pietismo, la devoción al Sagrado
Corazón (en el ámbito católico), se mantenían los modelos antiguos, pero no se entendí por qué
mantenerlos. La cristología clásica se hizo irrelevante.
A finales del s. XVII la burguesía hizo surgir una clase social culta, avalada por un desarrollo
económico; en esta clave se cuestiona lo religioso. Surgen teorías que ponen de relieve la razón
autónoma, la importancia de las ciencias empírica (empirismo), a nivel práctico surgió la
industria, A nivel práctico, la industria renueva las situaciones financieras. Surge la economía
capitalista. Entonces, se sigue planteando la pregunta ¿Tiene sentido Cristo? ¿Cómo entra
Jesucristo en esa sociedad? ¿Cuál es su rol? ¿cuál es el lugar para Dios? Con el nuevo
paradigma, Dios no tiene cabida. Ahora la Palabra de Dios no es fuente, sino que se busca la
razón como fuente. Aquí se ve la “diosa razón”.
En esta mentalidad, es absurdo creer en una acción creadora por parte de Dios como también en
una acción judicial al final de los tiempos como también es absurdo creer que el Hijo de Dios se
hizo hombre.
La revelación no es necesario, Jesús es un maestro que enseña un modo de vida, pero todo esto
se podría aprender por uno mismo potenciando la razón.
En el fondo con los filósofos (Kant, Descartes, etc.) se da un vaciamiento de Cristo, se presenta
como algo que podría ser importante (como norma moral, para juzgar al hermano), pero que no
salva.
16 de noviembre
Kant: Jesús es un filántropo. La salvación es la presentación de principios morales. Jesús es un
ideal de perfección moral solamente. Fines del s. XVII: figura moral de Jesús.
Ante los ataques, comienza una corriente apologética.
Descartes: ofrece razones a los creyentes, entonces se centra en la razón, naturaleza y soberanía
del hombre. Importante: la certeza del conocimiento. Importa la evidencia de las razones para
ver si vale la pena descubrir a Cristo.
Pascal: llama a Descartes inútil e incierto. El hombre necesita perdón y esperanza ante el
pecado. Quiere dar un paso del Dios de los filósofos al Jesús de los filósofos. Resultado:
relación con Cristo intelectual, seguimiento moral y un entusiasmo utópico con el Señor. Lo
importante no es elogiar a Cristo sino tenerle fe.
Spinoza: Cristo filósofo supremo. Es un primero entre iguales. Resurrección y encarnación no
son admitidas. Jesús es un profeta y, como tal, es Hijo de Dios. La Iglesia ha creado dogmas
para llevar adelante su intolerancia, seculariza la figura de Cristo. Él es la matriz de
pensamiento a la que acuden Feuerbach y Marx.
Leibniz: Jesucristo es perfección y felicidad. Esta consideración es simplemente humana.
Jesucristo va siendo para muchos de estos filósofos un constructo mental.
Kant: respeta la concepción de un Dios racionalista, la cual no ataca, pero no salva.
Lessing y Rousseau: Rousseau: yo digo que Cristo es Dios y lo es, no porque sea
substancialmente Dios, sino porque yo lo digo.
Idealismo: cambio de la philosophia Christi (lo que Cristo pensaba) a philosophia Christo
(pensar acerca de Cristo). Ya no es aprender de Cristo, sino pensarlo a Él. Se emplearán textos
bíblicos Jn 1, 1 – 9; Flp 2, 6 – 11; Ef 1, 3 – 10; Col 1, 13 – 20
Hegel: su sistema se hace en perspectiva cristológica. Propuesta: pensar el absoluto y la historia.
Se integran cristología y kénosis de Dios. Lo importante es la crucifixión de Jesús y la
Encarnación del Verbo. Aprender a oír la palabra de la cruz. Encarnación y Cruz son
importantes, pero no solo para nosotros, sino para Dios. Identifica a Cristo con el Absoluto, pero
no es exacta. El absoluto es la expresión de una necesidad metafísica del hombre y así niego la
libertad de la revelación.
Kierkegaard: El absoluto de Cristo se presentará como paradoja. Lo importante es hacerse
contemporáneo con Cristo. ¿Cómo? A través de la ejercitación de Cristo, seguir la cruz. El
creyente vive del testimonio, vive de la autopsía (ver por uno mismo), lo que se cuenta se hace
propio y se experimenta. Cuando se usa la fe, se hace contemporáneo a Cristo. Propone una
cristología patética.
Esto da pie en la escuela de Tubinga y de Glesse a las cristologías kenóticas, es decir, ver a
Cristo desde el Verbo encarnado, el Verbo que se humilla. También en Rusia, representantes de
Tomasius, Weston y Bulgakov. Extremar la kénosis pierde la noción de divinidad.
21 de noviembre
Cristología kenótica (pone punto especial en la kénosis)
¿Es posible una cristología así? Sí, Pablo en Flp da una mirada de este tipo. El problema es que
se extrema indebidamente la kénosis del Verbo, de tal manera que la despojan de su ser divino.
El Verbo renuncia a sus propios atributos, inclusive pierde la consciencia de su divinidad y la va
recobrando paulatinamente.
Hacen una distinción:
- Inmutabilidad metafísica: el Verbo es Dios y no puede cambiar.
- Mutabilidad: afecta al ser personal.
El Verbo por ser divino tiene inmutabilidad, pero la divinidad es Dios y este es la Trinidad, en
cambio como ser personal, Encarnado, sí hay mutabilidad.
El Verbo sale de la vida intratriniaria y entra en la historia para compartirla con el hombre.
Schleiermacher: contemporáneo de Hegel, presentará una cristología en clave de conciencia.
Intentará mostrar la divinidad de Jesucristo a partir de su humanidad. Cristo es el hombre en
quien la cercanía y el sentimiento de dependencia respecto de Dios crean absolutos. En Cristo se
juntan autoconciencia y conciencia de Dios y en eso consiste su divinidad y su diferencia
respecto de los demás hombres. Cristo es igual a todos los hombres, porque el pecado no
pertenece a la naturaleza humana, el pecado es trastorno, por tanto, Jesucristo tiene la misma
naturaleza de los demás hombres, pero a la vez es distinto de todos porque en Él existe la
potencia de la divinidad. La consciencia de ser Dios le hace distinto de todos los hombres (ya no
se habla de naturaleza divina). La Encarnación, por tanto, para Schleiermacher, es la
consumación de la creación, y la Redención la consecuencia más clara de la Alianza.
Cristología de los historiadores:
A partir de la primera mitad del s. XIX, sobre todo por las obras de Strauss hay un cambio
notable en la cristología. Se comienza a hablar de una cristología mítica y la exigencia
desmitologizar. Renan respondió con una aparente reconstrucción histórica, pero al final llega
con fantasía todo lo que no hay de historia. Strauss piensa que el pensamiento más cristiano es
el de Hegel.
Feuerbach y Marx dirán que en Hegel la teología se redujo a antropología.
Jesús, según Strauss, no es más que el portados de una verdad eterna del hombre, la expresión
empírica de una idea innata en la razón humana universal. En otras palabras, todo lo que el
hombre quiere ser, Cristo lo realiza.
La idea innata que todos tenemos del hombre es una deihumanidad (todos quisiéramos ser
Dios), el cristianismo refleja esto en Jesús. Feuerbach escribe La esencia del cristianismo
secularizando la persona de Cristo y la esencia de cristianismo.
En 1905, Harnack escribe su Historia del cristianismo, en su obra el centro sería el Padre, Jesús
un realizador del reino en el mundo, pero no se puede hablar de divinidad de Jesús y menos su
relación con Dios. Hay, para él, un hiato absoluto entre el Jesús predicador y el Jesús del
dogma.
En 1902, Loisy escribe El evangelio y la Iglesia rechazando toda idea de Cristo pensando como
Dios y da lugar al modernismo.
Ante el modernismo reacciona el magisterio, primero con el decreto Lamentabili (antes el
prefecto del Santo oficio era el Papa, entonces sí es magisterio) de 1907 que responde al
modernismo. Luego san Pío X promulgará la encíclica Pascendi. Esta condenará las
afirmaciones referidas a la Revelación (para los autores esta es la autoexpresión de las verdades
humanas), pero también condenan las afirmaciones referidas a Jesús al decir que no tuvo
consciencia mesiánica ni filial (ni mesías ni Hijo de Dios). Estos autores niegan también la
afirmación de la satisfacción vicaria universal de Cristo. El magisterio responde ante esta
corriente secularizadora.
Ya en 1874 había una respuesta del papa Pío IX a Gunther. En 1887 se escribió sobre algunos
errores de Antonio Rosmini. En 1919, se pronuncia sobre la ciencia de Cristo (cómo conoce
Cristo). En 1925, Pío XI con Quas primas trata sobre la realeza de Cristo. En 1931, con ocasión
de los 1500 años de Éfeso En 1931 Pio XI “lux veritatis”. En 1943, Pío XI escribe Mistif
Corporis. En 1951 por los 1500 años de Calcedonia Pío XII escribe Sempternus rex (señala la
actualidad y vigencia de Calcedonia). En 1956, Pío XII escribe Hauritis aques fundamenta la
devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Estos documentos son expresión oficial de la cristología católica en esa primera mitad del s. XX
En 1906, termina la primera etapa del Jesús histórico con la obra de Eszvwr que en 1911 se
reedita. Este autor firma el acta de defunción de la cristología liberal – protestante.
5 cosas de sz
1. La historia real
2. Presupuestos metafísicos de su existencia como Verbo Encarnado.
3. La significación moral de su ejemplo,
4. La repercusión política de su movimiento: su vida son repercusión para la vida social.
5. La permanente fuerza religiosa escatológica de su vida y doctrina como de su muerte y
resurrección
El cristianismo se funda sobre los hechos relatados (evangelios escritos), sobre la interpretación
de su persona (tradición del testimonio apostólico) y sobre la fe vivida de los creyentes (Iglesia
actual).
EL SER DE JESUCRISTO, VERBO ENCARNADO
Se trata de pensar qué cosa es que Jesucristo sea el hijo de Dios, se trata de encontrar en Jesús
como plenitud de la vida religiosa.
1. La Encarnación como evento (misterio) trinitario
Las acciones ad extra con comunes, pero se las apropia a una de las personas porque
corresponde más a las características de una persona.
Toda acción es común menos la encarnación, porque es propia del Hijo.
¿Cómo entender que toda obra ad extra es común, pero a la vez entender que la encarnación es
propia del Hijo?
La encarnación es también una obra de la Trinidad y del Hijo
En cuanto la encarnación es revelación Dios se revela siempre como Trinidad, pero el Verbo es
la plenitud de la Revelación porque es la imagen del Padre, por este motivo, nos permite llegar a
la plenitud de la Revelación.
Por otra parte, al pensar en la encarnación se debe entender que toda la historia de la salvación
es obra de la trinidad. El CVII ha buscado centrar laperspectiva histórica – salvífica.
Si la Trinidad es la que salva, entonces no puede estar ausente en el misterio de la Ernación. La
cristologí debe despercudirse de la hipertrofia de la afimación es propia del Verbo. Esto
significa que la única persona divina que asume la condición humana es el Verbo. Pero para que
el misterio se dé han participado las otras personas divinas, por eso, sepuede decir que es un
“evenro trinitario”.