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Asambleas de Dios de Venezuela

Ministerio de Educacion Cristiana


Instituto Bíblico – Valencia

Pensamiento Juanino

7 “yo soy” de Jesús

Alumno: Giovanny Aguiar


C.I.: V-11350345
IV Nivel Nocturno
INTROUCCIÓN

El evangelio de Juan es un evangelio dierente que fue más alla de una


narrativa de los hechos de la vida de nuestro Señor Jesucristo y sus
discípulos, puesto que existían dudas en aquel tiempo y querían
levantarse falsas doctrinas en contra de la persona de Cristo, Juan toma
como objetivo principal en su libro demostrar la deidad de Jesús.
Comenzando con un prólogo magistral que revela la preexistencia del
Señor “ En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era
Dios. 2. Este era en el principio. 3. Todas las cosas poe él fueron hechas,
y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4.En él estaba la vida, y
la vida era la luz de los hombres. Juan 1:1-4”
Juan nos trae una serie de hechos irrefutables que demuestran que
Jesús es Dios hecho hombre, esa luz que habitó entre los hombres para
revelar el amor del Padre. En las siguientes páginas haremos un recorrido
por cada una de las señales que nos trae este libro, las cuales no dejan
lugar a dudas de que Jesús era realmente era quien decia ser y cual era
su misión al venir al mundo: traer sanidad, liberación, salvación y vida
eterna a la humanidad.
Encontramos también palabras que se repiten continuamente como
vida,creer, señales y otras como “El Verbo” que define al logos, que es el
Dios todo poderoso activo en la creación. Este evangelio a diferencia de
los evangelios sinopticos teología pura que afrma la deidad de nuestro
Señor Jesucristo presente en los 7 “YO SOY”, este y otros elementos que
veremos a continuación describen claramente lo que conocemos como el
pensamiento Juanino.
 Autor
El libro de Juan es conocido como el evangelio teologico, a lo largo de su
contenido el autor va desarrollando su pensamiento basado en la verdad
absoluta de que Jesucristo es Dios. Juan, el autor de este evangelio, era
hijo de Zebedeo y uno de los doce, pertenecio al grupo mas intimo de
discipulos de Cristo, cercania que le permitio presenciar escenas tales
como la transfiguracion y la agonia en Getsemaní. Fue llamado tambien el
discipulo amado (20:21); fue a Juan a quien nuestro Señor desde la cruz
le encomendo el cuidado de su madre. Juan fue una de las principales
columnas de la iglesia y tambien es el autor de las epístolas que llevan su
nombre y del Apocalipsis.
La fecha en que fue escrito esta ubicada entre el año 80 y el 95 d. C.,
aunque algunos eruditos sostienen que pudo haberlo escrito entre el año
50 y el 70 d. C. Juan se hallaba probablemente en Éfeso, ciudad situada
en la actual Turquía. En cuanto a los destinatarios de este libro se dice
que fue dirigido a los seguidores de Jesús que no eran judíos,
específicamente a aquellos que tenían dificultades con la filosofía griega
que enseñaba que la salvación se obtiene a través de un conocimiento
especial y que Jesús era divino, pero no auténticamente humano. Juan
insiste en que la salvación se recibe por la fe en el Hijo de Dios,
Jesucristo, que se hizo carne.
 Propósito
El propósito de Juan al escribir este evangelio esta descrito en el
versículo 31 del capítulo 20 donde se declara: “Pero estas se han escrito
para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo, tengáis vida en su nombre”, en primer lugar demostrar la
deidad de Jesús, y luego que por la fe en Él tenemos salvacion y vida
eterna. Juan presenta a Cristo como el Hijo de Dios (1:34-49), a quien
Dios envió (3:2/16-18; 6:46) y quien siempre transmitió el mensae que
Dios le dió (3:34;7:16-17).
Despúes de la contundente declaracion de Tomás en el versículo 28
del capitulo 20 : ¡Señor mio, y Dios mío!, Juan expresa la razón principal
de su libro, dando a entender que el sabía mucho más de lo que escribió,
pero ciertamente escribió lo que era necesario para que creyeran que
Jesús era efectivamente quien dijo ser “ el Hijo de Dios”.
Palabras clave
En el versícuo 20:31 resaltan tres palabras claves que son: señales,
creer, y vida. Estas tres son ejes del pensamiento que sustentan el
proposito del autor.
 Señales
Es la traducción al español de la palabra griega semeia, el plural de
semeion, que es la palabra juanina caracteristica usada para milagro.
Semeion generalmente significa que la hazaña sugiere la existencia de
algun poder o significado detrás de ella, a la par del cual es de
importancia secuandaria. Aunque el uso de este termino aplicado a un
milagro no se limita a San Juan, es la única palabra aplicada a milagro en
dicho evangelio. O sea que Juan no presentó los milagros meramente
como hazañas sobrenaturaes ni como manifestaciones de poder
sobrenatural, ni aún como excepciones a la corriente habitual de sucesos,
sino definitivamente como tetigos materialesde la subyacente verdad
espiritual
La enseñanza sujeta a cada milagro esta diseñada para hacer
sobresalir su significado espiritual, y , contrariamente, el milagro es la
demostracion concreta del poder tratado en la hazaña. Los sucesos
centrales de la historia del libro de Juan son apenas una selección hecha
por el autor de una cantidad más amplia. La manera casual en que afirmó
que: “hizo además Jesús muchas otras señales”, nos hace pensar que no
le era dificil encontrar suficientes de ellas como para presentar una
prueba convincente. Ademas tuo el cuidado de decir que fueron
ejecutadas “en presencia de los díscipulos”, estos aconecimientos fueron
debidamente atestiguados por los que presenciaron su ejecución.
Cada una de estas señales reveló alguna caracteristica específica del
poder y la persona de Jesús. Se describe a continuación:
1. Convierte el agua en vino 2:1-11: este fue el primer milagro del
ministerio de Jesús, se presenta como amo de la naturaleza, llevando a
cabo instanteamente el proceso de cambio que se produce en la vida
duyrante varis meses.
2. Sana al hijo de un noble, 4:46-54: al sanar al muchacho que se etaba a
mas de 20 millas de distancia, Jesús demostró que su poder no tiene
limites de distancia o espacio.
3. Sana al hombre paralítico 5: 1-9: entre más tiempo tiene una
enfermedad de afligir a un hombre, más díficil es de curar. Al curar
instantaneamente una aflicción de treinta y ocho años de duración, Jesús
demostró que su poder sanador esta muy por encima de la enfermedad
sin importar el tiempo.
4. Alimenta a los cinco mil, 6:1-14: al multiplicar los cinco panes y los dos
pececillos del almuerzo de un muchacho, convirtiendolos en comida
suficiente para alimentar a cinco mil hombres, además de las mujeres y
los niños, Jesús demostró que él nuestro proveedor, y que su poder es
multiplicador.
5. Camina sobre el agua 6: 16-21: este milagro señalo su dominio sobre la
ley natural.
6. Sana al hombre ciego de nacimiento, 9: 1-12: el punto principal de este
milagro no es tanto el hecho de que Jesús sanó un caso díficil, sino que lo
hizo en respuesta a la pregunta de por qué este hombre debió sufrir tanta
aflicción. De esta manera Cristo demostró el gran amor y misericordia por
un alma sufriente.
7. Resucita a Lazaro 11: 1-46: este milagro indicó que Jesús es
irrefutablemente el amo de la muerte.

Estos siete milagros son señales supremas porque conducen a los


aspectos del ministerio de Jesús en los cuales mostró su poder
transcendente sobre los factores de la vida con los que el hombre es
incapaz de enfretarse. La superioridad de Cristo sobre estos factores, tal
como se revela en estos sucesos llamados señales, era prueba infalible
de su divinidad y una clave para comprender lo que el escritor deseaba
decir de Él.

 Creer
El libro entero intenta hacer girar al lector en dirección de la aceptación,
incorporada en la palabra creer. La palabra griega subyacente, pisteuo, se
usa nada menos que novena y ocho veces en el evangelio y se traduce
como creer. Juan buscó dirigir a sus lectores a una fe asentada en las
señales, que eran hechos historicos y comprobables de la realidad
espiritual detrás de ellas.

 Vida
El tercer elemento en la estructura de esta clave es la segunda frase
subordinada que completa la definición del propósito “ y para que
creyendo tengáis vida en su nombre”. El creer, en sí, no es suficiente para
llenar el propósito; el creer esel medio para llegar a un fin más grandioso.
Este fin esta expresado en la palabra vida. La vida, zoe, en San Juan
quiere decir más que vitalidad animal o el curso de la existencia humana.
Jesús la definió cuidadosamente en 17:3 “y esta es la vida eterna: que te
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesuscristo a quien haz
enviado
La vida definida así, posee arios elementos. Implica conciencia;
porque no hay conocimiento sin existencia consciente. Ademas significa
contacto, pues no se sujetan aquellas cosas con las que no se tiene
contacto directo o indirecto. También requiere continuidad o duración,
porlo que el conocer a Dios supone la coexistencia con Él. Y , finalmente
incluye desarrollo, debido a que el conocimiento de Dios debe ser algo
creciente, no estático. La vida eterna y el destino leno del hombre son el
objetio de las enseñanzas de este evangelio.
 El Verbo
El pensamiento del autor tambien se define claramente desde el inicio
del libro, presentando una de la doctrinas fundamentales de nuestra fe:
Cristo en su deidad. Juan, con sólo un puñado de versículos,
especialmente el 1:1, afirmó con autoridad que:
1. El Verbo estuvo en el Principio. Es la acción del Dios todopoderoso de
Génesis quien ordena en varias ocasiones “sea” (‫ְיִ֣ה י‬:yehí). El Logos es
palabra en acción, es creación en movimiento.

2. El Verbo estaba en armonía con el Creador. Hay relación entre ambos,


es decir, se comunican, están juntos, se conocen. Del griego la
prepocisión πρὸς “pros” se traduce “con”, pero en matiz se pierde un
poco pues también indica movimiento “hacia” o estar “cara a cara”.

3. El Verbo es preexistente. Antes que las líneas de Juan se plasmaran


con tinta ya el Verbo existía desde cualquier tipo de origen. No surge
con el inicio de algo, está ya cuando algo se origina.

4. El Verbo, además, no es:


4.1. “algo”: No es un objeto, ni es panteismo, el logos es alguien, es una
persona.
4.2. “un dios”. No es algún tipo de dios menor o alguna especie de
apéndice del Padre.
4.3. “uno que contenía alguna especie de divinidad”. No es un ser
elevado, que recibió o poseía un poco del dios originador.
5. El Verbo es Dios. Esta era la parte polémica y difícil de entender para
algunos, puesto que bien se sabe que los judíos tenían fuertemente
afincado el monoteísmo, afirmación verdadera apoyada por el mismo
Señor en Dt. 6:4; Is. 44:6. Escuchar a alguien tan amado como Juan
declarar que este Verbo es Dios dejaba con gran impacto a sus oyentes,
especialmente a los judíos. El Hijo es Dios como el Padre. La
contundencia del texto resalta pues no hay preparativos, se señala la
doctrina que habrá de normar el pensamiento cristiano desde entonces.
Se puede ver que la intención de Juan es dejar todo claro para evitar
confusiones futuras, herejías que menoscaben la doctrina de la iglesia en
cualquier escenario venidero, cercano o lejano, en cualquier campo de
batalla. La revelación, gracias a Juan, estaba alcanzaría niveles muy
profundos.

Por si quedaba alguna duda posterior, la teología del logos nos muestra
que este logos es alguien, tiene nombre y era nacido de mujer: Y aquel
Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Es decir, ese
verbo tiene humanidad, es ser humano también. El dualismo no podía
sostenerse gracias a estas afirmaciones, pues el cuerpo material de una
persona que esta doctrina consideraba como malo era también parte de la
naturaleza del logos. Además, al escribir Juan que este logos “habitó
entre nosotros” también afirmaba que era el prometido Emanuel (Dios con
Nosotros) ya que Dios en realidad estuvó y está en medio de su Pueblo
palpable y físicamente. Por su esto fuera poco, Juan afirma que él mismo
apóstol fue testigo de ello (“vimos su gloria”).

Este pasaje inicial hace alusion sobre lo que ocurrió en el principio de


Génesis donde se puede ver el divino accionar de la Trinidad, cuando el
Padre empezó la obra, el Espíritu Santo presente al moverse sobre la faz
de las aguas, y la acción del logos era la actividad misma dando forma a
todo el universo en un frenesí creativo sólo posible por un agente divino
todopoderoso. Esa acción creativa primigenia ahora estaba afirmada
claramente en el evangelio de Juan haciendo, quizá, la conexión teológica
más complicada de todas, pues enseñaba una doctrina tan profunda que
hasta hoy la mente humana es incapaz de comprender en toda su
cabalidad.

Ese logos, es Dios, pero tiene humanidad y su gloria hipóstática, la


unión de esas dos naturalezas (divina y humana) estuvieron al alcance de
los ojos. Jesús es el Verbo de Dios, el logos preexistente, es Dios.
Jesucristo se comunica con su Padre en una igualdad incomprensible
pero real, no hay principio sin el logos, no hay creación sin su accionar :
“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho” (Juan 1:13). Nada de la creación habría sin el logos,
nada.
 El testimonio de Juan el Bautista

Para demostrar la deidad de Jesús, Juan presenta el testimonio de Juan


el Bautista el cual podría estar enfocado desde dos perspectivas. Una de
ellas es la negación con respecto a las interrogantes de los sacerdotes y
levitas:
¿quién eres?, ¿qué dices de ti mismo?, ¿por qué , pues, bautizas?
En respuesta a la primera de estas pregutas, Juan aclaró su posición
con referencia a los conceptos mesiánicos y teológicos del judaísmo con
tres afirmaciones negativas:
 Negó ser el Cristo
Su advenimiento se esperaba en cualquier momento y cualquier
personalidad fuea de lo común que apareciera dentro de la nación,
tenía la posibilidad de ser considerado como un Mesías en
potencia.
 Negó ser Elías
Era na creencia común de los judíos, el hecho de que Elías
predecería la llegada del Mesías. De tal forma que si Juan no fuera
el Mesías, podría ser su precursor.
 Negó ser el profeta
Seguramente la pregunta ¿eres tu el profeta?” era un referencia a
a promesa Deuteronomio 18:15. La cita iplicaba que los judíos
hacían una distinción entre el profeta anónimo y el Mesías.
Más cuando le preguntaron ¿qué dices de ti mismo?, en resuesta
se identificó con el recursos mencionado en Isaías 40, quien era
enviado para preparar la senda de Jehová.

La tercera pregunta de los dirigentes judíos comprobó su


confusión con respecto a las respuesta de Juan. ¿por qué se
arrogaba el derecho de bautizar?, en respuesta a esta interrogante
Juan dijó que el bautismo no era un fin en sí mismo, ni final en su
efecto. Pemanecía para que aquel que venía detrás de él lo hiciera
eficaz por medio de la gracia del Espíritu Santo.

A continuación del testimonio negativo de Juan a sus


inquisidores vino el testimonio positivo a Jesús: “He aquí el Cordero
de Dios que quita el pecadoo del mundo” (1:29). El anuncia de
Juan anticipaba la predicción de esús sobre la cruz y el significado
total del Calvario. Con su testimonio sobre el cumplimmiento del
sacrificio de Jesucristo y con su testimmonio de la dadiva del
Espíritu Santo Juan fundó la base de toda teología práctica
cristiana. Su propósito era dirigir a sus seguidores lejos de sí
mismo y hacía Cristo. Había revívido al judaísmo con su mensae
penetrante de la confesión del pecado y el arrepentimiento. Ahora
se necesitaba algo más, un pas hacía adelante, hacía una
revelación más completa y una experiencia más plena, esta que
solo sería posible a través del conocimiento de Dios por medio de
Cristo Jesús.
 LOS 7 YO SOY DE JESÚS

Como sustento de su teología Juan nos ofrece siete declaraciones


que hacen referencia a la personalidad Divina de Jesús y a su
nombre original. Este nombre lo encontramos al principio de la
Biblia cuando Moises tuvo su encuentro con Dios en el monte
Horeb, presentandose a el de esta manera: “ Y respondió Dios a
Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de
Israel: YO SOY me envió a vosotros” (Génesis 3:14).

1. Yo soy el pan de vida" (Juan 6:35, 41, 48, 51).


En este capítulo, Jesús establece un patrón que continúa en
todo el evangelio de Juan: Jesús hace una declaración sobre quién
es, y la respalda con algo que hace. En este caso, Jesús afirma
que Él es el pan de vida justo después de haber alimentado a los
5.000 en el desierto. Además, contrasta lo que Él puede hacer con
lo que Moisés había hecho por sus antepasados: "Vuestros padres
comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que
desciende del cielo, para que el que de él come, no muera"
(versículos 49-50).

2. "Yo soy la luz del mundo" (Juan 8:12; 9:5).


Esta segunda afirmación del "Yo soy" de Jesús en el evangelio
de Juan se produce justo antes de sanar a un ciego de nacimiento.
Jesús no sólo dice que es la luz, sino que lo demuestra. Las
palabras y las acciones de Jesús hacen eco de Génesis 1:3: "Y dijo
Dios: Sea la luz; y fue la luz”

3. "Yo soy la puerta" (Juan 10:7 y 9).


Esta afirmación "Yo soy" pone de relieve que nadie puede entrar
en el reino de los cielos por otro medio que no sea Cristo mismo.
Las palabras de Jesús en este pasaje se expresan en la imagen de
un rebaño de ovejas. Él es el único camino para entrar en el redil.
"De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil
de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y
salteador" (versículo 1).

4. "Yo soy el buen pastor" (Juan 10:11, 14).


Con esta afirmación de "Yo soy", Jesús refleja Su gran amor y
cuidado. Él es el que protege voluntariamente a su rebaño incluso
hasta la muerte (versículos 11 y 15). Cuando Jesús se llamó a sí
mismo el buen pastor, tomó claramente para sí uno de los títulos
de Dios en el Antiguo Testamento: "El Señor es mi pastor" (Salmo
23:1).

5. "Yo soy la resurrección y la vida" (Juan 11:25).


Jesús hizo esta afirmación "Yo soy" inmediatamente antes de
resucitar a Lázaro de entre los muertos. Una vez más, vemos que
las enseñanzas de Jesús no eran sólo palabras vacías; cuando
hacía una afirmación, la corroboraba con hechos. Él tiene "las
llaves de la muerte y del Hades" (Apocalipsis 1:18). Al resucitar a
Lázaro de entre los muertos, Jesús mostró cómo puede cumplir la
promesa de Dios al antiguo Israel: "Tus muertos vivirán; sus
cadáveres resucitarán" (Isaías 26:19). Sin Jesús, no hay
resurrección ni vida eterna.

6. "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida" (Juan 14:6).


Esta poderosa afirmación del "Yo soy" de Cristo encierra un
gran significado. Jesús no es simplemente un camino entre muchos
caminos hacia Dios; Él es el único camino. La Escritura dice: "La
suma de tu palabra es verdad" (Salmo 119:160), y aquí está Jesús
proclamando que Él es la verdad, confirmando Su identidad como
la Palabra de Dios (ver Juan 1:1, 14). Y sólo Jesús es la fuente de
la vida; Él es el Creador y Sustentador de toda vida y el Dador de la
vida.

7. "Yo soy la vid verdadera" (Juan 15:1, 5).


La última afirmación metafórica "Yo soy" en el Evangelio de Juan
enfatiza el poder sustentador de Cristo. Nosotros somos los
pámpanos y Él es la vid. Así como un pámpano no puede dar fruto
si no está unido a la vid, también sólo los que están unidos a Cristo
y reciben su poder de Él producen fruto en la vida cristiana.

En el Evangelio de Juan hay otras dos declaraciones de


Jesús "Yo soy". No son metáforas, sino declaraciones del
nombre de Dios, que Jesús aplicó para sí mismo. El primer
caso se produce cuando Jesús responde a una reclamación de
los fariseos. "De cierto, de cierto os digo", dice Jesús, "Antes
que Abraham fuese, yo soy". (Juan 8:58). Los verbos que utiliza
Jesús contrastan entre sí: Abraham era, pero yo soy. No hay
duda de que los judíos entendieron la afirmación de Jesús de
ser el Dios eterno encarnado, porque tomaron piedras para
matarlo.

El segundo caso en que Jesús usó el nombre YO SOY se


produjo en el huerto de Getsemaní. Cuando la turba vino a
arrestar a Jesús, Él les preguntó a quién buscaban. Ellos
dijeron: "Jesús de Nazaret", y Jesús respondió: "Yo soy" (Juan
18:4-5). Entonces ocurrió algo extraño: "Cuando les dijo: Yo
soy, retrocedieron, y cayeron a tierra" (versículo 6). Tal vez la
explicación de la reacción de la muchedumbre sea el hecho de
que la palabra él ha sido introducida por nuestros traductores al
español. Jesús simplemente dijo: "Yo soy". Aplicando el nombre
del pacto de Dios a sí mismo, Jesús demostró Su poder sobre
sus enemigos y mostró que Su entrega a ellos era totalmente
voluntaria (ver Juan 10:17-18; 19:11).
CONCLUSIÓN

Juan se presenta a sí mismo como un testigo vivo de la revelación


de Dios. Aunque nadie ha visto a Dios jamás, ahora se ha dado a
conocer a través de u hijo Jesús. Juan nos muestra su perspectiva
más íntima y personal de lo que es tener un verdadero encuentro
con Jesús, él describe la revelación de Cristo al mundo entero,
pero al mismo tiempo podemos percibirlo como una relación que
debe ser personal para cada creyente. El llegar a entender así
como lo hizo Pedro, no por carne ni sangre, si no porque Dios
Padre lo ha permitido, en su inmenso amor y misericordia,
reconciliarnos con Él a través de su hio Jesucristo, aquel que dió su
vida en propiación de nuestros pecados y que al poner nuestra fe
en Él y su obra redentora pudieramos ser adoptados como su hijo
“Juan 1:12”.

No existe mayor privilegio que este, aún para los que estabamos
alejados de sus promesas, pero hoy estamos acercado por medio
de Cristo Jesús. De modo que es un verdad irrefutable que Jesús
es la reencarnación del Dios invisible, si esto no fuera cierto tal
como lo presenta Juan, clara y contundentemente, no hubiera sido
efectivo el Sacrifio de Señor. Pero hoy podemos dar testimonio de
que realmente por su sangre fuimos redimidos de nuestros
pecados, y en Él tenemos vida eterna.

Cada versículo de este libro nos acerca a la verdad innegable que


es el propósito del autor, para concluir sin lugar a dudas que Jesús
es Dios.

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