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Los 8 sentidos sensoriales

Todos sabemos que existen 5 sentidos. Son sentidos externos,


pero también hay otros 3 sentidos internos que controlan
nuestro compartamiento.

Los externos son el oído, la vista, el tacto, el gusto y el olfato.

Los internos son el sentido vestibular, el sentido interoceptivo y


el sentido propioceptivo.

Vamos a verlos todos más detenidamente.

SENTIDOS EXTERNOS

El sentido auditivo nos ayuda a determinar la conciencia


espacial, mantener la atención, mantener el equilibrio, participar
de forma social y tener una sensación de seguridad en el medio
que nos rodea.

El sentido visual lo usamos para la percepción de profundidad,


la coordinación ojo-mano, el equilibrio, la sensación de
seguridad, la orientación espacial, la conciencia ambiental y la
lectura de las señales no verbales.
El sentido del tacto nos permite manejar y manipular objetos,
percibir las texturas, el dolor, la temperatura, ganar seguridad
emocional, construir la autorregulación y establecer la
conciencia corporal.

El sentido del gusto nos permite saber qué es o qué no es


deseable y seguro para comer y beber, nos facilita identificar y
conocer los diferentes sabores existentes.

El sentido olfativo se utiliza para la seguridad ambiental,


cuando comemos y bebemos, y para relacionarnos con nuestros
recuerdos.

SENTIDOS INTERNOS

El sentido vestibular se encuentra en nuestra relación con la


gravedad y la orientación en el espacio. Usamos esta
información para el equilibrio, el movimiento, el tono muscular,
el mantenimiento del estado de alerta y la atención, la
coordinación motora, el mantenimiento de una postura erguida
y la orientación visual. Así el sentido vestibular nos permite
situarnos dentro del espacio así como tomar conciencia de los
desplazamientos que realizamos y los que realizan los objetos
que nos rodean. Estabilizan la escena visual durante el
movimiento y /o desplazamiento de la cabeza o el cuerpo. Este
sentido es clave para el aprendizaje.

El sentido interoceptivo es la percepción de nuestras


necesidades internas. Lo usamos para la conciencia emocional,
las necesidades corporales y la sensación de seguridad. Es decir,
la interocepción es un sentido poco conocido que ayuda a
entender y percibir lo que sucede dentro del cuerpo. Nos
permite darnos cuenta de la sensación de hambre, saciedad, sed,
calor o frío. Tener problemas con este sentido también puede
dificultar la autorregulación.
El sentido propioceptivo se refiere a la percepción de nuestro
cuerpo en el espacio. Es la capacidad que tiene nuestro cerebro
de saber la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo
en cada momento. Nos ayuda a facilitar la clasificación de la
fuerza, sostener y manipular objetos, desarrollar la
autorregulación y navegar por el entorno sin ir chocando con las
cosas que nos rodean.

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