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PSICOLOGÍA DE LA MEMORIA
La memoria corresponde a aquel instrumento del vivenciar que permite a la vivencia quedar
retenida y conservada en la psique, pudiendo ser posteriormente evocada. Esta posibilidad de
evocación de hechos pasados, permite ampliar la referencia del hombre en el tiempo,
contribuyendo a darle la noción de tiempo transcurrido y desde esta experiencia extrapolarla
noción del tiempo venidero. Así la memoria nos posibilita la conexión entre pasado, presente y
futuro.
En el proceso de memorización se describen cuatro etapas, a cada una de las cuales se las
ha denominado como tipos de memoria, ya que se observa cierta funcionalidad independiente
entre ellas tanto en el transcurso de la vida como en la enfermedad y en la anormalidad. Estas
etapas son: la fijación, la conservación, la evocación y el reconocimiento y ubicación temporal.
Así tenemos entonces:
C. Memoria de evocación: En esta fase la membria actualiza los hechos pasados que están
conservados, llevándolos a la conciencia, estableciendo así el enlace entre el pasado y el
presente. Esta evocación puede ser hecha en forma consciente y voluntaria, en que el sujeto
activamente orienta la atención hacia la búsqueda de algún hecho o recuerdo. También
puede haber evocación consciente pero espontánea, o sea, los recuerdos afloran en forma
absolutamente involuntaria y eruptiva, el individuo no los busca, no hace el menor esfuerzo
evocativo. Y la tercera forma de evocación es la automática e inconsciente. Esta es la que
permite actualizarlos movimientos coordinados para la ejecución de un acto aprendido
previamente, por ejemplo: manejar un vehículo. Y es esta evocación automática e
inconsciente que se dispone de las imágenes del recuerdo la que contribuye a dar a la
percepción, el sello de lo ya conocido y familiar.
PSICOPATOLOGÍA DE LA MEMORIA
Ejemplo:
Un paciente joven con un síndrome depresivo consulta por brusca caída de rendimiento, y su
queja principal era no lograr retener casi nada en sus lecturas y en clase. En contraste con la
capacidad de evocar aceptablemente todo lo estudiado antes de caer en este estado.
Ejemplo:
Un paciente deteriorado no logra recordar los alimentos ingeridos el día anterior, cosa que le
era habitual y sin esfuerzo hasta poco tiempo antes. Su memoria de fijación está en buen
estado ya que es capaz de recordar los hechos recientes, como por ejemplo la última comida
del día.
Ejemplo:
Un ejemplo típico es la amnesia nominal. Nombres que corresponden a personas de marcada
familiaridad no logran ser reproducidos. Con frecuencia la amnesia nominal aparece como el
primer indicio de menoscabo de la memoria como instrumento.
Ejemplo:
Un ejemplo ilustrativo es la hipomnesia que presentan los débiles mentales, donde se
compromete la memoria de fijación, conservación y evocación.
Ejemplo:
Un ejemplo muy publicitado es el de dos mellizos oligofrénicos profundos que, sin embargo,
era capaces de ubicar la fecha completa correspondiente al primer lunes de un mes
cualquiera, de varias centenas de años atrás.
Ejemplo:
Un extranjero usaba constantemente la cinta tricolor de la legión de honor en su solapa.
Cuando se le preguntaba narraba una larga historia acerca de la circunstancia en que había
sido designado miembro. Se comprobó más tarde que no salió nunca de Chile, sólo era hijo
de extranjeros.
Ejemplo:
Una paciente joven durante la entrevista psiquiátrica refería un episodio espectacular en el
cual ella enfrentó un bravo perro pastor alemán, tomándolo de la cola lo dio vueltas en el aire,
y lo lanzó lejos. Por la contextura y fuerza física de la paciente este hecho era imposible, sin
embargo, la paciente estaba convencida de la realidad de un episodio que obviamente fue
producto de su fantasía.
c) Confabulación: Trastorno psicopatológico de la memoria, que consiste en una fabulación,
pero la cual se realiza como consecuencia del intento del paciente de rellenar abundantes
lagunas mnésicas en su memoria.
Ejemplo:
Una paciente con organicidad cerebral le hacíamos recordar que el día anterior habíamos
estado tomando té con ella, lo cual confirmaba alegremente, enriqueciendo el episodio con
otros detalles como los pasteles que comió, el chocolate que le sirvieron y las personas que
estuvieron. La enferma hacía tres años que no salía del hospital.
Ejemplo:
Una paciente que había enviudado pocos meses antes, y habiendo asistido a todos los
rituales propios de su padecimiento, llegada la hora de almorzar, ponía la mesa para el marido
y ella, y caía como en un estado de desazón porque no llegaba y se atrasaba.