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Carrera
Derecho
Derecho Procesal Penal 001
Primer periodo
16-11-2023
Resumen
Introducción
el presente documento constituye al tópico; la impugnación en el ámbito legal
constituye una herramienta esencial que permite a las partes cuestionar, contradecir y
refutar actos judiciales, documentos o testimonios considerados incorrectos, con el
objetivo de obtener su revocación o invalidación. Este proceso tiene como propósito
fundamental corregir posibles errores y garantizar la equidad en el desarrollo del
procedimiento legal, brindando a las partes la posibilidad de presentar sus argumentos
ante el mismo tribunal o su superior jerárquico.
En el marco del derecho procesal, los medios de impugnación emergen como piezas
clave para materializar la acción de impugnar decisiones judiciales. Estos medios varían
en función de la naturaleza de la decisión a impugnar y la fase específica del proceso en
la que se encuentre. En el ámbito civil, se despliegan diversos recursos, cada uno con
características y procedimientos particulares.
La reposición se presenta como el primer paso en esta serie de herramientas, siendo un
mecanismo que se interpone ante el mismo juez que emitió la providencia, buscando su
revocación. Este recurso procede contra autos de juez y del magistrado sustanciador,
exceptuando aquellos susceptibles de súplica, así como contra decisiones de la Sala de
Casación civil de la Corte Suprema de Justicia. Se trata de un recurso inicial y
relativamente sencillo para impugnar decisiones judiciales.
La apelación, por su parte, se posiciona como un recurso más amplio al posibilitar la
impugnación ante un tribunal superior. Este recurso es aplicable contra sentencias y
autos que pongan fin al proceso o resuelvan puntos incidentales, otorgando a las partes
la oportunidad de que una instancia superior revise y corrija las decisiones del tribunal
de primera instancia.
La súplica se constituye como otro medio de impugnación, presentándose ante el mismo
funcionario que dictó la providencia, con el objetivo de lograr su reconsideración. Este
recurso procede contra autos que no admitan recursos directos de reposición, ofreciendo
a las partes una vía para presentar argumentos adicionales o aclaraciones sobre la
decisión.
El recurso de casación, más especializado, se dirige a la revisión y corrección de errores
legales en la aplicación del derecho. Presentado ante la Corte Suprema de Justicia, se
centra en aspectos jurídicos más que en cuestiones de hecho.
La queja, por su parte, surge cuando se considera que no se ha dado el trámite debido a
un recurso, dirigiéndose a la autoridad superior. Este recurso procede contra la negativa
de admisión de recursos, ofreciendo una oportunidad para objetar la decisión del
tribunal sobre la admisibilidad de otros recursos.
La revisión se configura como un recurso específico que busca la reconsideración de
decisiones por parte del mismo tribunal que las emitió. Su aplicación es limitada y
específica, utilizándose en circunstancias particulares donde se busca una revisión
exhaustiva de la decisión inicial.
La impugnación, como toda actividad de las partes, para ser eficaz requiere de una
actuación del tribunal, que se conoce con el nombre de juicio de admisibilidad. Una vez
interpuesta la impugnación, el tribunal que dictó el pronunciamiento cuestionado deberá
resolver sobre su admisión, para conceder o denegar dicha impugnación
Desde un punto de vista subjetivo y a los fines de responder a la primera pregunta, se
puede conceptualizar a la impugnación procesal como la facultad que la ley confiere a
las partes, y excepcionalmente a los terceros interesados, para obtener por el mismo
juez u otro superior, la invalidación del acto procesal irregularmente cumplido, o
revocación, modificación o sustitución de la resolución jurisdiccional injusta.
El requisito indispensable para la procedencia de la impugnación es la existencia del
“agravio” o “gravamen”. Entendiéndose por agravio la injusticia, la ofensa, el perjuicio
material o moral que ocasiona al impugnante el acto atacado. Así como el interés es la
medida de la acción, el agravio es la medida de la impugnación.
La teoría general de la impugnación trata el fenómeno de la denuncia referida a la
presencia de actos procesales imperfectos o ineficaces, así como el estudio de los
medios y procedimientos que el derecho positivo prevé con el objeto de rectificar tales
actos.
El ordenamiento jurídico procesal requiere para la vigencia constante de sus normas de
la existencia de medios idóneos que logren enmendar las irregularidades cometidas en
el proceso, poniéndoles término y restableciendo los derechos vulnerados. Los medios
en cuestión son precisamente los impugnatorios, que no buscan sino el restablecimiento
de los derechos materia de quebrantamiento y la eliminación del agravio derivado del
acto procesal irregular, con el objeto de garantizar los derechos del sujeto perjudicado.
En suma, la teoría general de la impugnación abarca el estudio de las causas o
posibilidades impugnatorias, de los medios de impugnación aplicables y del trámite
respectivo.
Los actos procesales tienen una determinada finalidad y se desarrollan de acuerdo a
reglas preestablecidas. La no observancia de éstas, especialmente si se afectan los fines
del acto en mención, da lugar a la actividad impugnativa, la misma que está dirigida a
rectificar los vicios o defectos producidos.
En caso que los actos del proceso sean imperfectos o anormales no se podrá obtener su
finalidad (siempre que no puedan ser convalidados), originándose así situaciones que
los convierten en injustos o ilegales. Ello va a dar nacimiento a un conjunto de actos
procesales destinados a corregir los actos imperfectos o viciados. Esta actividad -que es
la impugnatoria- emerge de la facultad de impugnación con que cuentan los justiciables
encaminada a suprimir el vicio o defecto en que se incurriera, con el objeto de que el
acto procesal cumpla con su finalidad y esté revestido de legalidad, lo cual descarta
todo posible agravio que perjudique al interesado.
Fundamento de la impugnación
La impugnación representa la forma idónea de procurar a través de la correspondiente
revisión por el mismo o por otro órgano jurisdiccional, suprimir los vicios que afectan a
los actos procesales a fin de lograr su corrección y restablecer su legalidad,
eliminándose así el agravio inferido al impugnante.
La impugnación, por nuestra parte, se funda en la necesidad de disminuir la posibilidad
de injusticia basada, principalmente, en el error judicial, el cual, si no es denunciado, da
lugar a una situación irregular e ilegal que, por lo mismo, causa agravio al interesado.
La revisión de los actos afectados de vicio o error, en que consiste la impugnación,
obedece, pues, a un perjuicio inferido al impugnante derivado de la inobservancia de las
reglas procesales o de una errónea apreciación al resolver o de una decisión arbitraria o
de una conducta dolosa. Por ello a fin de garantizar una resolución justa y la estricta
aplicación de la ley es que resulta indiscutiblemente necesaria la impugnación de los
actos procesales y la instancia plural
Finalidad de la impugnación
La impugnación tiene por finalidad la revisión del acto procesal impugnado, ya sea por
el órgano jurisdiccional superior o por el magistrado que cono ce en primera instancia
del proceso, a fin que sea corregida la situación irregular producida por el vicio o error
denunciados, eliminándose de esta manera con la revocación o renovación -en otros
términos- del acto procesal en cuestión el agravio inferido al impugnante.
Para OSVALDO GOZAÍNI «la disconformidad se explícita en la impugnación
persiguiendo por esta vía que aquel resolutivo se corrija, revoque o reconsidere «.
Agrega el citado autor que «… la impugnación tiende a corregir la falibilidad del
juzgador, y con ello, a lograr la eficacia del acto jurisdiccional «.
Alcances de la impugnación
Los alcances de la impugnación prácticamente están subordinados al denominado
principio de la personalidad de los medios impugnatorios, según el cual la impugnación
se origina al formularla una de las partes y se circunscriben sus efectos únicamente a
ella y no se extienden a los otros sujetos del proceso.
Es por ello que se restringe, además de la facultad impugnatoria, la potestad de revisión
del órgano jurisdiccional superior, cuyo conocimiento se limitará a los agravios
invocados por la parte impugnante.
No obstante, lo expresado, existe otro principio cual es el del efecto extensivo de la
impugnación, que también influye sobre los alcances de ésta. Según dicho principio -
que se contrapone al señalado en el primer párrafo de este punto-, la decisión del órgano
jurisdiccional superior puede alcanzar a la parte que no hizo uso de su facultad
impugnatoria, al examinarse el vicio o error de un modo estrictamente objetivo,
aplicándose, en consecuencia, el derecho que corresponda en caso de descubrirse alguna
irregularidad.
Es de destacar que el principio de la personalidad de los medios impugnatorios es el que
predomina en los sistemas procesales, siendo considerado el principio del efecto
extensivo de la impugnación la excepción a la regla general representada por el
primero.
Otra excepción al principio de la personalidad de los medios impugnatorios la
constituye la elevación en consulta, llamada también apelación automática o ex officio
por la cual, sin existir impugnación de parte, se produce la revisión de lo resuelto por el
Juez a quo a cargo del órgano jerárquicamente superior. La elevación en consulta de lo
actuado se da en casos especiales, en función de la importancia del asunto ventilado en
juicio o del estado vulnerable o de desventaja en que se encuentra alguno de los
justiciables en relación a la contraparte.
1. Limitaciones al derecho de impugnar
El derecho de impugnar no es absoluto. Existen limitaciones al respecto.
Una de ellas está representada por el denominado principio de recurribilidad de las
resoluciones judiciales trascendentes, según el cual únicamente determinadas
resoluciones (que se caracterizan por su relevancia en el proceso) son susceptibles de
ser impugnadas, existiendo así actos procesales o resoluciones inimpugnables. Ello
obedece a la necesidad de evitar dilaciones inútiles del proceso y de impregnarle a éste
de mayor celeridad, sin que tenga que afectarse por eso el derecho de las partes.
Suele limitarse además el derecho de impugnar atendiendo a la cuantía o valor
económico del petitorio. Así, el asunto ventilado por esa razón ante órganos
jurisdiccionales ubicados en los últimos lugares de la escala jerárquica (Jueces de Paz y
de Paz Letrados) hace imposible la interposición de medios impúgnatenos como el
recurso de casación (procedente en nuestro ordenamiento jurídico contra resoluciones
expedidas. No podemos dejar de mencionar que tal limitación resulta sumamente
controvertida por cuanto -a nuestro modo de ver- no se debe dejar de administrar
justicia -a través de la resolución de los medios impúgnatenos- por cuestiones de orden
económico, ya que, de ser así, habría una suerte de discriminación que no comulga con
la finalidad del proceso.
También existe limitación al derecho de impugnar en la prohibición del doble recurso,
no admitiéndose un nuevo medio impugnatorio respecto de un acto que fue materia de
impugnación anteriormente.
Otra limitación al derecho de impugnar sería la adecuación de los medios
impugnatorios por la cual para cada acto procesal existe un determinado medio
impugnatorio preestablecido legalmente (remedio o recurso, en sus diferentes clases).
Los vicios o errores in procedendo, llamados también vicios de la actividad o infracción
en las formas, constituyen, pues, irregularidades o defectos o errores en el
procedimiento, en las reglas formales.
El vicio in procedendo supone la inaplicación o aplicación defectuosa de las normas
adjetivas que afecta el trámite del proceso y/o los actos procesales que lo componen.
Los errores in procedendo se dan en la aplicación de la ley procesal, la cual impone una
conducta al juez y a las partes en el desenvolvimiento del proceso. Los errores de
procedimiento producen la nulidad del proceso y se pueden dar en la constitución del
proceso (presupuestos procesales), en su desenvolvimiento, en la sentencia y en su
ejecución.
Objetivos
La crítica de las resoluciones judiciales, ejercitada a través de los medios de
impugnación, luce hoy con una singular relevancia a la luz de la Teoría de la
Argumentación Jurídica.
Por otra parte, también influye en el panorama de los recursos, la moderna visión
desde la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales.
Ello así, brindando a los estudiantes herramientas conceptuales nuevas, éstos
podrán hacer rendir a los recursos y remedios procesales, un resultado más apto
en la búsqueda de la regularidad y justicia de las decisiones judiciales.
En síntesis, en esta Sección los objetivos perseguidos son los de actualizar y
profundizar (al nivel de una carrera de “Postgrado”) los conocimientos recibidos
por los profesionales en sus cursos de “grado” y, en especial, marcarles las
nuevas tendencias de la Ciencia del Derecho Procesal respecto de éstas
instituciones fundamentales.
Obviamente, el análisis científico, legislativo, doctrinario y jurisprudencial
respectivo les brindará habilidades inmediatamente aplicables en sus labores
profesionales diarias (sea como abogados litigantes o como jueces, funcionarios
o empleados judiciales).
También se promoverá la discusión académica de estos temas fundamentales en
el Derecho Procesal moderno
Conclusión
https://www.fcjs.unl.edu.ar/dpc/teoria-general-de-los-medios-de-impugnacion-
recursos/
https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/tesis/human/jeri_cj/contenido.htm