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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE

SANTIAGO
(UTESA)

ASIGNATURA:
Ética Profesional
TEMA:
Tarea
NOMBRES Y
MATRICULAS:
Rosanna Lebrón

(1-20-5285)
PROFESOR/A:
María Del Carmen De las Merce. De Jesús Maldonado
Elabore un informe sobre el material PDF y todos los temas que explican
el problema del deber del hombre y su relación con la libertad.
La libertad es propia de cada ser, que se hace libre desde su naturaleza de
modo que la naturaleza es la base de la libertad. Así, la libertad no es una,
sino que existen en ella dimensiones y grados según la naturaleza del ser que
la posee. Es necesario saber que la libertad no es un elemento monolítico o
estático, sino que admite gradaciones.
El hombre emplea bien su libertad cuando cumple con su deber. El deber es
la obligación de hacer o de no hacer algo. El deber es aquello a que el hombre
se siente obligado por la ley moral o por las leyes civiles. En general, el deber
es lo que el hombre necesita cumplir si quiere alcanzar su propia perfección.
El deber es un mandato, es una orden que conduce al bien. Debo hacer todo
lo bueno (debo estudiar, debo acatar las normas morales, debo respetar las
leyes civiles) y al mismo tiempo debo evitar todo lo que me aparte del bien.
Violar el deber, es provocar el desorden moral.
Conforme al grado de libertad se reconocen dos significados o dimensiones:
libertad de elección y la libertad de espontaneidad. La libertad de elección se
refiere a la ausencia de determinaciones necesarias no hay otra opción que
actuar así, por necesidad hago tal cosa): y la libertad de espontaneidad se
refiere a la ausencia de coerción (se me obliga agresivamente a hacer algo.
La libertad de elección es propia del ser que posee facultad racional.
Contiene la presencia de opciones y la ausencia de determinaciones externas
para poder optar por alguna de las opciones. Esta libertad es un ejercicio
volitivo, propio del dinamismo interno del ser racional. Es la capacidad de
construir y construirse, de elegir lo mejor dentro de todo lo bueno. La
segunda dimensión de la libertad es la voluntad.
Reconocer los grados de libertad es indispensable para emprender con
conquista: conforme se avanza en la naturaleza, se avanza en la libertad, y se
pasa de la conquista de la autonomía a la conquista de la voluntad.
Tomado en su mayor amplitud, el deber es la norma ideal que domina a la
humanidad. En este sentido, el deber es la conciencia moral, la ley natural
La conciencia nos indica la existencia del deber, de esta obligación que se
impone a la voluntad como norma interior de nuestras acciones.
El hombre puede ajustar o no su conducta a las normas que le impone su
propia conciencia (es decir, la ley moral) o a las que le impone la sociedad,
es decir, las leyes civiles. En esto reside su grandeza o su debilidad. Si lo
hace, alcanzará su perfeccionamiento moral; si no lo hace, no podrá llevar
una vida moralmente normal y sana.
El determinismo psíquico: Es un concepto del psicoanálisis que parte de que
todo fenómeno psíquico tiene una causa, por lo cual, no indica la libre
elección o decisión humana, en las que la causa es la fuerza del motivo más
potente, o bien la situación interna psicológica determinada por todos los
condicionamientos.
El indeterminismo, es la manera filosófica opuesta al determinismo, ósea que
los sucesos no dependen de un proceso casual lineal, esto es por necesidad,
sino de un proceso "no lineal, esto es por azar; y por azar no es sin causas,
más por un sistema de causas no coordinadas.
En conclusión, la libertad es la escasez con la cual se hace conciencia, la
libertad proviene de la necesidad. La libertad no consiste en el sueño de
independencia respecto a las leyes naturales, sino en la idea de estas leyes y
en la eventualidad que este abre de hacerlas actuar sistemáticamente con
vistas a fines determinados. La libertad consiste en el control sobre nosotros
mismos y la naturaleza exterior.
El hombre emplea bien su libertad cuando cumple con su deber. El deber es
la obligación de hacer o de no hacer algo. El deber es aquello a que el hombre
se siente obligado por la ley moral o por las leyes civiles.
En general, el deber es lo que el hombre necesita cumplir si quiere alcanzar
su propia perfección. El deber es un mandato, es una orden que conduce al
bien. Debo hacer todo lo bueno (debo estudiar, debo acatar las normas
morales, debo respetar las leyes civiles) y al mismo tiempo debo evitar todo
lo que me aparte del bien. Violar el deber, es provocar el desorden moral.
Tomado en su mayor amplitud, el deber es la norma ideal que domina a la
humanidad. En este sentido, el deber es la conciencia moral, la ley natural.
La conciencia nos indica la existencia del deber, de esta obligación que se
impone a la voluntad como norma interior de nuestras acciones. El hombre
puede ajustar o no su conducta a las normas que le impone su propia
conciencia (es decir, la ley moral) o a las que le impone la sociedad, es decir,
las leyes civiles. En esto reside su grandeza o su debilidad. Si lo hace,
alcanzará su perfeccionamiento moral; si no lo hace, no podrá llevar una vida
moralmente normal y sana.
Sócrates se dispone a beber la cicuta que le alcanzó un criado. Está en su
prisión, rodeado de discípulos con quienes dialoga sobre la inmortalidad del
alma. Acusado de impiedad, por criticar los vicios atribuidos a los dioses, y
de haber querido corromper la inteligencia de la juventud, al indicarle la
superioridad de la conducta virtuosa.
La libertad es la voluntad. La libertad es parte del hombre, nace con él y se
reconoce como una de sus facultades superiores, ejerciéndola a través de su
libre albedrío, es el conocimiento y la certeza de que podemos regirnos a
nosotros mismos, es el dominio de la razón sobre las pasiones humanas, es
aquella que fortalece la voluntad dejando a un lado las emociones para que
domine las circunstancias externas y por medio de su práctica conseguir la
experiencia necesaria que irá en beneficio propio y de los demás. Todo ser
humano progresa por medio de la conciencia de libertad.

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