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Microeconomía 1

PRÁCTICA CALIFICADA N°2

Docente: Cristian Nasser Orellana Quispe

Integrantes:
• Nadia Zevallos Mendez
• Sandra Juanita Aguirre Espinoza

NCR: 3168

2023

INTRODUCCIÓN
En el presente artículo de investigación referente al artículo de Una revisión económica de la
teoría de la elección racional: El aporte de Jon Elster comprendemos como Elster argumenta sobre
la teoría de la elección racional que usualmente se basa en una visión simple de las decisiones
humanas, tomando en cuenta que los individuos suelen maximizar su utilidad de manera
individual, por lo tanto, Elster considera que la realidad en la que vivimos es aún más compleja,
ya que en la toma de decisiones lo hacen de manera restringida por la ausencia de información.
Otro punto importante es que Elster se enfoca que la influencia de las limitaciones cognitivas en la
toma de decisiones, en la incapacidad de procesar toda la información disponible, la presencia de
sesgos cognitivos y las limitaciones que se presenta en la capacidad de prever el futuro,
mencionando estos factores pueden incitar a las decisiones que no son completamente racionales
con respecto al sentido de la teoría de la elección racional.
También se destaca el papel de las instituciones y las normas sociales como influyen en la toma de
decisiones, ya que las personas suelen actuar acorde a las normas y expectativas sociales, incluso
si estas van en contra de la maximización pura de la utilidad individual. Elster también propone
una visión matizada de las tomas de decisiones, se toma en cuenta las limitaciones cognitivas, él
enfatiza que una perspectiva más amplia y realista es necesaria para comprender de una manera
más completa y realista es necesaria para comprender el comportamiento humano en el ámbito
económico y social.
Por ende, en el presente artículo de investigación expondremos nuestra posición respecto a la
teoría de la elección racional, con el respaldo de artículos científicos para una mejor explicación.

UNA REVISIÓN ECONÓMICA DE LA TEORÍA DE LA


ELECCIÓN RACIONAL: EL APORTE DE JON ELSTER
La TER es una forma de reduccionismo metodológico propio del modelaje económico, excluir la
conciencia del individuo dentro de los recursos racionales haciendo que la teoría pierda poder
explicativo sobre el proceso que un individuo tiene para la toma de decisiones en el día a día. Para
Jiménez (2016). Con ello, la actividad racional se convierte en una especie de lista de chequeo
sobre lo que se debe considerar racional o no en el momento de actuar. Esta teoría se concentra en
asumir los deseos y las creencias como algo dado y libre del juicio racional; en otras palabras, para
Elster, lo pertinente en las acciones racionales es integrar los diferentes elementos que la
constituyen, es decir, las creencias, las preferencias y los deseos en un todo articulado y sustancial.

Según Elster (1988), aunque la consistencia no es un medio de valoración racional erróneo (como
lo plantean los teóricos de la TER), la consistencia es un recurso insuficiente, ya que la
racionalidad se alcanza estrictamente a partir del análisis de la correcta conformación causal de la
acción y de sus elementos.
Los límites y vacíos señalados hacen referencia a la racionalidad imperfecta, la racionalidad
indeterminada y la irracionalidad de las preferencias.

• La racionalidad imperfecta
Elster exalta la astucia de un hombre que lucha por alcanzar los fines planteados a pesar
de sus debilidades, no lo hace irracional. Para Elster valerse de trucos para no caer en la
debilidad es un acto completamente racional.
• La racionalidad indeterminada
Elster propone la aceptación de las restricciones de dicha teoría como límites de la
racionalidad humana; un factor más para indicar la abdicación razonable de la razón.
• La irracionalidad de las preferencias
Elster es escéptico ante tal afirmación indicando que el individuo no siempre actúa guiado
por motivos “racionales”, ya que existen mecanismos como las “preferencias adaptativas”,
entre otros, que transforman los deseos y los conducen a la irracionalidad, planteando la
necesidad de delinear un marco explicativo que justifique el cambio racional de las
preferencias.
• La teoría amplia de la racionalidad
Elster considera que existen actos generados bajo limitantes de la razón; es decir, no
racionales, que abren la posibilidad de abordar otros elementos que integran el acto de
decidir, como, por ejemplo, la motivación, cuyo origen puede ser una emoción o creencia, las
emociones se incorporan un elemento generador de las motivaciones humanas. La inclusión
de este mecanismo transforma sustancialmente el modelo cásico de la TER.

• Racionalidad sustancial de las creencias


En la TAR, la “verdad” de la creencia implica la “investigación acerca de la verdadera
historia causal” (Elster, 1988, p. 29) de la creencia y de la evidencia, cuestión que se
realiza por medio del “juicio”, definido como: “La capacidad de sintetizar información
vasta y difusa que más o menos claramente trata acerca del problema que nos ocupa, de
tal modo que no haya un conjunto de elementos al que se dé una importancia indebida”
(Elster, 1988, p. 30).
• Racionalidad sustancial de los deseos
En la TAR, la “verdad” de la creencia implica la “investigación acerca de la verdadera
historia causal” (Elster, 1988, p. 29) de la creencia y de la evidencia, cuestión que se realiza
por medio del “juicio”, definido como: “La capacidad de sintetizar información vasta y difusa
que más o menos claramente trata acerca del problema que nos ocupa, de tal modo que no
haya un conjunto de elementos al que se dé una importancia indebida” (Elster, 1988, p. 30).
• Acerca de las emociones
Elster, las emociones son una causa motivadora de los deseos, y a su vez sirven para
fundamentar la racionalidad de las creencias demarcando la diferencia crucial entre estas y
los sentimientos, debido al factor cognitivo que poseen las emociones. El aspecto cognitivo
de las emociones viene dado por el hecho de estar causadas por las creencias. Por tanto, para
Elster las creencias no son solo condición necesaria o suficiente de las emociones, sino son
un constituyente de estas.

Desde la Teoría Amplia de la Racionalidad planteada por Elster se pueden hacer dos precisiones al
texto anterior: En primer lugar, los deseos y emociones son diferentes debido al factor cognitivo
de la emoción. En segundo lugar, las emociones no deben estudiarse exclusivamente a partir de su
dimensión cognitiva (como es el caso de la psicología), ya que esta reflexión se focaliza en la
génesis y el desarrollo de lo emotivo. Elster (1999) indica que además del aspecto cognitivo, las
emociones deben analizarse desde el factor motivacional o intencional que contienen, lo que
significa que el carácter cognitivo también está dado porque lo emotivo presupone un matiz
intencional que otorga sentido y direccionalidad al acto. En efecto, la emoción puede inducir al
individuo no solo a actuar, sino a realizar la acción lo más pronto posible, como es el caso de la
compasión. De igual forma, este factor motivacional puede ser crucial al momento de toma de
decisiones, ya que puede resolver situaciones de indeterminación o incertidumbre, puede ayudar a
resolver problemas de no decisión ante diversas opciones, o puede sustraer al hombre del hiper-
racionalismo (Elster, 2002)
De ahí que en el esquema de la TAR una creencia racional puede generar una emoción racional, y
a su vez, tal emoción racional puede provocar lo que Elster llama “un cambio racional de las
preferencias”
La teoría de la elección racional demuestra una premisa de un interés propio como motivo
importante de la acción humana, tiene un contacto cerca con las siguientes ciencias que son la
sociología, psicología, que expresa un modelo básico del homo economicus, este concepto es
utilizado en la escuela neoclásica de economía para modelizar el comportamiento humano.
La racionalidad en la acción social es un criterio analítico que describe comportamientos
orientados por normas de justicia y equidad aparentemente innatos, es decir, resultado de la
coevolución genética y cultural de los grupos humanos a través de milenios. Es preciso
mencionar, el utilitarismo que los consumidores tratan de encontrar en todas sus decisiones
racionales, vinculado a ello se desarrolla el individualismo porque los individuos buscan sus
propios intereses trabajando en conjunto con la capacidad racional que cada ser humano posee
para lograr ordenar sus preferencias, fijando sus objetivos principales y tomar la elección de los
medios para lograrlo.
La teoría de la elección racional puede ser analizada desde de dos ángulos, el primero seria la
teoría normativa que nos explica sobre qué es lo que debemos de hacer para lograr ciertas metas
de la mejor manera posible aun cuando no nos dice cuáles deben de ser esas metas, y como
segunda tenemos a la teoría descriptiva es que aquella que nos ayuda a predecir ciertas acciones.
Como se menciona la teoría de la elección racional se basa en la toma de decisiones racionales al
evaluar las opciones disponibles y elegir aquella que les proporciona la mayor utilidad o beneficio.
Discusión
Desde nuestra perspectiva consideramos a la teoría de la elección racional de la economía
plenamente importante ya que nos ayuda a comprender y modelar formalmente el comportamiento
social y económico, direcciona al individuo a maximizar su utilidad/beneficio y a reducir los
costos o riesgos, ya que los consumidores prefieren más de lo bueno y menos de aquello que les
cause daño. En esta teoría se implica la intervención de la psicología ya que las teorías de la salud
mental determinan las elecciones y los comportamientos racionales, debido a que la economía no
está en función de determinarlo porque no es una ciencia que se relacione con la psicología. Por
ello, según lo mencionado en el artículo de Jon Elster, estamos de acuerdo con ella, porque todos
los consumidores en general buscamos nuestro bienestar, cabe mencionar que nuestras decisiones
no siempre son elegidas por voluntariedad personal sino porque existe una influencia indirecta de
las reglas culturales, del entorno social, de todo aquello que consideramos importante va a definir
en una decisión final. Por ello, en la economía no se basa solo de tomar decisiones simplificadas
sino de un proceso mental y todo lo que conlleva a ello, y eso es lo que trato Elster de expresar en
su artículo, como la teoría de la elección racional se centra en la toma de decisiones humanas
desde una perspectiva de maximización de la utilidad, pero también reconoce las limitaciones y
matices en el comportamiento humano en la vida real, considerando aspectos cognitivos,
emocionales y sociales en el proceso de toma de decisiones.

Conclusiones

Se puede deducir que Jon Elster formula una tipología de mecanismos que contrasta con el
concepto de ley científica afirmando que, dadas ciertas condiciones iniciales, un hecho de un
cierto tipo (la causa) siempre producirá un hecho de otro tipo (el efecto). (Rivero, 2012, p.52).
La Teoría de la Elección Racional conlleva la imperfección, su indeterminación y con la
irracionalidad (muchas veces observada) en las preferencias, demostrando que la racionalidad
lleva limitaciones para tomar decisiones, en especial, cuando se demuestra falta de información,
provocando que los actos guiados por la pura racionalidad resulten ser acciones que no benefician
los individuos o la sociedad, causando así la duda de no solo para continuar tomando la razón
como principal comportamiento, sino que posibilita que las emociones como elementos del obrar
sean considerados.
De modo que los mecanismos causales son puntos de referencia que guían a la explicación
hipotéticamente el sentido del comportamiento social individual, causando cumplimiento a la tesis
planteada que sostiene que las preferencias idealmente racionales de los agentes pueden ser
representadas por una clasificación de posibles resultados de interacción en ambientes de
cooperación, y que tal interacción es la suma de las consecuencias de acciones individuales
En síntesis, de toda la investigación relacionada podemos concluir que la teoría de la elección
racional se enfoca en las decisiones individuales desde un punto de maximización de la utilidad,
siendo esta una herramienta importante se debe de tener en cuenta las restricciones y considerar
que existen otros factores en la toma de decisiones. Además de ello, se comprendió que la TER
tiene una aplicación amplia en la economía para explicar el comportamiento de los consumidores
y productores, así como para analizar la toma de decisiones en mercados y empresas.

Link del video de exposición:


https://youtu.be/zQWbjDmvoqU
Referencias bibliográficas

Colomer, Josep (1987). El Utilitarismo: una teoría de la elección racional, Barcelona - España,
Montesinos editor.

https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=ZZ2bJXHjnGUC&oi=fnd&pg=PA9&dq=maximiza
cion+de+la+utilidad+en+la+teoria+de+la+eleccion+racional&ots=oIYLvwGPHi&sig=cf9oTTSFs
g1rbgWhSA6rEguJXbc#v=onepage&q=maximizacion%20de%20la%20utilidad%20en%20la%20
teoria%20de%20la%20eleccion%20racional&f=false

Investigaciones económicas: integración económica, racionalidad, responsabilidad social,


mercados, costos y medioambiente / Luis Michael Plazas Rodríguez [y otros quince autores]. −
Bucaramanga (Colombia): Universidad Santo Tomás, 2020

https://repository.usta.edu.co/handle/11634/35119

Ramón Alarcón, O. (2017). Explicaciones a través de mecanismos: una propuesta alterna a los
fallos de la teoría estándar de la elección racional desde la perspectiva de Jon Elster. Cuestiones de
Filosofía, 3(20), 26–40.

https://doi.org/10.19053/01235095.v3.n20.2017.7142

Vidal de la Rosa, Godofredo. (2008). La Teoría de la Elección Racional en las ciencias sociales.
Sociológica (México), 23(67), 221-236. Recuperado en 02 de noviembre de 2023, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-
01732008000200009&lng=es&tlng=es.

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