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TEMA 5: Racionalidad epistémica

¿Qué es la racionalidad?

De acuerdo a Streb (1998) el principio de racionalidad se refiere a la forma en que los individuos
toman la mejor decisión entre varias posibles y cuyas posibilidades de elección implica
restricciones y consecuencias

Racionalidad
La racionalidad es la capacidad que permite pensar, evaluar, entender y actuar de acuerdo a
ciertos principios de mejora y consistencia, para satisfacer algún objetivo o finalidad. El ejercicio
de la racionalidad está sujeto a mejora continua. Cualquier construcción mental llevada a cabo
mediante procedimientos racionales tiene por tanto una estructura lógico-mecánica
distinguible (razonamiento)

La racionalidad humana
El ser humano puede usar la razón para evaluar la mejor manera de alcanzar un determinado
objetivo. El ser humano tiene otras formas para tomar decisiones o idear comportamientos
donde la racionalidad no parece el principal factor. Estas decisiones o comportamientos,
adjetivadas a veces como "irracionales" en realidad esconden frecuentemente aspectos
de racionalidad limitada y aspectos de imitación social otras veces. Algunas conductas humanas
parecen completamente "irracionales" (desde la perspectiva de la maximización de la
satisfacción a corto plazo), y muy pocas son completamente "racionales" (en el sentido de
maximizar la consecución de un objetivo).
Generalmente suele decirse que todos los humanos son racionales, pero tal afirmación pasa
por alto que existen humanos que no actúan de acuerdo a lo que se define por racional o lo
hacen en un grado disminuido, por ejemplo, bebés, discapacitados psíquicos graves, seniles,
etc. Es por ello que a estos individuos no se les exigen los mismos deberes que a humanos
plenamente racionales.
Evolutivamente, la racionalidad humana surgió a partir de un conjunto de mecanismos
cerebrales, que permitían conductas más complejas basadas en la percepción, la memoria y el
procesado eficiente de nueva información con el fin de favorecer la supervivencia de los
individuos. En el caso de los seres humanos, la sociabilidad y la tendencia de la especie a formar
grupos de individuos emparentados entre sí y que son capaces de reconocer a sus parientes y
formar alianza llevó al desarrollo de capacidades sociales específicas, que facilitarían el
desarrollo del lenguaje humano y por tanto de una racionalidad discursiva, y la capacidad de
transmitir comportamientos complejos a las nuevas generaciones, que es la base de
la tecnología humana.
La filosofía
La racionalidad puede aplicarse a nuestras expectativas, a nuestras evaluaciones y a
nuestras acciones. Puede fundamentarse en creencias o axiomas. Pero no siempre evaluamos
racionalmente. Dado que la parte racional depende de la educación recibida, la forma de educar
limita en mayor o menor medida el marco de posibilidades a las cuales poder acudir como parte
de las soluciones, por lo que no siempre evaluamos racionalmente y no siempre actuamos de
manera racional. La causa es que el ser humano no posee el suficiente criterio como para poder
educar a la razón de manera que entienda sus propios sentimientos, pasiones y emociones de
forma que dirijan y moldeen a la imaginación y facultades de creación. El buen uso de la razón
le da al hombre la voluntad de vivir, perdiendo esta en el momento que no encuentra razones
que le satisfagan y alivien el sufrimiento. Por ese motivo no todas nuestras expectativas
responden a las exigencias de la racionalidad, ni tampoco nuestras intenciones a la hora de
actuar, ni la forma como lo hacemos. La racionalidad es, desde este punto de vista, una
aspiración humana, más que una realidad. Por esta razón muchas personas consideran
necesarias las religiones, son un atajo a nuestra mente, frente a la agotadora realidad de hacer
frente nosotros solos a absolutamente todas las situaciones.
En la filosofía de la ciencia del siglo XX una de las grandes críticas a la noción clásica de
racionalidad provino de la Tesis de la Inconmensurabilidad, la cual daba lugar a una racionalidad
valorativa que permitía Desacuerdos Racionales.

La ciencia
Desde un punto de vista individual, acepta el mundo de la forma más compatible con nuestra
realidad termodinámica, nos hace más aptos y con mejores resultados a la hora de adaptarnos.
Por lo tanto, el objetivo en la ciencia es encontrar las explicaciones con mejores resultados en
nuestra red neural. La ciencia consigue que las personas podamos establecer expectativas
realistas con la verdadera esperanza de poderlas obtener si aplicamos cierto método a nuestra
forma de trabajar. La verdadera ciencia da esperanza a las personas. Esto tiene un valor
añadido: Si formamos personas emocionalmente equilibradas (personas realistas, que evalúan
su objetivo, establecen un cauce racional y trabajan por ello), estaremos definiendo grupos
sociales capaces de fomentar la unidad del grupo porque su deseo personal es hacer
precisamente eso.
Principio epistémico

Principio epistémico, es un principio de racionalidad aplicable a conceptos tales como


conocimiento, justificación y opinión fundada. Los principios epistémicos incluyen los principios
de la lógica epistémica y aquellos que conectan los distintos principios epistémicos entre sí o
con otros principios no epistémicos (por ejemplo, de tipo semántico).
Los conceptos epistémicos incluyen el concepto de conocimiento, opinión fundada,
justificación, probabilidad (epistémica) y otros conceptos que son usados con el fin de dar razón
de opiniones y enunciados de conocimiento.
Los principios epistémicos pueden ser formulados como principios relativos a sistemas de
opinión o a sistemas de información, es decir, sistemas que caracterizan los posibles estados
doxásticos de una persona en un momento dado.
Un sistema de creencias u opiniones puede ser visto como un conjunto
de proposiciones (aceptadas) o como un sistema de grados de creencia.
Es posible distinguir dos tipos de principios epistémicos:

• a) principios relativos a la racionalidad de un único sistema de creencias y


• b) principios relativos a los cambios racionales de opinión.
Los primeros incluyen los requisitos de coherencia y consistencia para creencias (y para
probabilidades); estos principios pueden ser considerados como la descripción estática del
sistema de creencias. Los segundos incluyen diversos principios acerca de la revisión y ajuste de
las creencias, es decir, principios referidos a la dinámica del sistema de creencias
➢ Escepticismo. - La etimología de este término «Escepticismo» significaba «mirar con
cuidado». El escéptico sería entonces la persona que reflexiona con atención antes de
emitir un juicio o de tomar una decisión. La actitud cautelosa del escéptico tiene una
vertiente teórica y otro práctico.

El escepticismo es una corriente filosófica que niega que exista la verdad objetiva, dudando así
de todo lo que le rodea.
El escepticismo se convierte así en una filosofía que duda de todo, incluso de lo que parece
innegable y evidente. Los escépticos piensan que todo depende de quién experimenta algo o
de quien realiza la labor de investigación. Es decir, defienden que todo es subjetivo y que no
depende del objeto que se investiga, sino que lo hace según el sujeto que realiza dicha labor.

Características del escepticismo

La principal característica del escepticismo o del escéptico es la duda, nada es totalmente cierto,
ni falso. Por eso, la mejor herramienta es el empirismo, las cosas, para demostrar su veracidad,
han de ser probadas a través de la investigación.

Aun así, el pensador escéptico sigue dudando puesto que defiende que los sentidos pueden
alterar la realidad. Ya que cada persona se ve influenciada por sus propias percepciones
sensoriales. Por tanto, desde el punto de vista de esta corriente, no se afirma, se opina. Cuando
una persona afirma algo lo hace desde su perspectiva, no puede hablar de verdad objetiva
porque no todo el mundo va a compartir su posición.
El aspecto teórico consiste en negar que haya ningún saber auténtico, pero puede expresarse
también diciendo que ninguna opinión es segura, que ninguna creencia está justificada, que
ninguna creencia es más razonable que su contraria, etc.

El aspecto práctico, en cierto modo consecuencia del anterior, comporta la suspensión de todo
juicio motivada por la esperanza de lograr una tranquilidad interior que permita al sujeto
integrarse en la comunidad de referencia sin demasiados conflictos (ataraxia). En lo que sigue
nos centraremos en el aspecto teórico por ser éste el

➢ El relativismo. - es una doctrina filosófica basada en que la verdad y el conocimiento


no son absolutos, sino que ambos son relativos. Es decir, dependen tanto del contexto
en el que lo estudiemos como de las percepciones personales que tenga el investigador.
Para el relativismo no existen verdades absolutas, debido a que el investigador o la persona que
opina sobre algo está influenciada por una serie de variables. Variables entre las que destacan
los valores culturales, la religión, los principios éticos, la ideología o sus tradiciones o
costumbres. En otras palabras, el investigador está influenciado por su forma de vivir la vida y
percibir los acontecimientos. Pero no depende solamente de factores internos del investigador,
sino que también lo hace del contexto, que es lo que le diferencia de subjetivismo. En resumen,
el relativista está influenciado por factores internos del propio individuo, y por externos, que
sería el contexto.

Características del relativismo

Entre estas, destacan las siguientes:

• No existen las verdades absolutas ni objetivas: La verdad es relativa, depende tanto del
sujeto que la interpreta como del contexto. Moldeando así las conclusiones finales.
• La cultura, religión, principios e ideología constituyen los factores internos.
• El contexto, el tiempo, el medio y el entorno social son los factores externos.
• El relativismo, en ciencias sociales, puede ser de varios tipos o influir en algunas áreas.
Distinguimos entre relativismo cognitivo, moral y cultural.
• Se puede ser relativista, pero también objetivista en cuestiones que no parecen
susceptibles de discusión. Como, por ejemplo, que la Tierra es redonda.

Tipos de relativismo

• Relativismo cognitivo: Este es, precisamente, el que hemos ido desarrollando a lo largo
de la redacción. Se refiere a que el conocimiento no es absoluto ni objetivo, sino que
depende del individuo y del contexto en el que se interprete. Existiendo así varias
verdades, ninguna objetiva ni absoluta.
• Relativismo moral: También llamado relativismo ético. Afirma que no existe una
moralidad y actuaciones definidas como correctas y por encima de otras. Influye mucho
la religión y la cultura en el que se practiquen o afirmen dichas actuaciones. A través de
ello, se establece el debate de lo que está bien y lo que está mal. Por poner algunos
ejemplos, en el Islam, la mujer tiene infinidad de derechos menos que el hombre y está
supeditada a éste, en las democracias occidentales existe paridad de derechos; para
personas religiosas, el sexo antes del matrimonio está desaconsejado, no siendo así para
ateos, o practicantes de religiones que no lo contemplen; en las democracias clásicas
existía la esclavitud, en las contemporáneas es algo impensable. Es decir, lo bueno y lo
malo, lo deseable y lo indeseable, depende del contexto en el que nos encontremos.
• Relativismo cultural: Surge en oposición al etnocentrismo, y defiende que todas las
culturas son iguales. Es decir, nuestra cultura, por ser la nuestra no es la universalmente
válida, sino que todas las costumbres y formas de actuación son igualmente respetables.
Por ejemplo, en Japón es de buena educación sorber la sopa, en la cultura occidental
no; en los países protestantes, el trabajo y la riqueza es una recompensa divina, en los
católicos se ve más como una penitencia y un acto de expiación.

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