Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El ultrasonido es la energía del sonido a frecuencias que sobrepasan el límite del oído
humano. La mayoría de las pruebas de ultrasonido se realizan en el rango de frecuencia
entre 500 KHz y 20 MHz, aunque algunos instrumentos especializados pueden
operar a 50 KHz o menos y a 100 MHz o más.
La frecuencia audible esta entre 20Hz y 20KHz.
El funcionamiento de los medidores de espesor por ultrasonido se basa en
determinar con gran precisión lo que se denomina tiempo de vuelo, es decir, el tiempo
que tarda un pulso de sonido generado por una pequeña sonda llamada transductor
ultrasónico en atravesar una pieza y regresar al dispositivo. El transductor contiene un
elemento piezoeléctrico que es excitado por un impulso eléctrico corto para generar una
ráfaga de ondas ultrasónicas. Estas se acoplan dentro del material y lo atraviesan hasta
que encuentran una pared posterior u otro límite. Luego, las reflexiones vuelven hacia
el transductor, que convierte la energía acústica en energía eléctrica. Vemos una
representación del fenómeno en la siguiente figura, donde se utiliza, de los muchos
disponibles, un transductor de doble elemento (transmisor/receptor).
T = (V) x (t/2)
donde:
T = espesor de la pieza
V = velocidad de propagación del sonido en el material
t = tiempo de vuelo medido
Cabe señalar que la velocidad del sonido en el material es una parte esencial de
este cálculo. Materiales diferentes transmiten ondas sonoras a velocidades
diferentes, generalmente a mayor velocidad en materiales duros y a menor velocidad en
materiales blandos. Además, la velocidad del sonido puede cambiar significativamente
con la temperatura. Por lo tanto, siempre es necesario calibrar el medidor a la velocidad
del sonido del material a medir, ya que la precisión estará determinada por esta
calibración.
Los medidores de espesor por ultrasonido vienen calibrados de fábrica para una
serie de materiales comunes. También es posible almacenar calibraciones para
materiales y transductores diferentes y luego recuperarlas cuando sea necesario. Cada
vez que se cambie de material o de transductor, o si la temperatura del material cambia
significativamente, debe efectuarse una calibración siguiendo las instrucciones del
fabricante. Es recomendable efectuar calibraciones periódicas con muestras de espesor
conocido para verificar el correcto funcionamiento del medidor, especialmente en
aplicaciones críticas.
Puesto que las ondas sonoras en el rango de los MHz no se desplazan
eficientemente en el aire, se usa una gota de líquido acoplante entre el transductor y la
pieza para obtener una buena transmisión del sonido. Los acoplantes comunes son
glicerina, propilenglicol, agua, aceite y geles, y se proveen con el kit del instrumento.
Sólo se necesita una pequeña cantidad de acoplante, suficiente para llenar el espacio de
aire extremadamente delgado que de otro modo existiría entre el transductor y la pieza.
Para pensar
¿Qué pasa si un material es compuesto, es decir posee
diferentes fases?
Una interfaz USB o RS232 (dependiendo del modelo) permite exportar a una
computadora los datos almacenados en la memoria del dispositivo. Generalmente esta
función se acompaña con un software provisto por el fabricante, con el que se pueden
guardar y exportar mediciones, analizar estadísticas, generar gráficos y redactar e
imprimir informes.
Los medidores funcionan con energía provista por pilas AA de 1,5 V o bien con
pilas recargables de NiCad de 6 V. Según el modelo y el fabricante pueden almacenar
entre 5000 y 32.000 lecturas de espesor, aunque vienen modelos optimizados que
pueden llegar a las 54.000 lecturas de espesor o 5100 formas de onda con medidas de
espesor.