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Definición
La motivación es una actitud continuada en el tiempo con el objetivo de satisfacer una necesidad u objetivo.
La motivación se define como el “conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una
persona”. En otras palabras, se dice que cuando alguien está motivado, sus acciones y energías están dirigidas a alcanzar una
meta concreta.
La motivación es algo que puede ayudar a cualquier individuo a La motivación puede ser intrínseca, si la actividad se desea
porque es intrínsecamente interesante o agradable, o extrínseca, si el objetivo del agente es una recompensa externa distinta de
la actividad en sí. Se ha argumentado que la motivación intrínseca tiene resultados más beneficiosos que la motivación extrínseca.
Los estados motivacionales también pueden clasificarse según si el agente es plenamente consciente de por qué actúa como lo
hace o no, lo que se conoce como motivación consciente e inconsciente. Mantenerse en acción, lograr los procesos necesarios e
implementar las acciones pertinentes para conseguir un logro, objetivo o saciar una determinada necesidad.
Cada persona tiene distintas motivaciones, y dependerá de ella el grado de motivación que tiene para conseguir lo que desea. Por
ejemplo, un atleta que quiera participar en los Juegos Olímpicos, tendrá que estar muy motivado para realizar los entrenamientos
pertinentes, cuidar su alimentación, ganar campeonatos y acumular experiencia para poder asistir y hacer un buen papel en ese
evento. O, por otro lado, una persona que va a empezar un curso universitario porque desea ser veterinario y su pasión es ayudar
a los animales. Se enfocará totalmente en aprender y aprobar los exámenes para lograr su objetivo.
Habrá que designar en primera instancia aquello que es motivador para alguien, en lo que se va a centrar para enfocar toda su
fuerza.
En resumen, se trata de prolongar acciones en el tiempo con la recompensa de alcanzar una meta, que puede estar relacionada
con logros personales, laborales, familiares, deportivos, entre otros.
Tipos de motivaciones
Motivación extrínseca: Se trata de algo externo al individuo. Aquello que proviene del exterior y supone una motivación
para conseguirlo. Aquí entran en juego las recompensas que se pueden conseguir como un reconocimiento laboral, una
suma de dinero, o una posición relevante en un grupo de influencia.
Motivación intrínseca: Es el tipo de motivación que sale de uno mismo, además de que supone una sensación de
bienestar y logro personal ya que está relacionada con los objetivos que una persona quiere alcanzar para sentirse mejor.
Por ejemplo, clases de baile, mejorar en cada clase nuestro papel para sentirnos mejor en todos los aspectos, tanto
físico, como mental.
Motivación negativa: En este caso la motivación viene determinada por evitar algo negativo que puede ocurrir si no
realizamos algo en concreto. Por ejemplo, una persona que necesita perder peso y le recomiendan ejercicio para evitar
problemas de salud.
Motivación positiva: La motivación positiva está relacionada con lo que apasiona al individuo a realizar este tipo de
acción en el tiempo para conseguir sus propósitos. Además, lo hace porque se siente bien y los beneficios serán de su
agrado. Por ejemplo, estudiar una carrera universitaria que le gusta.
Estas son las principales motivaciones relacionadas con el individuo, además dentro de estos grupos se pueden incluir algunas
más específicas como las que atañen a una determinada tarea, o pretenden potenciar más una determinada actitud.
No obstante, siempre habrá que diferenciar las que son externas e internas, y las que tienen un enfoque positivo o negativo en la
vida del usuario que está motivado para llevar a cabo estas acciones.
AUTOMOTIVACION
Automotivación es dar las razones, el impulso, el entusiasmo y el interés que provocan una acción específica o un determinado
comportamiento. La motivación está presente en todas las funciones de la vida: actos simples, como comer que está motivado
por el hambre, la educación está motivada por el deseo de conocimiento
Qué es la automotivación
La automotivación es la capacidad y práctica de que una persona se motive a sí misma para conseguir los objetivos que se
ha propuesto. La principal característica de la motivación es que el emisor y receptor de la motivación es la misma persona, lo
que presenta ciertas particularidades que hacen que sea importante aprender a trabajarla correctamente para conseguir
aprovechar todos sus beneficios y ventajas.
Beneficios de la automotivación
Los beneficios de la automotivación son similares a los que se pueden obtener en cualquier ejercicio o formación de
motivación general. Sin embargo, en el caso de la automotivación, además cabe destacar dos beneficios más que se unen a los
generales de cualquier taller de motivación:
Motivación completamente personalizada: Debido a que la automotivación se ejecuta por la misma persona que
necesita dicha motivación, la adaptación de este tipo de motivación es completa, ya que es la misma persona la que
selecciona las formas y el contenido que usará en la motivación que desea realizar. Esto también implica un mayor
efecto, puesto que la persona que se auto motiva termina seleccionando aquellos métodos que mejores resultados le
aportan.
Motivación 24/7: La otra ventaja que presenta la automotivación respecto a la motivación tradicional es que es
constante, es decir, se pueden aprovechar sus técnicas y beneficios durante las 24 hora del día y los 7 días de la
semana. Esto se consigue al no tener que depender de una fuente de motivación externa, por ejemplo talleres impartidos
por un coach.
Sin embargo, realizar un buen trabajo de automotivación es más complicado de lo que puede parecer en un principio. Hay que
tener en cuenta que, al carecer de un coach profesional, esto también presenta una serie de desventajas respecto a la
motivación tradicional, por lo que es importante que la persona que aspire a aplicar la automotivación en su jornada diaria cuente
con una serie de herramientas que le ayuden a aplicarla con éxito.
En este sentido, es fundamental tener en cuenta las condiciones laborales de los empleados, ya que, en muchos casos,
constituyen uno de los elementos principales que determinan la motivación o no que los trabajadores manifiestan en sus puestos
laborales. En este sentido, contar con un buen salario, así como con unas condiciones que permitan conciliar la vida la laboral y
familiar, así como con un conjunto de beneficios sociales ventajosos, son algunas formas con las que las empresas pueden
mejorar la motivación de sus trabajadores sin necesidad de realizar grandes y costosas inversiones.
Para alcanzar el éxito en los negocios o en la vida misma, uno de los principales requisitos
es la motivación. La motivación es lo que nos da energía para alcanzar nuestros objetivos y
para no declinar ante los obstáculos o dificultades que se nos presenten en el camino.
Existen técnicas de motivación que podemos aplicar para motivar a nuestros trabajadores,
pero el problema se da cuando necesitamos motivación en nosotros mismos.
Y para que la motivación esté siempre presente en nosotros, veamos a continuación algunas formas de practicar la
Automotivación, es decir, de motivarnos a nosotros mismos:
La automotivación nos ayudará a salvar mejor los obstáculos y nos proporcionará firmeza ante las
circunstancias desfavorables, ya que dependeremos menos del entorno para sentirnos satisfechos en
nuestro trabajo.
El objetivo de la motivación es proveer ciertos estímulos para que puedas adoptar un determinado
comportamiento deseado. Es crear las condiciones y los estímulos adecuados para que logres un
determinado comportamiento. Factores como:
El entusiasmo.
La alegría.
La fuerza de voluntad.
La pasión.
La perseverancia.
La acción.
El empeño.
La dedicación.
Son algunos de los comportamientos y estímulos que se consiguen cuando se está motivado.
Para conseguir objetivos, alcanzar un sueño, una meta o hacer un cambio en tu vida o en la vida de los demás, es fundamental
tener una motivación.
QUE ES ADMINISTRACIÓN?
La administración es una de las actividades humanas más importantes, encargada de organizar y dirigir el trabajo individual y
colectivo efectivo en términos de objetivos. A medida que la sociedad, empezó a depender crecientemente del esfuerzo grupal y
que muchos grupos organizados tienden a crecer, la tarea de los administradores se hace mucho más importante. La
administración aparece desde que el hombre comienza a trabajar en sociedad. El ser humano es social por naturaleza, por ello
tiende a organizarse y cooperar con sus semejantes.[1]
Definición técnica
La administración es el proceso que busca por medio de la planificación, la organización, ejecución y el control de los recursos
darles un uso más eficiente para alcanzar los objetivos de una institución
En realidad, para que la administración logre alcanzar sus objetivos, se tiene que hacer uso de una forma coordinada de los
recursos humanos, intelectuales, materiales, tecnológicos y financieros que se poseen. Esto, buscando la estabilidad, el
mantenimiento y el crecimiento de los grupos sociales o de las instituciones. La persona clave en la administración es
el administrador.
En ese sentido, la tarea de la administración supone alcanzar los objetivos trabajando en subordinación de alguien más, por lo que
se necesita una relación de jerarquía donde se trabaja al mando de otro.
La administración puede aplicarse en instituciones formales e informales, las instituciones formales son las que se rigen por
normas y leyes que se encuentran escritas para que puedan funcionar como el caso de un Estado o de una empresa.
La administración sabe qué se necesita adquirir, cambiar, aplicar y evaluar para que la empresa se mantenga productiva y tenga
proyección a futuro, por lo que implementa proyectos con objetivos a largo plazo. Por su parte, la contabilidad muestra
periódicamente, a través de balances e informes financieros, el nivel de eficiencia actual de la empresa. Con la información de
estas evaluaciones, la administración puede determinar la tasa de crecimiento de la organización, así como rectificar medidas y
hacer ajustes que permitan aumentar la producción, reducir costos y gestionar mejor los recursos humanos.
Para tomar decisiones, la administración y la alta gerencia consultan con contabilidad para averiguar de qué manera podrían
afectar la liquidez del negocio. Por otra parte, cualquier decisión que tome la administración, así como las transacciones de
cualquier departamento a su cargo, deben pasar por contabilidad para que las registre.
En conclusión, la administración gestiona y la contabilidad estudia el capital de la organización. Para que administración pueda
implementar estrategias de desarrollo a mediano y largo plazo, debe conocer la situación financiera y patrimonial de la empresa.
Esta valiosa información la obtiene directamente del departamento de contabilidad.
Relación entre administración y contabilidad
La administración sabe qué se necesita adquirir, cambiar, aplicar y evaluar para que la empresa se mantenga productiva y tenga
proyección a futuro, por lo que implementa proyectos con objetivos a largo plazo. Por su parte, la contabilidad muestra
periódicamente, a través de balances e informes financieros, el nivel de eficiencia actual de la empresa. Con la información de
estas evaluaciones, la administración puede determinar la tasa de crecimiento de la organización, así como rectificar medidas y
hacer ajustes que permitan aumentar la producción, reducir costos y gestionar mejor los recursos humanos.
Para tomar decisiones, la administración y la alta gerencia consultan con contabilidad para averiguar de qué manera podrían
afectar la liquidez del negocio. Por otra parte, cualquier decisión que tome la administración, así como las transacciones de
cualquier departamento a su cargo, deben pasar por contabilidad para que las registre.
En conclusión, la administración gestiona y la contabilidad estudia el capital de la organización. Para que administración pueda
implementar estrategias de desarrollo a mediano y largo plazo, debe conocer la situación financiera y patrimonial de la empresa.
Esta valiosa información la obtiene directamente del departamento de contabilidad.
La administración es una ciencia social cuyo propósito es el cumplimiento de las metas de la empresa por medio de la
coordinación eficaz y eficiente de las estructuras. En este sentido, podemos reconocer la relación entre ambas ciencias por la
contraposición de sus funciones, que pasan a ser complementarias.
o La contabilidad recolecta y proporciona información sobre la actividad financiera de la empresa y sus valores
económicos, misma que es posteriormente analizada por el personal administrativo y la directiva para la optimización de
funciones.
o Con frecuencia los contadores ocupan un lugar en las oficinas de administración en función de utilizar información del
departamento.
o Los procesos de contabilidad pueden ser moldeados en función del propósito administrativo, enfocado en la agilización
de los elementos de gestión.
o El seguimiento y reporte de gastos y su comparación con los ingresos dota al departamento administrativo con la
información necesaria para evaluar la factibilidad de nuevos proyectos.
De tales funciones se desprende un campo específico de la contabilidad, denominado como contabilidad financiera, encargada
de resumir y analizar las transacciones financieras por medio de los estados contables. Puede valerse también de herramientas
como el cuadro sinóptico o el mapa conceptual.