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Texto narrativo

La escuela primaria donde me tocó hacer mis prácticas de observación y


ayudantía fue en la escuela Leona Vicario, en Alto Lucero, ubicada en la Avenida
Lázaro Cárdenas, el director de la escuela primaria es el Mtro. Julio César Pérez
Quiroz, la titular del grado y grupo donde estuve es la Mtra. Rosalinda Reyes Cruz,
del 5° grado, grupo A.

La escuela primaria se encuentra en un cerro no tan alto (a mi parecer), la “calle”


Lázaro Cárdenas que da a la entrada de la escuela no es una calle como tal, pues
no está pavimentada, pero sí hay banqueta. Su límite perimetral es de barda con
un poco de malla (por la parte de enfrente) y por la parte de atrás es solamente de
malla. El nivel socioeconómico es bajo. La escuela contiene lo indispensable para
poder laborar, sin embargo, hay material que falta, por ejemplo, bocinas, para los
honores a la bandera, o para ensayos para alguna presentación. También, faltan
comedores para los niños, así como el domo, materiales para la clase de
educación física, de igual modo, falta terminar de bardear lo que resta, y un
retoque a la pintura en todo el plantel. La gran mayoría de los alumnos son
amables, accesibles, respetuosos; entre sus compañeros del mismo grupo se
llevan bien, aunque claro, en ocasiones tienen sus diferencias y suelen golpearse
o culparse. Algunos padres de familia se preocupan por sus hijos, preguntan si les
encargaron tarea, otros presentan sus quejas por si hay algún inconveniente, por
ejemplo, el jueves 12 de octubre recuerdo que una madre del grupo donde estuve
fue a hablar con la maestra porque una niña molesta y golpea a su hijo (este
alumno presenta BAP), la maestra le dijo que prestaría más atención a ambos
alumnos. Claro, que están los padres que ni siquiera van a recoger a sus hijos.
Los docentes tienen una actitud positiva para con todos, tratan comprendernos a
los que estamos comenzando en la labor de ser docentes, son amables, son
inclusivos, se tratan con respeto entre ellos. Hablando de la maestra con la que
estuve, fue agradable desde que nos recibió hasta el último día de nuestra
estancia. Supo crear un ambiente sociable y correcto para el aprendizaje, tanto
para los niños como para mí. El personal administrativo y de apoyo es cortés, si
necesitas apoyo para saber dónde está ubicado algo dentro de la escuela, ellos de
manera atenta están dispuestos a guiarte. La infraestructura del aula donde estuve
es buena, necesita limpieza, no tanto del piso, sino del lugar donde los niños
ponen sus trabajos, la biblioteca que está dentro del salón también necesita ser
limpiada porque tiene mucho polvo, fuera de eso todo se encuentra en buenas
condiciones.

La jornada de prácticas inició el lunes 9 de octubre de 2023, finalizó el jueves 12,


pues el viernes 13 se cancelaron clases en casi todas las escuelas.

El día que inició la jornada mi equipo y yo llegamos exactamente a las 7:15 a.m.
en el portón, fuimos los primeros en llegar, el intendente que nos atendió fue muy
amable, nos indicó quién era la maestra que estaba de encargada, pues el director
había sufrido un accidente, por lo que la maestra titular del grupo donde estaba es
la “suplente” del director por el momento. Llegó la maestra, quien también fue muy
amable con nosotros, nos presentamos, luego permitió escoger el salón que
quisiéramos, por mi parte me era indiferente el grado que me tocara, cualquier
grado está bien para mí.

Iniciamos con honores a la bandera, donde nos presentaron ante todos los
alumnos y algunos padres de familia y tutores que estaba fuera de la escuela. Al
término del acto cívico recordé que no me había presentado a la maestra, así que
lo hice para no verme grosera, además, si no lo hacía no iba a saber con quién
estaba compartiendo su grupo.

Cuando me metí al salón estaba un poco nerviosa, sin ideas de cómo ayudarle a
la maestra titular, el grupo estuvo muy tímido, considero que, porque no me
conocían, con el paso de los días comenzaban a abrazarme, a regalarme dibujos
y dulces, cosa que veía que los alumnos de mis compañeros hacían, pero los
míos no, aun así, no me sentía mal. En cuanto a la académico, les es difícil
concentrarse en cualquier actividad, sí lo hacen pero tardan un poco más de lo
programado; por otra parte, les gusta mucho colorear, recuerdo que el martes les
llevé un dibujo para colorearlo y les encantó, disfrutaron tanto el momento, este
mismo día les habían asignado tarea de sumas; así pues, al día siguiente
(miércoles) la maestra me volvió a dar un espacio para trabajar con ellos, esta vez,
les puse una actividad donde tendrían que sumar primero, debían colorear de
acuerdo al resultado, lo hicieron muy bien, superaron mis expectativas, porque
pensé que no entenderían, pero me alegra que hayan comprendido.

Ahora bien, describo que el lunes ayudé a la maestra titular a borrar el pizarrón,
recuerdo que le ayudé a continuar escribiendo unas cuentas, hubo un momento en
el que salió (creo que le habían hablado para atender a alguien) y me dejó
encargado el grupo, fue donde me pude presentar con ellos, dije mi nombre,
donde estudio, de donde soy, las razones por las que estaba ahí.

El martes de igual forma ayudé a formar por estaturas a los alumnos, esto para los
ejercicios que se hacen antes de entrar al salón. Para añadir, los niños ensayaron
el baile que presentarán en día de muertos, me incluí en el ensayo, veía los pasos
y los hacía, también ayudé a supervisar de que todos los niños bailaran.

Con respecto al miércoles, la maestra titular me pidió apoyo para llenar un cuadro
en el pizarrón, dicho cuadro debía de contener ideas para que los niños lo llenaran
con sus propias palabras, para esto les había explicado esa indicación, que
solamente se basaran en lo que había puesto en el pizarrón (y que llenamos
todos), mas no que lo copiaran, pues ellos debían de responder conforme a las
ideas que ellos tenían. Me sentí muy mal, porque al revisar sus trabajos todos
habían copiado tal cual yo había escrito en el pizarrón, la maestra se dio cuenta y
les llamó la atención, a lo que yo me sentí muy mal a causa de un niño en
particular, pues dijo que yo había dicho que todos copiaran lo que había escrito,
cosa que no era cierto, no quise interrumpir al niño ni negar lo que había dicho de
mí ya que no me quería ver grosera o mentirosa, eso en verdad me hizo sentir
muy mal; al poco rato le pedí perdón a la maestra por ese mal entendido, le
expliqué que no era mi intención que eso pasara, ella me entendió y dijo que no
me preocupara.

Para concluir, el jueves no les pude llevar material, pero les llevé una paleta, al
término del día les agradecí su atención, su confianza, me sentía muy feliz de que
ellos hayan sido mis primeros alumnos. Le di una paleta a la maestra y le di una
de más, dado que un niño había faltado.

Sin duda alguna me gustó esta primera jornada de prácticas educativas,


tristemente en ocasiones me llegaban pensamientos negativos, si de verdad era lo
que quería, porque lo voy a vivir toda mi vida, me sentía inútil, insuficiente, incapaz
de poder estar frente al grupo o poder enseñarles algo. Claro está que fue mi
primera jornada y que me falta mucho por aprender, por ver, por escuchar, trataré
de motivarme para que estos pensamientos no se vuelvan realidad.

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