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Diario 1
Lunes 29 de mayo
Pasada una hora reloj, llega la docente titular, es decir, quien sería mi docente
tutora. Enseguida se acercó a saludarme, me presentó al grupo y me pidió que no me
quedará sentada al final de la clase, sino que me sentara en frente junto con ella. Desde ese
momento todo fue hermoso, la seño se tomó el tiempo para ir explicándome como
trabajaba, en qué condiciones estaban los estudiantes, me brindó su carpeta para que
evidenciará su tarea diaria, los niños comenzaron a acercarse, a consultarme cuando no
entendían algo, escuchar el “seño Gaby” fue maravilloso. Desde ese momento me sentí que
ya era parte de ellos y eso me llenaba de alegría y ganas de seguir estando ahí.
Diario 2
Jueves 22 de junio
Luego de haber estado observando el grupo por más de una semana, llegó el día de
dar mi primera clase, sería en el área de Lengua y literatura y el tema asignado por la
docente había sido “La fábula”.
En mi grado había un niño con autismo, él era súper inteligente, capaz y sociable.
Hasta ese día nunca había sucedido nada fuera de lo común con él, pero el recurso de la
manito fue algo que le llamó tanto la atención que terminó provocando algo en él, a
minutos de haber empezado a votar rompió la manito que le había dado y me pidió otra y
otra las cuales también rompió, el problema fue que en un momento me quedé sin y él
quería arreglar las dañadas, al ver que no podía hacerlo, entró en crisis, gritos, llantos,
empujones. En ese momento me quedé paralizada, entre mi dije: ¡fue un fracaso!, temía que
la culpa fuese mía, hasta que entró la directora y me pidió que actuara normal, que llevará
al resto de los estudiantes al sum y me quedara con ellos hasta que la situación estuviera
bajo control.
Y así fue, el día continuó normal, finalicé con mi clase, la docente me felicitó y me
agradeció al igual que lo hiso la directora.
Diario 3
Viernes 23 de junio
Hoy dicté mi primera clase de matemática, el tema trabajado fue “La resta”, si bien
me encantan las matemáticas, sentía que el tema no era muy amplió y que quizás se
tornarían todas las clases muy repetitivas. Es por eso que como propósito me plantié
propiciar situaciones a través del juego para que los estudiantes desempeñen diferentes
resoluciones respecto a la sustracción mediante el uso de diferentes estrategias.
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los cálculos y acompañado de la docente titular del grado ya que ese día no asistía su
docente integradora.
El único aspecto negativo fue el clima del aula en cuanto a gritos por parte de los
niños en el momento en que jugaban. Es un grupo tan activo que cuesta mantenerlos
callados y en sus lugares, están constantemente hablando o deambulando. Lo que me deja
más tranquila es que ese clima se vive a diario, no es solo en el momento de dictar mis
clases, es un tema que de por si le cuesta controlar a la docente a cargo.
Diario 4
Martes 27 de junio
No estuve nerviosa, quizás porque ya llevo varias clases dadas, y me siento como en
mi casa. Lo único que me hacía ruido era poder mantenerlos tranquilos; pero pensar en eso
no tenía tanto sentido ya que era algo casi imposible de revertir a esta altura.
Comencé la clase, hoy trabajamos con restas entre números redondos. En principio
busqué conocer que idea tenían ellos a cerca de los números redondos, si recordaban cuales
eran, con que otro nombre ellos los conocían, etc. Por suerte respondieron lo esperado y
pude comenzar con las actividades, la primera actividad era en una fotocopia, era sencilla,
de hecho, la terminaron muy rápido y realizamos una puesta en común a modo de
corrección.
Cada tanto miraba a mi profesora para ver qué era lo que ella hacía, casi siempre
miraba como se desenvolvía el grupo (miraba como deambulaban y hablaban, jaja lo
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normal del día a día), otras veces la veía a notando y ente mi pensaba: seguramente algo
hice o dije mal, pero a eso no lo iba a saber hasta que la clase finalizara.
Más allá de eso, el juego estuvo muy bien, hice participar a la docente a cargo y
también a mi profesora. La clase llegó a su fin y ahora si iba a saber cómo me había
desenvuelto, mi único temor eran esos momentos en los que había levantado la voz. Sin
embargo, las apreciaciones de la profesora no fueron tantas, quizás haber corregido de otra
forma la primera actividad, dejar que los niños seleccionen su cartón de bingo, y bueno con
respecto al tono de voz por lo menos pudo notar que cuando tomé ese camino logré que
prestaran atención al menos por un ratito.
Diario 5
Viernes 30 de junio
Por otro lado, en la última clase de matemática decidí condicionar el aula con
diferentes postas matemáticas, obviamente que los juegos les llamaron muchísimo la
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atención y comenzaron a resolver los cálculos con ansias y buena predisposición para poder
pasar a la posta siguiente.
Todos estaban contentos y felices, pero el momento de tristeza llegó cuando todos
los grupos ya habían pasado por la ultima posta y leyeron el mensaje secreto (era un
mensaje de despedida, mi despedida) la primera vez que lo leímos no entendieron, pero al
leerlo por segunda vez se dieron cuenta de que ese era mi último día con ellos. Los 10
minutos que restaban para el final del día fueron de mucho llanto, mío y de ellos, el pedido
de que no me fuera, los abrazos, los besos, los dibujos que me obsequiaron, las palabras
bonitas, serán detalles que siempre guardaré en mi corazón…
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Practicas potentes y significativas.
En esta clase realicé la lectura de la fábula elegida por los estudiantes en el cierre de
la clase anterior y a partir de ella conocimos la estructura que tiene una fábula.
El inicio de la clase fue con la lectura de la fábula “el león y el ratón”, para realizar
dicha lectura decidí incorporar como recurso un títere de narrador. Previo a la lectura les
conté a los estudiantes que había llevado a un amigo, en ese momento me dirigí al armario
del aula y saqué mi títere, todos se acercaron para verlo de cerca, le hablaban, chocaban los
cinco, le tocaban el pelo y le preguntaban el nombre, como yo no le había puesto nombre,
entre todos lo bautizamos como Segundito, posteriormente les pedí que se sentaran en sus
lugares y yo me senté en uno de los bancos junto con mi amigo para comenzar a leer. El
títere fue algo novedoso para ellos y me sirvió para que estén atentos a la lectura.
Todos los estudiantes participaron de las respuestas, a medida que iban levantado la
mano, les iba cediendo el lugar para hablar.
En ese momento, les propuse descubrir cuál era la estructura de la fábula que
habíamos estado leyendo. Para esta parte decidí armar una infografía, para llevarla a cabo
coloqué un afiche en el pizarrón y les hice entrega de una fotocopia para que fueran
completando con dibujos o con palabras.
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A medida que iba nombrando cada una de las partes de la estructura, me detenía y
realizaba la lectura del fragmento de la fábula que pudiera dar cuenta de que debíamos
dibujar o escribir en dicho lugar. Luego yo completaba el afiche y ellos iban completando
sus fotocopias. Al finalizar con las tres partes, les conté que, además, las fabulas tenían algo
que las diferenciaba del resto de las historias, para que lo descubrieran, realice la lectura del
final de la fábula donde se encontraba la moraleja, luego les hice entrega de otra fotocopia
para que ellos completaran al igual que el resto de las otras partes.
Al finalizar, los estudiantes pegaron en sus cuadernos todas las copias y colgamos el
afiche con la infografía en una de las paredes del aula.
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Infografía: estructura de las fábulas.
Esquema de síntesis
En esta primera clase decidí comenzar con un juego con cartas y dados. Primero les
solicité que sacaran las cartas que previamente se les había solicitado que lleven cortadas
sus manuales de matemática. Luego procedí con la explicación del juego.
En principio me pareció que a los estudiantes les iba a costar poder comprender lo
que debían hacer ya que tenían que realizar varias cosas a la vez (sacar una carta,
posicionarse en el tablero numérico, tirar el dado, retroceder en el tablero lo mas rápido
posible, registrar los cálculos de cada partida). Es por eso que explique dos veces la
actividad y para sorpresa mía y de la docente a cargo del grado pudieron comprender.
Para el desarrollo de la clase, los ubiqué en duplas y les hice entrega de un dado y
de una hoja para que realicen el registro de las partidas. Seguidamente comenzaron a jugar,
en el momento del juego fui acercándome a los diferentes grupos para corroborar que el
juego se estuviese desarrollando de manera correcta y también para despejar dudas que les
iban surgiendo como, por ejemplo: si ambos debían anotar todas las partidas o solo las que
cada uno adivinaba.
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La docente tutora se abocó primeramente a jugar con el niño con autismo y luego
dedicó tiempo en recorrer también las diferentes duplas.
Cuando todas las duplas llegaron a dar vuelta todas las cartas, los estudiantes
pegaron en sus cuadernos las hojas con los registros de las partidas y procedí a realizar el
cierre de la clase en donde dialogamos acerca de quién había sido el ganador de la dupla y a
su vez cada estudiante fue diciendo uno de los cálculos que les había tocado resolver los
cuales fui registrando en el pizarrón para que pudieran observar la diversidad de restas
posibles.
En esta clase la propuesta fue la creación de fábulas por parte de los estudiantes.
Para iniciar comencé a indagar acerca de cómo creían ellos que los escritores
realizaban sus escritos. Y posteriormente les conté que ese día se convertirían en escritores
porque crearían sus propias fabulas, pero en lugar de hacerlo individualmente lo harían en
pequeños grupos.
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Primeramente, les hice entrega de una fotocopia con una fábula base para que ellos
fueran completando con los diferentes personajes y el ambiente en el que se desarrollaría la
historia. A continuación, les hice entrega de una hoja con diferentes animales para que
decidan cuáles serían sus personajes y los escriban en los espacios en blanco de la
fotocopia. Posteriormente coloqué tres láminas en el pizarrón cada una representaba un
ambiente (bosque, selva, campo) y les pedí que eligieran cual querían usar para su fábula y
lo escriban en el lugar correspondiente. Considero que en este momento se vio reflejada la
capacidad planteada para esta clase acerca del trabajo en colaboración para relacionarse e
interactuar.
Ante cada elección fui realizando pausas para que ellos puedan debatir y seleccionar
y completar, al mismo tiempo me fui acercando a cada grupo para brindarles la ayuda
necesaria. Una vez que cada grupo tuvo su historia completa, les hice entrega de una ficha
la cual debían completar pegando las imágenes de los personajes, del ambiente y también
debían escribir el conflicto, la solución y la moraleja guiándose de la historia que ya tenían
completa. Además, debieron pensar un título para su fábula.
Para realizar el cierre de la clase cada grupo pasó al frente y leyó su fábula al resto
de los compañeros mientras yo los filmaba.
Sin dudas esta clase fue muy significativa para ellos ya que lograron desarrollar la
capacidad de escritura mediante la estructuración del contenido según el propósito, el
contexto y los destinatarios.
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Estudiantes con la ficha de su propia fábula
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estudiantes prestaran atención. Considero que este aspecto del clima del aula es en
lo que debo profundizar.
La relación con mi docente tutora fue increíble. Desde el primer
momento que entré al aula me brindó toda su ayuda y tiempo para que pudiera
sentirme cómoda. Desde que me presentó le dejó en claro a los estudiantes que yo
tenía la misma autoridad que ella ya sea para ayudarlos como así también para
retarlos. Al comienzo de cada clase me mostraba que iba a trabajar en el día, me
hacía leer, explicar consignas, escribir en el pizarrón, corregir los cuadernos de los
niños. Cuando comencé a redactar mis planes de clases se mostró conforme con lo
planificado, me hiso sugerencias y sobretodo me brindó la tranquilidad necesaria
para que llegado el día de dar mis clases no sienta nervios ni presión. La verdad es
que desde un primer momento fuimos muy unidas la una a la otra y lo que siempre
guardaré en mi corazón serán sus palabras de despedida y sus ojos llenos de
lágrimas diciéndome que me iba a extrañar y que era la primera vez que le pasaba
de haber congeniado tanto con una practicante.
El apoyo brindado por los profesores del ISFD fue muy positivo. Al
igual que como me pasó con la docente tutora, desde el primer momento los
profesores de las didácticas y de la práctica me brindaron todas las herramientas
necesarias para enriquecer mis secuencias. Rescato de ellos que no solo me hacían
correcciones, sino que también valoraban y destacaban aquellos aspectos que
estaban acordes al plan y quedaban bien.
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Bibliografía
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