FILOSOFÍA Y LITERATURA 2022-2023. TEMA 1.

Apartado 2

1.2. El “gesto platónico” de separación de filosofía y literatura.

[Texto de referencia: Peñalver, Márgenes de Platón (fragmento pp. 69 ss.); textos de clase
práctica: Platón, Fedro, 274 c ss. + Derrida, “La farmacia de Platón” (fragmento)]

- Interpretación tradicional: el surgimiento de la filosofía en Grecia (s. VI a. C.) es el paso

del mito al logos: Burnet (Early Greek Philosophy, 1892), Nestle (Von Mythos zu logos,
1940): oposición, superación. Insuficiencia de esa interpretación (Cornford, Vernant):
aunque emergencia de algo nuevo, continuidad y relación compleja
- Proceso de disolución de la sociedad arcaica griega que da lugar a la constitución de la
cultura griega: (ver: C. García Gual, Introducción a la mitología griega, Alianza Editorial,
pp. 34 ss. y “Mito, historia y razón en Grecia: del mito al logos”, audioconferencia en
www.march.es). Factores:
o a) Los poetas, guardianes de los mitos, no los sacerdotes: gran libertad de la
mitología griega
o b) Aparición de la escritura alfabética (siglos VIII-VII): paso de lo oral a lo
escrito que implica una revolución cultural, la quiebra de la tradición, la
mitología expuesta a la crítica y a la ironía; la escritura no es sólo un diferente
modo de expresión sino una nueva forma de pensamiento (ver Vernant, Mito y
sociedad en la Grecia antigua, ed. esp., p. 172)
o c) Aparición del racionalismo filosófico (en torno al s. VI) que progresa en su
autocomprensión diferenciándose del mito: da lugar, a la vez, a la
consumación de la desaparición del mito y a su fijación u objetivación, su
definición (su genuina “invención” como relato de una experiencia originaria
ya perdida). Modo de construcción retrospectiva del mito:
 La palabra mítica como una hipotética palabra configuradora de
mundo, fundadora de realidad (convierte en real aquello de lo que
habla); el mito como palabra que hace significativo lo real
(Blumenberg); lo real sólo es accesible a través de esa palabra: unidad
originaria de realidad y sentido; autolegitimación de la palabra mítica
(carácter no alegórico, sino “tautegórico” –Schelling– del mito)
 El emergente logos hereda de esa palabra mítica la experiencia del ser
como manifestación,1 aún patente en los presocráticos: en las teorías
1
Ver Heidegger, Introducción a la metafísica, Nova, pp. 52, 136 ss., 139. En ¿Qué significa pensar?
podemos leer: “Mito significa: la palabra que pronuncia. Pronunciar es para el griego; manifestar, hacer
aparecer, o sea, el aparecer y lo que es mediante su aparecer, su epifanía. Mito es lo que tiene que ser
por medio de su pronunciación; lo que aparece en la revelación de su habla. El mito es el habla que toca
antes que nada y en sus fundamentos a todo ser humano, es el que hace pensar en lo que aparece y en
lo que es. Logos dice lo mismo. En manera alguna es verdad lo que opina la historia de la filosofía común
y corriente, que mito y logos entran en oposición por culpa de la filosofía como tal; antes bien son
precisamente los primeros pensadores de los griegos (Parménides, fragm. 8) quienes usan mito y logos
con un mismo significado. Mito y logos se separan y oponen recién allí donde ni el mito ni el logos
pueden mantenerse en su ser primigenio. Esto ya tuvo lugar en Platón.” (Buenos Aires, Nova, 1978, p.
16)

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de los “físicos” milesios, aún no se ha producido la oposición entre ser

y parecer, realidad y apariencia o ficción; la emergente palabra del
logos dice la realidad y, al mismo tiempo, “salva las apariencias”
 En el logos escrito, por tanto, se integra de manera negativa, como
ausente-presente, la palabra fundadora del mito (relación estructural
logos-alogon)
 A ese racionalismo filosófico puede considerarse que pertenece ya
Hesíodo (s. VII), según la conocida tesis de O. Gigon (Los orígenes de la
filosofía griega, 1945): se separa de Homero en cuanto a intención y
contenido de la obra, aunque la forma sigue siendo la tradicional. La
Teogonía se presenta como fruto del encargo, recibido de las Musas,
de decir la verdad, enfrentando conscientemente la verdad a la
verosimilitud homérica: frente a las verosimilitudes engañosas de la
poesía épica de Homero (en él son las Musas las que hablan pero
Homero utiliza la invocación a éstas como un medio artístico
consciente con vistas a obtener “un máximo de ilusión poética o
verosimilitud” –ed. esp. Gredos, p. 17); la épica homérica será para la
filosofía griega, más tarde, el ejemplo de lo que no es filosofía.

- Siglo V (Ilustración griega): reducción del significado antiguo (homérico) de mythos

(discurso, proclamación, notificación) al de un tipo de discurso caracterizado por
transmitir algo sin discusión y que se distingue de otro tipo de discurso, el logos, de
carácter demostrativo (ver Vernant, op. cit., p. 173), que es capaz de rendir cuentas
(logon didonai), aportar pruebas y que puede ser discutido. En este momento, mythos
empieza a entenderse como fábula o narración no verdadera.

- En Platón se consuma esta oposición mito /logos de forma paradójica o ambigua:

o Distancia crítica con respecto al mito, objetivación (aparece el término
“mythologia”, que designa tanto la colección de los mitos tradicionales como
la explicación de los mitos), instrumentalización (los mitos de Platón)
o La definición del mito es correlativa a la definición de la propia filosofía (Platón
construye el primer concepto de filosofía: cfr. Banquete): la filosofía se define
en oposición y diferencia con respecto al mito; la existencia y posibilidad de la
filosofía surge con el presupuesto de la desaparición del mito
o El paso de lo oral a lo escrito (y la consiguiente desaparición de la cultura
mítica tradicional) es integrado teóricamente por Platón en el Fedro:
 la escritura es la tumba (soma/sema) del pensamiento, una
materialidad que puede (pharmakon) separarse del sentido y de la
verdad (hypomnesis vs. anamnesis)
 La verdad está actualmente presente en el logos hablado (phoné), la
palabra viva
 La crítica de la escritura está vinculada con la idea de un logos real o
activo, no mera palabra (logos + ergon): ver Carta VII, 341 c y 344 c (en
documento de textos complementarios)

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o Pero la presencia de la verdad en la palabra era lo propio de la palabra mítica

(palabra fundadora, auténtica poiesis configuradora de mundo): la crítica
platónica de la escritura parece expresar la nostalgia por la pérdida de la
experiencia mítica de lo real: pérdida de la unidad original de significante y
significado o de sentido y realidad
o La nostalgia de un origen ausente se traduce en la creación de un concepto
absoluto de origen (arché), y de un discurso (logos) filosófico que lo expone,
que sustituyen la unidad mítica original: La Idea absoluta es arché o
fundamento que traspone conceptualmente el carácter fundador de la palabra
mítica originaria
o La escritura, cuyo surgimiento ha dado origen al logos filosófico, es
paradójicamente relegada al plano de la palabra carente de verdad, que no
está (o puede no estar) habitada por el saber (asimilación de mito y escritura
en el Fedro: ver Derrida, “La farmacia de Platón”). La definición objetiva del
mito, como opuesto a la filosofía, es precisamente la de una palabra carente
de verdad, mera fábula o ficción no verdadera. Plano que es la matriz de la
noción tradicional de la literatura.
o Platón ha abierto el espacio del concepto tradicional de literatura: aparece al
desaparecer el mito, pero al mismo tiempo, se presenta como el simulacro del
mito (mito reducido a fábula fantástica); la literatura es la manera en que la
filosofía destruye al mito conservándolo (espacio ambiguo: dotado del poder
realizador del mito pero relegado a lo no-verdadero)