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Teoría Literaria II – Kurt Foclh – Martes 9 de Marzo

El curso se trata de –> Vista panóramica de escuelas teórico-críticas occidentales que se


desarrollan durante el S. XX y principios del s. XXI.

Desde la caída del mito de la ilustración en adelante hay una proliferación de teoría literaria, sobre
todo a partir de los años 60 en adelante (influencia del posestructuralismo francés en el resto de
Europa).

Bastante después en Inglaterra y EEUU.

Cada una de estas escuelas tiene su “caballo de batalla” conceptual, sin embargo, a lo largo del
curso nos daremos cuenta de que en rigor estas ideas se van superponiendo y van formando un
panorama de diálogo entre escuelas. Salvo en aquellas disputas que tienen que ver más que nada
con el ctx, en lo conceptual hablan más o menos de lo mismo.

Muchos autores están cc e icc -mente influenciados por la fenomenología alemana, algunos dicen
que la teoría literaria (francesa en particular) fue la manera en que la filosofía francesa acusó el
golpe o devolvió el golpe a la filosofía alemana.

La teoría literaria hace teoría del LENGUAJE LITERARIO (más que de la literatura; ya que esta es un
universo en sí y no propiamente tal un objeto de estudio) y lo que lo diferencia de otro tipo de
lenguaje  El lenguaje literario es lo que “define” a la literatura

¿Qué define al lenguaje literario?

¿Por qué tendría que ser importante?

El lenguaje literario no tiene una función práctica que cumplir, es decir, no tiene necesariamente
que comunicar nada en particular, ni en su forma ni en su contenido. Muchas veces el lgje literario
opera en un sentido que tiene más relación con el ruido.

1° Def: “Lenguaje cargado de intensidad”  También plausible para definir el lenguaje poético.

¿Qué significa un lgje con alto grado de intensidad?

Busca la atención; busca despertar la atención, la mente del otro, llamar la atención. La naturaleza
del poema, o lo que le interesa al poema es la concentración, la concentración de la mente sobre
algo (no distracción).

¿Sobre qué?

Sobre el entramado de imágenes que viven en el poema


Lenguaje común / Lenguaje literario

 Se puede decir la misma cosa, la misma imagen se puede transmitir, pero varía la intensidad de
la imagen, la experiencia estética es distinta; por ejemplo, nombrar la muerte de millones de
judíos en base a una estadística, o en base a un poema.

 La impresión estética, la experiencia de lo bello no es precisamente agradable, es la mezcla de


lo sublime con el horror; ambas cosas en el mismo momento.

Teoría Literaria vs Crítica Literaria

 A la segunda le interesa sancionar, decidir, clasificar a la obra literaria (juzgar), lo que la pone
dentro de un nicho particular dentro de la literatura.

 A la primera no le interesa el detalle, clasificar y juzgar una obra por si es buena o mala, si en
comparación a otra, etc. Si no que entender cuales son o tratar de desentrañar los principios de la
literatura, sus categorías, que entendemos cuando hablamos de algo subjetivo, cuales son los
criterios para distinguir entre algo mas subjetivo o menos subjetivo.
Teoría Literaria II – Kurt Folch – Miércoles 10 de Marzo

Txt Barthes se lee entero 2°

Txt Horkheimer y Adorno se lee solo la introducción (9-43) 1°

Txt Jacobson se lee entero 3°

Txt Riffaterre se lee entero 4°

El dispositivo literario

¿Cómo medir si tiene una verdadera intensidad literaria o no?

Hay que hacerlo en virtud de algo.

El primer impulso por conocer genera el mito; no es solo un producto de la cultura, sino que es
una manera de conocer. Estamos permanentemente creando mitos, formas de entender el
mundo, que sean útiles para nosotros, significativas para nosotros. Aunque esto no quiera decir
que el mundo sea necesariamente así. No tiene que ver con la razón pero si puede ser lógico.

Cada época, cada cultura tiene sus propios mitos, cada tradición tiene sus propios mitos. Y cada
uno de nosotros va generando sus propias mitologías. Ahora bien, los mitos cumplen una función
por lo tanto, y podemos entenderlas de dos maneras:

1) Que se justifican solos socialmente, es decir, se desprenden de un cierto orden social, e implican
una sociedad, una comunidad (De la comunidad al mito)

2) Que sea ese mito el que explique el surgimiento de una comunidad (Del mito a la comunidad)

Dentro de la filosofía, y dentro de la teoría (del estructuralismo en adelante), el mito cumple una
función importante, pero entendido como una función, como un movimiento intelectual (la
manera en que el pensamiento se mueve, se desplaza, se adapta a lo que percibe).  El mito
intenta describir una manera en que el pensamiento está moviéndose frente al mundo

No es simplemente un producto cultural que heredamos, hay en el mito un proceso, en este se


revela un proceso intelectual que no es menor, que no es insignificante; la mente y la ciencia
funciona creando y recreando mitos (mitopoiesis). Es la manera en que el pensamiento se adapta
frente a lo que percibe. Puede no tener ningún sentido, ningún asidero concreto (empírico), pero
no deja de tener lógica, ES UN INDICADOR DE COMO FUNCIONA LA CABEZA  Entender el mito
como una reflexión que nos muestra un patrón de cómo funciona el pensamiento.

Mitos personales  Por ejemplo mitología respecto a la experiencia amorosa, de relación de


pareja  ¿Qué es significativo y que no? ¿Cómo se llegó a aquello? Etc.

La clave es que no hay una razón completa, comprobable, que verifique el mito, que compruebe
que es así, por eso es mito y por eso también van cambiando. Es la capacidad primigenia de la
mente para generar sentido.
La importancia del lenguaje literario, la importancia que le da, por ejemplo, a la filosofía, es
precisamente por eso, porque es un lenguaje primigenio, ahí opera una manera de relacionarse
con el lenguaje y con el mundo que es muy arcaica, esencial.

Si según el impulso de crear (pulso poético) surge esa imagen, ese primero sonido, ese primer
vocablo, inmediatamente surge el mito, una vez que el primer impulso produce una suerte de
racionalización de “aquello que ha ocurrido” se cuaja, se consolida, se sedimenta en un mito. Una
vez que se forma un mito comienzan a estructurarse los relatos (y posteriormente la literatura)
que funcionan según la lógica del mito.

Lo que trata de hacer la teoría literaria es explicar por qué la literatura (y el lenguaje literario)
sigue de alguna manera una lógica, en el lgje literario somos testigos de aquella primera reflexión
(reflexión mitológica y construcción del mito).

El nacimiento de la mente es poético, surge cuando surgió la primera imagen poética.

Nietzsche: Al olvidar la mitología bajo el “mito de la razón y el progreso” estamos olvidando otro
mito que nos va a cobrar la cuenta, que son las fuerzas contrarias del caos, del misterio, de la
noche, de Dionisio. En el fondo lo que hace Nietzsche es establecer una gran advertencia.
Martes 16 de Marzo

T. Literaria  Hay una relación reciproca, desde las otras disciplinas han tenido que recurrir a la
literatura para poder explicar mucho de los problemas que se encuentran ellos a la hora de
abordar el problema del conocimiento y del logos, de la razón  El auge de la teoría literaria
desde el estructuralismo, tiene que ver con que la filosofía… muchos de los problemas que plantea
la filosofía, acerca del problema del conocimiento, se articulan, se reflejan o se dejan ver en el
lenguaje literario.

Todo lo que diga la t. literaria ya está en la literatura, es decir, el teórico literario va varios pasos
detrás de lo que ya han hecho los poetas y los escritores.

El análisis contextual no es suficiente, la obra literaria es mucho más que eso (resisten el paso del
tiempo, el cambio de contextos, el cambio de mentalidad)

Heidegger  La casa del ser es el lenguaje (hablando de la poesía de Hölderlin)

El lenguaje también tiene una dimensión bastante incontrolable  Cuando hablamos de una
lengua viva, estamos hablando de una forma de vida, nosotros lo utilizamos, pero el lenguaje nos
está utilizando, “el lenguaje como un virus, nos parasita”

La literatura intenta correr la barrera de lo decible

En la literatura el lenguaje entra en crisis, cada obra literaria trata de tensionar al máximo las
palabras, el lenguaje en su totalidad. La teoría le interesa el lenguaje literario por sobre todo, en
ese esfuerzo teórico, Northrop Frye llega a afirmar: “No disponemos de verdaderos criterios para
distinguir una estructura verbal literaria de una que no lo es”

La literatura cambia o altera la convencionalidad del mensaje.

Jakobson: el obj de las ciencias literarias no es la literatura sino la “literaturidad” (está hablando en
términos de esencia)  literaturidad: lo que hace que un texto sea literario (pero es la misma
paradoja, se llega a un centro vacío en la literatura).
Miércoles 17 de Marzo

Todo lo solido se desvanece en el aire – Cap 2 y 3 – Berman  Toma referentes literarios como
Marx y Baudelaire

Estructuralismo – Barthes

Recapitulación…

La TL tiene una diferencia profunda y clara con la crítica  La primera le interesa el fenómeno
literario el cual está determinado por el lenguaje literario, el problema es como definir aquello que
es el lgje literario, esa forma de lgje que es distinta a cualquier otra y al mismo tiempo nos
acompaña desde que el humano es humano (ego) en tanto tematiza el mundo en base a
mitologías y alegorías para comprender y transmitir lo que “está sucediendo ahí”. Ese lgje literario
es la matriz a través de la cual el conocimiento es posible; en este sentido, ha ido generando otros
discursos (retóricas) que van fijando, anquilosando, determinando las formas, usos, costumbres
propios de una cultura. La cultura (el ser humano en general) está determinada por el lenguaje, y
por las lenguas de cada tradición. Dentro de esas lenguas se produce el lenguaje literario que por
un lado, que puede ser el “origen” (entendido como alegoría) de la posibilidad del conocimiento (la
imagen, la metáfora poética para representar el origen es precisamente la del poeta y del filósofo)

Poeta y filosofo compartirían un origen en común  Unifica lo que el pensamiento y la conciencia


representan  Mito, sentido, logos.

Jakobson  Definir la “literaturidad”  Resulta imposible en tanto no tiene una esencia

Existe otra posibilidad distinta a la teoría Historia, Crítica e Historiografía de la literatura; la


cultura va llevando un registro de acuerdo a lo que ella sanciona como expresión literaria. Sin
embargo, esto que va siendo nombrado como literatura ya está un paso detrás de lo que está
sucediendo con la literatura.

Desde el comienzo para definir el objeto de estudio tenemos una situación ambigua  Por un
lado, la teoría literaria no puede funcionar en base a reglas fijas o el mero registro de la literatura,
pero de todas maneras se necesita de este para ir viendo, ir estableciendo algún análisis
comparativo, sabiendo que este siempre va a quedar corto con lo que está sucediendo
contingentemente con el lenguaje y la literatura

Ambigüedad  El lenguaje literario define al aparato literario, y este está definido por un lenguaje
en un alto grado de intensidad; los elementos que definen esta intensidad es posible formalizarlos
y enumerarlos, pero todos estos elementos que resultan particulares en un discurso literario,
prácticamente todos ocurren de manera espontanea en otra forma de discurso.

Jakobson diría que la literaturidad  es aquella que permite en el lenguaje se manifieste una
focalización en el mensaje como tal  Es decir, que el dispositivo literario vale por si mismo,
independientemente de su autor, del lector, de su contexto, e incluso de la capacidad
comunicativa del estímulo verbal que está allí  Esto se entiende en tanto el objeto estético
tiene un valor en sí, no está sometido a fines utilitarios cualquiera, sino que posee lo que Kant en
su crítica del juicio denomina “la finalidad sin objetivo” (en un principio, no le interesa comunicar
nada en particular, ninguna historia en particular, entregar en conocimiento en particular, todas
estas cosas las hace pero en un principio esta libre de esa meta/necesidad)  Es capaz de atrapar
la atención, teniendo la posibilidad de significar algo a cualquier sujeto en cualquier momento de
la historia; esto es muy amplio, en estos términos cualquier fragmento verbal podría ser literatura,
el punto es ¿En qué momento ocurre?

Cuando hablamos de estético en este ctx no nos referimos a lo bello o lo lindo, desde que existe la
estética como disciplina, nos referimos a lo sublime o lo bello junto con el horror. No es horror
propiamente tal pero en el acto creativo se produce una sensación extraña (pararse los pelos de la
cabeza, erizar la piel) producto de la intensidad del lenguaje llevado a un máximo identificable
como estético; en este sentido, la finalidad sin objeto hace referencia a que esta está por
descubrirse en el dispositivo literario y en la experimentación de aquella intensidad.

Discurso polivalente  Puede tener un valor metafórico, simbólico, referencial en distintos


planos, simultáneamente  Todos los sentidos de una palabra (sobre todo las connotaciones)
pueden entrar en juego, o la de un discurso portador de un sentido oculto, indirecto y
suplementario que será el sentido más importante

En el lenguaje literario la contingencia es vital, saber manipular el lenguaje contingente actual,


todo aquello que se acumula como residuo sigue estando allí y en cualquier momento se puede
expresar y es por eso por lo que la interpretación de los textos literarios va a ir cambiando con el
tiempo en tanto debido a lo contingente en un momento ciertos sentidos entran en el análisis,
mientras que otros quedan excluidos o entran posteriormente cuando cambie la contingencia.

Como lo hemos indicado, la forma de la obra esta determinada por las formas literarias
preexistentes  El modo de integración de esas estructuras, como se relacionan, a partir de lo
que nos dice la literatura, para poder ir relacionando con lo que está ocurriendo; ¿De qúe manera
este “Dispositivo Literario X” se relaciona con lo que lo antecede?

Existen 3 maneras para poder ir definiendo esos criterios:

1) En un primer nivel, está la integración de las estructuras o de las relaciones que, en otros
discursos, no tienen función alguna. Cuando doy una cita, en la forma de mi mensaje se puede
ignorar una asonancia, una aliteración o un paralelismo. Precisamente porque el texto literario no
es un discurso que comunique informaciones prácticas, sino porque está vinculado a una
situación de comunicación diferida en la que reina la convención de la importancia de los
detalles y de las estructuras lingüísticas, significa en varios registros  En el discurso literario
todo aquel orden lógico y jerárquico queda en segundo plano, las relaciones pueden tener que ver
con otro tipo de cosas que no tengan que ver con la jerarquía de la información, sino que con
otros elementos.  Cada uno de los elementos que uno pueda diferenciar en el texto literario va a
dialogar con el resto y los va a modificar, por lo tanto, podemos leer un texto desde muchas
ópticas.

Por ejemplo: En la poesía sonora, en esta lo que importa no es el contenido informativo o las
palabras que nos ofrecen una visión sublime de algo, sino que la relación de los sonidos del
poema, ningún otro discurso se basa o toma como prioridad solo los sonidos.

Se produce una integración de estructuras que no tiene función en un sentido convencional, sino
que tiene su función solo como poema.
2) La integración a segundo nivel es la de la obra de arte completa: la convención por la cual la
obra literaria ha de ser un todo orgánico y el que, en consecuencia, la labor de la interpretación
consista en buscar y demostrar esta unidad, es una de las nociones fundamentales de la
literaturidad  Entonces, el texto literario, debe ser una unidad integral, estas partes, que sean
completamente distintas y extrañas al discurso convencional, al unirse forman una unidad de las
cuales no se puede sacar una sin dañar la obra literaria en su conjunto  Puede tener cohesión y
coherencia pero no es necesario; por ejemplo, la obra de Lewis Carroll o el poema “el golpe de
dados” de Mallarmè

3) En un tercer nivel de integración, la obra significa mucho en relación con el texto literario: en
su relación con los procedimientos y las convenciones, con los géneros literarios, con los códigos
y modelos por los que la literatura permite a los lectores interpretar el mundo  Como hay
elementos del discurso que no son puestos como prioridad en el discurso convencional pero que
en el género literario si importan, marcan la diferencia. Luego como esos elementos forman una
unidad, se transforman en un dispositivo artístico literario, y en un tercer momento, como esos
elementos, junto con relacionarse entre sí, como se relacionan con lo que nosotros entendemos
que es la literatura.  Tenemos los aspectos específicos que ofrece un texto que parecen no tener
mayor importancia o no dialogar con un sentido pero que dentro del poema si lo tienen, una
segunda etapa del texto literario lo entendemos en su totalidad, creemos tener una idea para
donde va, y un tercer nivel es cómo dialoga ese dispositivo dentro de la literatura, dentro de la
tradición (lo que otros han hecho nos puede dar herramientas para entender lo que ocurre ahí;
por ejemplo lo que te pasó con el poema de Mallarmè “el golpe de dados” y el poema de
Bukowski “lanza los dados”). Esto es lo que hace que el lenguaje literario sea autorreflexivo o sea
metaliterario, se refiere permanentemente, está haciendo hincapié a que pertenece a esa
dimensión del fenómeno lingüístico.
Martes 23 de Marzo

1) No hay una definición univoca de la literatura

2) Todo lo que haga la teoría literaria, la teoría del lenguaje, está un paso detrás del fenómeno
literario.

Bauman – Todo lo solido se desvanece en el aire  Enlace con literatura  Definición de


modernidad; es contradictorio  Todo esto se relaciona con Baudelaire  Hay una sintonía entre
Marx (lo que propone; padre del modernismo) con lo que había dicho Baudelaire (padre de la
poesía contemporánea)  Las contradicciones que ve Marx en la sociedad, que se empiezan a
reflejar y que en algún momento se van a resolver en una revolución, tiene un antecedente que es
la literatura de Baudelaire, lo que llega a hacer Baudelaire en la literatura  Lo que dice Marx en
el manifiesto sobre la burguesía; no la critica, al contrario, la alaba, la raíz de aquello es Baudelaire
y lo que él va a decir de este nuevo mundo que surge, y con su nuevo sujeto (el hombre moderno,
con sus contradicciones)  Hay un sustrato literario, lingüístico que no podemos obviar en la
psique-subjetividad del hombre moderno.

Retomando… idea de “literaturidad”

Lenguaje literario está libre de comunicar, precisar, si las hace está bien, pero puede no hacerlo, es
libre de expresar, de surgir, de la manera que surja simplemente. Discurso polivalente, trata de
cubrir el máximo, puede haber un mensaje claro pero nunca va a haber uno sólo, las
connotaciones pueden entrar en juego.

Ejemplo: Derrida  Platón hablando de un Veneno / Antídoto  La tradición entiende


normalmente que cuando Platón decía “X” esto significa antídoto, pero en realidad esa palabra
también significa lo contrario, veneno, intoxicación, dependía del momento y del contexto lo que
esa palabra pudiere significar, lo mismo que logos. Si ese texto se leía de aquella perspectiva de
“veneno” no era que el texto no tuviera sentido, tiene sentido, pero cambia completamente.

Giro Lingüístico

La discusión teórica tiende a centrarse en problemas de lenguaje. El giro lingüístico de las


humanidades es un proceso progresivo, no premeditado y en el que confluyen muchos
pensamientos y disciplinas, pero que cristaliza donde y cuando confluyen la fenomenología, la
lingüística y el positivismo lógico de Ludwig Wittgenstein.

Podemos precisar en qué consiste y los alcances del giro lingüístico con dos de las afirmaciones
más famosas de Wittgenstein. Aunque cada una corresponde a momentos distintos en el
pensamiento del filósofo.

Tractatus, 5.6:

Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo  Conozco el mundo en tanto
puedo codificarlo como lenguaje, el mundo se acaba donde se acaba mi lenguaje, en este sentido,
sólo existe lo nombrado  Que una tradición tenga una literatura vigente, potente, quiere decir
que estamos permanentemente extendiendo ese límite del mundo, esa es la idea de la poesía o
del lenguaje literario, permanentemente correr el límite de lo decible.
Investigaciones filosóficas, 19:

Imaginar un lenguaje significa imaginar una forma de vida  Esta vieja percepción que tienen los
poetas de que pronto el lenguaje se escapa de las manos y surge de él cuestiones que ni el propio
autor, ni el poeta llegó a concebir. La literatura tiene otra imagen aún más gráfica; el lenguaje es
un virus, está vivo dentro de nosotros, permanentemente mutando.

[Esto es la “vida” en un sentido tanto “orgánico” como “cultural”]

Las disciplinas humanistas dijeron: “parece que todos los problemas sobre teoría del
conocimiento, sobre la historia, etc., parecen ser problemas puramente verbales, problemas de
discurso. Efectivamente es así y de allí se produce el famoso giro lingüístico de la discusión, es
decir, mucho de los problemas que parecían metafísicos, abordados desde otro punto de vista
(puramente verbal), encuentran su origen en el lenguaje.

Es un problema de las imágenes lingüísticas que estamos usando para significar el mundo.

Jakobson en relación a este problema dice:

La función poética

Aquel fenómeno que altera la manera en que nosotros construimos sentido, todos la aplicamos, la
usamos, no hay ningún ser humano que no la tenga.

Un enunciado se construye mediante la selección (eje paradigmático; cuál es el término, la


expresión o la imagen que yo necesito usar) y combinación (eje sintagmático; cuál es el orden
dentro del discurso que debo ocupar para este contenido). Y Jakobson afirma: “La función poética
proyecta el principio de equivalencia del eje de selección al eje de combinación”.  El punto es
que la función poética altera ese orden dentro del discurso; por ejemplo, selecciono una palabra
pero yo no la voy a ocupar en el orden lógico del discurso. La literatura descansa en este rasgo del
discurso, porque podemos estudiar normativamente el discurso (sujeto, verbo, predicado), pero la
función poética dice “esto podría ser al revés”.

La posibilidad de representación del lenguaje y la relación que existe entre tal capacidad y el
pensamiento resulta crucial en el proceso de creación de la conciencia (conciencia como una
función del pensamiento), el cual a su vez es una función de la mente, la cual se origina en la serie
de procesos químico-eléctricos que suceden en el cerebro.

La relación entre la capacidad de representación del lenguaje y el pensamiento es metafórica,


alegórica. A través de las metáforas y las alegorías nos representamos, interpretamos, traducimos
el mundo. Tanto el mito como el símbolo se desprenden de esta capacidad (que les antecede).

Estas son imágenes de sí mismo (conciencia de sí, el sujeto), lo otro (ajeno, extraño, distinto a mí)
y el mundo (dimensiones de tiempo y espacio en la totalidad de los hechos percibidos y no
percibidos que suceden).

Decimos imágenes, pero no en un sentido puramente “especular” o “visual”.


El problema de la limitación y la representación por una parte nos indica que no podemos tener
certeza última de nada, salvo el permanente devenir de esta capacidad en su permanente fracaso
por definir, decir, o nombrar, de manera última e inmodificable el mundo y al sujeto.

El conocimiento es por lo tanto defectuoso. El lenguaje nos “miente”.

La literatura parece mostrarnos el aspecto mutable del lenguaje, en oposición al objeto.


Miércoles 24 de Marzo

Respecto al Mito de la Ilustración la literatura dice: ese proceso (de mitologización y


desmitologización) está ocurriendo permanentemente y podemos verlo de manera más clara
precisamente con la literatura. La literatura demuestra ese problema y nos dice que el lenguaje,
en su estado (no cuando trata de someter a la naturaleza a través de la razón) es esencialmente
ambiguo, en ese sentido, la literatura demuestra que la herramienta que tenemos tampoco la
dominamos completamente; hay un punto ciego en nuestro conocimiento constantemente.
Aquello que creemos que estamos solucionando a través de la razón se nos devuelve de otra
manera; la razón cree poder someter a la naturaleza (y lo hace), descomponer a la naturaleza para
poder comprenderla, pero finalmente se produce su propia contradicción.

Por ejemplo la ciencia; la misma ciencia en su progreso positivo tenemos dos grandes teorías
científicas que todavía no hay manera de hacer cuadrar, que puedan comunicarse,
complementarse de manera armónica y darnos un cuadro de la realidad completo, absoluto: la
teoría Newtoniana y de Einstein (macro), y la teoría de los cuantos, la teoría cuántica (micro). Lo
que ha descubierto la T° Cuántica prácticamente no tiene ninguna relación con la teoría
Newtoniana; estas dos cosas están sucediendo y pareciera que son completamente opuestas,
mientras que la teoría cuántica dice que no podemos predecir o que es casi imposible, la teoría
newtoniana si afirma que podemos predecir los fenómenos naturales.

Una de las primeras consecuencias de esto es que tenemos que ponernos en guardia frente a los
juicios demasiado taxativos.

(La modernidad representa una posición frente al pasado, de revisión, de rechazo y de


reconstrucción [destrucción y construcción])  Lo importante en el caso de Berman; está
marcado por lo que supo ver Baudelaire, él lo identifica por una transformación física y cultural,
cambio en la concepción de mundo, en el caso de Baudelaire el descubre la ambigüedad, alcanza a
distinguir la ambigüedad de lo que está ocurriendo y plantea, para los modernos, cual es la nueva
ambigüedad, cual es la que corresponde.

El Mito  Poiesis  Poesía  Hacer con las palabras

El mito como una condición intelectual es inevitable en el sentido de que vamos a crear mitos,
incluso la razón crea sus mitos (cuando creemos que estamos venciendo los mitos, estamos
creando otros, la razón crea el mito del progreso [de la ilustración] a través de la razón [“llegar a la
verdad es posible, una verdad positiva, el dominio de la naturaleza”]). Entonces entender la crisis
de la ilustración es entender una crisis del lenguaje; el lenguaje literario prueba esa crisis en tanto
es esencialmente un lenguaje contradictorio y ambiguo. El lenguaje literario no ocurre solo en la
literatura, la anomalía que el lenguaje literario representaría frente a los otros discursos es un
fenómeno que ocurre en el lenguaje vivo. Lo que ocurre es que la literatura como tal le interesa
ese fenómeno cuando ocurre y trata de mantener ese lenguaje vivo o tratar de que ese lenguaje
esté manifestando esa dimensión. El problema es que es contradictorio todo el tiempo, nunca lo
vamos a poder acabar, pero podemos ir creando un espacio en que podamos definir el fenómeno
literario.
En la razón, como he venido diciendo  La razón intenta abolir los mitos y llegar a un
conocimiento verdadero, sin embargo, en este proceso la razón crea sus propios mitos (aquí
aparece la contradicción del lenguaje) e incluso la razón misma es un mito.

Mito de la razón, de la lógica, de la inteligencia o en el principio de dominio, dominar la


naturaleza.

Lo que se desprende, por ejemplo, el marxismo, el mito de la sociedad contemporánea,


psicoanálisis.

Mito

Roger Scruton: 4 grandes definiciones (conservadoras)

1. Desde una perspectiva del pensamiento teórico-político: El mito es cualquier falsa creencia
que es de importancia simbólica en la vida emocional del creyente  (Descredito a priori en tanto
no se sostiene sobre una prueba científica, sobre la prueba de la razón, y es puramente simbólico).

2. Basada en una necesidad de creer antes que en la convicción racional.

3. Asociada con historias que son aceptadas no como historia (o sin evidencia histórica evidente),
sino que, como ilustraciones o parábolas.

4. Impregnado de una cualidad “sagrada” que puede conferir un aire de legitimidad a las ocasiones
sociales, instituciones o disposiciones políticas asociadas con ella.

En rigor el problema es lo impreciso que puede ser el mito.

G.S. Kirk:

1. Mito, como concepto general, es completamente vago, que en sí mismo no supone mas que
una historia tradicional, queda ya claro que restringirlo a determinadas clases de narraciones
sagradas o las que están relacionadas con los rituales, resulta precario e induce a error.

2. Algunos mitos tratan de temas que provocan fuertes emociones, como los de muerte y
desastres o los del paraíso y la buena fortuna, y es fácil suponer que revelan una intensidad
especial de sentimientos; otros, que tratan de maneras menos obvias aspectos menos emotivos,
suelen ser menos emocionantes en su expresión

3. Los mitos no se relacionan con la religión por una intensidad universal de sentimientos más de
lo que puedan relacionarse con ella por el tema que tratan, pues, como hemos visto, mientras
unos mitos tratan de dioses, otros no.

4. Una de las características más sobresalientes de los mitos, desde luego, es su fantasía sin
límites y frecuentemente paradójica (…) en los mitos un elemento sobrenatural produce con
frecuencia cambios drásticos e inesperados en el movimiento progresivo de la trama. Además los
mitos suelen poseer ese elemento de seriedad, consistente en establecer y confirmar derechos o
instituciones y en reflejar problemas o preocupaciones (…) sus personajes principales suelen ser
sobrehumanos, dioses o héroes semidivinos, o animales que se convierten en héroes de
civilización en la era de la creación humana y cultural (…) por muy específicos que puedan ser en lo
que refiere a personajes y localizaciones espaciales, parecen desarrollarse habitualmente en un
pasado atemporal.

5. Los mitos contienen muchas veces en su fondo alguna finalidad diferente de la de relatar una
historia.
Martes 30 de Marzo

Discurso literario  De todas las formas de discurso, el que se mantiene más ambiguo (o esa
forma de poder se hace más contradictoria y por lo tanto es más libre o en principio debería serlo)
es el literario, por eso es más complejo

Para Vico, el mito tiene una dimensión epistemológica no menor: el mito es una “verdad histórica”
en tanto “modo de pensar” que tiene sus propias características y que condiciona o expresa
formas básicas de la vida humana. Para Vico el modo de pensar mítico corresponde al modo de
pensar poético (La nueva ciencia VI)  Allí está la madre del cordero con respecto del lenguaje
literario; “mostrar las cosas por primera vez o renombrarlas”

Para Schilling, por otra parte, el mito representa uno de los modos como se revela el Absoluto en
el proceso histórico  De allí que tiene esta relación el mito con los dioses (mitología); “el
absoluto” es aquello que nos sobrepasa y entendemos como una realidad ante nosotros,
podemos, como sujetos modernos, entenderlo no como un Dios, puede ser la realidad en sí misma
abrumándonos (todo lo que está más allá de lo que puedo percibir o nombrar)

Para Ernst Cassirer, es modo de ser o forma de la conciencia: la “conciencia mítica”. La formación
de los mitos obedece a una especie de necesidad inherente a la cultura de modo que los mitos
pueden considerarse como supuestos culturales  necesidad en tanto necesitamos interpretar o
establecer un control sobre las cosas, diferenciándolas y catalogándolas para poder sobrevivir,
operar en el mundo.

Para Levi-Strauss, aunque los mitos no son estructuras lógicas, su constitución, su desarrollo y
transformación están sometidas a reglas operacionales que pueden expresarse lógicamente. En
último término se trata de estructuras internas “innatas” de la mente, es decir, conjuntos de
disposiciones con reglas propias  Los discursos pueden estructurarse lógicamente, sin embargo,
en su origen no tienen necesariamente un asidero lógico.

“Cada vez que interpreto lo que ocurre yo estoy haciendo mitos, creando mitos, mistificando”
Miércoles 31 de Marzo

Desde el renacimiento en adelante podemos decir que vivimos lo que se representa por esta
imagen de “la crisis de la ilustración”; y por defecto, lo que nos toca a nosotros es la crisis de la
modernidad

Baudelaire y Marx representan el mito del progreso a través del conocimiento: el mito de dominar
la naturaleza. A través de la razón (lenguaje) la cultura avanza por el dominio de la naturaleza; la
consecuencia es el control de su propia historia, al menos como un colectivo, como un sujeto
social.

En paralelo, tenemos el giro lingüístico de la teoría (lógica de Wittgenstein, filosofía, lingüística,


fenomenología); comienza esta idea de que el lenguaje deja de ser una mera herramienta (algo
que ya la literatura ya lo sabía), una tecnología que dominamos a nuestro antojo.

Mito e ideología

Ideología: serie de discursos que cuajan en lo que nosotros somos; la ideología es intrínseca al
discurso (tropo). La ideología nace de esta imagen mayor, que podemos poner como punto de
origen de la cultura, que es el mito. El punto es que tenemos que reconocer que el mito tiene dos
dimensiones fundamentales:

 Mito como una cuestión cultural; serie de relatos que se pierden en el pasado remoto sin
un fundamento histórico con poca relación con la historia concreta u objetiva. En una
cuestión que es “no comprobable”
 Para nosotros el mito es una manera de aprehender el mundo; es la mente
aprehendiendo el mundo, interpretando el mundo. Operación que no podemos dejar de
hacer.

La ideología podríamos entenderla desde ya cuna interpretación de ese mito. Marx está
interpretando un mito, Smith también, etc., etc.

Nosotros vivimos bajo el yugo de dos o tres mitos principales:

Entonces… ¿Por qué la crisis de la ilustración?

Es un proceso permanente en la historia de la humanidad, siempre ha habido un pasado o una


antigüedad y un presente, que es moderno, ocurriendo un choque dialéctico entre ambos.

La ilustración

Marca un período de la historia europea que señala el surgir de la ciencia moderna en el siglo
XVII y culmina con la Revolución Francesa (comienzo de separación de la inteligencia del ser
humano del mito que es fe, la religión, la superstición). Se caracteriza, por lo menos en lo que
respecta a la parte educada de la sociedad, por el escepticismo ante la autoridad tradicional en
asuntos de religión y política. Valoración de la razón como principio rector y cualidad esencial
del ser humano  Tenemos que el mito de la ilustración, su corazón, es la razón, el conocimiento,
el progreso (en virtud de razónconocimientoprogreso). Pero esto es un mito que genera sus
propios problemas; como mencionamos anteriormente, si bien este es un proceso histórico, esto
no significa que no haya existido antes, el tema es que en ese momento el mito de la ilustración
cuaja como discurso de poder; una concepción que se impone.

 Voltaire, Bayle, Kant, Paine y Rousseau, son quienes mejor encarnan el pensamiento
ilustrado

¿Cuál es la contradicción de la revolución francesa? (Que es un momento propiamente moderno)

Que a su vez la revolución francesa esta mirando para atrás, quiere ser moderna, romper con el
feudalismo, pero ¿cuál es el espejo en la cual se está mirando la revolución francesa? La república
romana; el discurso de la ley, el derecho romano. Los cabecillas de la revolución (abogados
burgueses) se están intentando mirar en el espejo de la república romana, y este movimiento
siempre se va a ver; esta suerte de juego de espejos y contradicciones.

Valoración de la razón: esta libertad entra en crisis con el proyecto colectivo; la libertad individual,
siempre va a haber un conflicto. La emancipación intelectual, lingüística, siempre va a estar en
roce con el aspecto colectivo.

Kant:

La ilustración es la liberación del ser humano de su estado de minoría autoinfligida […] la causa de
esta marginalidad no es falta de comprensión, sino una falta de determinación y valentía de usarla
sin la ayuda de otro (la comprensión). En un sentido amplio el término Ilustración se usa (junto con
tolerancia, libertad de pensamiento, apertura intelectual) para denotar los ideales de lo que se
llama perspectiva política de la “ilustración liberal”. Esta ve una causa importante del mal en el
prejuicio, intolerancia, superstición, y apego a la costumbre, hábito y formas tradicionales de
asociación.

Minoría autoinfligida: ante la naturaleza, ante el mundo  Shakespeare: la naturaleza es un libro


que el humano tiene que leer, que puede interpretar.

Falta de determinación: la ilustración marca el momento en que hay suficiente masa crítica en el
colectivo como para que haya sujetos que tomen la historia en sus manos (tanto la personal como
la colectiva).

Masa

Con la Ilustración y sobre todo la Revolución Francesa se marca la irrupción en el cuerpo social de
la “masa”: conjunto de personas reunidas sin vínculos formales de asociación y que responde
colectivamente.

La masa fue un agente de la revolución durante la Revolución Francesa. Su participación cambió la


percepción de su importancia en la política moderna. Son más poderosas que los individuos y por
su tamaño son capaces de generar una suerte de liberación de las restricciones morales y sociales.
De esta manera es que la masa muestra virtudes de sacrificio y vicios de crueldad impensables en
un individuo. Asimismo, la masa es menos poderosa que el individuo en el sentido de que no tiene
un sentido, propósito o voluntad propios, esto se lo debe proporcionar y así son susceptibles a la
persuasión irracional, la influencia del liderazgo, etc. También las masas pueden, por esto mismo,
ser controladas de maneras que el individuo puede resistir, en parte porque ellas (las masas)
generan aceptación pública de cualquier conducta común.

Dialéctica

Palabra derivada de la filosofía griega, literalmente significa: argumentación, discusión. El mejor


ejemplo para entender la dialéctica es el ying y el yang, el juego de opuestos. Para que hubiera
revolución francesa tenía que haber este espejo de verse, de interpretar a la república francesa,
que es el opuesto al orden que querían destruir (el orden feudal, aristocrático).

Platón: para Platón se trata del proceso de pregunta y respuesta, de forma que el interlocutor
ve/comprende por sí mismo la verdad de la que el filósofo quiere persuadirlo. El método
socrático corresponde a provocar una reacción, y luego demostrando su error, conduce a la mente
del adversario a la verdad que reconocerá como verdad sin la necesidad de ideas, prejuicios o
autoridad externa. La dialéctica debiera demostrar la habilidad racional innata de percibir la
verdad que solo requiere ser estimulada/despertada por la reflexión filosófica.

Kant: para Kant la dialéctica es la lógica de la ilusión, el proceso de razonamiento contradictorio y


falaz que sigue al intento de conocer el mundo absolutamente, sólo a través de la razón, y sin
referencia a la experiencia y al punto de vista del objeto conocido. Una contradicción dialéctica es
una en la que cada premisa se funda en una falsa suposición que procede del vano intento por ver
el mundo desde una perspectiva trascendental, como una cosa en sí misma.

Hegel: influenciado por Kant, aunque sin interés en sepultar la dialéctica, sino lo contrario. Hegel
privilegio modos dialécticos de razonamiento. Con Hegel la dialéctica describe tanto las relaciones
entre premisas y las conclusiones de la argumentación lógica, y también el proceso de desarrollo
histórico en la realidad (la dialéctica interna y externa [naturaleza, mundo, las cosas, lo otro, etc.]).
La esencia del movimiento dialéctico es “la negación de la negación”, o el “trabajo de lo negativo”,
cada vez que nos aproximamos a la verdad a través de la sucesiva generación de negaciones de
cada concepto postulado en el intento por capturarla. Un concepto es ubicado: describe la
realidad solo parcialmente, y genera su negativo desde sí mismo, por sí mismo. El conflicto entre
dos conceptos se resuelve (trasciende) por el proceso de unión dialéctica, cada vez que una nueva
y más adecuada representación del mundo es alcanzada. Y así sucesivamente.

Ilustración, modernismo/modernidad

La oposición “antigüedad” (clásico, tradicional) y “moderno” fue introducida en el renacimiento.

La percepción contemporánea de lo “moderno” se refiere a la conciencia del mundo y del sujeto


transformada al vivir “ahora” antes que “entonces”.

Etimológicamente el término está relacionado con “moda” y, por lo tanto, con “a la moda”.
Aquello que es importante e inevitable para la persona que vive el presente (Rousseau, Ilustración,
Romanticismo, etc.).

Fue Hegel quien mejor analizó de manera más solemne y profunda la condición del sujeto
moderno como aquel que tiene a la historia ante sí y que a su vez se encuentra ante la historia
reflejando si ambos se encuentran en armonía.
El sujeto moderno existe en una relación consciente con la historia (Scruton)  Desde la
ilustración en adelante nos sentimos en crisis con ese pasado, queremos de alguna manera
superarlo (Ilustración; superarlo en virtud de la razón; progreso que nos asegura la razón)

La modernidad, entonces, como ubicación de la conciencia de sí en la historia, puede tener


formas optimistas y pesimistas. De ambas maneras ha exigido no solo en la retórica, sino que en lo
sustancial del pensamiento político  La modernidad nos sitúa como sujetos conscientes ante la
historia (en oposición al pasado y sin saber lo que va a pasar ciertamente en relación con el futuro;
conciencia radical de que ocupa un lugar en la historia); ¿Cuál es la diferencia entre nosotros los
“modernos o posmodernos” y el “ilustrado” ante el futuro? Mientras que el Ilustrado entiende el
futuro en pos de la fe en la razón (tiene fe en el futuro, le queda fe en el futuro) y en el progreso,
el moderno ve que toda esa confianza en el futuro era ilusoria, era un mito, y comienza a
replantearse o entra en crisis la idea de mito; lo que sabemos hasta ahora es que el problema no
es el mito (porque el mito es la huella digital en que funciona nuestra mente [necesitamos extraer
sentido del mundo, por lo tanto, lo interpretamos y en esa interpretación creamos una suerte de
proyección sobre el mundo que tiene que ver más con nosotros que con el mundo]). Baudelaire
es testigo de la destrucción que el modernismo propone (todas las modificaciones que vive con la
transformación de Paris y las consecuencias de esa transformación urbana).

Si actúa fuera o en contra de la costumbre y la tradición esto se produce con cierto sentido de la
ironía.

Si se compromete con un futuro, esto es precariamente, o con un conjunto de predicciones


diseñadas para decirle como debe proceder la historia.

Algunos argumentan que la esencia de la modernidad es el nihilismo combinado con el


reconocimiento de la imposibilidad del nihilismo (Turgenev, Nietzsche, Dostoievski)  ¿A qué
lleva la dialéctica de la Ilustración? La razón intenta vencer el mito de la superstición, pero sienta
las bases para el mito de la razón  El nihilismo, el “no puedo creer en nada”, “no creo en ningún
mito”, “no puedo creer en nada que no tenga evidencia”, es prueba positiva y concisa sobre algo
no existe, las categorías científicas también son culturalmente inventadas, son mitos, en este
sentido, hay una imposibilidad de no creer en nada, existe el nihilismo ante el mito, pero en
seguida, nos es imposible ser nihilistas, en ultima instancia, va a primar el instinto de supervivencia
(creo en mi mismo o en lo que se supone que creo que soy y vivo).

Se señala que la Revolución debe su vigencia al espíritu moderno, quizá porque la Revolución
destruye la historia con que ese espíritu se compara a sí mismo.

A pesar de la condición auto-obsesiva del espíritu que se identifica como moderno, hay un
conjunto de ideas modernas que continúan atrayendo. Los llamados a modernizar leyes,
instituciones, artefactos, formas de vida, religiones, se han vuelto un ítem recurrente de la retórica
política.

Para algunos (conservadores) lo moderno viene a ser sinónimos de que el fin justifica los medios
(ya que no tenemos nada claro, sólo podemos tener una actitud cínica ante el futuro, de alguna
manera, casi todo es cancha y el fin justifica los medios). En cualquier caso, la modernidad se
trata de una zona de conflicto inmensa y desconocida (Scruton)  Esa zona de conflicto no se ha
agotado, este es un problema que aún no se resuelve.
Ideología

Termino acuñado por el filósofo francés Destutt de Tracy (1975) para designar la ciencia general
de las ideas que debía aclarar y mejorar la mente colectiva/pública. Popularizada por los
retóricos de la Revolución Francesa (les ideologues). Con Napoleón y con Marx el término se
desarrolló en muchas direcciones y ahora tiene dos significados principales y contradictorios:

a. Una teoría completa y universalmente aplicable acerca del hombre y la sociedad, y de la


cual se deriva un plan de acción política. En este sentido la ideología incluye todo lo que
es importante en la condición política del hombre y a las doctrinas donde las doctrinas
influyan en la formación o cambio de tal condición
La mayor parte de las cosas que se enseñan como marxismo es ideología.
Se suele decir que el gobierno totalitario -opuesto a la “democracia liberal”- necesita de
ideología para justificar su permanente intromisión en la existencia personal.

b. En Marx y en las teorías marxistas:


La ideología denota cualquier conjunto de ideas y valores que tienen la función social de
consolidar un orden económico particular, y que se explica por ese hecho tan solo, y no
por su verdad inherente o racionalidad.
La función de la ideología es naturalizar el status quo y representar como características
inmutables de la naturaleza humana las condiciones económicas particulares que
persisten en la actualidad.
La ideología es sostenida por la clase que rige persuadiendo a las clases que somete a
aceptar la descripción de la realidad que hace ver tal subordinación como “natural”.
Por lo tanto, la ideología, desde esta perspectiva, tiene tres funciones principales:
- Legitimar
- Mistificar (engañar, embaucar, falsear algo para que deje de ser considerada
verdadera)
- Consolar

Parte del marxismo clásico sostiene que la ideología es necesaria solo en ciertas
condiciones sociales (feudalismo, capitalismo) y que con el devenir del comunismo el velo
de la ideología dejaría de existir, la sociedad y la naturaleza humana se revelarían tal como
son.

Uno de los problemas que enfrenta ese tipo de postulados es que:

¿Cómo nosotros, que no existimos en ese mundo ideal, podemos distinguir lo ideológico
de lo no ideológico de entre nuestras creencias?

Si no podemos hacer la distinción, ¿cómo sabemos que no somos, en todas nuestras


convicciones sociales (incluyendo, digamos, la creencia en el socialismo, o en el imperio
pleno del mercado), engañados de una “falsa conciencia”? Una respuesta a estas
preguntas se encuentra en la doctrina de la praxis.

El marxismo da como ejemplos de ideología a la economía burguesa junto con la religión,


sistemas morales que entronizan la santidad del contrato y la promesa (y que de allí la
economía capitalista de mercado), el arte que dignifica la dominación de la clase poderosa
(como la arquitectura neoclásica, fervientemente propagada en tiempos por Hitler y
Stalin)

Teoría crítica

Adorno y Horkheimer. Dialéctica de la ilustración

La contradicción dialéctica de la ilustración termina anulando su fuerza, su impulso creativo,


digamos, y se produce una contra dialéctica conservadora. Dialéctica sin antítesis. El
posmodernismo tiene una lectura de este tipo. El modernismo no tuvo contrario y el
posmodernismo vendría a ser su mutación última sin la cascara, la hojarasca, ideología política
humanista-marxista-positiva.

La vuela del mito como superstición.

El mito de la raza, de la fe, del origen, de la verdad última.

Nostalgia de un origen cuando el cinismo (tranquilo cinismo lingüístico) no sirve para explicarnos,
para acomodarnos a la realidad práctica, rutinaria. La literatura de una, digamos, pobreza pura lo
comprueba; Franz Kafka, Samuel Beckett, Thomas Bernhard, George Oppen, etc. Porque la
esperanza en la fuera de la voluntad, en el vigor de una personalidad es suponer un discurso, una
vitalidad trópica (Bloom).

La ilustración creaba el mito de la razón, o el mito mismo en el momento de surgir crea la


ilustración y el submito del conocimiento (y la idea del cambio moderno)  El mito de que cada
una de estas manifestaciones del conocimiento (conocimiento moderno; política, economía,
literatura, etc.) es un mito que se va conformando, cada disciplina intelectual que se va
diferenciando de la otra es un mito en sí misma.

Ahora debemos pensar que, para la literatura, para la poética que subyace a toda literatura, el
mito surge una vez que la capacidad metafórica se hace presente

El mito es digamos ya un cuajado de inervaciones de sentido intermitentes, pero reiteradas, en el


tiempo

El fracaso de la ilustración, en ese sentido, no es porque se regrese a una etapa pre-mitica, sino
que la ilustración parece estar dando pie a fuerzas moralmente retrogradas.

El esfuerzo de la TC por “introducir razón en el mundo” es en ese sentido práctico, incluso


totalitario, una forma de marxismo (que es una influencia importante)

La ilustración termina desatando completamente la búsqueda del interés personal por sobre el
aspecto colaborativo y social

La filosofía era filosofía de la historia. La historia del sufrimiento del ser humano puede ser
corregida por la razón. Esa es la esperanza, de acuerdo con Horkheimer, de la humanidad, y del
ideal de la Ilustración

Es extraño que el prologuista indique que Horkheimer le interesaba la historia porque la promesa
incumplida de felicidad es la “hipoteca pendiente de la historia, de reconciliar esa pretensión
incumplida de felicidad”. Ahora, esa meta de felicidad puede o no ser un capítulo de la historia,
pero no es responsabilidad de la historia que suceda o no.

La filosofía, el pensamiento, ha de hacerse historia para cumplir su sentido, para conciliar el


derecho pendiente a la felicidad de sus víctimas (19)

La “filosofía social” debe convertirse en “investigación social” (20)

La “investigación social” seria la nueva praxis de una nueva sociedad

Adorno: preservar la filosofía frente a las otras disciplinas sociales. La filosofía encierra una verdad
que escapa a la ciencia. Más cercana a la teología interpretada en clave materialista como
Benjamin.

Para Adorno el problema termina radicando en “el pensamiento discursivo” (33)  Discurso
entendido como una manera de ordenar la palabra para hacernos entender o convencernos de
algo; intenta ser objetivo, pero en rigor no lo es, es un discurso en última instancia.

Propone superar la razón con la razón misma, el concepto más allá del concepto. Como en la
experiencia genuina del arte moderno

Propone una “racionalidad estética transdiscursiva”; “iluminación trascendente del conocimiento”


(Influencia de Benjamin y la teología (34))

Habermas:

Esas salidas no son viables pues descansan en un paradigma de la razón, el de la subjetividad


moderna, configurado según la relación sujeto-objeto, que no permite la superación de la
instrumentalización de la razón

El fracaso de la Ilustración se debe al olvido original de ser una unidad con la naturaleza.

El olvido de la naturaleza en la razón. Y el olvido del lenguaje en la razón

Adorno y Horkheimer: “la posmodernidad es una modernidad sin tristeza” (36) -- > La
modernidad con Baudelaire es un estado melancólico, algo perdimos, la modernidad algo perdió
(por la destrucción delante de sí), con las guerras mundiales se pierde la ilusión de la ilustración,
los ideales de un futuro feliz para todos en base al progreso por medio de la razón. Un
posmoderno diría; “bueno la modernidad fracasó y fracasó de la manera más horrible (1, 2 y
guerra fría)”, entonces, la posmodernidad no es muy distinta en tanto expresión, por ejemplo,
literaria, de lo que intento la modernidad, pero trata de no ser melancólica (posmodernidad como
una actitud cínica). El posmoderno dice; “dejemos de pensar como los modernos en esta
redención del hombre, añorándolo, y dediquémonos simplemente a pasarlo bien”. Por tristeza, se
entiende, aquella “tristeza existencial” relativa a lo que nos supera (la totalidad); los límites de la
inteligencia, aquello que la inteligencia no puede entender.
Schelling, Sobre la esencia de la libertad humana, (1809) [Über das Wesen menschlichen Freibeif]

Ésta es la tristeza que adhiere a toda vida mortal, una tristeza que, sin embargo, nunca
llega a la realidad, sino que sólo sirve a la perdurable alegría de la superación. De ahí el
velo de la pesadumbre, el cual se extiende sobre la naturaleza entera, de ahí la profunda e
indestructible melancolía de toda vida. Sólo en la personalidad está la vida; y toda
personalidad se apoya en un fundamento oscuro, que, no obstante, debe ser también el
fundamento del conocimiento.

(“Libertad, soledad y tristeza”)

(“Lenguaje, comunicación, ininteligible; que no puede darse a entender, que es


inentendible, si no se puede dar a entender no hay comunicación”)

(“Libro como un cáncer”; la creación como extirparse un tumor)

(“Lo inteligible con el hacha de Kafka”)

(“Sufrimiento: ¿Qué entender por sufrimiento literariamente, filosóficamente?


Aprendizaje, el aprendizaje también es el golpe de un hacha”)

Adorno

Tras Habermas y la respuesta del “tranquilo cinismo lingüístico” queda de todas maneras un
problema de lenguaje. Una lucha de lenguaje. Anterior al diálogo entre iguales libres debe haber
una lengua común  ¿Cómo reinstaurar una lengua común? En la literatura esto está sucediendo;
estos procesos están en el texto literario.

Este no es un tema que le importe a los posmodernos. En ellos la intersubjetividad es una cuestión
“de consenso, pero no de la razón misma” (37).

“Puede haber consenso entre los hablantes, pero no razón, mientras haya excluidos del dialogo”
(37).

“Se trata de mantener una crítica permanente a una razón que tiende por inercia a la
autoconservación, a auto instalarse a costa de lo excluido por ella, de lo ‘no idéntico’” (37)

El recordar la naturaleza en el sujeto puede ser, en este sentido, profundizar en la


intersubjetividad de la razón comunicativa. Lejos de ser un gesto romántico, esa exigencia reclama
de la razón, de la filosofía, de la palabra, llevar al lenguaje los anhelos incumplidos de la historia y
de la naturaleza dominadas, explotadas, vencidas y olvidadas: narrar la historia de su infinito
sufrimiento, y hacer valer su frustrado derecho a la felicidad, a la reconciliación.

Fracaso de la Ilustración; Homo homini lupus

Primero, porque la ilustración pretendía barrer con el mito, pero termina reemplazando un mito
por otro. Luego, las consecuencias de esto…
Aquí tenemos hombres y sociedades inspirados por ideales liberales de la ilustración, que
reconoce la dignidad de todo ser humano como primera condición, así como su búsqueda por la
felicidad como derecho incuestionable; esos hombres y esas sociedades explotan a quienes
deben su existencia. El dominio del hombre sobre la naturaleza lleva consigo paradójicamente el
dominio de lo peor de la naturaleza humana (el dominio de los hombres sobre los hombres; que
tiene que ver con la inteligencia). Volvemos a la advertencia del mundo clásico: Homo homini
lupus: “el hombre es el lobo del hombre” o “el hombre es un logo para el hombre” (Plauto (254-
184 a. C.)

El filósofo de la Ilustración Thomas Hobbes popularizó esta frase:

Hobbes da por sentado el egoísmo natural del ser humano, aunque la sociedad intente
corregirlo a favor de la convivencia. La tensión entre egoísmo particular subjetivo personal y la
cooperación social, para Hobbes solo puede mantenerse en equilibrio a través del poder ejercido
sobre la comunidad. El poder del rey, de la monarquía absoluta. No se trata de derecho divino,
sino de utilidad pública (digamos)  Egoísmo particular aumenta radicalmente con la
posmodernidad; “libertad personal, eres libre, exprésate como tu quieras, escoge las cosas que
expresen tu personalidad, etc.”.  ¿Cómo conciliar los opuestos del interés personal y la
cooperación social? Sólo se puede hacer a través de la fuerza (utilidad pública), por “la ley y la
fuerza”.

El ser humano, como podemos ver hoy en día, es la peor amenaza para sí mismo y el mundo.

Esto que la Ilustración nos hace comprender, no evita que ocurra.

Ese y no otro, es el sentido de la exigencia de “liberar el impulso mimético”, de conjugar razón y


mimesis, de conciliar razón y naturaleza (37)  La raíz del arte tiene que ver con este impulso
mimético; imitar lo que vemos de la naturaleza. Ese impulso mimético es lo que nos iguala a la
naturaleza como creadores; entonces liberar este impulso, es liberar nuestra capacidad creadora.
Pero también representa, para los modernos (Baudelaire), dejar atrás la imitación y ser creadores
tal cual la naturaleza lo hace, completamente independiente, incluso del entorno del que estamos,
una creación que no esté copiando o imitando lo que está mirando.
6 de abril

Foucault – Las palabras y las cosas (Leer Prefacio)

T. Eagleton – Introducción a la Teoría Literaria, Leer: La Deconstrucción

Derrida – Carta al amigo japonés

Básicamente volvió a los apuntes de la clase anterior, y explicó un poco más.


7 de abril

Documental; Thomas Bernhard: Drei Tage, 1970

El posmodernismo entonces surge/aparece desde:

La naturaleza es un objeto a investigar de manera positiva. Fin del Mito  Si la ilustración impone
el mito de la razón, la modernidad el mito de la liberación del sujeto (del sujeto como creador,
dueño de su propio destino), el posmoderno vuelve a una mirada falsamente científica y ese es el
“fin del mito” (no es muy distinto, en este sentido, lo que dice la Ilustración, lo que dice el
modernismo).

La crisis (de la Ilustración) es que no termina con el mito y la superstición (que creen causa de la
infelicidad, la servidumbre y la barbarie), sino que da pie a un nuevo mito, el de la Razón y el
conocimiento.

El progreso. El hombre como dominador de la materia. El propio Mito marca el comienzo de la


Ilustración.

Pregunta: ¿Sentido? ¿Sentido histórico?

Ankersmit, Blumenberg, White, Rorty: La historia son tropos  La historia que acompaña la
ideología, el mito, el arte, son discursos que están en pugna tratando de imponerse unos con
otros.

(Wittgenstein (Libro Azul): ¿cuál es el sentido y el significado de una palabra, de un discurso? Su


uso)  Esto enfoca una perspectiva muy distinta a buena parte de lo que dicen los lingüistas, los
filósofos del lenguaje, aquí no hay ningún mito particularmente especial que nos situé por sobre el
resto de los animales; el sentido de una palabra es una cuestión cultural, práctica, su uso.

Cada procedimiento practico (en la critica literaria, por ejemplo) presupone una perspectiva
teórica más allá del sentido común o de lo “dado”

El lenguaje mismo condiciona, limita y predetermina lo que vemos. De modo que, toda la realidad
está construida a través del lenguaje, nada se encuentra simplemente “allí” de manera no
problemática. Cada cosa, cada fenómeno, es una construcción lingüística/textual.

El lenguaje no “graba” la realidad, sino que la moldea y la crea, de modo que la totalidad de
nuestro universo es textual (Derrida; todo es texto). Más aún, para los teóricos, el significado se
construye tanto por el lector como el escritor. No se encuentra simplemente allí esperando
antes de que lleguemos al texto, sino que necesita de la contribución del lector para traerla a la
existencia.
RESUMIENDO:

 La política es pervasiva (se distribuye, se difunde…); va mutando.


 El lenguaje es constitutivo
 La “verdad” es provisional  Que exista una tristeza, es, en cierto sentido, parte de la
tristeza del pensamiento; no podemos llegar a una verdad, necesariamente caemos una y
otra vez en el mito.
 El significado es contingente (depende del momento en el que estamos)
 La naturaleza humana es un mito  “La esencia de lo humano es igual a un mito”  “No
hay una verdad esencial de lo humano”  “Sólo podemos atenernos a la ambigüedad y a
la mutación de esa naturaleza”  “Sólo la metamorfosis nos define hasta el momento”

Mito como manera de enfrentar el mundo ante lo desconocido  Primero se genera una suerte
de reacción verbal ante un estímulo  Esa reacción verbal configura una imagen, una metáfora,
hay algo que no sabemos bien como definir (corada, o chorada, término griego que hace
referencia a aquello previo a la razón, previo al lenguaje, previo a un sistema ordenado)  Esto
que ocurre (ese instante prerracional o antes de que el lenguaje tenga un orden racional);
podríamos identificarlo como la fundación (o el lugar en) del mito; surge la primera imagen, la
primera palabra, la primera metáfora y con ello el primer símbolo, y los relatos que vengan. El
lenguaje impone un esquema (tiempo/espacio) del que no podemos salir (y luego la propia
secuencialidad del lenguaje en nuestra experiencia del tiempo; nuestra experiencia del tiempo se
ve confirmada por la secuencialidad del lenguaje, por lo tanto, ese es el orden que nos damos
naturalmente, sin embargo, aún así es una convención)

Somos más libres de lo que fuimos jamás de dirigir la mirada en todas direcciones: no
percibimos limite alguno por ninguna parte. Tenemos ventaja de sentir a nuestro alrededor
un espacio inmenso, pero también un vacío inmenso.

F. Nietzsche

Estructuralismo

Formalismo Ruso + Lingüística de Saussure  Intento de despejar, del estudio de la literatura, el


exceso de psicologismo y ver al aparato literario como algo que vale por sí mismo y que debe ser
abordado de manera científica (como un objeto no contaminado por el contexto o por el autor,
etc.)

La obra es considerada una construcción, una fabricación no natural que es el resultado de ciertos
sistemas de significación (Esos ciertos sistemas de significación son la lengua y el habla). El
estructuralismo se preocupa en indagar en las leyes que conforman esos sistemas y los
mecanismos, a través de los cuales los signos se relacionan y producen significado (esto lo
comparten todas las escuelas hermenéuticas [escuelas de interpretación]). Palabra, sistema,
relaciones, funciones y niveles (fonético, morfológico y sintáctico), son los puntos que privilegia el
análisis estructuralista, que ve en ellos, no un conglomerado de fenómenos yuxtapuestos, sino una
totalidad autónoma, estructurada y autosuficiente (no es una sumatoria de elementos).

El análisis estructural se ocupa preferentemente de las narrativas

El análisis estructural desarrolla:

Analiza principalmente narrativas “en prosa”, relacionando el texto con estructuras más grandes
tales como:

I. Convenciones de géneros literarios particulares, o


II. Redes o conexiones intertextuales, o
III. El modelo proyectado de una estructura narrativa universal, o
IV. Una noción de narrativa como patrones complejos y recurrentes de distintos motivos

Interpretan la literatura en términos de una red de patrones que subyacen a las estructuras del
lenguaje descritas por la lingüística (Los patrones que se descubren en el discurso literario,
subyacen a las estructuras del lenguaje; cuando Saussure señalaba que lo que ocurre con el
lenguaje, es que el lenguaje es completamente arbitrario en su relación con el mundo y que
nosotros no controlamos esa manera de ordenarse, no somos conscientes de esa etapa, entonces,
quien más tendría relación con aquel proceso es precisamente la literatura, porque es la que
muestra estas estructuras que subyacen a las estructuras del lenguaje descritas por la lingüística).
Por ejemplo, el “mitema” (Levi-Strauss), como porción irreductible de sentido de un
mito/narrativa. Este sentido se forma en la analogía del “morfema” como la unidad mínima de
sentido gramatical.  ¿Por qué se producen estas unidades fundamentales? ¿Qué es lo que hacen
ellas que nos permiten distinguir algo? Comparar, diferenciar, discernir; lo que hace la inteligencia
(distinguir, separar, clasificar), el morfema, como el mitema nos da una información básica y
elemental.

Dar sistemáticamente con patrones y estructuras en todo el campo de la cultura occidental, y


entre culturas, tratándolos como “sistemas de signos” cualquier cosa desde los mitos de la Antigua
Grecia hasta la marca de un detergente.

ESTO PORQUE DESDE SAUSSURE EL LENGUAJE ES:

1. Arbitrario
2. Relacional
3. Constitutivo

Lo que ocurre con el lenguaje es arbitrario, la relación del lenguaje con el mundo es arbitraria, y la
manera en que el lenguaje se ordena dentro de nosotros no la conocemos, no depende de
nosotros, y más bien tiene una relación con el inconsciente (no en términos psicoanalíticos).
Además, junto con definir las bases para el estudio científico del lenguaje, para la literatura (para
la lingüística lo más importante es el lenguaje hablado, el habla) es más importante la otra cara
del lenguaje (la escritura), con el posestructuralismo y la deconstrucción, la escritura tiene a nivel
de estudio tiene tanta importancia como el habla, y de ahí viene “todo es texto”.
El análisis estructural, y lo que sucederá a partir de entonces, es consecuencia de una
perspectiva no histórica en el análisis del lenguaje, y si es una perspectiva que pone su atención
en los aspectos del uso del lenguaje (cómo se utiliza en el presente), del lenguaje actual/real, la
lengua en uso.

La lingüística privilegia un enfoque sobre el lenguaje oral. La teoría literaria, sobre todo desde el
posestructuralismo, considera que la escritura y el texto es tanto o incluso más importante que
el lenguaje oral. Por lo menos desde la invención de la imprenta y el proceso de alfabetización
en occidente. De ahí que el siguiente paso es “todo es texto”  Al estructuralismo le interesa el
lenguaje desde una perspectiva lingüística (racional, positiva, lo que aporta Saussure). Pero el
fenómeno lingüístico no es solo la lengua hablada, existen otros fenómenos que tienen mucha
importancia relacionada con la lengua (por ejemplo, la literatura); el método o esta perspectiva
científica de la lingüística la aplican para analizar textos literarios (racional, concreta, objetiva). Lo
que ellos encuentran en el texto literario son las estructuras, el siguiente paso, el
posestructuralismo, dice “ok, eso es así, pero no es que simplemente sea un fenómeno entre
tantos otros (la literatura, el texto) sino que todo es texto”, no es que digan simplemente importa
el libro (al privilegiar la escritura), el libro es una cara más de algo que es total, global, todo lo que
vemos es texto, la mente lo interpreta como texto.

El énfasis con que se le da sentido a las palabras pasa a entenderse como puramente arbitrario

Es decir, los significados son convenciones sancionadas por el uso, de modo que el lenguaje no es
un reflejo del mundo y/o de una experiencia, sino que un sistema aparte del mundo.

Por lo tanto, el sentido o significado de las palabras es “relacional”. Ninguna palabra puede ser
definida por sí sola, sino que en relación a otras palabras.

Saussure: “en un lenguaje solo hay diferencias, sin términos fijos”. Consecuentemente, todas las
palabras existen “en un patrón de diferenciación”.

El lenguaje no solo registra o significa el mundo, sino que lo constituye

En el análisis estructuralista que antecede al posestructuralismo o lo inaugura, Barthes, reconoce


siete códigos de interpretación:

1. Código proairético: código que brinda indicaciones de acción (comenzaron nuevamente,


el barco zarpó, etc.…)  Es básicamente estas secuencias que hay en un texto que nos
indican alguna acción que determina que es lo que va a pasar en algún tiempo.
2. Código hermenéutico: código que ubica preguntas o enigmas de suspenso narrativo (Él
golpeo cierta puerta en el barrio de…) Es decir, marcadores que hacen al lector
preguntarse quién vive allí, que tipo de vecindario, etc…
3. Código cultural: código que contiene referencias más allá de lo que asumimos como
conocimiento general. Por ejemplo, decir: “el Sr. Corales era un sujeto que a veces llegaba
al trabajo con calcetines cambiados”, evoca una imagen preexistente en la mente del
lector, un estereotipo del tipo, raro, quizá incompetente, quizá un tipo solitario, etc.… 
Comprende información relacionada al contexto cultural en el que vivimos
4. Código sémico o semántico: también llamado el código connotativo. Está relacionado al
tema, y este código cuando se organiza alrededor de un nombre propio constituye un
“carácter”. En general se trata de componentes descriptivos de características que
corresponden a un personaje o sujeto literario.
5. Código simbólico: este código también se relaciona al tema, pero desde una perspectiva
más amplia. Consiste en el contraste de pares relacionados con las polaridades binarias
más básicas (A – B, fuego – agua, caliente – frio, luz – oscuridad)
6. Código de acciones: se preocupa de la lógica de las secuencias de acciones (básicamente
los verbos que priman en un texto)
7. Código cultural: comprende las referencias a los diversos conocimientos (científicos,
literarios, etc.) universales o específicos

Ninguno de estos códigos funciona aisladamente; existe una interrelación de estos códigos en el
momento en que leemos, en que interpretamos. Al momento de interpretar se puede seguir la
hebra que se quiera; sin embargo, si hay cuestiones comunes entre todos para que nos podamos
entender  El punto es que aún incluso dentro de la libertad del lenguaje existe una imposición
natural de un marco dentro del cual podemos dialogar (si no hay dialogo es imposible interpretar o
comunicarse)  Lo que se dice es que; si bien existe una libertad de interpretación, también
inevitablemente hay ciertos límites, y estos límites no existen para indicar que la libertad del
lenguaje literario no sea efectiva, el punto es que para que haya dialogo tiene que haber un marco
común de entendimiento.

La diferencia del estructuralismo y del posestructuralismo con el análisis humanista liberal reside
en el énfasis en la estructura, símbolos y diseño, por sobre cualquier consideración moral (nos
interesa el texto fríamente). Por lo tanto, en lugar de ir derecho al contenido, a la manera
humanista liberal clásica (propia de la ilustración), el estructuralismo y el posestructuralismo
presenta una serie de paralelos, ecos, reflexiones, patrones, y contrastes, de modo que la
narrativa se vuelve altamente esquematizada.

Para los posestructuralistas las consecuencias de este tipo de aproximación hermenéutica es que
entramos en un universo de “incerteza absoluta/radical”  Como se dijo antes, a pesar de esta
extrema radicalidad, que es una manera de expresar la libertad artística, de todas maneras hay un
marco dentro del cual esto ocurre, que permite interpretar y dialogar (somos monos que
dialogamos; para el dialogo es preciso la comunidad, para la comunidad es preciso un mutuo
entendimiento de ciertas cosas básicas, sino la comunicación es imposible).

Para ejemplificar con una analogía: en el espacio no hay gravedad, no hay arriba ni abajo,
asimismo estos pronunciamientos acerca del lenguaje nos ponen en un universo sin gravedad, sin
arriba, sin abajo, o vía de escape. La situación de verse sin puntos de referencia intelectuales es
una de las maneras de describir lo que los posestructuralistas llamaron universo descentrado; uno
en el cual, por definición, no podemos saber dónde estamos, desde el momento en que todos los
conceptos que definían el centro y también los márgenes han sido ‘deconstruidos’ o
desprestigiados de la manera ya descrita.

Diferencias entre el Estructuralismo y el Posestructuralismo

(Peter Barry, 2009)

1. Orígenes | el estructuralismo se desprende de la lingüística. La lingüística es una disciplina


a la que le es inherente la confianza en la posibilidad de lograr un conocimiento objetivo.
Esta estima que, si observamos con precisión y reunimos suficiente información de
manera sistemática, y hacemos deducciones lógicas, entonces podemos hacer
conclusiones confiables acerca del lenguaje y el mundo.
El estructuralismo hereda esta confianza de su dimensión científica (ilustración): cree en el
método, en el sistema, y en la razón para establecer verdades confiables.

Por otra parte, el posestructuralismo deriva más bien de la filosofía.

La filosofía es una disciplina que tiende a enfatizar la dificultad de alcanzar una certeza
acerca de las cosas.

Este punto de vista lo resume Nietzsche en su afirmación: “no hay hechos, solo
interpretaciones”.

La filosofía es escéptica por naturaleza y frecuentemente se interpone y cuestiona


nociones comunes y asumidas. Su procedimiento comienza, por lo general, llamando la
atención críticamente sobre alguna cosa que se da por sobreentendida, el
posestructuralismo hereda esta disposición y la intensifica. Considera que la confianza en
el método científico resulta naive, e incluso demuestra cierto placer intelectual
masoquista al confirmar que solo sabemos que no podemos conocer/saber algo con
absoluta certeza.

El posestructuralismo habita conscientemente la paradoja y la ironía que esto significa;


estos elementos van a estar buscándolos permanentemente en el texto literario.

2. Tono y estilo | la estructura estructuralista intenta enfatizar su carácter científico, por lo


que su escritura presenta la neutralidad de un texto científico. El estilo posestructuralista
resulta más emotivo, más involucrado. A menudo el tono es urgente y eufórico.

3. Actitud hacia el lenguaje | el estructuralismo acepta que el mundo está construido a


través del lenguaje, en el sentido de que no tenemos acceso a la realidad sino por el
medio lingüístico.

El estructuralismo se acomoda a esta situación, después de todo el lenguaje es un sistema


ordenado, no caótico, de modo que la conciencia de nuestra dependencia de él no detona
ninguna desesperación intelectual.  Es tan natural el lenguaje para nosotros, que la
relación del lenguaje con el mundo por defecto no es natural

Al contrario, el posestructuralismo insiste en las consecuencias de comprender a la


realidad como un fenómeno textual.  Es decir, como algo que está en desarrollo, en
proceso y que tiene múltiples sentidos posibles, no uno.
Entiende que el signo verbal flota constantemente libre del concepto que supuestamente
designa.  ¿Por qué flota? Porque en la estructura de los textos todo está en relación con
todo, cada uno de los elementos se relaciona con todo lo demás.

De esta manera, la manera posestructural de hablar del lenguaje involucra casi de manera
obsesiva imágenes basadas en líquidos (el signo flota libre de lo que designa, los
significados son fluidos y sujetos a un derramamiento o esparcimiento constante).  Las
significaciones cambian, fluyen, mutan, se adaptan permanentemente.

Esta característica desafía nuestra manera de manipular la significación con cuidado desde
un “emisor” a un “receptor” en los contenedores que llamamos palabras.

No estamos en completo control del lenguaje, de modo que el significado no puede ser
asignado en lugares establecidos, como alguien que planta papas, solo se puede
esparcirlas al azar o “diseminarse”. Asimismo, el significado de las palabras no se puede
garantizar un 100%.

De modo que las palabras están siempre contaminadas por su opuesto; no puedes hablar
de la noche sin referirte al día, o del bien sin referirte al mal. Así, por ejemplo, en ingles la
palabra para huésped “guest” está etimológicamente relacionada con “hostis”, que
significa enemigo o extraño, por lo tanto, de manera inadvertida se manifiesta la siempre
latente hostilidad hacia el huésped.

Asimismo, las bases metafóricas dormidas de las palabras a menudo se reactivan por el
uso de la filosofía y la literatura, y así interfieren en sentido literal o en el sentido univoco
de una sola significación. La ansiedad lingüística es clave en el aspecto del
posestructuralismo

4. Proyecto | por “proyecto” nos referimos a la meta fundamental de cada movimiento,


aquello de lo que nos quiere persuadir.

El estructuralismo, primero, cuestiona nuestra manera de estructurar y categorizar la


realidad, y nos alienta a romper los modos habituales de percepción y categorización, pero
cree que podemos, por consiguiente, acceder a una percepción más confiable de las
cosas

El posestructuralismo en cambio es “fundamentalista”; desconfía de la noción de razón, y


de la idea del ser humano como una entidad independiente, prefiriendo la noción de
sujeto “disuelto” o “construido”, de ahí que lo que entendemos como el individuo es en
realidad un producto de fuerzas sociales y lingüísticas, lo que significa que no hay esencia
alguna, sino que solo un “tejido de textualidades”.

Luego, el escepticismo devora todo el suelo intelectual que fundamenta y sostiene a la


cultura occidental
La “muerte del autor” por Barthes (1968) es una forma retórica de sostener la independencia del
texto literario y su inmunidad a la posibilidad de unión o limitación por cualquier noción que el
autor podría haber intentado o “argumentado” en su trabajo.  Al tensarse el lenguaje literario
(con la crisis de la ilustración) el siguiente paso es tensar el rol del autor; con el posestructuralismo
se horizontaliza la relación autor-lector. Deja de ser el autor un referente o una jerarquía que haya
que considerar permanentemente a la hora de analizar un texto, lo que importa es el rol del
lector; y desde ese punto de vista también el autor, si lo vamos a considerar, hay que considerarlo
(quizás) como un primer lector.

El ensayo declara la independencia del texto: el trabajo no está determinado por la intención o
el contenido. El corolario de la muerte del autor es el nacimiento del lector

Para Barbara Johnson, la deconstrucción no es un abandono hedonista (el hedonismo es una de


las críticas que se le hace a la deconstrucción; “yo interpreto el texto como se me da la gana y
decir lo que se me ocurra”) de toda restricción, sino que la disciplinada identificación y
desmantelamiento de las fuentes del poder textual.  Con la deconstrucción se “esfera” un tipo
de análisis que no solo ofrece un nuevo tipo de interpretación a los textos, sino que problematiza
las interpretaciones que en la tradición aparecen como algo sancionado o unívoco.

La deconstrucción a partir de Barthes y luego con Derrida asume un cambio en el pensamiento con
el pasado y la tradición, que se asocia, más o menos directamente con la filosofía de Nietzsche,
Heidegger y el psicoanálisis de Freud.

El cambio en el pensamiento tiene que ver con el “descentramiento” de nuestro universo


intelectual. Antes de eso se daba por sentado la existencia de una norma o centro para todas las
cosas: de tal manera el hombre, como reza el slogan del Renacimiento, es la medida de todas las
cosas. Las convenciones occidentales de vestir, comportamiento, arquitectura, tendencia
intelectual, etc.; provenían de un centro firme contra las desviaciones, aberraciones; las
variaciones podían ser detectadas e identificadas como lo “otro” marginal

En el Siglo XX estos centros fueron socavados y destruidos, a veces por eventos históricos, como,
por ejemplo, la Primera Guerra Mundial, que destruyó la ilusión de un progreso material
constante, o la manera en que le Holocausto destruyó la imagen de Europa como fuente y centro
de la civilización humana.  Por ejemplo, el poscolonialismo haciendo una deconstrucción del
mito de occidente; el mito fundacional del mito de occidente son la Ilíada, la Odisea, la Biblia. Ese
origen tiene antecedentes, tiene referentes, un contexto, o un aura cultural que no está dado solo
por occidente, esos textos ocurrieron y en esos textos hay un montón de imágenes que siguen
siendo extrañas para Occidente (la Biblia sigue siendo un texto oriental).

En el universo que resulta de esto no hay puntos fijos de referencia, de modo que el universo en
que vivimos está descentrado y es inherentemente relativo.
27 de Abril

Habíamos vistos algunos elementos que considera el estructuralismo para analizar el texto; el
estructuralismo, una de sus influencias es la lingüística Saussureana, y esta noción por abordar el
fenómeno del lenguaje desde una perspectiva científica (positiva y con importancia del lenguaje or
al). El estructuralismo toma aquel aparato de conocimiento que la lingüística va acuñando
alrededor del lenguaje como un fenómeno que se puede estudiar de manera racional; con el fin de
ir dando con las jerarquías que el lenguaje tiene y de las cuales nosotros no somos conscientes o no
éramos conscientes porque dábamos el lenguaje por hecho (“el lenguaje simplemente estaba ahí,
como una herramienta”).

El lenguaje como herramienta se relaciona con la inteligencia, con la forma en que nosotros vamos
solucionando los problemas; además es la estructura sobre la cual se va construyendo nuestra vida
cultural. Desde una perspectiva distinta, la cultura es una suerte de estructura que se desprende,
que nace de esta estructura anterior que tenemos en nuestra “mente” que es el lenguaje (una
suerte de equivalencia interior/exterior)

No hay que esperar lo convencional en la literatura, ni lo políticamente correcto

(Después se siguieron completando los apuntes de arriba)

28 de Abril

(Reexplicaron las diferencias entre posestructuralismo y estructuralismo)

(Posteriormente, desde el minuto 49:30 se realiza un ejercicio con el poema “La construcción del
rascacielos – George Oppen”).
04 de Mayo

(En los apuntes hay un esquema de análisis que tiene que ver con la deconstrucción; el
estructuralismo y el posestructuralismo. No se trata de seguir una pauta fija, pero sirve para ir
acostumbrándose a analizar de cierta manera los textos)

(Resumiendo; El riesgo de la sobreinterpretación tiene que ver que, al tomar el lenguaje como un
objeto de estudio, con el criterio científico, se necesita precisar cuestiones que son tremendamente
abstractas; la gramática del lenguaje, la sintaxis del lenguaje, la estructura profunda del lenguaje
en la mente, la relación del lenguaje con el mundo. Para entender todo esto, la lingüística y el
posestructuralismo se deja influenciar por una batería de ideas de la fenomenología y de la
filosofía de Heidegger).

Martin Heidegger, Carta sobre el humanismo (1946)

El lenguaje es la casa del ser. En su morada habita el hombre. Los pensadores y los poetas son
los guardianes de esa morada.

Su guardia consiste en llevar a cabo la manifestación del ser, en la medida en que, mediante su
decir, ellos la llevan al lenguaje y allí la custodian. El pensar no se convierte en acción porque salga
de él un efecto o porque pueda ser utilizado. El pensar sólo actúa en la medida en que piensa. Este
actuar es, seguramente, el más simple, pero también el más elevado, porque atañe a la relación
del ser con el hombre. Pero todo obrar reside en el ser y se orienta a lo ente.

[…]

Efectivamente, “sujeto” y “objeto” son títulos inadecuados de la metafísica, la cual se adueñó


desde tiempos muy tempranos de la interpretación del lenguaje bajo la forma de la “lógica” y la
“gramática” occidentales. Lo que se esconde en tal suceso es algo que hoy sólo podemos adivinar.

Liberar al lenguaje de la gramática para ganar un orden esencial más originario, es algo
reservado al pensar y poetizar.

El pensar no es sólo l’engagement dans l’action para y mediante lo ente, en el sentido de lo real de
la situación presente. El pensar es l’engagement mediante y para la verdad del ser. Su historia
nunca es ya pasada, sino que está siempre por venir. La historia del ser sostiene y determina toda
condition et situation humaine. Para que aprendamos a experimentar puramente la citada
esencia del pensar, lo que equivale a llevarla a cabo, nos tenemos que liberar de la
interpretación técnica del pensar. Los inicios de esa interpretación se remontan a Platón y
Aristóteles.

[…]

En la interpretación técnica del pensar se abandona el ser como elemento del pensar. Desde la
Sofistica y Platón es la “lógica” la que empieza a sancionar dicha interpretación. Se juzga al pensar
conforma a un criterio inadecuado. Este juicio es comparable al procedimiento que intenta valorar
la esencia y facultades de los peces en función de su capacidad para vivir en la tierra seca. Hace
mucho tiempo, demasiado, que el pensar se encuentra en dique seco. Así las cosas ¿se puede
llamar “irracionalismo” al esfuerzo por reconducir al pensar a su elemento?

Heidegger intenta precisar la esencia de la poesía, ya que la poesía le corresponde, según el


filósofo alemán, “la instauración del ser con la palabra” (Arte y Poesía, 115)

Jakobson: […] Sin embargo, todos los que estamos aquí nos damos cuenta, de un modo total, de
que un lingüista ciego a los problemas de la función poética del lenguaje y un erudito de la
literatura indiferente a los problemas que plantea la lengua y que no esté al corriente de los
métodos lingüísticos, son igualmente un caso de flagrante anacronismo

(IMAGEN DE ESQUEMA DEL LENGUAJE/COMUNICACIÓN)

Barthes: la narración y el relato son instancias que pueden descomponerse en unidades


funcionales que se sostienen juntos por otros elementos de la narrativa que también presentan
funciones vitales de la narrativa.

Así como la oración/frase es el punto de término en el análisis lingüístico. Se comprende a la


narrativa como el punto final del análisis del discurso, por lo que salir de la narrativa es cruzar
fronteras hacia el “mundo real”, que a su vez demandará un tipo distinto de herramientas de
análisis.

Se usa “la lingüística del discurso” como manera de codificar y explicar el código narrativo que
hace posible tanto producir como descifrar narrativas

Barthes identifica tres niveles principales de descripción dentro de la narrativa: función, acción y
narración.

“Función” es la unidad más pequeña de una narración, porque consiste en cosas como el arma en
el cuento de Chejov. La unidad puede referirse al rifle en el mundo. El rifle funcionará más tarde
en la historia.

Estas unidades son de dos tipos: funcionales e índices. La función significa que la unidad cumple
una función en la narrativa.

Luego clasifica las unidades funcionales en secciones: núcleo, catalíticas, índices, e informantes. El
núcleo es el corazón o centro de la historia en el sentido que si lo eliminamos la historia se altera;
una catálisis hace que el suceso ocurra; un índice integra información más difusa, como la
atmosfera; y los informantes identificar un lugar y tiempo para la narración.

El Esquema Actancial se aplica al análisis de un relato, por lo tanto, un actante es una clase que
agrupa una sola función de los diversos papeles de un mismo rol actancial: puede ser héroe,
villano, ayudante, opositor.

Este esquema nos permite analizar a los personajes de un texto narrativo o dramático. Lo que nos
interesa saber es qué es lo que hace el personaje, cuáles son sus objetivos y cómo se relaciona con
los demás personajes. Se llama “esquema actancial” porque analiza a cada personaje como un
“actante”, alguien que “acciona”, que realiza una acción, que mueve un entramado de sucesos
para asegurar un objetivo.
La frase implícita en el esquema es la siguiente:

 Una fuerza quiere algo.


 Llevado por su acción, el sujeto busca un objeto en provecho de ser concreto o abstracto
 En esta búsqueda el sujeto tiene aliados y enemigos

Cualquier relato puede reducirse a este esquema de base que visualiza las principales fuerzas del
drama y su papel en la acción.

(Comienza a analizar el ejercicio [nuevamente] de George Oppen)


05 de mayo

(Revisa lo de Heidegger, y se salta el contenido de los actantes)


11 y 12 de Mayo

Derrida, posestructuralismo y deconstrucción

El método de Derrida de deconstrucción se desprende de su lectura de la filosofía y su método


deconstructivo. Los textos que anteriormente se entendían como unidades artísticas se muestran,
ahora, como fragmentados, divididos en sí mismos, y descentrados.  La deconstrucción es una
suerte de “desmontar” el lenguaje. Pero la clave es “encontrar el punto débil del texto”; el punto
del texto en el que el lector le parece posible o más factible encontrar una interpretación plausible
que vaya más allá o que represente una alternativa al contenido, o a la idea general (la idea
central de un texto), ver las posibilidades de variación; mientras más lejana y plausible, para la
deconstrucción mejor.  Es decir, si dentro de un texto, a la hora de leerlo, encuentro referentes
que de pronto disparen el texto en un sentido absolutamente insospechado hasta ese momento, es
valido hacerlo, independiente de si el texto sea original de un determinado momento, y mi
aplicación de esta lectura corresponda a un momento histórico ajeno al texto.

De su libro De la Gramatología se suele citar la que es quizá la expresión más famosa de la


deconstrucción.

“No hay nada fuera del texto”

En el fondo se produce un cuestionamiento no a la interpretación de los textos sino acerca de la


naturaleza de toda interpretación  ¿Qué interpretación entre todas las posibles resulta ser la
más iluminadora?

Derrida, al señalar que no hay nada fuera del texto, está comentando el “Ensayo sobre el origen
de las lenguas” de Rousseau, y más precisamente el concepto de “supplement”, palabra que en
francés también significa reemplazo, en el sentido que el lenguaje reemplaza o se presenta en
lugar de la realidad.  La confirmación de que el lenguaje y la realidad son dos objetos de estudio
completamente distintos (la mosca en la botella; la botella nos permite tener acceso a ese mundo
exterior, pero la botella siempre sigue ahí, su cristal siempre es el que media entre nosotros y el
exterior).

La persona que escribe se comprende como un sistema textual determinado.  La matriz de la


literatura moderna en general afirma que “somos todos escritores” y que “la literatura la hacemos
todos”. Somos, cada uno de nosotros, un sistema de textos, una red de textos; ¿De qué manera se
nos dan esos textos? De una manera consciente, y de una manera inconsciente (viene con nuestra
lengua, con el uso de esta).

Lo que quiere decir que la lengua que heredamos es un sistema ya hecho, un “ready-made”. 
Heredamos este sistema, lo ponemos en práctica sin parar. Pero lo que estamos poniendo en
práctica es juntar, una suerte de Frankenstein que estamos armando en nuestra cabeza (mapa de
mundo).
De esta manera podríamos postular que no nos expresamos a nosotros mismos, sino que
aspectos del lenguaje: percepción de que el lenguaje pareciera tener vida propia (discursos que
nos cruzan y que nosotros los mezclamos en un discurso particular).

Dice Derrida:

[. . .] el escritor escribe en una lengua y en una lógica cuyo sistema, leyes y vida propios,
por definición, no puede dominar absolutamente su discurso  Nuestra lengua nos da un
marco, dentro del cual hay imágenes, metáforas, mitos que determinan nuestra forma de
comprender; es el pelo de la lengua, una cadena, una tradición que puebla nuestro
entorno lingüístico.

No sirve de aquéllas, en cierta manera y hasta cierto punto, más que para dejarse
gobernar por el sistema.  Hay hasta cierto punto una pasividad nuestra natural para con
el lenguaje. Es como respirar. Somos sujetos culturales; somos gobernados, a su vez, por
ese lenguaje que nos enseñan al socializarnos (español, francés, etc., etc.).

Y la lectura siempre debe apuntar a una cierta relación, no percibida por el escritor,
entre lo que él impone y lo que no impone de los esquemas de la lengua de que hace uso
 32:00; ¿Por qué no percibida? Porque sería imposible ser conscientes de cada una de
las contradicciones, extrañezas y detalles que tiene nuestra lengua al comunicarnos (esto
sin sumar la lengua de los demás).

Esta relación no es una cierta repartición cuantitativa de sombra y de luz, de debilidad o de


fuerza, sino una estructura significante que la lectura crítica debe producir.  33:13

Leer e interpretar, entonces, no consiste en reproducir lo que el escritor pensó y expresó en el


texto.

Esta noción “inadecuada” de la interpretación Derrida la llama “doble comentario” (ya el escritor
estaba haciendo un comentario acerca de la realidad, y yo me limito a hacer copia de ese
comentario), ya que se intenta reconstruir una realidad pre-existente, no-textual (de lo que el
escritor hizo o pensó) que se despliega a lo largo del texto.

En cambio, la lectura crítica debe “producir” el texto, desde el momento que no hay nada allí
para nosotros por reconstruir. De modo que el texto debe ser deconstruido antes que
reconstruido. Este es el punto donde Derrida hace la afirmación que más tarde llamará “la
propuesta axial de este ensayo es que no hay nada fuera del texto”.

Y, sin embargo, si la lectura no debe contentarse con duplicar el texto, tampoco puede
legítimamente transgredir el texto hacia otra cosa, hacia un referente (realidad metafísica,
histórica, psicobiográfica, etc.) o hacia un significado fuera del texto cuyo contenido podría
tener lugar, o habría podido tener lugar, fuera de la lengua, es decir, en el sentido que
damos aquí a esta palabra, fuera de la escritura en general.

Por eso las consideraciones metodológicas que aquí arriesgamos sobre un ejemplo son
estrechamente dependientes de las proposiciones generales que hemos elaborado más
arriba, en cuanto a la ausencia del referente o del significado trascendental. No hay fuera
del-texto  Tenemos que saber cuáles son los elementos que vamos a escoger para
intentar un análisis que sea distinto al convencional

Lo que abre el significado y el lenguaje es la escritura como desaparición de la presencia


natural.

Por lo tanto, para J. A. Cuddon, en la deconstrucción un texto puede ser leído diciendo algo
completamente distinto de lo que aparentemente dice [. . .] puede ser leído como portador de un
sinnúmero de cosas distintas que son una variante, una contradicción, o una subversión del
sentido “estable” del texto  En la deconstrucción el autor importa en el sentido de que yo tengo
que buscar algo que el autor no está diciendo, y cómo probar lo que está allí.

De modo que la deconstrucción practica lo que se ha llamado acoso textual o lectura oposicional
(encontrar lo que el texto está tratando de ocultarnos; no necesariamente esto quiere decir que el
autor haya tratado de ocultarnos algo [puede que sí], sino más bien por una cuestión cultural el
texto se presenta como se presenta) con el propósito de descubrir o desenmascarar
contradicciones internas o inconsistencias en el texto, con el deseo de mostrar la desunión que
yace por debajo de la aparente unidad.

La deconstrucción intenta demostrar que el texto está en guerra consigo mismo.

El análisis deconstructivista podemos decir hace básicamente cinco cosas.

1. Lee el texto contra sí mismo, para exponer lo que podría ser el pensamiento del
subconsciente textual, donde los significados son expresados y que podrían contradecir el
sentido superficial del texto.
2. Encontrar en la superficie del texto rasgos o características de las palabras – similitudes
de sonido, la raíz significativa de las palabras, una metáfora “muerta” o agonizante, para
sacarlo a la luz de modo que se torna crucial en la interpretación global del texto.
3. Intenta demostrar que el texto se caracteriza por su desunión antes que por su unidad.
4. Se concentra en un solo pasaje y lo analiza tan intensamente que se vuelve imposible de
proveer una lectura “unívoca” de modo que el lenguaje detona en “múltiples
significados”.
5. Busca cambios e interrupciones de distintos tipos en el texto y los ve como evidencia de
lo que es reprimido, evadido o ignorado en silencio por el texto. Estas discontinuidades
son llamas “líneas de falla”, una metáfora geológica que se refiere a las grietas en la
formación de las rocas que evidencian actividad previa y movimiento.

Por todo lo anterior podríamos afirmar que la deconstrucción es más una estrategia de lectura
que una teoría. Estrategia relacionada con la Teoría de la Recepción.

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Hans Robert Jauss (Experiencia estética y hermenéutica literaria): culminación de un proceso


histórico de la experiencia estética en Occidente que habría promovido por lo menos tres
situaciones:
1. El paso que, en la época moderna, da la poiesis (el trabajo, el hacer del artista), desde un
énfasis en la promoción de una contemplación pasiva, propia de la obra mimética, a la
promoción de una participación activa del espectador y del lector, propia de una obra
autónoma (que deconstruye la frontera realidad/ficción) y del objeto ambiguo, que
demanda del lector una postura teórica y estética, necesaria para completar el sentido de
la obra.
2. El paso que, desde la aestesis (la recepción de la obra) se da en la actitud del espectador
(lector) frente a la obra, a la que se exige una dilución performativa, esto es, una
estructura más abierta y proclive a la participación. Este paso se explicaría por una especie
de “duda” sobre la capacidad del artista, sobre su autoridad, que explicaría la demanda de
participación y de co-creación a la que tendría derecho el espectador-receptor.
3. El paso de una catarsis basada en la ejemplaridad, esto es, la obtención de una “lección” o
un mensaje moral a través de la propuesta de la obra, a una catarsis basada en la
promoción de la libertad y la autonomía.

Cualquier texto, desde la perspectiva de la deconstrucción Derridiana, se presenta como una


realidad no terminada cuyo último significado es inasible.

Derrida:

Lo que todavía denomino “texto” por razones parcialmente estratégicas [. . .] no sería ya,
desde ese momento un “corpus” finito de escritura, un contenido enmarcado en un libro
en sus márgenes, sino una red diferencial, un tejido de huellas que remiten
indefinidamente a algo otro, que están referidas a otras huellas diferenciales.

Ideas básicas de esta estrategia (Jaime Blume / Clemens Franken):

Habla/Escritura: históricamente la escritura ha sido un ente subordinado al habla dentro de una


cadena compuesta por tres eslabones:

1. La realidad objetiva (la cual intentamos nombrar, comprender)


2. La palabra o la voz que la denota (con la cual estamos refiriendo la realidad)
3. La palabra escrita, representación gráfica de los sonidos articulados propios de la voz.

Frente a la secuencia realidad-vocablo-palabra escrita, la deconstrucción intenta darle o devolverle


a la escritura un lugar de privilegio (“Todo es texto”).

Texto/Architexto: todo texto es una textura, un tejido de significaciones que remiten a otros
textos, con los cuales se entrecruza indefinidamente (intertextualidad): “Cada texto es una
máquina con múltiples cabezas de lectura para otros textos” (Derrida).

Esta capacidad de multiplicar las lecturas proviene del hecho de que cada texto se inscribe dentro
de un ámbito mayor (Architexto), del que extrae sus posibilidades discursivas. Este Architexto sirve
de piso o sustento de todo posterior desarrollo escritural y de las redes referenciales que pudieren
sugerir. Acudiendo a una metáfora, el Architexto vendría a ser la placenta universal que alimenta a
cualquier tipo de discurso oral o escrito y condiciona su significación.

Certeza/Indecibilidad: El pensamiento occidental basa sus certezas en el sistema de oposiciones


binarias (palabra/escritura; hombre/mujer; naturaleza/cultura, etc.). La Deconstrucción, postula
que tales oposiciones no generan verdades indestructibles, sino que un abanico muy amplio de
interpretaciones: si todo texto está caracterizado por la imposibilidad de decidir, de manera
definitiva, un significado último, la lectura no puede orientarse meramente a una descodificación,
sino a la localización de las tensiones que hacen del texto un espacio abierto y,
fundamentalmente, ambiguo (Altamiranda):

“¿Qué se ama, Señor, cuando se ama?” (Gonzalo Rojas). En eso (¿Qué cosa?) consiste la
Indecibilidad.

Différence/Différance: A través de este juego lingüístico (la diferencia entre la “e” y la “a” en
ambas palabras) Derrida deja en claro que la diferencia entre una y otra palabra solo es
perceptible en el lenguaje escrito y no en el oral, ámbito en el cual ambas palabras se pronuncian
igual. Pero no se trata sólo de un juego, la palabra “différence” (del latín “differre”) tiene dos
sentidos: diferencia (- no ser idéntico) y diferir (-dejar para más tarde), lo que nos instala, de
nuevo, en el ámbito de la ambigüedad significativa: ¿de cuál “différence” estamos hablando? ¿de
la espacial o de la temporal? Dicho de otra manera, todo texto termina siendo un campo abierto
a múltiples lecturas.

Lo absoluto/lo temporal: la verdad absoluta u objetiva a la que aspira el logocentrismo occidental


es imposible, la deconstrucción por lo tanto propone que la verdad ocurre en el tiempo, no es algo
fijo, sino que está sujeta a variaciones en el tiempo: “efecto seminal de la diseminación”.

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Cualquier texto, desde la perspectiva de la deconstrucción Derridiana, se presenta como una


realidad no terminada cuyo último significado es inasible.
8 de Junio | Después del control

Repaso de los puntos anteriores…

9 de Junio | Análisis Lacaniano

Análisis Lacaniano (Jacques Lacan)

El sistema crítico de Lacan se basa en la búsqueda de una psicolingüística original capaz de vincular
las figuras que caracterizan al lenguaje con ciertos mecanismos psicológicos, tales como la
condensación (metonimia) y el desplazamiento (metáfora) “siguiendo una matemática del deseo
inconsciente” (Francioni).  Para los fines del curso la metonimia y la metáfora son lo mismo (son
como partes de un mismo proceso).

Método

1. Determinar el tema central del texto, o idea, u objeto del deseo, establecer el objeto del
deseo que resulta del choque entre necesidad y demanda. Cómo se expresa y sus etapas.
2. Evidenciar la red de significantes constitutivos del texto (manifiesto o latente) y que le
confieren al texto su carácter simbólico, representativo de la naturaleza del sujeto que
dice en el texto: objeto deseado; conflicto de supuestos.
3. Determinar la condición metonímica del texto (objeto deseado que se desplaza hacia otro
objeto deseado). Sustitución de un término por otro que tiene con el primero una relación
de contigüidad semántica.
4. Determinar la condición metafórica del texto (la palabra símbolo que sustituye el
significante inefable del deseo por otro significante). Se trata de trasladar el término real
(TR) a otro que se relaciona por semejanza o termino imaginario (TI).
5. Hermenéutica del texto: hermenéutica global del texto.

T. Eagleton

[…] Así como el significado de un signo se relaciona con lo que no es el signo, en cierta forma, su
significado también se halla ausente del signo.

[…] Dicho de otra manera, nunca es posible encerrar el significado en un puño, lo cual proviene del
hecho de que el lenguaje es un proceso temporal.

Cuando leo una frase, su significado queda siempre de alguna forma en suspenso, hay algo que
se pospone o que aún está por llegar.

Un significado me conduce a otro, y éste a otro más; los significados anteriores se ven
modificados por los posteriores, y aun cuando la frase quizá llegue a un final, esto (UN FINAL, SE
ENTIENDE) no sucede con el proceso del lenguaje.

Siempre hay más significados en el lugar de donde provino.

No aprehendo el significado de una frase amontonando mecánicamente una palabra encima de


otra. Para que las palabras lleguen a integrar, por lo menos, un significado relativamente
coherente, cada una debe, por decirlo así, conservar la huella de las que la precedieron y
permanecer abierta a las huellas de las que vendrán después.

M. Foucault

Heterotopias: mundo(s) dentro de otro(s) mundo(s)

[…] Este texto de Borges me ha hecho reír durante mucho tiempo, no sin un malestar cierto y
difícil de vencer

Quizá porque entre sus surcos nació la sospecha de que hay un desorden peor que el delo
incongruente y el acercamiento de lo que no se conviene;

Sería el desorden que hace centellear los fragmentos de un gran número de posibles órdenes en
la dimensión, sin ley ni geometría, de lo heteróclito [fuera de lo habitual]:

[…] las cosas están ahí “acostadas”, “puestas”, “dispuestas” en sitios a tal punto diferentes que es
imposible encontrarles un lugar de acogimiento, definir más allá de unas y de otras un lugar
común.

Las utopías consuelan: pues si no tienen un lugar real, se desarrollan en un espacio maravilloso y
liso; despliegan ciudades de amplias avenidas, jardines bien dispuestos, comarcas fáciles, aun si su
acceso es quimérico.

Las heterotopías inquietan, sin duda, porque minan secretamente el lenguaje, porque impiden
nombrar esto y aquello, porque rompen los nombres comunes o los enmarañan, porque
arruinan de antemano la “sintaxis” y no sólo la que construye las frases -aquella menos evidente
que hace “mantenerse juntas” (unas al otro lado o frente de otras) a las palabras y a las cosas.

[…] las heterotopías […] secan el propósito, detienen las palabras en sí mismas, desafían, desde
su raíz, toda posibilidad de gramática; desatan los mitos y envuelven en esterilidad el lirismo de
las frases.

[…] Sin embargo, el texto de Bordes lleva a otra dirección; a esta distorsión de la clasificación que
nos impide pensarla, a esta table sin espacio coherente, Borges les da como patria mítica una
región cuyo solo nombre constituye, para el occidente, una gran reserva de utopías. ¿Acaso en
nuestro sueño no es la China justo el lugar privilegiado del espacio? Para nuestro sistema
imaginario, la cultura china es la más meticulosa, la más jerarquizada, la más sorda a los sucesos
temporales, la más apegada al desarrollo puro de la extensión; la soñamos como una civilización
de diques y barreras bajo la faz eterna del cielo; la vemos desplegada y congelada sobre toda la
superficie de un continente cercado de murallas.

Su misma escritura no reproduce en líneas horizontales el vuelo fugaz de la voz; alca en columnas
la imagen inmóvil y aun reconocible de las cosas mismas.

Tanto que la enciclopedia china citada por Borges y la taxonomía que propone nos conducen a
un pensamiento sin espacio, a palabras y categorías sin fuego ni lugar, que reposan, empero, en
el fondo sobre un espacio solemne, sobrecargado de figuras complejas, de caminos embrollados,
de sitios extraños, de pasajes secretos y de comunicaciones imprevistas; existiría así, en el otro
extremo de la tierra que habitamos, una cultura dedicada por entero al ordenamiento de la
extensión, pero que no distribuiría la proliferación de seres en ningún espacio en el que nos es
posible nombrar, hablar, pensar:

[…] Ahora bien, esta investigación arqueológica muestra dos grandes discontinuidades en la
episteme de la cultura occidental: aquella con la que se inaugura la época clásica (hacia mediados
del siglo XVII) y aquella que, a principios del XIX, señala el umbral de nuestra modernidad. El
orden, a partir del cual pensamos, no tiene el mismo modo de ser que el de los clásicos.

[…] De este modo, el análisis ha podido mostrar la coherencia que ha existido, todo a lo largo de
la época clásica, entre la teoría de la representación y las del lenguaje, de los órdenes naturales,
de la riqueza y del valor. Es esta configuración la que cambia por completo a partir del siglo XIX;
desaparece la teoría de la representación como fundamento general de todos los órdenes
posibles; se desvanece el lenguaje en cuanto tabla espontánea y cuadricula primera de las cosas,
como enlace indispensable entre representación y los seres; una historicidad profunda penetra
en el corazón de las cosas, las aísla y las define en su coherencia propia, les impone aquellas
formas del orden implícitas en la continuidad del tiempo; el análisis de los cambios y de la moneda
cede su lugar al estudio de la producción, el del organismo se adelanta a la investigación de los
caracteres taxinómicos; pero, sobre todo, el lenguaje pierde su lugar de privilegio y se convierte,
a

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