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diagnóstico y tratamiento
Conozca mejor el estrés físico que afrontan los jugadores de fútbol, y
aprenda a diagnosticar y a tratar las lesiones más comunes en el
mundo del fútbol.
Objetivos de aprendizaje
Introducción
De acuerdo con la Fédération Internationale de Football Association
(FIFA), el fútbol es el deporte más popular del mundo, con
aproximadamente 200 millones de jugadores. Curiosamente, unos 40
millones de ellos son mujeres. Se producen lesiones frecuentemente,
aunque un diagnóstico precoz puede contribuir a reducir los tiempos
de recuperación y evitar casos de discapacidad a largo plazo. Este
módulo no pretende ser exhaustivo, sino describir el mejor método
para diagnosticar lesiones comunes en la rodilla, el tobillo y los
músculos.
Lesiones de rodilla
Los jugadores de fútbol sufren con frecuencia lesiones de rodilla que
pueden revestir gravedad. Entre las lesiones más comunes destacan:
Prueba de Lachman
Desgarros de menisco
Las lesiones por torsión pueden provocar desgarros de menisco. El
paciente presentará dolor en la rodilla, que empeorará al estirarla. La
articulación de la rodilla se inflamará durante las 24 posteriores a la
lesión. Los desgarros de menisco no suelen producir hemartrosis,
por lo que la articulación no se inflama de forma inmediata. El signo
clínico más preciso es la prueba de Thessaly (el paciente la realiza
con carga de peso flexionando la rodilla 20 grados), aunque la
sensibilidad a la palpación a lo largo de la línea de la articulación es
un indicador fiable que con frecuencia se tolera mejor en casos
agudos (figura 3).
Lesiones de tobillo
Entre las lesiones de tobillo que suelen sufrir los futbolistas destacan:
Esguince de tobillo
Lesión en la capa osteocondral del astrágalo
Lesión de la sindesmosis distal que provoca inestabilidad
Subluxación recidivante de los tendones peroneos
Tobillo de futbolista.
Esguince de tobillo
La gravedad de los esguinces de tobillo varía de leve a grave. La
gravedad determinará el periodo de rehabilitación que necesitará el
paciente. En ocasiones es aconsejable sobrestimar la extensión del
daño del tobillo al principio. Una vuelta a la actividad demasiado
rápida podría dificultar la recuperación considerablemente. Si el
esguince no se trata correctamente, el paciente podría llegar a sufrir
discapacidad a largo plazo. Los esguinces se suelen producir en los
ligamentos laterales del tobillo. Se produce un esguince del
ligamento lateral cuando la articulación del tobillo se invierte
mientras el pie se
encuentra en flexión plantar. Esto puede ocurrir si el jugador cae
sobre su tobillo mientras corre.
Importante
Tobillo de futbolista
Describe una condición en la que se forman osteofitos y placas
desde la tibia distal anterior y el astrágalo, y que puede provocar
pinzamiento y restricción de la flexión dorsal. Se produce como
resultado de un traumatismo repetido en la cápsula de la
articulación (por ejemplo, al chutar el balón). Esto provoca dolor
cuando el paciente apoya el pie y el pie se encuentra en flexión
dorsal. Posiblemente haya una masa palpable delante del tobillo.
Una inyección de esteroide local podría ofrecer ventajas a corto
plazo, pero a menudo se requiere cirugía para extirpar los
osteofitos.
Conceptos principales
Todos los esguinces de ligamento lateral se pueden tratar de
forma conservadora en un principio con ortesis funcional y
fisioterapia
El dolor o inflamación persistente (o ambos síntomas) en un
esguince de tobillo requiere la remisión al especialista y pruebas
adicionales
Las reconstrucciones quirúrgicas tardías proporcionan buenos
resultados en pacientes con inestabilidad persistente y disrupción
del ligamento lateral demostrada
El uso de férulas o vendajes reduce el riesgo de recidiva al
realizar de nuevo actividades deportivas tras un esguince de
tobillo
Lesiones en la ingle
Las lesiones en la ingle representan únicamente el 10% de todas
las lesiones del fútbol, pero provocan una considerable morbilidad y
pueden impedir la participación en entrenamientos y partidos. El dolor
de ingle crónico en futbolistas a menudo se debe a varios factores
y requiere una evaluación detallada. Las lesiones más comunes se
producen en las estructuras musculotendinosas y pueden ser agudas
o crónicas. Las lesiones crónicas tienden a estar relacionadas con la
sobrecarga. Las lesiones por sobrecarga frecuentemente se ignoran
hasta que la actividad queda significativamente alterada, lo que puede
dar lugar a largas ausencias tanto en entrenamientos como en partidos.
En general, cuanto más cerca está la zona de lesión de la unión
tenoperióstica, más se prolonga el periodo de recuperación. Las
lesiones de aductor provocan dolor durante el estiramiento y aducción
forzada. Se ha demostrado que el tratamiento más eficaz en estas
lesiones es un programa de rehabilitación estructurado que ponga
énfasis en el fortalecimiento muscular excéntrico. Se trata de una
forma
de fortalecimiento en la que se emplea resistencia a medida que el
músculo se extiende, no cuando se contrae, y que es
extremadamente efectiva a la hora de tratar estas lesiones. El reposo
es ineficaz. La osteítis púbica es una lesión de sobrecarga que
provoca dolor crónico alrededor de la ingle y la sínfisis púbica. Habrá
sensibilidad a la palpación localizada y dolor al realizar la prueba de
presión con las rodillas y caderas flexionadas. Para realizar esta
prueba, el paciente se tiende sobre la espalda con las rodillas y
caderas flexionadas para permitir que las plantas de los pies queden
en contacto con la camilla. El resultado de la prueba es positivo si se
observa dolor sobre la sínfisis al apretar una rodilla contra la otra
manteniendo el puño entre las dos.
El movimiento de la cadera suele quedar limitado, con lo que se
ejerce
una mayor fuerza de cizallamiento sobre la sínfisis durante los
movimientos atléticos. Las radiografías pueden revelar erosiones,
esclerosis y, ocasionalmente, inestabilidad de la sínfisis, aunque
estos problemas pueden aparecer en futbolistas asintomáticos. Una
resonancia magnética mostrará edemas dentro de la sínfisis en las
fases agudas (de nuevo, estos problemas pueden aparecer en
futbolistas asintomáticos). El tratamiento suele prolongarse durante
mucho tiempo y debe incluir un exhaustivo programa de ejercicios
para el aductor y de estabilidad del centro de gravedad. Las
inyecciones de cortisona en la sínfisis púbica son objeto de
controversia debido al riesgo de atrofia del disco fibrocartilaginoso,
que produce inestabilidad. La cirugía no está indicada. La ingle de
Gilmore o hernia del deportista describe un desgarro o deficiencia
de la pared posteromedial del canal inguinal. Este trastorno
normalmente tiene un inicio insidioso y provoca un dolor en el área
inguinal que habitualmente empeora después de los entrenamientos
y partidos. En los casos graves, el jugador quizá informe de dolor
agravado por tos y estornudos, que podría extenderse al área genital.
La exploración clínica revelará sensibilidad a la
palpación sobre el anillo inguinal externo, que podría aparecer
dilatado cuando se palpa a través del escroto (siempre se debe
comparar con el lado normal). El tratamiento conservador rara vez
da resultado y en muchas ocasiones es necesario reparar
quirúrgicamente la zona. Este trastorno se puede prevenir a través
de un programa de ejercicios de estabilidad del centro de gravedad.
Este tipo de ejercicios refuerza los músculos de la zona lumbar y
pélvica del "centro". Los problemas de cadera suelen presentarse en
forma de dolor de ingle. Los jugadores de mayor edad pueden sufrir
artrosis establecida; mientras que los desgarros del labro acetabular
o el pinzamiento femoroacetabular aumentan cada vez más en
jugadores jóvenes. El pinzamiento femoroacetabular lo provoca una
incongruencia entre la cabeza del fémur y el acetábulo. Siempre
debe examinar la articulación de la cadera y considerar la posibilidad
de derivar al paciente para someterlo a una artrografía por
resonancia magnética o solicitar la opinión de un especialista. Es
extremadamente importante que examine la articulación de la
cadera en jugadores adolescentes que presenten dolor en la ingle, el
muslo o la rodilla, a fin de excluir trastornos como deslizamiento de
la epífisis de la cabeza del fémur o incluso tumores malignos.
Lesiones musculares
Las cifras de la auditoría realizada por la FIFA han demostrado que el
37% de todas las lesiones que se producen durante la práctica del
fútbol se deben a distensiones musculares. [ 7 ] Esto ocurre al aplicar
una fuerza que provoca contusiones o sobrecarga, además de
distensión muscular.
Sobrecargas isquiotibiales
Las sobrecargas isquiotibiales representan el 12% de todas las
lesiones que sufren los futbolistas. La mayoría de estas lesiones se
producen hacia el final de los partidos y sesiones de entrenamiento,
cuando el jugador corre a una velocidad elevada. Se producen con
más frecuencia en jugadores de mayor edad. Esto sugiere que la
fatiga podría ser una causa. Las sobrecargas isquiotibiales a menudo
reaparecen en los pacientes. Por lo tanto, es importante que los
pacientes se rehabiliten por completo antes de volver a jugar. Un
programa de ejercicios de fortalecimiento excéntrico, como los
ejercicios nórdicos para isquiosurales, ha demostrado una gran
eficacia. No existen evidencias de que el estiramiento
inmediatamente antes del entrenamiento o el partido reduzca el
nivel de sobrecarga muscular, aunque por lo general se acepta que
es importante un grado apropiado de flexibilidad [ 9 ] . Si el
paciente no responde al tratamiento estándar, deberá considerar la
posibilidad de que la raíz del nervio esté comprimida en la región
lumbar, provocando dolor en la parte posterior del muslo.
Miositis osificante
Las contusiones pueden provocar hemorragias intramusculares y dar
lugar a una osificación ectópica. Se denomina miositis osificante. En
la mayoría de los casos el cuádriceps lateral resulta afectado, lo que
da lugar a una contusión conocida habitualmente como "bocadillo" [
10 ] .
Conceptos principales
Todas las lesiones musculares requieren una rehabilitación
adecuada antes de jugar de nuevo. Quizá sea necesario derivar al
paciente a fisioterapia
Los índices de recidiva en las lesiones musculares son elevados
Considere siempre la posibilidad de dolor reflejo o neurógeno
TEST
Conflictos de intereses:
Ninguno declarado.
References
1. Fauno P, Wulff Jakobsen B. Mechanism of anterior
cruciate ligament injuries in soccer. Int J Sports Med
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2. Hewett TE, Ford KR, Myer GD. Anterior Cruciate Ligament
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6. Bachmann LM, Kolb E, Koller MT, Steurer J, ter Riet G. Accuracy
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10. Saartok T. Muscle injuries associated with soccer. Clin
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A Review of the Literature; Am J Sports Med 2000: 28 No 5
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a systematic review. Br J Sports Med 2004;38:89-94.
Further resources
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Turner AP, Barlow JH, Heathcote-Elliot C. Long-term health impact of
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Med 2000;34:332-6.
Sports injury bulletin: http://www.sportsinjurybulletin.com