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Lesiones en el fútbol: guía de

diagnóstico y tratamiento
Conozca mejor el estrés físico que afrontan los jugadores de fútbol, y
aprenda a diagnosticar y a tratar las lesiones más comunes en el
mundo del fútbol.

Tras realizar este módulo, podrá:

Comprender el estrés físico que afrontan los jugadores de fútbol.


Diagnosticar las lesiones más frecuentes en los jugadores de
fútbol.
Tratar las lesiones más frecuentes en los jugadores de fútbol.

Objetivos de aprendizaje

Tras realizar este módulo, podrá:

Comprender el estrés físico que afrontan los jugadores de fútbol.


Diagnosticar las lesiones más frecuentes en los jugadores de
fútbol.
Tratar las lesiones más frecuentes en los jugadores de fútbol.

Acerca del autor


Michael Cullen es especialista en medicina del deporte y el ejercicio
en el Musgrave Park Hospital, Belfast.

Razones por las que he elaborado este módulo


"El fútbol es el deporte más popular en el Reino Unido y las lesiones
derivadas de la práctica de este deporte son frecuentes y pueden
provocar alguna discapacidad a largo plazo. Todos los médicos que
trabajan en los servicios de Urgencias y Medicina general deben
comprender la aparición y el tratamiento de estas lesiones".

Introducción
De acuerdo con la Fédération Internationale de Football Association
(FIFA), el fútbol es el deporte más popular del mundo, con
aproximadamente 200 millones de jugadores. Curiosamente, unos 40
millones de ellos son mujeres. Se producen lesiones frecuentemente,
aunque un diagnóstico precoz puede contribuir a reducir los tiempos
de recuperación y evitar casos de discapacidad a largo plazo. Este
módulo no pretende ser exhaustivo, sino describir el mejor método
para diagnosticar lesiones comunes en la rodilla, el tobillo y los
músculos.

Lesiones de rodilla
Los jugadores de fútbol sufren con frecuencia lesiones de rodilla que
pueden revestir gravedad. Entre las lesiones más comunes destacan:

Lesión del ligamento cruzado anterior


Esguinces del ligamento medial
Desgarros de menisco

Lesión del ligamento cruzado anterior


Las lesiones del ligamento cruzado anterior se deben a un
movimiento de torsión o valgo forzado en la rodilla. El jugador suele
recordar un
crujido o un chasquido. Normalmente no se trata de lesiones de
contacto. Puede intentar seguir jugando, con lo que el jugador
volverá a sentir la sensación de que la rodilla "cede" al intentar girar.
[ 1 ] Las lesiones del ligamento cruzado anterior provocan síntomas
de inestabilidad y disfunción. En los pacientes que sufren este tipo
de lesiones, el mecanismo de contención del ligamento está ausente
y existe una excesiva rotación y movimiento de avance de la parte
inferior de la pierna en relación con el muslo. Los desgarros del
ligamento cruzado anterior son mucho más frecuentes en las
mujeres [ 2 ] y a menudo van acompañados de lesiones en otras
estructuras, como el menisco (especialmente en la zona lateral),
desgarros de los ligamentos colaterales y hematoma óseo.

¿Cómo se deben explorar los ligamentos de la rodilla?

Las pruebas apropiadas deben buscar movimientos anómalos de la


rodilla. Deben evaluar la función del ligamento cruzado anterior;
para ello, examine la tibia en relación con el fémur cuando la
articulación está en tensión. Deberá comparar el movimiento del
miembro afectado con el del miembro no afectado. Se considera
anómala una diferencia de movimiento entre ambos que sea
superior a 3 mm. Entre las pruebas de actividad del ligamento
cruzado anterior destacan las siguientes:

Prueba del cajón anterior


Prueba de Lachman
Prueba de desplazamiento del pivote.

Prueba del cajón anterior

Debe realizar esta prueba con el jugador en decúbito supino y la


articulación de la rodilla flexionada a 90 grados (figura 1). Asegúrese
de que los tendones isquiotibiales están relajados. A continuación,
intente tirar hacia delante de la tibia sobre el fémur. Si la tibia se
desplaza hacia delante más de 3 mm en comparación con la rodilla
no afectada, significa que existen daños en el ligamento cruzado
anterior. Esta prueba no es fiable en casos agudos y, además, si se
utiliza como única prueba clínica se podría pasar por alto la
disrupción del ligamento cruzado anterior en el paciente.

Figura 1. Prueba del cajón anterior.

Prueba de Lachman

La prueba de Lachman se realiza de la misma forma que la prueba


del cajón anterior, con la excepción de que se pide al paciente que
flexione la articulación de la rodilla sólo a unos 30 grados (figura 2).
Con este movimiento se relajan los mecanismos de sujeción
secundarios que ofrecen los ligamentos de la rodilla y los músculos
circundantes. Por lo tanto, es mucho más sensible y fiable que la
prueba del cajón anterior que se viene realizando tradicionalmente.
La prueba se considera positiva si la tibia se mueve hacia adelante
sobre el fémur en comparación con el lado opuesto.
Figura 2. Prueba de Lachman.

Prueba de desplazamiento del pivote

Los pacientes no toleran bien la prueba de desplazamiento del pivote


y a menudo sólo se puede realizar bajo anestesia.

¿Cómo se debe estudiar una posible lesión en el


ligamento cruzado anterior?

Deberá derivar al paciente al servicio de urgencias en caso de que no


disponga de las instalaciones necesarias para llevar a cabo estas
pruebas.

Solicite una radiografía para excluir una fractura; sin embargo,


sólo se observan fracturas (Segond) en el 10% de los episodios,
por lo que la ausencia de fractura no disminuye la probabilidad
de un desgarro en el ligamento cruzado anterior
Puede plantearse la posibilidad de realizar una artrocentesis de la
articulación para confirmar una hemartrosis (en casos agudos,
mediante una técnica completamente aséptica). [ 3 ] (Sólo debe
intentar este procedimiento si tiene experiencia en artrocentesis
de la articulación). Básicamente, no es una artrocentesis
terapéutica; basta con confirmar que hay sangre en la
articulación. A continuación, se debe introducir aire en la jeringa
llena de sangre y girarla para recubrir la pared de la jeringa con
sangre. Esto mostrará si existe algún glóbulo de grasa, lo que
también indica que existe una fractura.
Una resonancia magnética (RM) confirmará si existe un desgarro
completo del ligamento cruzado y mostrará lesiones asociadas
(como desgarros de menisco), aunque quizá sea necesaria una
artroscopia para determinar si existe un desgarro parcial.

¿Cómo se deben tratar las lesiones en el ligamento


cruzado anterior?

Los pacientes con lesiones en el ligamento cruzado anterior se deben


derivar para realizar evaluaciones adicionales y rehabilitación. Se
recomienda derivar al paciente a fisioterapia lo antes posible; la
posibilidad de cirugía dependerá del paciente y de factores como la
motivación para participar en un programa de rehabilitación y las
expectativas de futuro. Por ejemplo, después de la cirugía, la
recuperación de la actividad será mucho mayor en un futbolista
profesional que en una persona con un trabajo sedentario que juega
un partido de cinco contra cinco cada pocas semanas. Si se utiliza
exclusivamente un tratamiento conservador, sólo se obtendrán
resultados estables en la articulación en el 30% de los pacientes.
Algunos pacientes están dispuestos a modificar su estilo de vida y
dejar de practicar deportes de alto riesgo para evitar la cirugía.
Después del procedimiento, el paciente necesitará un largo periodo
de rehabilitación. El paciente no deberá competir de nuevo hasta
que hayan transcurrido de seis a nueve meses [ 4 ] .
Importante

Los jugadores que vuelven a la competición después de una


reconstrucción del ligamento cruzado anterior corren mayor riesgo
de desarrollar artrosis en la rodilla que los pacientes de control de la
misma edad [ 5 ] . Los jugadores con una lesión de ligamento
cruzado anterior previa corren mayor riesgo de sufrir una nueva lesión
de rodilla.

Esguinces del ligamento medial


El paciente describirá a menudo un golpe en la parte exterior de la
rodilla que estira o desgarra el ligamento en el interior de la rodilla.
Los pacientes a menudo comentan que oyeron un chasquido en el
momento de la lesión. Los síntomas más frecuentes son el dolor y la
inflamación.

¿Cómo se debe diagnosticar un esguince del


ligamento medial?

Al explorar la rodilla, deberá evaluar la estabilidad de la articulación.


Con la rodilla a un ángulo de 15-20 grados de flexión, aplique fuerza
suavemente a la parte exterior de la rodilla. Evalúe el grado de
apertura de la articulación. Si la apertura es superior a 5 mm en un
lado respecto al otro, existe alguna anomalía. La ausencia de una
sensación final definida indica un desgarro completo (tercer grado).
Si se trata de una lesión más importante, deberá derivar al paciente
para realizar estudios y pruebas adicionales.

¿Cómo se debe diagnosticar un esguince del


ligamento medial?
Los esguinces del ligamento colateral medial se curan
adecuadamente con tratamiento conservador. El tratamiento inicial
requiere reposo, hielo, compresión y elevación (RHCE). El hielo se
debe utilizar con precaución. Para evitar daños en la piel de la zona
inflamada, no lo aplique directamente sobre la piel y sólo durante
breves periodos de tiempo. Por lo general, incluso los desgarros
completos se curan con una combinación de ortesis de la
articulación y un programa completo de ejercicios que fortalezca el
cuádriceps.

Desgarros de menisco
Las lesiones por torsión pueden provocar desgarros de menisco. El
paciente presentará dolor en la rodilla, que empeorará al estirarla. La
articulación de la rodilla se inflamará durante las 24 posteriores a la
lesión. Los desgarros de menisco no suelen producir hemartrosis,
por lo que la articulación no se inflama de forma inmediata. El signo
clínico más preciso es la prueba de Thessaly (el paciente la realiza
con carga de peso flexionando la rodilla 20 grados), aunque la
sensibilidad a la palpación a lo largo de la línea de la articulación es
un indicador fiable que con frecuencia se tolera mejor en casos
agudos (figura 3).

Figura 3. Dolor en la línea de la articulación con desgarro de


menisco.
¿Cómo se debe diagnosticar un desgarro de menisco?

Existe probabilidad de lesión de menisco si un paciente con historial


de torceduras presenta inflamación y dolor posteriormente. Las
imágenes de RM muestran los desgarros de menisco con gran
claridad.

¿Cómo se debe tratar un desgarro de menisco?

Los pacientes con posible desgarro de menisco se deben derivar para


realizar evaluaciones adicionales y rehabilitación. Los desgarros
periféricos se pueden curar si se permite que remitan, pero los
pacientes que sufren desgarros con desplazamiento o desgarros
importantes que se extienden al cuerpo principal del menisco quizá
precisen cirugía. Los pacientes con desgarros desplazados del
menisco podrían presentar bloqueo de la articulación de la rodilla,
aunque deberá diferenciar el verdadero bloqueo del pseudobloqueo
provocado por el dolor y los espasmos musculares.

Lesiones del ligamento cruzado posterior


Los desgarros aislados del ligamento cruzado posterior se producen
con poca frecuencia en el fútbol. Normalmente se pueden tratar de
forma conservadora a través de un programa de ejercicios para
fortalecer el cuádriceps.

Lesiones de tobillo
Entre las lesiones de tobillo que suelen sufrir los futbolistas destacan:

Esguince de tobillo
Lesión en la capa osteocondral del astrágalo
Lesión de la sindesmosis distal que provoca inestabilidad
Subluxación recidivante de los tendones peroneos
Tobillo de futbolista.

Esguince de tobillo
La gravedad de los esguinces de tobillo varía de leve a grave. La
gravedad determinará el periodo de rehabilitación que necesitará el
paciente. En ocasiones es aconsejable sobrestimar la extensión del
daño del tobillo al principio. Una vuelta a la actividad demasiado
rápida podría dificultar la recuperación considerablemente. Si el
esguince no se trata correctamente, el paciente podría llegar a sufrir
discapacidad a largo plazo. Los esguinces se suelen producir en los
ligamentos laterales del tobillo. Se produce un esguince del
ligamento lateral cuando la articulación del tobillo se invierte
mientras el pie se
encuentra en flexión plantar. Esto puede ocurrir si el jugador cae
sobre su tobillo mientras corre.

¿Cómo se diagnostica el esguince de tobillo?

Existen tres grados de esguince de tobillo:

El grado 1 es un desgarro parcial del complejo del ligamento


lateral El grado 2 es una disrupción parcial con cierta pérdida
de actividad
El grado 3 es una disrupción completa del complejo del ligamento
con inestabilidad, dolor grave, inflamación y pérdida total de la
actividad.

Si el paciente sigue experimentando dolor al mantenerse de pie


después de la primera semana, es probable que se haya producido
un daño significativo.

Importante

La exploración clínica de las lesiones del ligamento lateral es más


precisa si se retrasa de cuatro a cinco días. Esto se debe a que los
síntomas iniciales de dolor, inflamación y espasmo muscular podrían
dificultar la interpretación precisa de estas pruebas. La prueba del
cajón anterior evalúa la integridad del ligamento peroneo-astragalino
anterior (figura 4). Esta prueba se debe realizar con la rodilla del
paciente doblada. Esto permitirá eliminar la estabilidad que ofrecen
los músculos gastrocnemios y el tendón de Aquiles. Para realizar
esta prueba, el pie del paciente debe encontrarse en flexión plantar.
Debe inmovilizar la tibia con la mano derecha y sujetar el talón con
la mano izquierda. Intente tirar del talón hacia delante mientras
mantiene la tibia
hacia atrás. Si puede tirar hacia delante del pie más de 3-5 mm,
podría tratarse de una rotura del ligamento peroneo-astragalino
anterior.

Figura 4. Prueba del cajón anterior.

La prueba de inclinación del talón evalúa el ligamento calcáneo-


peroneo. Para realizar esta prueba, inmovilice el talón con la
mano izquierda (figura 5). Invierta el pie con la mano derecha.
Realice esta acción en ambos lados y compare los resultados.

Figura 5. La prueba de inclinación del talón.


Palpe a lo largo del peroné para excluir una fractura proximal.

¿Qué pruebas debo solicitar?

Las radiografías pueden ayudar a excluir fracturas, pero no


permiten evaluar el grado de esguince del tobillo. Las reglas de
Ottawa para el tobillo son directrices que ayudan a decidir
cuándo solicitar una radiografía después de una lesión de tobillo
(figura 6) [ 6 ] .

Figura 6. Las reglas de Ottawa para el tobillo


La resonancia magnética es la exploración de elección en los casos en
los que se requieren más imágenes.

¿Cómo se tratan los esguinces de tobillo?

En un principio, todos los pacientes que hayan sufrido lesiones de


ligamento lateral deberán recibir un tratamiento conservador. Dicho
tratamiento consiste en una combinación de ortesis funcional y
rehabilitación. Se obtienen resultados satisfactorios en el 90% de
los pacientes. Estas lesiones se repiten con frecuencia. El índice de
recidiva es del 9% de acuerdo con un estudio de la FIFA. [ 7 ] Se
ha demostrado que las férulas de tobillo reducen significativamente
dicho índice, por lo que los jugadores con esguince de tobillo deben
utilizarlas de forma rutinaria. [ 8 ] [ 9 ]

¿Cuándo se debe derivar a un paciente al especialista?

Hasta el 30% de los pacientes pueden sufrir síntomas persistentes


después de un esguince de tobillo. La inestabilidad recurrente
aparece
con frecuencia y es importante garantizar que todos los pacientes se
someten a un programa de rehabilitación apropiado. Si los síntomas
de inestabilidad persisten a pesar de la rehabilitación, es posible que
el paciente necesite cirugía.

Lesión en la capa osteocondral del astrágalo


Se produce cuando un paciente realiza un giro al colocar el pie sobre
el suelo, lo que hace que el astrágalo se gire hacia dentro. El
cartílago entre el astrágalo y la tibia queda dañado. Se agrieta y se
forma un quiste en el astrágalo, lo que provoca dolor e inflamación.
El paciente sufrirá dolor al apoyar el pie con inflamación articulatoria
recurrente.
Observará sensibilidad a la palpación en los domos talares medial y
lateral. Las radiografías probablemente no mostrarán la lesión en el
domo talar, aunque se observará un cuerpo suelto en la articulación
del tobillo. Quizá sea necesario realizar una resonancia magnética o
tomografía computarizada (TC) para identificar esta lesión.

Lesión de la sindesmosis distal (los tendones


entre la tibia y el peroné)
Las lesiones de la sindesmosis distal se producen cuando se fuerza el
pie hacia arriba o abajo. La zona de sensibilidad a la palpación se
encuentra sobre la articulación tibioperonea distal, no sobre el
ligamento peroneo-astragalino anterior (de ahí el término esguince de
tobillo superior). Al empujar el pie hacia arriba o hacia fuera, el
paciente sufrirá dolor en el tobillo. El tratamiento depende de la
gravedad de la lesión. Las lesiones inestables quizá necesiten cirugía,
aunque un periodo de inmovilización será suficiente para pacientes
con lesiones estables. Las lesiones estables de la sindesmosis
normalmente
presentan un buen pronóstico, pero suelen tardar el doble en curar
que un esguince de ligamento lateral.

Subluxación recidivante de los tendones


peroneos
La dislocación de los tendones peroneos se puede producir tras la
flexión dorsal o giro externo, que provocará una contracción forzada
de los músculos peroneos. Estas lesiones frecuentemente se pasan
por alto en los casos agudos y pueden reaparecer con posterioridad
en forma de subluxación recurrente. El paciente describirá una
sensación de chasquido o resorte sobre el lado exterior del tobillo.
Quizá sienta sensibilidad a la palpación a lo largo del tendón. En
ocasiones, se observa que el tendón se ha desplazado de su posición
a lo largo de la punta distal del peroné. Los pacientes sintomáticos se
deben derivar a cirugía con tanta frecuencia como sea necesario.

Tobillo de futbolista
Describe una condición en la que se forman osteofitos y placas
desde la tibia distal anterior y el astrágalo, y que puede provocar
pinzamiento y restricción de la flexión dorsal. Se produce como
resultado de un traumatismo repetido en la cápsula de la
articulación (por ejemplo, al chutar el balón). Esto provoca dolor
cuando el paciente apoya el pie y el pie se encuentra en flexión
dorsal. Posiblemente haya una masa palpable delante del tobillo.
Una inyección de esteroide local podría ofrecer ventajas a corto
plazo, pero a menudo se requiere cirugía para extirpar los
osteofitos.

Conceptos principales
Todos los esguinces de ligamento lateral se pueden tratar de
forma conservadora en un principio con ortesis funcional y
fisioterapia
El dolor o inflamación persistente (o ambos síntomas) en un
esguince de tobillo requiere la remisión al especialista y pruebas
adicionales
Las reconstrucciones quirúrgicas tardías proporcionan buenos
resultados en pacientes con inestabilidad persistente y disrupción
del ligamento lateral demostrada
El uso de férulas o vendajes reduce el riesgo de recidiva al
realizar de nuevo actividades deportivas tras un esguince de
tobillo

Lesiones en la ingle
Las lesiones en la ingle representan únicamente el 10% de todas
las lesiones del fútbol, pero provocan una considerable morbilidad y
pueden impedir la participación en entrenamientos y partidos. El dolor
de ingle crónico en futbolistas a menudo se debe a varios factores
y requiere una evaluación detallada. Las lesiones más comunes se
producen en las estructuras musculotendinosas y pueden ser agudas
o crónicas. Las lesiones crónicas tienden a estar relacionadas con la
sobrecarga. Las lesiones por sobrecarga frecuentemente se ignoran
hasta que la actividad queda significativamente alterada, lo que puede
dar lugar a largas ausencias tanto en entrenamientos como en partidos.
En general, cuanto más cerca está la zona de lesión de la unión
tenoperióstica, más se prolonga el periodo de recuperación. Las
lesiones de aductor provocan dolor durante el estiramiento y aducción
forzada. Se ha demostrado que el tratamiento más eficaz en estas
lesiones es un programa de rehabilitación estructurado que ponga
énfasis en el fortalecimiento muscular excéntrico. Se trata de una
forma
de fortalecimiento en la que se emplea resistencia a medida que el
músculo se extiende, no cuando se contrae, y que es
extremadamente efectiva a la hora de tratar estas lesiones. El reposo
es ineficaz. La osteítis púbica es una lesión de sobrecarga que
provoca dolor crónico alrededor de la ingle y la sínfisis púbica. Habrá
sensibilidad a la palpación localizada y dolor al realizar la prueba de
presión con las rodillas y caderas flexionadas. Para realizar esta
prueba, el paciente se tiende sobre la espalda con las rodillas y
caderas flexionadas para permitir que las plantas de los pies queden
en contacto con la camilla. El resultado de la prueba es positivo si se
observa dolor sobre la sínfisis al apretar una rodilla contra la otra
manteniendo el puño entre las dos.
El movimiento de la cadera suele quedar limitado, con lo que se
ejerce
una mayor fuerza de cizallamiento sobre la sínfisis durante los
movimientos atléticos. Las radiografías pueden revelar erosiones,
esclerosis y, ocasionalmente, inestabilidad de la sínfisis, aunque
estos problemas pueden aparecer en futbolistas asintomáticos. Una
resonancia magnética mostrará edemas dentro de la sínfisis en las
fases agudas (de nuevo, estos problemas pueden aparecer en
futbolistas asintomáticos). El tratamiento suele prolongarse durante
mucho tiempo y debe incluir un exhaustivo programa de ejercicios
para el aductor y de estabilidad del centro de gravedad. Las
inyecciones de cortisona en la sínfisis púbica son objeto de
controversia debido al riesgo de atrofia del disco fibrocartilaginoso,
que produce inestabilidad. La cirugía no está indicada. La ingle de
Gilmore o hernia del deportista describe un desgarro o deficiencia
de la pared posteromedial del canal inguinal. Este trastorno
normalmente tiene un inicio insidioso y provoca un dolor en el área
inguinal que habitualmente empeora después de los entrenamientos
y partidos. En los casos graves, el jugador quizá informe de dolor
agravado por tos y estornudos, que podría extenderse al área genital.
La exploración clínica revelará sensibilidad a la
palpación sobre el anillo inguinal externo, que podría aparecer
dilatado cuando se palpa a través del escroto (siempre se debe
comparar con el lado normal). El tratamiento conservador rara vez
da resultado y en muchas ocasiones es necesario reparar
quirúrgicamente la zona. Este trastorno se puede prevenir a través
de un programa de ejercicios de estabilidad del centro de gravedad.
Este tipo de ejercicios refuerza los músculos de la zona lumbar y
pélvica del "centro". Los problemas de cadera suelen presentarse en
forma de dolor de ingle. Los jugadores de mayor edad pueden sufrir
artrosis establecida; mientras que los desgarros del labro acetabular
o el pinzamiento femoroacetabular aumentan cada vez más en
jugadores jóvenes. El pinzamiento femoroacetabular lo provoca una
incongruencia entre la cabeza del fémur y el acetábulo. Siempre
debe examinar la articulación de la cadera y considerar la posibilidad
de derivar al paciente para someterlo a una artrografía por
resonancia magnética o solicitar la opinión de un especialista. Es
extremadamente importante que examine la articulación de la
cadera en jugadores adolescentes que presenten dolor en la ingle, el
muslo o la rodilla, a fin de excluir trastornos como deslizamiento de
la epífisis de la cabeza del fémur o incluso tumores malignos.

Lesiones musculares
Las cifras de la auditoría realizada por la FIFA han demostrado que el
37% de todas las lesiones que se producen durante la práctica del
fútbol se deben a distensiones musculares. [ 7 ] Esto ocurre al aplicar
una fuerza que provoca contusiones o sobrecarga, además de
distensión muscular.

Sobrecargas isquiotibiales
Las sobrecargas isquiotibiales representan el 12% de todas las
lesiones que sufren los futbolistas. La mayoría de estas lesiones se
producen hacia el final de los partidos y sesiones de entrenamiento,
cuando el jugador corre a una velocidad elevada. Se producen con
más frecuencia en jugadores de mayor edad. Esto sugiere que la
fatiga podría ser una causa. Las sobrecargas isquiotibiales a menudo
reaparecen en los pacientes. Por lo tanto, es importante que los
pacientes se rehabiliten por completo antes de volver a jugar. Un
programa de ejercicios de fortalecimiento excéntrico, como los
ejercicios nórdicos para isquiosurales, ha demostrado una gran
eficacia. No existen evidencias de que el estiramiento
inmediatamente antes del entrenamiento o el partido reduzca el
nivel de sobrecarga muscular, aunque por lo general se acepta que
es importante un grado apropiado de flexibilidad [ 9 ] . Si el
paciente no responde al tratamiento estándar, deberá considerar la
posibilidad de que la raíz del nervio esté comprimida en la región
lumbar, provocando dolor en la parte posterior del muslo.

Miositis osificante
Las contusiones pueden provocar hemorragias intramusculares y dar
lugar a una osificación ectópica. Se denomina miositis osificante. En
la mayoría de los casos el cuádriceps lateral resulta afectado, lo que
da lugar a una contusión conocida habitualmente como "bocadillo" [
10 ] .

¿Cómo se diagnostica la miositis osificante?

El paciente sufrirá dolor y sensibilidad en la pierna y limitación del


movimiento. Existe posibilidad de miositis osificante si el jugador no es
capaz de flexionar de forma activa las rodillas más allá de 45 grados
después de 48 horas.

¿Cómo se trata este trastorno?

Evite los estiramientos y masajes vigorosos, ya que estas técnicas


pueden provocar más hemorragias y la formación de nuevo hueso. La
cirugía rara vez es necesaria, por lo que no debe considerar esta
posibilidad a menos que no exista mejora alguna después de 12
meses de rehabilitación.

Conceptos principales
Todas las lesiones musculares requieren una rehabilitación
adecuada antes de jugar de nuevo. Quizá sea necesario derivar al
paciente a fisioterapia
Los índices de recidiva en las lesiones musculares son elevados
Considere siempre la posibilidad de dolor reflejo o neurógeno

¿Cómo pueden prevenir los futbolistas las


lesiones?
Ekstrand destacó la posibilidad de reducir las lesiones en el fútbol
hace más de 20 años. [ 11 ] Se demostró que un enfoque
multidisciplinario supervisado por un médico y un fisioterapeuta
reducía el número de lesiones de forma continua durante varias
temporadas consecutivas en un 75%. Desafortunadamente, este
estudio no pudo identificar las intervenciones específicas que
demostraron efectividad.
Recientemente varios autores han identificado los factores de riesgo
asociados a las lesiones en el fútbol, entre los que destaca el juego
sucio, las lesiones anteriores y el aumento de edad. Otros factores
que
pueden influir son la falta de entrenamiento o entrenamiento
demasiado bajo para el número de partidos y las condiciones del
campo [ 12 ] . No se ha demostrado que diversos factores
intrínsecos como la debilidad muscular, el desequilibrio o la falta de
flexibilidad, constituyan factores etiológicos importantes en lo que
se refiere a las lesiones sufridas por los futbolistas. De acuerdo con
la información disponible, la FIFA ha recomendado un enfoque
multidisciplinar para la prevención de lesiones. [ 13 ] Dicho enfoque
incluye sugerencias para:

Entrenadores y preparadores físicos: asesoramiento sobre la


estructuración de las sesiones de entrenamiento, calentamiento
apropiado, relación entrenamientos/partidos adecuada, reducción
del tiempo de juego
Personal médico: asesoramiento sobre los programas de
rehabilitación adecuados, suficiente tiempo de recuperación,
atención a todas las dolencias del jugador, vendaje de las
articulaciones de tobillo (especialmente en tobillos que ya han
sufrido esguinces)
Jugadores: asesoramiento sobre cómo mejorar el rendimiento
(flexibilidad, capacidad, resistencia), tiempo de reacción, buenos
hábitos de estilo de vida (evitar el consumo de tabaco y alcohol,
alimentación adecuada), actitud responsable hacia el juego limpio
(un 92% de los jugadores estudiados afirman que estarían
dispuestos a cometer una falta profesional)
Árbitro: asesoramiento sobre la reducción del juego sucio
mediante una aplicación estricta de las reglas del juego.

El índice de lesiones actual y el riesgo a largo plazo de discapacidad


funcional entre futbolistas profesionales son inaceptablemente altos en
comparación con otros riesgos laborales. Debemos realizar todos los
esfuerzos posibles para reducir el número y la gravedad de las
lesiones. Es poco realista creer que la seguridad en el juego se
puede garantizar por completo, ya que cualquier deporte competitivo
conlleva un riesgo inherente.

TEST

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Conflictos de intereses:

Ninguno declarado.

References
1. Fauno P, Wulff Jakobsen B. Mechanism of anterior
cruciate ligament injuries in soccer. Int J Sports Med
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