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ESCUELA SUPERIOR DE FORMACIÓN DE MAESTROS TECNOLÓGICO

HUMANÍSTICO EL ALTO

EXPERIMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN EN EL LABORATORIO


DE QUÍMICA-FISICA SOBRE LOS CONOCIMIENTOS INTRA E
INTERCULTURALES
Estudiante:

Felix Lopez Márquez

Edna Helen Moya Mamani

Especialidad:

Educación Primaria Comunitaria Vocacional

Unidad de formación: Ciencia Experimental II

Docente:

Lic. Roberto Montevilla Castillo

El Alto, noviembre de 2023


EXPERIMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN EN EL LABORATORIO DE QUÍMICA-
FISICA SOBRE LOS CONOCIMIENTOS INTRA E INTERCULTURALES

INTRODUCCIÓN

En el actual ámbito educativo de nuestro país, los laboratorios de física y química no


solo representan espacios de experimentación científica, sino que se vuelven esenciales
como herramientas para integrar saberes culturales, adaptar la enseñanza a la realidad
local, fomentar la colaboración y traspasar conocimientos hacia la comunidad. Este
enfoque resulta de suma importancia al aplicarse con los estudiantes, ya que les brinda
una comprensión más profunda y significativa de la ciencia enraizada en su contexto
cultural y social.

Los laboratorios se convierten en entornos donde los estudiantes, guiados por sus
maestros, exploran y fusionan conocimientos ancestrales con la ciencia moderna.
Desde la preservación de métodos tradicionales de conservación de alimentos hasta el
estudio de pigmentos naturales utilizados en manifestaciones artísticas, estos espacios
se convierten en catalizadores de aprendizaje que trascienden los límites del aula.

Es crucial que los maestros no solo sean facilitadores, sino también impulsores activos
de este proceso. Su papel radica en apoyar y fomentar la implementación de
laboratorios que integren estos enfoques multidisciplinarios. Al motivar la curiosidad, la
exploración y la conexión entre la ciencia y la cultura local, los maestros se convierten
en guías que inspiran a los estudiantes a valorar y aplicar estos conocimientos en su
vida cotidiana.

La implementación de laboratorios enriquecidos con saberes culturales y


experimentación contextualizada no solo profundiza la comprensión científica de los
estudiantes, sino que también fortalece su identidad cultural y los prepara para ser
ciudadanos críticos y comprometidos con su entorno. Es mediante el liderazgo activo y
comprometido de los maestros que estos procesos se materializan y transforman la
educación científica en una herramienta relevante y significativa para la vida de los
estudiantes de nuestro país.

DESARROLLO

La experimentación e investigación en los laboratorios de física y química son


fundamentales para el desarrollo de conocimientos interculturales en el contexto del
Modelo Educativo Socio Comunitario Productivo (MESCP). Este enfoque educativo
busca integrar saberes locales, respetar la diversidad cultural y fomentar la producción
de conocimientos útiles para la comunidad. En los laboratorios de física y química, estos
principios se pueden poner en práctica de diversas maneras.

Integración de saberes culturales:

En el Estado Plurinacional de Bolivia, la diversidad cultural es un tesoro invaluable. En


los laboratorios de física y química, esta riqueza se puede integrar a través de
experimentos que relacionen conocimientos ancestrales con conceptos científicos. Por
ejemplo, se pueden explorar métodos tradicionales de conservación de alimentos
utilizados por comunidades indígenas y analizar científicamente los principios químicos
involucrados. Estudiar cómo la sal, el secado al sol o la fermentación se relacionan con
la preservación de los alimentos puede ser una manera práctica de fusionar saberes
locales con la comprensión científica. Así pues, se pueden llevar a cabo investigaciones
sobre métodos tradicionales y modernos de conservación y deshidratación de
alimentos, teniendo en cuenta la diversidad de productos agrícolas que se encuentran
en el contexto y la importancia de preservarlos para su consumo y comercialización.

La conservación y deshidratación de alimentos, como la papa y otros productos


agrícolas, son áreas fundamentales donde la experimentación en laboratorios de
química puede tener un impacto significativo, especialmente considerando la relevancia
de estos alimentos en la dieta de los habitantes del país.

En el caso de la papa, se pueden llevar a cabo investigaciones sobre métodos


tradicionales y modernos de conservación. Esto implica estudiar los principios químicos
involucrados en la deshidratación, congelación, salazón o fermentación de las papas.
Los estudiantes podrían analizar cómo estas técnicas afectan la estructura molecular de
las papas, su contenido nutricional y su durabilidad. Por ejemplo, podrían investigar
cómo la deshidratación afecta la concentración de almidón y cómo esto influye en su
tiempo de almacenamiento.

Además de la papa, se pueden


abordar otros alimentos típicos de la
región, como granos andinos (quinua,
cañahua) o frutas. Por ejemplo,
podrían investigar técnicas de
deshidratación para preservar frutas
tropicales como la banana, el mango
o la piña, que son abundantes en
ciertas regiones del país. Estos
experimentos podrían examinar
cómo la deshidratación afecta su
contenido de azúcares, vitaminas y antioxidantes, así como la calidad del producto final.

Por lo tanto, se pueden realizar experimentos para analizar cómo diferentes métodos de
deshidratación, como el secado al sol, la liofilización o el secado por convección, afectan
la composición y la durabilidad de frutas, verduras y otros productos agrícolas. Esto
implicaría estudiar la influencia de la temperatura, la humedad y el tiempo de exposición
en la conservación de nutrientes y la inhibición de microorganismos que puedan causar
la descomposición de los alimentos.

Esta investigación no solo enriquece la comprensión científica de los estudiantes sobre


los procesos de conservación de alimentos, sino que también tiene un impacto directo
en la seguridad alimentaria de la comunidad. Además, la colaboración con agricultores
locales podría ser fundamental para entender las prácticas de conservación
tradicionales y adaptarlas con el conocimiento científico actual, preservando así los
alimentos de manera más efectiva y sostenible.

En el nuestro contexto nacional, la integración de saberes culturales en la enseñanza


de la física y la química puede ser una poderosa herramienta para conectar la ciencia
con la realidad de las comunidades locales. Los laboratorios podrían convertirse en
espacios de investigación donde se recopilen y analicen métodos de curación de
enfermedades a base de plantas medicinales utilizadas por distintas comunidades
indígenas. Los estudiantes podrían investigar científicamente las propiedades químicas
de estas plantas para comprender cómo funcionan y explorar posibles aplicaciones
médicas.

Además, la integración de saberes culturales en los laboratorios no solo enriquece la


educación científica, sino que también fomenta el respeto por la diversidad cultural y
promueve una visión más amplia y respetuosa de las diferentes formas de conocimiento.
Esta integración puede inspirar a los estudiantes a valorar su herencia cultural y a
considerar cómo pueden aplicar estos conocimientos en soluciones innovadoras y
beneficiosas para nuestra sociedad.

Experimentación contextualizada:

Así mismo, la experimentación en física y química puede adaptarse para reflejar la


realidad y las necesidades locales. Por ejemplo, en física, se pueden realizar estudios
sobre las propiedades de materiales de construcción tradicionales utilizados en
diferentes regiones del país. Estos experimentos podrían abordar la resistencia de
materiales como adobe o piedra laja, evaluando su durabilidad y comportamiento frente
a diferentes condiciones climáticas.

En química, se pueden llevar a cabo análisis de recursos naturales locales para la


extracción de compuestos útiles. Por ejemplo, explorar las propiedades medicinales de
plantas autóctonas y extraer sus principios activos para crear productos farmacéuticos
o cosméticos naturales.

La clave es conectar la enseñanza de la física y la química con la realidad cotidiana de


los estudiantes, mostrando cómo los principios científicos se aplican y se manifiestan en
su entorno. Esto no solo facilita la comprensión de los conceptos, sino que también
fomenta un sentido de pertenencia y relevancia en el aprendizaje científico.

En el ámbito de la física, se pueden llevar a cabo experimentos relacionados con la


energía renovable, teniendo en cuenta las condiciones geográficas y climáticas de
distintas regiones de Bolivia. Por ejemplo, estudiar la eficiencia de paneles solares en
áreas específicas del país para determinar su viabilidad como fuente de energía
alternativa.

En química, se podría incursionar en la extracción y análisis de pigmentos naturales


utilizados en artesanías tradicionales, mostrando la conexión entre la química de los
compuestos y su aplicación en la cultura local.

El estudio de pigmentos naturales en el laboratorio de química puede ser una puerta de


entrada fascinante para comprender la conexión entre la química y la cultura local. En
nuestro Estado Plurinacional, se pueden encontrar una variedad de pigmentos naturales
utilizados históricamente en artesanías y arte folclórico, como los colores extraídos de
la cochinilla, la anilina y la arcilla.

En el laboratorio, los estudiantes podrían investigar las propiedades químicas de estos


pigmentos. Por ejemplo, podrían analizar la composición molecular de cada pigmento,
su solubilidad en diferentes solventes, su estabilidad frente a la luz o al calor, y cómo
interactúan con distintos tipos de materiales.
Este tipo de experimentación permite no solo comprender los principios químicos
involucrados en la producción y estabilidad de los pigmentos, sino también valorar la
tradición cultural asociada a estos colores. Los estudiantes podrían trabajar en
colaboración con artesanos locales, aprendiendo de su conocimiento práctico sobre la
preparación y aplicación de estos pigmentos en sus creaciones artísticas.

Además, explorar estos pigmentos desde una perspectiva científica podría abrir puertas
a la innovación, permitiendo desarrollar métodos de conservación o combinaciones de
pigmentos más duraderos para su uso en distintas expresiones artísticas o aplicaciones
prácticas.

Esta integración entre la química de los pigmentos y su importancia cultural no solo


enriquece el entendimiento científico, sino que también promueve un respeto por la
herencia cultural y artística del país.

Estos ejemplos demuestran cómo la experimentación contextualizada en los


laboratorios de física y química puede ser una herramienta poderosa para conectar los
principios científicos con la realidad cotidiana de los estudiantes, al mismo tiempo que
promueve soluciones prácticas y relevantes para la comunidad.

Investigación colaborativa:

Dentro del MESCP, la investigación


colaborativa cobra especial relevancia. Los
laboratorios de física y química pueden
convertirse en espacios donde estudiantes,
docentes y miembros de la comunidad trabajen
juntos para abordar problemáticas locales
desde una perspectiva científica.

Por ejemplo, podrían desarrollar proyectos de


investigación sobre la calidad del agua en una
región específica. Los estudiantes podrían trabajar en conjunto con expertos en química
para analizar muestras de agua provenientes de fuentes locales, evaluando su pureza
y buscando posibles contaminantes. Al mismo tiempo, podrían involucrar a la comunidad
en la recolección de muestras y en la identificación de posibles fuentes de
contaminación.

Esta colaboración multidisciplinaria no solo fortalece los conocimientos científicos de los


estudiantes, sino que también fomenta un sentido de responsabilidad y compromiso con
la comunidad. Además, permite que la investigación no se quede únicamente en el
ámbito académico, sino que tenga un impacto real y tangible en la vida de las personas.

Otro ejemplo sería trabajar en la identificación y análisis de plantas medicinales


utilizadas por comunidades locales. Los estudiantes podrían colaborar con expertos en
botánica y química para investigar las propiedades medicinales de estas plantas,
identificar sus compuestos activos y explorar su potencial aplicación en la medicina
moderna.

Esta forma de investigación colaborativa en los laboratorios no solo enriquece el


aprendizaje de los estudiantes, sino que también contribuye al desarrollo de soluciones
prácticas y pertinentes para la comunidad, alineándose con los principios del modelo
educativo socio comunitario productivo.

Transferencia de conocimientos:

Por otra parte, los laboratorios de física y química pueden convertirse en motores para
la transferencia de conocimientos al aplicar los conocimientos adquiridos para resolver
problemáticas locales y generar proyectos aplicados que beneficien a la comunidad.

Por ejemplo, basándose en investigaciones realizadas en el laboratorio sobre métodos


de purificación de agua, los estudiantes podrían diseñar sistemas de filtración accesibles
y económicos para ser implementados en áreas rurales donde el acceso al agua potable
es limitado. Este proceso involucraría la aplicación práctica de los principios científicos
aprendidos y la colaboración con miembros de la comunidad para adaptar las soluciones
a sus necesidades específicas.

Además, podrían desarrollarse programas educativos que compartan los resultados de


las investigaciones con la comunidad. Talleres, charlas informativas o material educativo
podrían ser creados para explicar los beneficios y la utilización adecuada de estas
soluciones, promoviendo así un impacto a largo plazo en la calidad de vida de las
personas.

La idea es que los conocimientos generados en los laboratorios no se queden en el


ámbito académico, sino que se traduzcan en acciones concretas que mejoren las
condiciones de vida de la comunidad. Esta transferencia de conocimientos no solo
fortalece el sentido de responsabilidad social de los estudiantes, sino que también
muestra el valor práctico y aplicado de la educación científica en la resolución de
problemas reales.

CONCLUSIONES

Los laboratorios de física y química, dentro del modelo educativo socio comunitario
productivo en Bolivia, representan puntos neurálgicos para integrar saberes culturales,
experimentación adaptada y colaboración con la comunidad. Estos laboratorios no solo
amplían el entendimiento científico de los estudiantes, sino que también fomentan el
respeto por la diversidad cultural y generan soluciones prácticas para desafíos locales.
En este contexto, el apoyo y la orientación activa de los docentes resultan cruciales;
ellos no solo guían, sino que inspiran a los estudiantes a valorar su cultura, reconocer
la relevancia de la ciencia en su contexto y convertirse en agentes de cambio
comprometidos con su entorno.

La promoción de estos espacios educativos por parte de los docentes es esencial para
el desarrollo integral de los estudiantes. Al encauzar la experimentación y el aprendizaje
hacia la integración de saberes culturales, los maestros se convierten en impulsores de
una educación más significativa y arraigada en la realidad local. Este enfoque no solo
fortalece el conocimiento científico, sino que también empodera a los jóvenes para
afrontar desafíos sociales, cultivando una actitud proactiva y comprometida con el
desarrollo sostenible de Bolivia.

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