El desempeño ocupacional es una fusión de las capacidades individuales, las
actividades que se van a realizar y el entorno en el que ocurre el desempeño. Existen 3 modelos que estudian la interacción de la persona con el entorno:
Modelo de ecología del desempeño humano (1994 Dunn, Brown, Mc
Guigan)
Modelo de persona, entorno, ocupación (1996 Law y cols)
Modelo de persona, entorno del desempeño ocupacional (1997
Christiansen, Baum)
Los entornos, según los describe el Sistema de Clasificación Internacional del
Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF) (OMS 2001), pueden incluir elementos físicos (entornos creados por el hombre, naturales, equipamiento y tecnología), elementos sociales (apoyo social y actitudes sociales) y culturales, institucionales y económicos. Rigby Patty y cols. (2003) (citado en Rigby, Stark, Letts, Ringaert, 2011) sostienen que «para los modelos sociales, la discapacidad ocurre cuando los atributos de la persona interactúan con un entorno que no es compatible con la/s limitación/es funcional/es». Desde el punto de vista conceptual, la discapacidad puede considerarse la falta de concordancia entre la persona, el entorno y las ocupaciones diarias de la persona. La modificación del entorno se convierte en una estrategia de intervención importante para ayudar a controlar los trastornos de la salud, mantener o mejorar el funcionamiento en la vida cotidiana y aumentar la independencia.
«La concordancia persona-entorno-ocupación óptima ocurre cuando las
capacidades de un individuo son compatibles con las demandas y las oportunidades de la ocupación de interés y el entorno» (Law y cols., 1996 citado en Rigby et al., 2011). El postulado teórico del Marco de Trabajo de la Ecología del Desempeño Humano desarrollado por Dunn, McClain, Brown y Youngstrom en 1994 para proporcionar una estructura y pensar el contexto como una variable clave en la evaluación y planificación de la intervención, aclarando los peligros de evaluar el desempeño fuera del contexto. El Marco de Trabajo de la Ecología del Desempeño Humano, refiere que la ecología o la interacción entre una persona y el contexto, influyen en el comportamiento humano y en el desempeño de las tareas. El desempeño humano es un proceso de interacción a través del cual la persona, el contexto y el desempeño de las tareas interactúan entre sí. A menudo, la lucha persona-contexto es el problema de desempeño más evidente. La intervención terapéutica, desde esta perspectiva, se da como colaboración entre la persona, la familia y el terapeuta ocupacional, está diseñada para favorecer el desempeño ocupacional. La intervención de terapia ocupacional expande el rango de desempeño o de la persona al cambiar las siguientes variables: la persona, el contexto, la tarea y las transacciones entre éstos. Las premisas de este modelo son:
1. Las personas y sus contextos son singulares y dinámicos.
2. La interacción persona-contexto se da a través de la participaci tareas 3. Es imposible comprender a la persona sin comprender también su c 4. Los individuos influyen en sus contextos y los contextos influye individuos. 5. El rango de desempeño de una persona está determinado por la interacción con su contexto La perspectiva del mencionado marco describe el contexto como la lente a través de la cual una persona considera las oportunidades en el desempeño de las tareas, con sus dos aspectos: temporal y ambiental. (Dunn, Brown y McGuigan, 1994, citado en Holm, Rogers y Stone 2005). El marco de trabajo de la ecología del desempeño humano describe cinco opciones de intervención:
1. Establecer o restaurar las capacidades de una persona para
desempeñarse en el contexto: ésta lleva al logro de una habilidad o a restablecer una habilidad o capacidad perdida. Se dirigen a la persona; el resultado es una capacidad o habilidad nueva o renovada. 2. Reformar el contexto o la tarea real en la que se desempeñan las personas: En la intervención para reformar, nada se cambia de la persona, el contexto o la tarea, sino que se hace una compatibilización más adecuada. 3. Modificar (adaptar) las características contextuales y las demandas de la tarea para que apoyen el desempeño en el contexto: Los enfoques de modificar (adaptar) abarcan técnicas compensatorias. Las características del contexto o de la tarea se modifican de manera tal que la tarea se adapte a la persona. 4. Prevenir la aparición o la evolución de los problemas de desempeño en el contexto: Las intervenciones terapéuticas pueden prevenir la aparición o la evolución de obstáculos al desempeño en el contexto, pueden dirigirse a la persona, al contexto, a la tarea o a una combinación de éstas. 5. Crear circunstancias que promuevan un desempeño más adaptable o complejo en el contexto: Éste se centra en proporcionar experiencias contextuales y de tareas enriquecidas que mejoren el desempeño de todas las personas en los contextos naturales de la vida (Dunn et al., 1994 citado en Holm, Rogers y Stone 2005).
Los enfoques usados para la evaluación del desempeño ocupacional pueden
darse de dos maneras: Enfoque de abajo hacia arriba de la discrepancia en el desempeño: Centran la evaluación y la intervención en las capacidades globales de la persona (funciones y estructuras corporales y déficits relacionados) ya que estos apoyan el desempeño de las tareas en todas las áreas ocupacionales, al reestablecer estas capacidades al estado normal el desempeño previamente disfuncional se torna automáticamente funcional porque las habilidades y los hábitos necesarios se encuentran de nuevo intactos. Este enfoque permite dedicarse a la evaluación e intervención de diversas capacidades del individuo sin tener que considerar inicialmente las demandas de la actividad o el ambiente.
Enfoque de arriba hacia abajo de la discrepancia en el desempeño:
Comienza estableciendo discrepancias en el máximo nivel del desempeño, es decir, según la CIF en la restricción en la participación social. Luego pasa a las tareas necesarias para sostener los roles sociales, es decir las limitaciones de la actividad o a nivel del marco de trabajo de la práctica de la terapia ocupacional de ocupaciones y habilidades de desempeño y patrones relacionados, finalmente se ve las estructuras y funciones deteriorados. La razón principal de este enfoque es centrarse en que no siempre el déficit puede ser resulto y las actividades y participación social pueden mejorarse mediante el desempeño adaptado de tareas.
Recursos evaluativos
Clasificación internacional del funcionamiento (CIF): la Organización
Mundial de la Salud diseñó la CIF para brindar un lenguaje unificado y estandarizado, y un marco conceptual para la descripción de la salud y los estados relacionados con la salud.
Instrumento de auto evaluación de la seguridad del hogar (HSSAT-
V5): aunque fue diseñado para adultos mayores, este recurso resulta de utilidad para quienes tienen a cargo niños con discapacidad y o con procesos de salud crónicos, por cuanto las restricciones en el desempeño y la alta permanencia en el hogar pueden llegar a ser una constante, con la consiguiente necesidad de evaluación del entorno inmediato. Este instrumento está estructurado en 11 áreas, coincidentes con espacios de la casa: entrada principal y patio delantero, entrada lateral o posterior, pasillo o vestíbulo, sala, cocina, alcoba, baño, escaleras, lavadero, sótano y garaje. Para cada una se reconocen riesgos potenciales de caída y se proponen posibles ajustes o soluciones.
Guía de observación de la familia: este recurso recauda información
relacionada con el juego familiar y está compuesto por tres apartados con preguntas que se interesan por reconocer el contexto familiar, observar al niño con discapacidad dentro de este contexto y relacionar la información de la familia y del niño.
Instrumentos de evaluación para hospitales pediátricos: Selección
de demandas de terapia ocupacional, Evaluación de terapia ocupacional en el contexto hospitalario pediátrico 1 (ATOCH-Ped1) y Evaluación de terapia ocupacional en el contexto hospitalario pediátrico 2 (ATOCH-Ped2): estos recursos valoran el desempeño ocupacional teniendo en cuenta situaciones de hospitalización por presencia de afectaciones crónicas. El primero identifica las demandas que tienen los pacientes por la intervención de terapia ocupacional. El segundo (ATOCH-Ped1) indaga sobre el impacto de la patología y la hospitalización en el desarrollo neuropsicomotor de bebés y niños pequeños. Al tercero (ATOCH-Ped2) le interesa conocer cómo se afronta la enfermedad crónica y la resignificación de lo cotidiano en la estancia hospitalaria.