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ACTUALIZACIÓN
PUNTOS CLAVE
La EOP afecta prácticamente por igual a ambos sexos. Sue- Tratamiento. Además de tratamiento analgésico,
le diagnosticarse por encima de los 60 años, y es rara por de- se basa principalmente en fármacos
bajo de los 40. La prevalencia de la EOP es difícil de estimar, antirresortivos principalmente bisfosfonatos.
ya que existen muchos casos asintomáticos no diagnostica-
dos. Aún así, es la enfermedad metabólica ósea más frecuen-
te tras la osteoporosis2. Ha sido descrita en casi todos los
lugares del planeta. Es frecuente (en torno al 4%) en In-
glaterra, áreas de Australia, Nueva Zelanda o Norteamérica,
y rara (menos del 1‰) en Sudamérica, Asia o la Península Factores ambientales
Escandinava1. En España la prevalencia es de media a baja,
en torno a 1,5% de la población mayor de 55 años3. En al- Numerosos datos avalan la influencia de factores ambienta-
gunos lugares existen focos de alta prevalencia: el foco de les: distribución heterogénea esquelética, disminución de ca-
Lancashire (7%) es el más conocido. En España se han des- sos entre la población emigrada de zonas de alta a zonas de
crito focos en distintas áreas de la zona central de la meseta: baja prevalencia, cambios de su incidencia y gravedad a lo
Sierra de La Cabrera –Madrid– (6,4%), y Vitigudino –Sala- largo del tiempo. En diversos estudios epidemiológicos se ha
manca– (5,7%)4-6. asociado con el contacto con perros durante la infancia y ju-
ventud, el consumo de carne de vacuno no controlada, o el
consumo de agua no tratada5,7. La presencia en los osteoclas-
Etiología tos de inclusiones intracelulares similares a nucleocápsides
de los paramyxovirus planteó la posibilidad de que se tratara de
No se conoce la causa de la EOP, en la actualidad se consi- infecciones víricas8,9 persistentes. Recientemente se ha des-
dera que determinados factores ambientales y genéticos es- crito un modelo experimental tras la inoculación del virus
tán involucrados en esta entidad. del sarampión.
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ENFERMEDADES ÓSEAS
Teoría genética se conoce qué señales regulan esta apoptosis, pero son activa-
das por los estrógenos, el TGFβ y los bisfosfonatos13,14.
Es frecuente hallar casos familiares (15%-40%), con un riesgo Las células de la médula ósea y las células sanguíneas pe-
relativo de padecer la enfermedad siete veces superior entre las riféricas de los pacientes con EOP tienen aumentada la ca-
familias de pacientes. Según el patrón de herencia se trata de pacidad para diferenciarse en osteoclastos como resultado de
un trastorno dominante con mecanismo multifactorial10. una mayor sensibilidad a la vitamina D y el RANKL13,14. Al-
No hay duda de la presencia de un componente heredi- gunas citocinas están elevadas en la médula ósea de enfermos
tario, pero la EOP no puede justificarse por una sola muta- con EOP, y probablemente interactúen directamente con los
ción genética. Se han explorado varios genes candidatos. precursores osteoclásticos y faciliten su localización segmen-
Tras comprobar la existencia del ligamiento de la enferme- taria en el esqueleto. Las IL-1, IL-6 y el receptor de IL-6
dad con cromosoma 5q se ha descrito una mutación puntual en están sobreexpresados en los osteoclastos de la EOP15,16 aun-
el gen del sequestosoma 1 (5q35) [PDB3 OMIM *601530] que no se conoce si esta sobreexpresión es causa o conse-
en el 11% de los casos familiares y en el 16% de los esporá- cuencia de la hiperactivación de los osteoclastos.
dicos11,12. Otros investigadores han identificado otras muta-
ciones en este gen que codifica la proteína p62, tanto en ca-
sos familiares como esporádicos 13. Manifestaciones clínicas
La mayor parte de los pacientes se encuentran asintomáticos,
Modelo integrado y el diagnóstico se sospecha por elevación de la fosfatasa al-
calina sérica o alteraciones radiológicas, como hallazgos ca-
Ninguna de las dos teorías expuestas explica por sí sola la etio- suales en exploraciones indicadas por otros motivos. Las ma-
patogenia de la EOP. El modelo más aceptado en la actualidad nifestaciones clínicas relacionadas con la enfermedad son el
incluye ambas, proponiendo que la EOP sería el resultado de dolor y la deformidad ósea, pero en la evolución se suman las
la actuación sinérgica de factores ambientales y genéticos. En debidas a las complicaciones. Las manifestaciones clínicas y
una edad temprana los precursores osteoclásticos serían sensi- las complicaciones dependen de la extensión y la localización
bilizados por un factor ambiental aún no conocido. El condi- de la lesión. Con frecuencia están afectados pelvis, columna,
cionamiento genético explicaría la susceptibilidad individual cráneo, fémur y tibia. En algunos pacientes está limitada a un
para acabar desarrollando o no la enfermedad años después. solo hueso (enfermedad monostótica), mientras que en la
mayor parte existen varios huesos afectados (enfermedad po-
liostótica), habitualmente no contiguos; aunque también en
Fisiopatología ocasiones está extendida a todo el esqueleto17,18.
El dolor de origen óseo es poco frecuente. Se describe como
En la evolución de la EOP encontramos un aumento de la un dolor sordo, profundo, poco localizable, de predominio
resorción ósea (fase osteolítica) seguido de una rápida for- nocturno y que aumenta con la carga. No está claro cuál es
mación ósea “compensadora” (fase osteoblástica). El resulta- el origen exacto pero se consideran responsables potenciales
do de este remodelado acelerado es un hueso desorganizado la deformidad perióstica, el aumento de la vascularización y
(hueso plexiforme) con numerosas líneas de cementación en las microfracturas. Más frecuentemente, el dolor es conse-
“mosaico” que alterna el patrón cortical con secciones irre- cuencia de complicaciones como atrapamiento neurológico,
gulares de patrón trabecular. La mineralización es normal. deformidades articulares u osteosarcoma.
Los huesos afectados están aumentados de tamaño y son me- Las “deformidades esqueléticas” son más evidentes cuan-
nos compactos, más vascularizados y susceptibles a la fractu- do la lesión asienta en los huesos largos, el cráneo y las cla-
ra o la deformación. Con el paso del tiempo, la hipercelula- vículas. Los huesos tienden a incurvarse, principalmente en
ridad disminuye y permanece un hueso escleroso, poco las extremidades inferiores (incurvación anterior de la tibia y
activo1. A esta última fase se la denomina EOP “quemada” o anterolateral del fémur), como consecuencia del aumento del
agotada. Las etapas evolutivas de la enfermedad pueden ver- tamaño y de sus características biomecánicas. Esta deformi-
se al mismo tiempo en distintas zonas esqueléticas del mismo dad dificulta la marcha y se acompaña de lumbalgias. Puede
paciente. aumentar el volumen del cráneo y aparecer deformidades en
La EOP es principalmente una enfermedad de los osteo- regiones frontal y occipital que transforman la fisonomía del
clastos, aunque también sea excesiva la actividad osteoblástica, paciente17.
como refleja el aumento de la fosfatasa alcalina (elevada en más En el hueso pagético aumenta la vascularización y se pro-
del 85% de los casos). El osteoclasto procede de la fusión de duce un incremento del calor local, que puede comprobarse con
precursores mononucleares de la estirpe granulomonocítica facilidad en huesos más superficiales, como la tibia18.
(CFU-GM), que derivan a su vez de células “stem” hematopo-
yéticas (CFU-S), y el mecanismo responsable de su activación
es desconocido. Entre los genes necesarios para la diferencia- Complicaciones
ción del osteoclasto destacan tres miembros de la familia de re-
ceptores del factor de necrosis tumoral (TNF) y proteínas si- La evolución de la EOP es larga, y en su historia natural pue-
milares: RANK, RANKL y osteoprotegerina (OPG). La den aparecer diversas complicaciones que dominan el cuadro
actividad del osteoclasto cesa con su muerte por apoptosis. No clínico: artropatía degenerativa, complicaciones neurológi-
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Artropatía
Cuando la lesión asienta en la proximidad de una articula-
ción, la deformidad altera el hueso subcondral y la con-
gruencia articular, y se manifiesta con dolores mecánicos si-
milares a los de la artrosis. La coxopatía (fig. 1) y la
afectación de la rodilla son muy frecuentes.
Fracturas
Las características biomecánicas del hueso pagético lo hacen
friable y fácilmente fracturable, por ello no es raro que la en- Fig. 1. Coxopatía pagética. La afectación de la pelvis deforma el cotilo.
fermedad se presente con una fractura traumática o patoló-
gica. Las fracturas femorales trocantéreas y las tibiales son
las más frecuentes. Habitualmente son fracturas transversa-
les y perpendiculares al eje longitudinal del hueso. Su repa- Tumores óseos
ración suele hacerse sin problemas.
La frecuencia de tumores óseos, especialmente el osteosar-
coma, está aumentada. Es una complicación rara que apare-
Complicaciones neurológicas ce en menos del 1% de los pacientes. Se asocian a la pérdida
heterocigota del cromosoma 18, y tiene un mal pronóstico
Se deben a la compresión directa de estructuras neurológicas o por la frecuente extensión local y desarrollo de metástasis
a insuficiencias vasculares, secundarias al crecimiento óseo y a pulmonares.
fenómenos de robo vascular por la hipervascularización ósea.
La sordera es muy frecuente cuando se afecta la base del crá-
neo (hueso temporal). Se ha descrito tanto sordera de conduc- Diagnóstico
ción (afectación de la cadena de huesecillos del oído medio)
como sensorioneuronal (compresión del VIII par). Con menos
La presencia de manifestaciones clínicas hace sospechar la
frecuencia se comprimen otros pares craneales, dando lugar a
enfermedad, pero en los pacientes asintomáticos suelen ha-
alteraciones visuales, neuralgia del trigémino o parálisis facial.
cerlo las alteraciones radiológicas y de las pruebas de labora-
Rara vez la afectación de la base condiciona una platibasia con
torio. Otras exploraciones complementarias de imagen y,
invaginación de la apófisis odontoides en el agujero occipital, y
más raramente, la histología pueden proporcionar datos úti-
se acompaña de paraplejía o hidrocefalia al bloquearse el acue-
les para el diagnóstico22.
ducto de Silvio. El sistema nervioso intrarraquídeo puede afec-
tarse por compresión medular o radicular, y por isquemia.
Radiología
Afectación cardíaca
La radiología convencional es la base del diagnóstico en la
La insuficiencia cardíaca congestiva de elevado gasto, atri- mayor parte de los casos. Las lesiones más características se
buida a la hipervascularización de grandes zonas del esquele- exponen en la tabla 1. Las imágenes varían según la fase
to, es infrecuente. La cuarta parte de los pacientes tienen es- evolutiva y el tipo de hueso, pudiendo encontrarse lesiones
tenosis aórtica por calcificación valvular. También son líticas, mixtas y esclerosas, aunque la mayor parte de los pa-
frecuentes los bloqueos completos o incompletos del sistema cientes son diagnosticados en las dos últimas fases. No sue-
de conducción. le afectarse el hueso en toda su extensión, al menos en las
fases iniciales. El límite entre la zona sana y la enferma está
claramente delimitada por la presencia de la lesión lítica
Alteraciones del metabolismo del calcio (“osteoporosis circunscrita” en el cráneo [fig. 2], “en forma
de V” en la diáfisis de los huesos largos). Con la progre-
La gran actividad metabólica ósea es la responsable de la hi- sión de la enfermedad se superponen imágenes esclerosas
percalcemia e hipercalciuria que se observa en pacientes in- lo que da lugar a un patrón mixto escleroso y lítico. Por úl-
movilizados. La prevalencia de hiperparatiroidismo en la timo, se hace definitivamente esclerosa, aunque secundaria-
EOP es mayor que en la población general y debe sospe- mente pueden verse interrumpidas por áreas de osteólisis
charse en pacientes ambulatorios con hipercalcemia. secundaria22-25.
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ENFERMEDADES ÓSEAS
TABLA 1
Características radiológicas de la enfermedad ósea de Paget
Imágenes características
Engrosamiento del diploe e imágenes algodonosas en cráneo
Vértebras en marco Fig. 4. Localización en húmero, con engrosamiento de la mitad proximal del
Vértebras hiperdensas (marfil) mismo.
Engrosamiento de la línea ileopeptínea en pelvis
Incurvaciones y fracturas en forma de fisuras corticales en huesos largos
Laboratorio
Gammagrafía ósea
Los bisfosfonatos marcados con tecnecio-99 se concentran
en zonas de incremento de la vascularización y en el tejido
con recambio elevado. En las lesiones activas se observa au-
mento de captación 3-5 veces superior a la del hueso normal.
Aunque poco específico, este método diagnóstico tiene una
gran sensibilidad para detectar lesiones, incluso las muy pre-
coces que no son visibles aún en la radiología22,23.
Biopsia ósea
No suele ser necesaria para el diagnóstico, aunque puede ser
útil para el diagnóstico diferencial con los tumores. Los ha-
llazgos más característicos son la presencia de trabéculas
anómalas, líneas de cementación irregulares con la típica
Fig. 3. Lesión localizada en calcáneo, con incremento del grosor y acentuación imagen “en mosaico” y el incremento del número y tamaño
de las trabéculas. de los osteoclastos1.
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Criterios diagnósticos del sangrado en pacientes que van a ser sometidos a ciru-
gía del hueso pagético.
No hay estudios que demuestren si es útil el tratamiento
Aunque no existen criterios diagnósticos consensuados, di-
de la enfermedad activa asintomática cuando no se prevén
versas guías de práctica clínica aconsejan algunas estrategias
complicaciones. No obstante se asume que en los pacientes
para el diagnóstico22,23. Éste se puede sospechar por la clíni-
más jóvenes, menores de 60 años, la progresión de la enfer-
ca, el laboratorio o determinadas exploraciones de imagen.
medad puede desarrollar complicaciones a largo plazo, y el
El diagnóstico se confirma en la mayor parte de los casos por
tratamiento puede evitar su aparición.
radiología y en caso de sospecha de lesiones tumorales se
debe indicar biopsia de las lesiones. El diagnóstico se com-
pleta evaluando la extensión, para lo que la gammagrafía es
el método más rentable. No es aconsejable la práctica de “se-
Fármacos
ries óseas” radiológicas.
Tanto en estudio inicial como en el seguimiento y la va- Tratamiento sintomático
loración de la eficacia terapéutica se debe medir la actividad Los analgésicos se utilizan en los pacientes con escasa o mo-
de la enfermedad, principalmente con los MRO. En la mayor derada actividad. Los analgésicos simples, antitinflamatorios
parte de los pacientes es suficiente la determinación de la fos- no esteroideos (AINE), opioides y bajas dosis de antidepre-
fatasa alcalina total, y en caso de enfermedad hepatobiliar o sivos tricíclicos, controlan el dolor. Además, la terapéutica fí-
gestación se recomienda determinar la isoenzima ósea de la sica y las ayudas para la marcha, tipo bastones, mejoran la ca-
fosfatasa alcalina. Según nuestra experiencia, resulta útil com- lidad de vida del paciente.
parar el valor de fosfatasa alcalina total con el de gamma-glu-
tamil-transpeptidasa, ya que la elevación de ambas indicaría
Tratamiento específico
que se trata más de un problema hepatobiliar que óseo.
Está dirigido a suprimir la actividad osteoclástica en las le-
Algunas entidades que cursan con incremento heterogé-
siones pagéticas, por lo que se emplean principalmente fár-
neo de la densidad radiológica pueden plantear problemas de
macos antirresortivos. La calcitonina de salmón (a dosis de 100
diagnóstico diferencial con la EOP. Entre ellos diversos pro-
U MRI en días alternos por vía parenteral durante 3 a 6 me-
cesos oncohematológicos, como linfomas, mieloma, metás-
ses; la administración nasal no tiene indicación para Paget) es
tasis óseas condensantes y mielofibrosis. Otras entidades con
un fármaco ya clásico, y en la mayor parte de los responde-
imágenes radiológicas heterogéneas son las distrofias y dis-
dores se normalizan los MRO a los pocos meses, pero la apa-
plasias óseas: osteopetrosis, picnodisostosis, osteopoiquilosis,
rición de anticuerpos hace que un 20% de los pacientes sean
osteopatía estriada, osteítis condensante del ilíaco, y osteo-
resistentes. Por estos motivos se considera un fármaco de se-
distrofia renal.
gunda línea. Los bisfosfonatos tienen una acción antirresortiva
intensa y mucho más prolongada. Su acumulación en el hue-
so contribuye sin duda a que los bisfosfonatos más potentes
Tratamiento mantengan la reducción de los MRO durante años. Tienen
una absorción intestinal disminuida, por lo que deben admi-
La posibilidad de curar la lesión no está al alcance de las te- nistrarse tras ayuno prolongado22,23,27.
rapias actuales, por lo que los objetivos terapéuticos son li-
mitar la progresión y las complicaciones, así como controlar
Etidronato. Es el bisfosfonato más antiguo. Se utiliza en do-
las manifestaciones clínicas.
sis de 400 mg/día. No debe administrarse durante más de 6
meses seguidos ya que puede producir trastornos de la mine-
ralización. Consigue una reducción importante de los MRO
Indicaciones del tratamiento que se observa en cerca del 50% de los pacientes27.
Existen diversas guías de práctica clínica para el tratamiento de
la EOP que recogen las indicaciones de varios autores22,23,27. Clodronato. Bisfosfonato de primera generación que, con do-
Hay acuerdo en tratar a los pacientes sintomáticos, especial- sis de 800 mg/día por vía oral durante 3-6 meses, tiene una efi-
mente con dolor óseo primario, insuficiencia cardíaca, fisuras cacia similar a la del etidronato con un efecto más prolongado.
corticales y las fracturas completas. También deben ser trata-
dos los pacientes con lesiones osteolíticas (fase precoz) para Pamidronato. Es un potente bisfosfonato mal tolerado por
prevenir el desarrollo de la enfermedad. vía oral por lo que se administra en infusión. Se han pro-
Otra indicación es la prevención de deformidades óseas puesto diversas pautas, sin que exista un consenso sobre cuál
en pacientes con enfermedad activa localizada en huesos lar- es la más eficaz. Las más empleadas son 30 mg semanales du-
gos que soportan peso y en huesos faciales. En pacientes con rante 6 semanas, o tres dosis de 60 mg cada dos semanas. Se
enfermedad activa puede prevenirse la aparición o la progre- consigue una reducción de los MRO superior al 50% en más
sión de diversas complicaciones como la artropatía por lesio- del 75% de los pacientes tratados. Los efectos adversos más
nes en la vecindad articular, la sordera (en las lesiones que frecuentes son la febrícula y el síndrome pseudogripal que al-
asientan en la base del cráneo), la compresión neurológica gunos pacientes desarrollan en las primeras 24 horas, y que
(especialmente la medular), la hipercalcemia y la prevención disminuye en las dosis siguientes28.
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ENFERMEDADES ÓSEAS
Alendronato. Se trata de un aminobisfofonato de tercera ca la disminución de al menos el 50% de los valores previos
generación que ha demostrado eficacia en ensayos clínicos a al tratamiento23,27,31.
la dosis de 40 mg/día durante 3-6 meses, si bien no tiene in-
dicación en nuestro país para el tratamiento de la EOP29.
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✔
27. Drake WM, Kendler DL, Brown JI. Consensus Statement on the Mo-
dern Therapy of Paget’s Disease of Bone from a Western Osteoporosis
✔
31. Morales-Piga, del Pino J, Rapado A, Díaz-Curiel M, Pallares M, Gonzá-
lez-Macías J. Comparison of the efficacy and bioequivalence of two oral
Alliance Symposium. Clin Ther. 2001;23:620-6. formulations of tiludronate in the treatment of Paget’s disease of bone.
✔
28. Vasireddy S, Talwalkar A, Miller H, Mehan R, Swinson DR. Patterns of Clin Ther. 1997;19:963-74.
pain in Paget’s disease of bone and their outcomes on treatment with pa-
midronate. Clin Rheumatol. 2003;22:376-80.
✔
32. Miller PD, Brown JP, Siris ES, Hoseyni MS, Axelrod DW, Bekker PJ for
the Paget’s Risedronate/Etidronate Study Group. A randomized, double-
✔
29. Siris E, Weinstein RS, Altman R, Conte JM, Favus M, Lombardi A, et al.
Comparative study of alendronate versus etidronate for the treatment of
blind comparison of risedronate and etidronate in the treatment of Pa-
get’s disease of bone. Am J Med. 1999;106:513-20.
Paget’s disease of bone. J Clin Endocrinol Metab. 1996;81:961-7. ✔•
33. Reid IR, Miller P, Lyles K, Fraser W, Brown JP, Saidi Y, et al.
✔
30. Reginster JY, Colson F, Morlock G, Combe B, Ethgen D, Geusens P.
Evaluation of the efficacy and safety of oral tiludronate in Paget’s disease
Comparison of a single infusion of zoledronic acid with risedronate
for Paget’s disease. N Engl J Med. 2005; 353: 898-908.
of bone. A double-blind, multiple-dosage, placebo-controlled study.
Arthritis Rheum. 1992;35:967-74.
✔
34. Kaplan FS. Surgical management of Paget’s disease. J Bone Miner Res.
1999;14 Supl 2:34–8.