El periódico como actor social

Teoría del Periodismo

CONTENIDO
1. Objetivos.

2. Introducción.

3. El periódico como intérprete y mediador.

4. El periódico como miembro del sistema político

y como sistema parapolítico.

5. El periódico como informador y pseudocomunicador político.

6. Resumen.

7. Bibliográfia.

Objetivos
• Dominar la tradición periodística desde sus orígenes
a la actualidad, con atención a los principales
medios de comunicación, periodistas y coberturas
informativas de relieve.
• Analizar al periódico como intérprete y mediador.
• Conocer al periódico como miembro del sistema
político y como sistema parapolítico.
• Conocer al periódico como informador y
pseudocomunicador político.
• Conocer al periódico como destinatario de las
políticas comunicativas de otros actores sociales.
Introducción
Se puede definir al diario como un documento que
presenta en orden cronológico o temático un número
de informaciones trascurridas generalmente durante un
periodo determinado. Por ejemplo: un periódico que sale
a la calle cada día.
En su origen, un diario se entendía como un registro de
los eventos o sucesos más importantes de una persona
(diario personal) o un registro de incidentes y novedades
(diario de a bordo o cuaderno de bitácora. Como por
ejemplo el que llevó Cristóbal Colón a su primer viaje por
América.
¿Sabía que los primeros periódicos se presentaban en
forma cronológica?
Con el paso del tiempo se evoluciona a una forma más
práctica de clasificación, clasificando los temas por
temáticas.
De este nuevo orden y forma de presentación surge el
concepto de periódico, que se articula como un soporte
en papel que contiene informaciones correspondientes a
un periodo de tiempo y que sustituye los términos gaceta
y gacetilla.
Es a partir del siglo XVII cuando el periodismo empieza a
articularse como lo se le conoce hoy en día, y comienza
a desarrollarse en varias especialidades:
• Político.
• Económico.
• Cultural.
Periódicos
El primer periódico impreso que sale al mercado se
llamaba ‘Strassburger Relation’ y surge en Estrasburgo
en 1605. También, se destaca la antigüedad del periódico
sueco ‘Post-och Inrikes Tidningar’, también denominado
POIT, que fue fundado en 1645 por la reina Cristina de
Suecia.
El periódico como actor social | 3
En Francia el periódico más longevo fue ‘La Gazette de
France’ fundado por el médico y periodista Théophraste
Renaudot, y publicado en París de 1631 a 1915. En
Latinoamérica, Perú fue el primer país que contó con un
periódico que comenzó a publicarse en 1700, llamado
‘Noticias sobresalientes de Lima’. Posteriormente,
surgiría la Gaceta de México en 1722, y la Gaceta de
Lima en 1743.
Durante el siglo XVIII surgen los periódicos diarios.
El primero de ellos fue el Daily Courant (1702-1735),
considerado el primer periódico británico. Cabe destacar
que este diario es el primero en introducir la publicidad
en sus ediciones. El segundo periódico que comienza a
tener ediciones diarias fue el ‘Diario Noticioso’ (1758)
editado en Madrid, aunque está periodicidad diaria se
afianzaría hasta comienzos del siglo XIX.
Con la llegada de la industrialización en muchos países
se fundan grandes títulos de la prensa de hoy en día y la
palabra periódico se afirmó en su uso, designando a la vez
el soporte físico de la información (el periódico en papel),
así como la organización, que lo edita. Esta organización
o institución es la que contrata a periodistas para que
sean ellos los que elaboren dicho contenido.
La forma de presentar la información y los contenidos
pronto la reproducen otros medios de comunicación
como la radio, y seguidamente la televisión. Como dato
anecdótico cabe destacar que el primer informativo
televisado en Francia fue difundido en 1949 por la
Radiodifusión y Televisión Francesa.
El periódico como intérprete
y mediador
Siguiendo a Gomis (2019) “el periódico actúa como
una unidad de mediación, una unidad personificada,
a la que se atribuyen ideas, iniciativas, intenciones,
pensamientos, reacciones positivas”.
Así pues Gomis sostiene que el periódico hace de
intérprete y de mediador. Lo primero, al modo de un
traductor, del que no se espera ni se desea que pretenda
modificar la actitud del interlocutor, limitándose a
mantener la comunicación entre las personas.
Lo segundo es más complejo, el mediador es propenso
a modificar la actitud del interlocutor, convenciéndolo
con recursos retóricos y argumentos de diverso linaje y
condición. Al mediador se le otorga un cierto prestigio
social, aunque ese prestigio no alcance a todo el
ambiente social, los que reconocen autoridad a un
determinado periódico, probablemente se la nieguen a
otro con una línea editorial y una mediación política bien
distante del primero.
Gomis afirma que el periódico no es un producto cien por
cien racional, y una campaña electoral es un escenario
privilegiado para estudiar la mediación periodística y
tomar nota de los argumentos racionales y de otros que
no lo son tanto.

El periódico como miembro
del sistema político y como
sistema parapolítico
El concepto de periódico como medio de comunicación
de masas da por hecho que ese medio es un actor puesto
en interacción con otros actores del sistema social.
Desarrollar ese supuesto se puede convertir en una
forma diferente de perfilar al periódico y a los medios de
comunicación de masas.
Se puede definir al actor político como el actor
colectivo o individual capaz de afectar el proceso de
toma de decisiones en el sistema político, el periódico
independiente de información general puede ser
considerado un actor político.
Su marco de actuación es el de la influencia. El
periódico pone en acción su capacidad para dañar el
comportamiento de ciertos actores en sentido favorable
a sus propios intereses. Así pues influye sobre el
gobierno, partidos políticos, movimientos sociales, etc.,
al mismo tiempo que ejerce su influencia, es objeto
de la influencia de los otros, que alcanza una carga de
restricción decisiva cuando esos otros son los titulares
del poder político.
Borrat
Siguiendo a Borrat (1989):
• “El periódico independiente se define y actúa como
tal en cuanto excluye toda relación de dependencia
estructural respecto de cualquier otro actor que no
sea su empresa editora.
• La configuración histórica de los estados
occidentales ya ha hecho del periódico independiente
de información general un actor político de existencia
necesaria en todo sistema democrático.
• Para que el periódico independiente de información
general cumpla adecuadamente sus funciones en el
sistema democrático ha de ser objeto permanente
de un análisis crítico tan riguroso como el que se
hace a aquellos otros actores que ocupan el poder,
o que pugnan por él, o que influyen sobre él.
• Puesto que cada sistema político configura su
propio subsistema de los medios de comunicación
masiva mediante las decisiones y acciones de sus
actores, las constricciones de sus estructuras y la
influencia de los contextos sociales, económicos y
culturales, el análisis del periódico independiente de
información general como actor del sistema político
incluye necesariamente el de sus actuaciones como
componente de ese subsistema de los medios así
configurados.
El periódico pasa a ser visto así como sujeto de relaciones
b - y multilaterales muy diversas pero relevantes para su
mejor identificación como actor social y como medio de
comunicación de masas.
El periódico como actor social | 4
Al mismo tiempo que reafirma sus señas de identidad
ya reconocidas e institucionalizadas como productor
y comunicador público de la actualidad periodística,
presenta otras que lo perfilan como participante de
conflictos políticos, a título de parte principal o de tercero
involucrado”.
Cabe destacar que desde esta perspectiva propuesta
por Borrat, el periódico comparte con otros actores estas
necesidades básicas:
• Considerar al conflicto como la categoría vital para
comprender las actuaciones propias y ajenas.
• Ejecutar estrategias con el objetivo de movilizar sus
recursos para el logro de sus objetivos permanentes
y temporales.
• Garantizar el acceso a las fuentes de la información
política que le permitan conocer a los actores,
al sistema y a sus contextos a escala nacional o
internacional.
• Ejecutar actuaciones públicas mediante la
comunicación masiva de su propio discurso.
Actuaciones públicas y no publicas
En las actuaciones que se realizan para satisfacer a estas
necesidades compartidas por otros actores políticos,
el periódico necesita narrar y comentar la actualidad
política, social, económica y cultural ante una audiencia
de masas.
Esta actuación hace de él un agente de socialización
que tiene una gran influencia sobre sus lectores. Las
actuaciones públicas de un periódico son producto de
una serie de actuaciones que no son públicas, y que se
concentran en el proceso de producción de la actualidad
periodística para su publicación periódica:
• Las actuaciones públicas: se conocen de manera
directa por la lectura de la secuencia de temarios
publicados.
• Las actuaciones no públicas: pueden conocerse
por inferencia, de manera parcial y tentativa, a partir
de estas actuaciones públicas.
Si se tiene conocimiento del proceso de producción y
toma de decisiones de un periódico, se puede lograr un
conocimiento aproximado de los intereses del periódico,
sus objetivos, los recursos de los que dispone, los
riesgos a los que se enfrenta, etc.
El carácter hipotético de este conocimiento es igual en las
actuaciones de otros actores del sistema político cuyo
discurso público también es el resultado de actuaciones
no públicas, generalmente secretas.

El periódico como informador
y pseudocomunicador político
Que el periódico sea considerado un actor del sistema
político equivale a considerarlo como un actor social
puesto en relaciones de conflicto con otros actores y
especializado en la producción y la comunicación pública
de relatos y comentarios acerca de los conflictos existentes
entre actores de ese y de otros sistemas políticos.
Así pues el conflicto es una categoría clave para orientar
esta búsqueda. Como comunicador de un discurso
sobre la actualidad política, el periódico es narrador
y muchas veces comentarista de aquellos conflictos
noticiables que han decidido incluir en su edición.
Como grupo de interés puede ser participante directo de
conflictos internos con otros medios de comunicación y
de conflictos con cualquier otro actor social.
Dentro de esta red de conflictos el periódico puede
verse involucrado de distintas formas. Para entrar a
su consideración, la sociología del conflicto es una
mediación indispensable.
La percepción del periódico cambia según el nivel de
involucración que se le asigne a un conflicto en concreto.
Al llegar a este punto se pueden distinguir tres niveles de
involucración del periódico en los conflictos políticos:
• Nivel extra: en él, el periódico es observador externo
de conflicto (del propio país o de otros países
internacionales.
• Nivel ínter: en él, el periódico es parte principal
o intermediario neutral en conflictos con otros
actores sociales. Por ejemplo: gobiernos, fuentes,
periódicos, emisoras de radio y televisión, partidos
políticos, grupos de interés, movimientos sociales,
instituciones del Estado o del sector privado,
organizaciones internacionales, organizaciones
transnacionales, etc.
• Nivel intra: En él, el periódico experimenta conflictos
internos que le oponen con sus componentes
(conflictos entre el todo y sus partes), o que se
dirimen entre sus componentes (conflictos entre
pares o entre supraordinados y subordinados).
Hasta ahora, los comunicólogos no han prestado
atención a la sociología del conflicto cuando hablan
de los periódicos, ya sea particular o como parte de la
institución de los medios. Davison presentó al periódico
como pacificador; Padioleau como institución misionera,
Martín como vértice de un triángulo de relaciones con
el gobierno y la audiencia, Gomis como intérprete y
mediador, Dader como informador y pseudocomunicador
políticos, Chaffee como miembro de un sistema político y
parapolítico, Saxer lo entendió como el sistema complejo
de creación y resolución de problemas y Glotz, Pruys
& Fischer lo perfilan como destinatario de las políticas
comunicativas de otros actores sociales.
Por otra parte, Rossi estudió la consideración de los
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medios como sujetos de influencia sobre la política
que se desempeñan no solo un rol de estructuración,
sino también un rol de subrogación que los ponen en
competencia directa con los partidos. Por último, Arno
entiende el periódico como narrador y como participante
de conflictos.
McQuail
A menudo, la dimensión de conflicto del periódico
como actor queda desplazada por las connotaciones de
neutralidad o mediación pacificadora que acompañan
al término medio. Siguiendo a McQuail (1985) esta
mediación tiene “varias connotaciones y puede ejercitarse
de forma más o menos activa. Basta con recorrer las
connotaciones de vínculo interactivo, medio de control,
plataforma, control, señalización, filtros y pantalla o
barrera para que las connotaciones de neutralidad cedan
terreno ante las connotaciones de conflicto”.
Majid Tehranian
A similar resultado se llega pasando revista al catálogo
de metáforas sobre los medios. Majid Tehranian (1990)
“revolucionarios altruistas, intrépidos buscadores
de la verdad, responsables implantadores de la
agenda, porteros benignos, promotores del desarrollo,
persuasores ocultos, manipuladores siniestros. O a estas
otras dos, de la cosecha del propio Arno: mercaderes
de la información y sacerdotes de la información o a
las metáforas que pasarán a orientar el propio discurso
de este comunicólogo, narradores y terceras partes en
situación de conflicto, que actúan proporcionando sus
buenos oficios o sirviendo como mediadores, como
adjudicadores o como tertius gaudens”.
Desde este otro inventario de metáfora se destaca una
bipolarización que en el de McQuail no era tan evidente.
Las metáforas se reparten así entre un polo positivo, que
refleja una imagen idealizada del periódico, y un polo
negativo, que refleja una imagen alarmante.
La confrontación de este esquema con la realidad hace
pensar que ninguno de estos polos resulta suficiente
para caracterizar la identidad o la naturaleza del
periódico, sencillamente contiene ambos al igual que las
metáforas no incluidas en ellos, los posibles roles que
cada periódico puede desempeñar de forma simultánea.
Las pocas metáforas que no están presentes a esta
bipolarización, alguna de ellas alcanzan una vigencia
teórica mayor. Dentro de ellas se destacan las dos
metáforas de Arno (1984):
• El periódico como narrador.
• Tercera parte en situación de conflicto.

Siguiendo a Arno “el periódico no es solo narrador
sino también comentarista; y puesto en situaciones de
conflicto, a veces puede tener una involucración mucho
más intensa que la de la tercera parte, puede ser parte
principal en el conflicto. Cuando los periódicos se
presentan a sí mismos, la centralidad del conflicto es un
dato constante.
Excluir, incluir, jerarquizar
El periódico realiza sus prácticas rutinarias y despliega
sus estrategias para marcar su estrategia global de lucro
y la influencia. Para comunicar su actualidad periodística
política, busca información, que recibe de fuentes o
investiga para encontrarlas. Seguidamente, traslada
esa información a su equipo de redacción. A partir de
ahí se comienzan a articular sus escenarios, portada,
secciones, etc.
Durante este proceso de producción, el periódico
comienza a llevar a cabo una serie de decisiones de
exclusión, inclusión y jerarquización acerca de los
hechos y conflictos noticiables.
El estudio del periódico como actor político mediante
la descripción de estrategias, fuentes de información
política y sus actuaciones públicas, representa solo una
de las maneras posibles de realizar su análisis crítico, una
manera parcial y limitada por el hecho mismo de tomar
como base para las observaciones y las inferencias a la
secuencia de temarios publicados.
Debido a que las actuaciones públicas ocupan la
parte central en las decisiones de este actor y orientan
todas sus otras actuaciones, públicas y no públicas, la
base escogida para este análisis, si no es la única es
ciertamente la primordial.
Para poder desarrollar esta idea se hará un recorrido por
el análisis del discurso, la teoría de los lenguajes políticos
y la teoría de las fuentes y los actores de la información.
Análisis del discurso político
La concepción del periódico como actor político hace
considerar al temario global, es decir una superficie
redaccional y una superficie publicitaria, ambas
ocupadas por relatos y comentarios.
Los anuncios publicitarios combinan sus efectos con
los textos periodísticos. Cabe destacar que los anuncios
publicitarios ocupan un lugar de preferencia dentro de
las secciones del periódico.
Cuando a los objetivos de lucro y de influencia del
periódico se añaden objetivos temporales, las estrategias
específicas pueden desarrollarse en uno o más temarios.
El periódico narra y comenta para lucrarse e influir, pero
también para participar en el conflicto noticiable.
El periódico como actor social | 6
El relato información tiene la prioridad en el tiempo y en la
superficie redaccional sobre el comentario de actualidad.
Hay muchísimas informaciones que el periódico publica
sin comentar. Esta omisión de comentarios sugiere que
al periódico no se les atribuye un rango prominente en
la jerarquización de sus temas. La prueba en contrario
de esa presunción se da cuando los recursos narrativos
por sí solos golpean con fuerza a un antagonista del
periódico.
Las invasiones de una noticia básica se producen
en las secciones de información política o en
escenarios externos a ellas, entre los cuales mucho
importa la sección de Economía. Muchas veces hay
desplazamientos desde el escenario donde irrumpió la
noticia básica hacia otros escenarios donde se publican
los relatos que la desarrollan y contextualizan.
Cabe destacar que muchas veces no existe una frontera
clara entre los contenidos informativos y opinativos.
Unos y otros textos sobre la noticia básica pueden
funcionar con versiones y revisiones del fragmento de
la historia inmediata narrada por aquella. Es importante
señalar que hay relatos y comentarios cuya publicación
no depende de ninguna noticia básica, porque tienen
por tema el tiempo de larga duración. Configuran un
periodismo político no-acontecimental, totalmente
concentrado en el sistema y en la larga duración, por
oposición al solo periodismo político acontecimental,
que desarrolla una noticia básica.
Los relatos y comentarios producidos a partir de las
noticias básicas se desarrollan sobre dos premisas:
• Contextualización sincrónica: inserta la noticia en
las estructuras, los sistemas y sus contextos.
• Contextualización diacrónica: sitúa la noticia en la
coyuntura y en los tiempos de larga duración, como
historia y como prospectiva.
El número y el tipo de texto en el que el periódico dedica a
desarrollar la noticia básica pueden ser una medida entre
otras de la importancia política y el interés periodístico
que el periódico asigna a ese tema. Asimismo, el número
de temarios donde se publican textos sobre un tema de
actualidad, proporcionan otra medida posible, cuánto
más alto, más hace sospechar de la existencia de una
estrategia específica sobre ese tema.
El análisis del discurso conduce a la teoría de los
lenguajes políticos por los articulados, que el periódico
comparte con otros actores del sistema político. La
retórica marca una ruta muy clara para el análisis y las
inferencias en ese campo.
Cánones de la retórica de Cicerón
Cicerón ideó cinco cánones de la retórica que se refieren
a las categorías que deben tenerse en cuenta a la hora de
construir y realizar una presentación en público para que
esta cumpla con su función: convencer al auditorio.

• La invención: es la primera señal por la cual
transitar y comienza en el preciso momento en
el que la persona tiene que hallar qué decir. Se
trata de escoger adecuadamente y por anticipado
los argumentos que se van a utilizar a favor y los
que pueden utilizar en contra, encontrar las líneas
argumentales más sólidas y convincentes, escoger
el tono adecuado del discurso en función del
auditorio, etc.
• La disposición: es el siguiente canon y se refiere a la
correcta estructuración del discurso. Tiene que ver
con poner el contenido adecuadamente en partes,
con ordenar el conjunto de argumentos de forma
que tenga el mayor impacto persuasivo posible.
• Con el canon de la elocución o estilo: se deja
atrás la estructuración del discurso y se pasa a la
puesta en escena. Se refiere a la manera cómo se
expone lo que se tiene que decir, la forma como
son expresadas las ideas, la claridad expositiva del
orador, su capacidad para declamar correctamente.
• La memoria: tal vez sea este el canon, no solo
más olvidado, sino también el más denostado.
Se vive actualmente en un tiempo en el que
la responsabilidad memorística se ha situado
fuera de sí mismo. Se cuenta con teléfonos y
almacenamientos externos de todo tipo, etc.
• El último canon es la acción o intervención:
típicamente se refiere a la puesta en escena, otro
de los aspectos que en la actualidad se encuentra
en un segundo plano.
Es importante destacar que habría que recorrer en sentido
inverso sus tres etapas tradicionales, comenzando por
la elocutio para inferir de ella la dispositio y de esta
la inventio subyacente en cada texto particular, pero
también en cada bloque y en cada serie de textos, en
cada escenario, en el temario global, en la secuencia de
temarios-globales. Habría que analizar en cada una de
estas unidades de extensión, y complejidad crecientes,
cuál es el esquema y cuáles los tropos utilizados por el
periódico, asimismo, cómo combinan el logos, el ethos y
el pathos. Como en cualquier otro actor, los usos que el
periódico hace de los lenguajes políticos pueden cumplir
diversas funciones.
Graber
Graber propone las siguientes funciones:
1. Interpretar y conectar.
2. Diseminar la información.
3. Proyectar el futuro y al pasado.
4. Implantar la agenda pública.
5. Estimular para la acción.
6. Desinformar.
El periódico como actor social | 7
• Las tres primeras funciones son vitales dado que
son desempeñadas por todo actor político fueran
cuales fueran los contenidos de sus lenguajes, sus
objetivos, su estrategia. etc.
• Las tres últimas son contingentes, en cuanto que
requieren contenidos, objetivos y estrategias que
pueden darse o no en los lenguajes políticos.
Análisis del discurso periodístico
El análisis del discurso periodístico y de los lenguajes
políticos que en él se articulan permite buscar en
los textos indicios de las decisiones tomadas por el
periódico en relación con excluir, incluir y jerarquizar a
los actores y las fuentes de la información política.
Fuera cual fuera su escala (nacional, internacional, etc.),
la noticia básica del conflicto A contra B es conocida por el
periódico como información activamente buscada por él
y/o como información pasiva recibida. Así pues, tanto en
la información buscada como en la información recibida,
se configuran una instancia de inclusiones, exclusiones y
jerarquizaciones anteriores a la del periódico.
Cabe destacar que cada una de esas fuentes debe
incluir, excluir y jerarquizar los datos que posee en
función de sus propios intereses, que pueden ser ajenos,
convergentes o coincidentes con los de A o los B. Así
pues para un conocimiento adecuado del conflicto
de A contra B, el periódico debe contrastar fuentes.
Esta necesidad informativa queda muchas veces sin
satisfacer por imposibilidad de acceso a ciertas fuentes.
Muchas veces el periódico les da un tratamiento desigual
a las fuentes:
• Muchas veces identifica públicamente algunas
fuentes.
• Vela algunas fuentes.
• Mantiene en el anonimato algunas fuentes.
Cuando fuentes anónimas o las fuentes veladas filtran
información acerca de un colectivo, empresa o personas,
se sitúan en la oposición o la disidencia en los casos de
filtración real y en la diligencia en los casos de filtración
simulada. Cuanto mayor sea la presencia de fuentes
anónimas y veladas, más recursos tendrá el periódico
para la actuación de sus estrategias específicas.
Sobre los datos recogidos de las fuentes, el periódico
ejecuta sus propias decisiones de inclusión, exclusión y
jerarquización de los actores y los hechos noticiables, de
los temas a que dan lugar, de los relatos y comentarios
sobre esos temas.

Resumen
El periódico como intérprete y mediador
Siguiendo a Gomis (2019) “el periódico actúa como
una unidad de mediación, una unidad personificada,
a la que se atribuyen ideas, iniciativas, intenciones,
pensamientos, reacciones positivas.
Así pues Gomis sostiene que el periódico hace de
intérprete y de mediador. Lo primero, al modo de un
traductor, del que no se espera ni se desea que pretenda
modificar la actitud del interlocutor, limitándose a
mantener la comunicación entre las personas.
Lo segundo es más complejo, el mediador es propenso
a modificar la actitud del interlocutor, convenciéndolo
con recursos retóricos y argumentos de diverso linaje y
condición. Al mediador se le otorga un cierto prestigio
social, aunque ese prestigio no alcance a todo el
ambiente social, los que reconocen autoridad a un
determinado periódico, probablemente se la nieguen a
otro con una línea editorial y una mediación política bien
distante del primero.
Gomis afirma que el periódico no es un producto cien por
cien racional, y una campaña electoral es un escenario
privilegiado para estudiar la mediación periodística y
tomar nota de los argumentos racionales y de otros que
no lo son tanto.
El periódico como miembro del sistema político y como
sistema parapolítico
El concepto de periódico como medio de comunicación
de masas da por hecho que ese medio es un actor,
puesto en interacción con otros actores del sistema
social. Desarrollar ese supuesto se puede convertir en
una forma diferente de perfilar al periódico y a los medios
de comunicación de masas.
Se puede definir al actor político como el actor
colectivo o individual capaz de afectar el proceso de
toma de decisiones en el sistema político, el periódico
independiente de información general puede ser
considerado un actor político.
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Su marco de actuación es el de la influencia. El
periódico pone en acción su capacidad para dañar el
comportamiento de ciertos actores en sentido favorable
a sus propios intereses. Así pues influye sobre el
gobierno, partidos políticos, movimientos sociales, etc.,
al mismo tiempo que ejerce su influencia, es objeto
de la influencia de los otros, que alcanza una carga de
restricción decisiva cuando esos otros son los titulares
del poder político.
Siguiendo a Borrat (1989):
• “El periódico independiente se define y actúa como
tal en cuanto excluye toda relación de dependencia
estructural respecto de cualquier otro actor que no
sea su empresa editora.
• La configuración histórica de los estados
occidentales ya ha hecho del periódico independiente
de información general un actor político de existencia
necesaria en todo sistema democrático.
• Para que el periódico independiente de información
general cumpla adecuadamente sus funciones en el
sistema democrático ha de ser objeto permanente
de un análisis crítico tan riguroso como el que se
hace a aquellos otros actores que ocupan el poder,
o que pugnan por él, o que influyen sobre él.
• Puesto que cada sistema político configura su
propio subsistema de los medios de comunicación
masiva mediante las decisiones y acciones de sus
actores, las constricciones de sus estructuras y la
influencia de los contextos sociales, económicos y
culturales, el análisis del periódico independiente de
información general como actor del sistema político
incluye necesariamente el de sus actuaciones como
componente de ese subsistema de los medios así
configurado.
Bibliográfia
1. Gomis, L (2019); Teoría de los géneros periodísticos.
Universitat Oberta de Catalunya.
2. Borrat, H (1989); Periódico, el actor político. Gustavo
Gili.
3. McQuail, D (1985); Introducción a la teoría de la
comunicación de masas. Barcelona: Ediciones Paidós.
4. Tehranian, M (1990); Tecnologies of power.
5. Arno, A (1984); Dissanayake, W. The News Media
in National and International Conflict. Londres:
Westview Press.