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Tema
Objetivo de aprendizaje
En el conocer Que el alumno comprenda las consecuencias de la relación sexual fuera y dentro
del matrimonio.
En el actuar Que el alumno se esfuerce por poner los medios necesarios para no tener
relaciones sexuales durante la adolescencia.
Resultado de aprendizaje
Jorge y Edi están acampando y leen partes del libro del tío Eustaquio. Abordan el tema de la
relación sexual durante la adolescencia y Jorge hace confesiones personales a Edi.
Introducción
Preguntarles qué le responderían a un amigo que les dice que está de acuerdo con las
relaciones sexuales antes del matrimonio.
Exposición
A. Partir del valor del acto sexual como gesto de entrega total
Ya hablamos de la veracidad y la genitalidad. «Te quiero y me entrego a ti» dicho
desde la entrega sexual es algo muy serio. Incluso una buena intención se puede
convertir en una mentira más.
Aunque parezca lo contrario, la mayoría de los adolescentes que llegan a la relación
sexual manifiestan que antes de la cita o la relación, no era su intención hacerlo.
Se podría decir que muchos de ellos no lo pensaron... y he ahí el problema.
Podríamos resumir muchas de estas situaciones con el refrán popular: “el que
cede poco... cede poco a poco”. Se va pasando de escalón en escalón hacia una
situación que no es buscada conscientemente. A veces esos escalones son pequeños
e imperceptibles. Es una forma de dejarse «llevar».
La psicología de la mayoría de las relaciones sexuales en la adolescencia no es
directa. El adolescente rara vez toma la decisión de tener relaciones. Llega a ellas
a partir de una sesión de besos y caricias prolongadas.
Para tener una relación sexual el adolescente tiene barreras que derribar, como
son el miedo, los valores morales y la voz de la propia conciencia. Estas barreras
no pueden ser derribadas todas juntas. Pero día a día, si se va dejando avanzar un
poco más la actitud, siendo más atrevidos con una caricia, con la idea de que «es
sólo hasta aquí», esas barreras van cediendo poco a poco y terminan por caer.
El problema no pasa únicamente por llegar al acto sexual, sino también en que el
adolescente pierde convicción, a quien luego de la primera experiencia le cuesta
mucho volver a rearmarse moralmente y sustraerse de la búsqueda del placer por
el placer mismo. Como se verá más adelante, esto lo lleva a no ser dueño de la
propia sexualidad, sino prisionero de sus impulsos.
Por eso en este capítulo mostraremos a nuestros alumnos:
1. El contraste entre cómo son las relaciones sexuales entre adultos casados y
entre adolescentes.
2. Cómo suelen llegar los adolescentes a las relaciones sexuales (lo cual los tiene
que poner frente a la conciencia de la falta de libertad en cada acto de este
tipo).
3. Algunos consejos prácticos para evitar la cercanía de estas situaciones.
E. De la emoción-sentimiento a la emoción-shock
En el origen de nuestros actos intervienen tanto la razón como los estados emotivos,
dominando uno de ellos sobre el otro. Todo depende de la intensidad del estado emotivo o la
capacidad de la libertad para ordenar a toda la persona.
Muchos adolescentes saben que tienen que esperar hasta el matrimonio, pero lo hacen
ingenuamente, como si por arte de magia se estableciera el orden en toda la persona. Es un
trabajo y lo primero es saber de qué se trata.
Primer tiempo: Un día Esteban, chico bueno, invita a Isabel, su novia, también una chica
decente, a oír el último DVDque ha comprado. Los padres de Esteban están de viaje y van a
estar solos. Naturalmente les pasa por la cabeza que pudiera «ocurrir» algo; pero piensan no
fue más que una ocurrencia, porque en seguida se convencen de que ellos no van a hacer nada
en contra de sus valores y principios. En ellos están funcionando un estado emocional-
sentimiento. Se encuentran emocionalmente fríos.
Segundo tiempo: Suben al apartamento y allí la cercanía de los cuerpos, el amor que creen
tenerse, unas primeras caricias inocentes... poco a poco todo se hace más intenso, se
comienza a dar el contagio afectivo.
• Programar lo mejor posible las actividades juntos y procurar cumplir todo el horario
(administrar bien el tiempo juntos).
No dejar de dialogar: cuando se sientan avergonzados por algo que hicieron, la mejor
forma de evitar volver a hacerlo es hablarlo con valentía, poniéndose de acuerdo en
los medios para no volverlo a hacer; en caso de que las intenciones de la otra persona
no sean del todo honestas, el hacerlo hablar lo obliga a clarificarse.
• No darse besos demasiado prolongados que los puedan llevar a una excitación
claramente sexual. • No tocar al otro ni dejarse tocar en partes del cuerpo de mucho
placer (es importante que sea «no dejarse tocar ni una vez»).
• Hablar siempre con algún adulto (de preferencia con el papá del mismo sexo), sobre
todo cuando alguna acción propia o de la pareja provoque dudas o inquietudes.
• Saber siempre que amar y amarnos significa respetar la importancia del propio
cuerpo y del cuerpo de la otra persona como parte de una misión más alta e
importante en la vida.
Acoger Trabajo guiado
Propósito
Que los alumnos interioricen los conceptos desarrollados en clase al leer el texto y
responder sus preguntas.
Procedimiento