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Capítulo 30

Confidencias a la luz de la luna

Tema

Relación sexual adolescente.

Objetivo de aprendizaje

En el conocer Que el alumno comprenda las consecuencias de la relación sexual fuera y dentro
del matrimonio.

En el acoger Que el alumno rechace la posibilidad de tener relaciones sexuales durante la


adolescencia.

En el actuar Que el alumno se esfuerce por poner los medios necesarios para no tener
relaciones sexuales durante la adolescencia.

Resultado de aprendizaje

Expresando resoluciones concretas los alumnos muestran su disposición a comprometerse a


no tener relaciones sexuales en la adolescencia al comprender sus consecuencias fuera del
matrimonio.

Contexto del relato del libro del alumno

Jorge y Edi están acampando y leen partes del libro del tío Eustaquio. Abordan el tema de la
relación sexual durante la adolescencia y Jorge hace confesiones personales a Edi.

Introducción

Preguntarles qué le responderían a un amigo que les dice que está de acuerdo con las
relaciones sexuales antes del matrimonio.

Exposición

A. Partir del valor del acto sexual como gesto de entrega total
Ya hablamos de la veracidad y la genitalidad. «Te quiero y me entrego a ti» dicho
desde la entrega sexual es algo muy serio. Incluso una buena intención se puede
convertir en una mentira más.
Aunque parezca lo contrario, la mayoría de los adolescentes que llegan a la relación
sexual manifiestan que antes de la cita o la relación, no era su intención hacerlo.
Se podría decir que muchos de ellos no lo pensaron... y he ahí el problema.
Podríamos resumir muchas de estas situaciones con el refrán popular: “el que
cede poco... cede poco a poco”. Se va pasando de escalón en escalón hacia una
situación que no es buscada conscientemente. A veces esos escalones son pequeños
e imperceptibles. Es una forma de dejarse «llevar».
La psicología de la mayoría de las relaciones sexuales en la adolescencia no es
directa. El adolescente rara vez toma la decisión de tener relaciones. Llega a ellas
a partir de una sesión de besos y caricias prolongadas.
Para tener una relación sexual el adolescente tiene barreras que derribar, como
son el miedo, los valores morales y la voz de la propia conciencia. Estas barreras
no pueden ser derribadas todas juntas. Pero día a día, si se va dejando avanzar un
poco más la actitud, siendo más atrevidos con una caricia, con la idea de que «es
sólo hasta aquí», esas barreras van cediendo poco a poco y terminan por caer.
El problema no pasa únicamente por llegar al acto sexual, sino también en que el
adolescente pierde convicción, a quien luego de la primera experiencia le cuesta
mucho volver a rearmarse moralmente y sustraerse de la búsqueda del placer por
el placer mismo. Como se verá más adelante, esto lo lleva a no ser dueño de la
propia sexualidad, sino prisionero de sus impulsos.
Por eso en este capítulo mostraremos a nuestros alumnos:
1. El contraste entre cómo son las relaciones sexuales entre adultos casados y
entre adolescentes.
2. Cómo suelen llegar los adolescentes a las relaciones sexuales (lo cual los tiene
que poner frente a la conciencia de la falta de libertad en cada acto de este
tipo).
3. Algunos consejos prácticos para evitar la cercanía de estas situaciones.

B. Cómo son las relaciones sexuales dentro del matrimonio


Es cierto que varón y mujer están llamados a unirse, complementarse e integrar
sus vidas masculina-femenina.
* esto pasa cuando él ha crecido suficientemente como varón y experiencia la
seguridad de su masculinidad; y ELLA también se siente sexualmente femenina,
ubicada y madura.
–ÉL integra en su virilidad adulta, fruto de la madurez, toda la riqueza de la
feminidad que ELLA le ofrece.
–ELLA, a su vez, asimila en su feminidad crecida y madura, todos los valores de la
virilidad que Él le da.
En este caso hay menos posibilidad de engaño pues los dos van con actitudes
abiertas, sinceras y maduras.
C. Cómo son las relaciones sexuales en la adolescencia
* En cambio, cuando todavía se encuentran inseguros y no han madurado, esta
relación anticipada les hace mucho daño en el proceso de su maduración afectiva
psico-sexual.
–ÉL, todavía no consolidado en su masculinidad, siente gran atracción por ella. Pero
como no está maduro, ella lo desintegra. Este impacto es tal que no le resiste, no
alcanza a soportarlo en su inmadura virilidad. Entonces ella no lo integra sino
que lo desintegra. Está a merced de su inseguridad, no es dueño de sí y puede ser
engañado por sí mismo o por ella ya que no tiene la capacidad de tomar la decisión
con claridad actuando entonces no por lo que “quiere” sino por lo que siente.
–Ella todavía no totalmente desarrollada como mujer e insegura, experimenta una
fuerte atracción por él, que no resiste la impresión psicosexual, y no alcanza a
interiorizarlo conscientemente, no llega a asimilarlo personalmente. Entonces se
siente como acaparada psicológicamente. Es vulnerable tanto a sus vaivenes propios
como a la inmadurez (y hasta falta de escrúpulos en algunos casos) de él.

D. Contagio emocional Con la expresión contagio emocional (tomada de las


enfermedades infecciosas) se entiende la resonancia que nuestros estados emocionales tienen
en aquellos que nos rodean y los de ellos sobre nosotros.
–Mis sensaciones pueden estimular a otros, provocándoles mis estados afectivos. Por
ejemplo, cuando mi estado de ánimo es alegre y radiante, contagio al grupo con estas
emociones. –Mis emociones se refuerzan al contacto con personas que las comparten. Por
ejemplo, si estoy triste y la gente me dice que lo siente, eso aumenta mi tristeza. –Lo que
hagamos en común puede generar un nuevo estado afectivo. Por ejemplo, si vamos a una
fiesta, aunque me sienta triste, el clima me contagiará poco a poco la alegría de los demás. Sin
disminuir la importancia del nivel espiritual, debemos insistir en la incidencia fundamental que
tienen los fenómenos afectivos en el comportamiento humano, particularmente en el sector
psico-sexual, donde los sentimientos, emociones y pasiones parecen estar en terreno propio.
Sabemos que en los estados emocionales, el estímulo y la reacción se interrelacionan. Hay
determinados gestos que estimulan en nosotros emociones llamadas «eróticas» que se
relacionan con las funciones reproductivas y placenteras del cuerpo. En principio estas
emociones eróticas son lo más externo de la emoción amor. Sin embargo, se pueden dar por
separado sin conducir al amor, pero imitando sus síntomas. De este modo una serie de gestos
pueden contagiar en una persona que no tiene intención de hacer algo una presunta
«necesidad». Al inicio de la cita no hay intención de tener relaciones sexuales porque se
entiende que todavía no hay amor para ello, pero con el exceso de algunos gestos se llega a
una emoción que viene de afuera hacia adentro y no genera amor. De este modo se pasa de la
emociónsentimiento a la emoción-shock e incluso a la «acción» sin que hubiera intención
previa de hacerlo. Veamos.

E. De la emoción-sentimiento a la emoción-shock

En el origen de nuestros actos intervienen tanto la razón como los estados emotivos,
dominando uno de ellos sobre el otro. Todo depende de la intensidad del estado emotivo o la
capacidad de la libertad para ordenar a toda la persona.

–En relación a la sexualidad, cuando el pensamiento es claro y preciso, no se presentan


mayores dificultades, porque los miembros de la pareja cuentan con la capacidad de controlar
sus sensaciones. La persona es todavía capaz de juzgar objetivamente sus acciones, valorar sus
consecuencias y dominar sus impulsos (a esto podríamos llamar estado «frío»).

–Pero si la sensación sube de tono y se agudiza llega a la emoción-shock, pasando al estado


«caliente», por ejemplo en el contagio afectivo a través de caricias y besos muy apasionados.
Ya no gobierna la libertad sino las reacciones más ciegas del nivel psicológico.

Muchos adolescentes saben que tienen que esperar hasta el matrimonio, pero lo hacen
ingenuamente, como si por arte de magia se estableciera el orden en toda la persona. Es un
trabajo y lo primero es saber de qué se trata.

A modo de ejemplo va esta escena en dos tiempos.

Primer tiempo: Un día Esteban, chico bueno, invita a Isabel, su novia, también una chica
decente, a oír el último DVDque ha comprado. Los padres de Esteban están de viaje y van a
estar solos. Naturalmente les pasa por la cabeza que pudiera «ocurrir» algo; pero piensan no
fue más que una ocurrencia, porque en seguida se convencen de que ellos no van a hacer nada
en contra de sus valores y principios. En ellos están funcionando un estado emocional-
sentimiento. Se encuentran emocionalmente fríos.
Segundo tiempo: Suben al apartamento y allí la cercanía de los cuerpos, el amor que creen
tenerse, unas primeras caricias inocentes... poco a poco todo se hace más intenso, se
comienza a dar el contagio afectivo.

Resultado: Terminan haciendo lo que no pensaban. Sencillamente pasaron de un


estado emocional frío al estado de emoción-shock un contagio afectivo de gestos.
Dejaron de pensar con claridad, los principios se oscurecieron y las consecuencias no
se tomaron en cuenta o se vieron como muy lejanas. Cuando la pasión se calma y se
vuelve al estado emoción-sentimiento se «sorprenden» de lo que hicieron y no pueden
creerlo. ¿Cómo pudimos hacer esto? El amor fue el gran ausente: no hubo decisión
libre ni voluntaria. Esta forma de incursionar en la sexualidad pre-genital produce un
momento de placer pero no nos hace mejores ni más felices. Son muchas las dudas
que quedan y más los problemas que resolver en la propia cabeza. ¿Qué significó ese
momento? ¿Qué significo yo ahora para esta persona? ¿Y ella para mí?... Y muchas
más.

F. Algunos consejos prácticos:

Insistir en que los adolescentes tomen la decisión positiva de no tener o mantener


relaciones sexuales. Es importante que ellos entiendan por sí mismos por qué no es
bueno apurar las cosas para su edad.

El educador debe dialogar con los jóvenes-adolescentes de ambos sexos sobre la


realidad. Por desconocerla, muchos, con toda buena voluntad y firme decisión, caen en
situaciones que nunca pensaron ni quisieron.

Que pongan los medios para llevarla a cabo:

• No quedarse solos demasiado tiempo.

• Programar lo mejor posible las actividades juntos y procurar cumplir todo el horario
(administrar bien el tiempo juntos).

No dejar de dialogar: cuando se sientan avergonzados por algo que hicieron, la mejor
forma de evitar volver a hacerlo es hablarlo con valentía, poniéndose de acuerdo en
los medios para no volverlo a hacer; en caso de que las intenciones de la otra persona
no sean del todo honestas, el hacerlo hablar lo obliga a clarificarse.

• No darse besos demasiado prolongados que los puedan llevar a una excitación
claramente sexual. • No tocar al otro ni dejarse tocar en partes del cuerpo de mucho
placer (es importante que sea «no dejarse tocar ni una vez»).

• Hablar siempre con algún adulto (de preferencia con el papá del mismo sexo), sobre
todo cuando alguna acción propia o de la pareja provoque dudas o inquietudes.

• No exponerse a pornografía y no consentir pensamientos sensuales (ambas cosas


predisponen a que un poco de cariño «sano» derive casi de inmediato en una situación
erotizada).

• Saber siempre que amar y amarnos significa respetar la importancia del propio
cuerpo y del cuerpo de la otra persona como parte de una misión más alta e
importante en la vida.
Acoger Trabajo guiado

Propósito

Que los alumnos interioricen los conceptos desarrollados en clase al leer el texto y
responder sus preguntas.

Procedimiento

1. Pedir que ubiquen la ficha 30 en los Materiales para el Alumno.

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