Está en la página 1de 1

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA – 2º DE BACHILLERATO

CONTEXTO HISTÓRICO DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA

El marco histórico agustiniano está determinado por el cristianismo y el fin del


Imperio Romano. El cristianismo, durante los tres primeros siglos de nuestra era,
adquiere un gran desarrollo, especialmente en las provincias orientales del
Imperio. Con el emperador Teodosio, en el siglo IV d. C. pasa a convertirse en la
religión oficial del Imperio Romano. A su muerte, éste queda dividido entre sus
dos hijos. Mientras que el Imperio Romano de Oriente sobrevive mil años más,
el de Occidente sucumbe a causa de las invasiones bárbaras que llegan del norte.
Los visigodos saquean Roma en 410. Agustín de Hipona saluda este hecho como
símbolo del final de la ciudad corrupta y proclama la gloria de la “Ciudad de Dios”.
Treinta años más tarde, los vándalos saquean la ciudad de Hipona, donde se
encuentra Agustín, que muere durante el asedio. Estos acontecimientos marcan
la caída del Imperio Romano de Occidente y el comienzo de la Edad Media.

Cuando en 313 el emperador Constantino acepta el cristianismo, la nueva fe se


va a manifestar con esplendor. Se levantan basílicas que toman como modelo las
basílicas civiles romanas y oratorios dedicados a los santos. Con el abandono de
la incineración por parte del cristianismo, la escultura que aparece en los
sarcófagos mantiene el estilo escultórico romano. Por influencia de Bizancio, la
pintura abandona el procedimiento del fresco para acogerse al mosaico, tomando
sus escenas del Antiguo y Nuevo Testamento.

Los principales movimientos filosóficos no cristianos en esta época son el


estoicismo, para el cual la felicidad se ha de encontrar en el interior del hombre,
el gnosticismo, fenómeno filosófico y religioso que defiende el poder salvador del
conocimiento no sólo racional, sino místico, y el neoplatonismo fundado por
Plotino, cuya obra Enéadas tendrá gran importancia en la conversión intelectual
de San Agustín, al concebir el mal como privación y no como realidad positiva,
permitiendo de este modo su alejamiento del maniqueísmo.

Respecto a la filosofía cristiana, la Patrística griega durante los siglos III y IV crea
conceptos filosóficos cristianos a partir de los griegos, sobre todo los relacionados
con el neoplatonismo, con figuras como Basilio el Grande o Gregorio Nacianceno.
La patrística latina se dedica no tanto a la especulación metafísica sino a la
formación de los cristianos, lo cual crea una doctrina teológica coherente que
necesita de la filosofía, en cuanto que la considera capaz de favorecer una
comprensión del mensaje de la fe. Son representantes de esta corriente autores
como San Ambrosio, arzobispo de Milán, San Jerónimo, que traduce la Biblia al
latín, San Gregorio, que fue Papa, o el propio San Agustín, artífice de la cultura
medieval en el Occidente cristiano.

También podría gustarte