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La dualidad del destino en El gaucho Martín Fierro

Wendy J. Castro

El gaucho Martín Fierro de José Hernández fue publicado en 1872. Se encuentra en la

cúspide de la gauchesca. Para Argentina, es un tesoro nacional. El poema se divide en trece

cantos, de estrofas de seis y cuatro versos. Hay también tres narradores, donde predomina

la voz poética en primera persona del gaucho Martín Fierro. Después está el gaucho Cruz,

que aparece a partir del canto diez, quien, así como Fierro, cuenta su historia repleta de

desgracias y aventuras. El tercer narrador toma el mando al final del último canto, tras la

despedida del payador, Martín Fierro.

Martín Fierro cuenta que huyó como las palomas lo hacen de los gavilanes. El gavilán es

el personaje colectivo del indio y las palomas son los gauchos escapando despavoridos de

la matanza. Habría que analizar el significado del vuelo, ya que los gauchos eran conocidos

por su vida nómada, regidos por sí mismos, una cualidad que se desarrolló por la

marginalidad del individuo. Ellos volaban a su suerte, en cambio, el vuelo se trunca con el

trabajo de perseguidores que les dan los comandantes o hacendados, aquí ellos no huyen

para forjar su suerte, sino al mismo nido mal pagado y vil que los limita.

El segundo dúo que utiliza Fierro es el del galgo y la liebre. Sin embargo, aquí se acepta

la inversión de poder. En un momento el gaucho puede ser el que persigue al destino, en

otros, la vida lo vuelve el objeto de persecución. Con las manos atadas, es una víctima más

del mal sistema de mandatarios y políticos que se aprovechan de sus habilidades sin

ninguna verdadera retribución, tan solo falsas promesas.

Finalmente, está la transición de zorro a chorlito cantada por Cruz. La similitud entre

estos dos personajes luchando contra la corriente que busca arrastrarlos a una lucha que no

era la suya, actúa como un posible definidor de conciencia colectiva entre la comunidad de
gauchos. Entendiéndose que la mayoría estaban en contra de ser usados como peones. El

gaucho se identifica como el zorro, que es un animal astuto, pero que, si no tiene cuidado,

puede pasar a ser como el ave, conocida por ser torpe y distraída. El gaucho tendría

entonces poca cabeza, lo que lo volvería una presa fácil.

A través de la voz de los personajes principales, Fierro y Cruz, es que se puede

interpretar una dimensión dual en el comportamiento del gaucho, siendo la del cazador y la

presa. Las metáforas y símiles constantes con la pareja de animales que representan dicho

fenómeno refuerzan la idea; el modo de vida del gaucho de principios del siglo XVIII,

durante el periodo independentista, con las guerras civiles y luchas contra indios, pendía de

los tiempos. Y los tiempos son el yugo bajo el cual fuera sometido o, si decidía romper las

cadenas y rebelarse.

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