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Artículo:
Bellini hace un recorrido por las novelas que plantean la misma temática para
mostrar cómo la novela de Asturias es la más integral y cómo las restantes obras la
toman como fuente e inspiración.
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Para el crítico está bien recreada la figura lóbrega del tirano, Santos
Banderas, que domina todo el libro. Desde el marco de una ventana está
vigilando el mundo que maneja a su voluntad.
El dictador está caracterizado como sombrío, de aspecto cadavérico, como la
muerte sembrando muertos y también el autor lo acerca a la imagen de un
pajarraco. Sin embargo, no todos los aspectos que se construyen en torno a él
son negativos, ejemplo: el acto de valor en el final donde tras matar a su hija
se mata.
Aparece en la novela el séquito de la dictadura de manera anónima que
permiten que el tirano prospere.
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Las novelas hispanoamericanas de la dictadura presentan al mandatario
rodeado de soledad.
Para García Márquez el poder es algo que destruye al mismo que lo ejerce, lo
aísla y como mostró Asturias, lo transforma en algo aberrante.
En esta novela Aureliano Buendía, el mandatario cruel, también aparece rodeado de
soledad. Se aísla haciendo un círculo que no le permite a nadie acercarse a más de tres
metros. Esto lleva a la pérdida de contacto con el hombre y a su destrucción interior.
La trama presenta el secuestro del general Jonás Pitecántropo, del cual depende
el dictador el Oseo o Esqueleto- disfrazado-de-hombre, por el capitán guerrillero
Fúlgido Estrella y su ayudante Eneas Roturante. Para el rescate se pide liberar a los
presos políticos, una libra de los huesos del dictador y trescientos entierros de primera
elegidos por los revolucionarios. Los funcionarios quieren pactar, se venden entre ellos
y el pueblo escucha las negociaciones por la radio de la guerrilla. La gente, entonces, los
condena. Aguilera Malta plantea: la condena del pueblo es más importante que la
muerte.
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Por otro lado también aparecen dos historias de amor de los protagonistas
guerrilleros. Una prospera, pero una de las muchachas es raptada por el cura Polígamo.
Ésta al final muere dando a luz a un diablo.
El autor es uno de los iniciadores del realismo mágico. La originalidad del texto
reside en que la magia linda con el mundo aberrante y deforme que plantea la dictadura.
Como Asturias, el autor elimina toda referencia concreta al tiempo y al espacio y
sitúa la acción en un país inventado, Babelandia. Evita la referencia concreta a personas,
como se vio, utilizando nombres-símbolo.
El dictador oficial es un ser-sin-ser, una especie de autómata comandado por el
general, una sarta de huesos que continuamente se descomponen, sin otra dimensión que
la vejez y la consecuente fragilidad física.
Otras de las características de la obra:
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directa a Descartes cuando Carpentier presenta al dictador obligado a enfrentarse con el
levantamiento del general Hoffman y se decide a eliminarlo: "No había más remedio.
Era la regla del juego. Recurso del método". También cuando oye de su amigo "el
Ilustre Académico" la justificación cartesiana de su conducta o proceder político: "[...],
bien lo había dicho Descartes: Los soberanos tienen el derecho de modificar en algo las
costumbres".
La obra se estructura en siete capítulos, numerados en párrafos del 1 al 21 y un
epílogo, parte 22, con fecha de 1972.
Hay vagas referencias a la figura del dictador durante todo el texto pero en la
parte final aparece la mención del estudiante a Gerardo Machado. El personaje pasa
largas temporadas en París y añora el "allá" americano con lo que Carpentier plantea la
nostalgia del exiliado como tema. En sus últimos días está sumido en un intermitente
monólogo interior y transcurre sus últimos momentos vitales en una progresiva y
conmovedora decadencia. Hasta que llega a un pensar insistente en la tumba, en la
muerte como antídoto contra el dolor en una frase final que finalmente encuentra en el
Pequeño Larousse, "Acta est fábula", pero que no llega a pronunciar. A partir de esto, se
plantea una dimensión en este aspecto algo más humana del dictador pero lo que para
Bellini es originalidad (como el tópico del exilio o la decadencia evidente del dictador)
también termina siendo el punto débil de la novela, lo que no llega a ponerla para el
crítico al mismo nivel que El señor Presidente.
La novela trata de la "Dictadura Perpetua" del Dr. Francia en Paraguay que tras
largos años de dominio muere en 1840 a partir de una enfermedad. Ya en "Hijo del
Hombre"(1959) nos había presentado el autor la figura del "supremo" que aquí retoma.
La obra se abre con un pasquín que remeda el estilo, la escritura y la firma de los
decretos del "Dictador Supremo", impartiendo disposiciones falsas acerca de su propia
muerte y la de su séquito.
La estructuración también es original, la escritura aparece en capítulos solamente
separados por espacios en blanco y se funda en:
a) El intermitente dictado del Supremo a su Secretario Patiño. En el recuerdo
asistimos a su aterrador proceder.
b) La figura de un narrador que se muestra cual autor y se declara "Compilador".
Toma fuentes orales, legajos, correspondencias, testimonios ocultos. Todo
pertenece a la "Nota final del Computador", el narrador quiere despistar al lector
e informa que "al revés de los textos usuales éste ha sido leído primero y escrito
después".
c) Una larga "Circular Perpetua" que cruza todo el libro, mezclada con un "libro
secreto", de notas puestas por mano adversaria.
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d) En las últimas páginas de la novela quizás habla el dictador desde su muerte y su
Secretario continúa escribiendo.