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¿Es conveniente estimular a mi bebé siendo tan pequeño? ¿Cuáles son los
beneficios de la estimulación temprana? ¿Mi bebé está preparado para la
estimulación? ¿A partir de qué mes puedo comenzar a estimularlo?
Éstas son algunas de las miles de preguntas que se nos vienen a la mente cuando
tenemos a nuestro bebé en brazos y muchas veces escuchamos respuestas
distintas y confusas que lo que hacen es preocuparnos más. Sin embargo, existen
recomendaciones muy puntuales y explicaciones concisas que compartiremos
contigo en este artículo. ¡Toma nota!
Como nuestro hijo está tan pequeño e indefenso, necesita desarrollar su cerebro y
futuras cualidades a través del contacto con sus padres. Si recibe una buena
cantidad de estímulos desde su nacimiento, su cerebro podrá ir adquiriendo
cualidades que le permitan crecer y madurar.
Es por esto que el primer año de vida del bebé viene siendo uno de los más
importantes y debemos prestar una especial atención en ello.
Seguramente has escuchado la frase que cita que el cerebro de un niño es como el
de una esponja y, efectivamente, es así. Cuando un bebé nace, tiene millones de
cualidades que pueden ser estimuladas por nosotros durante su proceso de
maduración, ya que ellas son más receptivas y permiten, con mayor facilidad, el
aprendizaje temprano de nuestros hijos.
Aunque los recién nacidos no sean capaces de expresar que necesitan de ciertos
cuidados, nuestro propio instinto de padres nos indica que debemos cuidarlos,
alimentarlos y protegerlos de todo peligro.
Es por esto que se conoce que los tres primeros meses de vida son
importantísimos para el desarrollo del bebé. Es en esta etapa donde necesita no
solo de cuidados, sino también de la orientación correcta que le permita entender
el nuevo entorno que se le presenta fuera del vientre de mamá. Ella será, desde
luego, su mayor apoyo.