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EL DESEMPLEO Y SUBEMPLEO EN BOLIVIA

EMPLEO.- La vigencia de una economía de libre mercado muestra la existencia en Bolivia de una
población económicamente activa de 3 millones de personas, de las cuales el 38% encuentra una
ubicación eventual en el subempleo y el 3,6% está sin trabajo.

De esta masa laboral, sólo 290000 trabajadores son asalariados, de los cuales 172000,
corresponden al sector estatal y 118000 a la empresa privada, en tanto que el resto labora por su
cuenta, incluyendo los campesinos.

El 41% de la “Población económicamente activa” está insatisfecha con su Trabajo o

en busca de uno alternativo. La mayoría de ellos están comprendidos entre obreros, empleados y
trabajadores por cuenta propia. La razón principal es que “ganan poco”

POBLACION EN EDAD DE NO TRABAJAR 2283974 Hab.


POBLACION EN EDAD DE TRABAJAR 6263117
OCUPADOS 3832508
DESOCUPADOS 224403
CESANTES 179311
ASPIRANTES 45095
INE 2002

SEGÚN EL INE 75% TIENE EDAD PARA TRABAJAR

Tres cuartas partes de la población boliviana conforman la oferta potencial o población en edad de
trabajar, según datos de condición de actividad en Bolivia del INE.

LA POBREZA Y EL DESEMPLEO SE MANTIENEN CASI INVARIABLES

El informe señala que la tasa de desempleo abierto en las ciudades, con los datos que se tiene en
el INE, es de 7,9 (2011). Según el criterio oficial, en el pasado, se usaba la política de empleo como
una acción o política de emergencia, como una política de alivio. Ahora ese concepto se modifico
por el desarrollo productivo. Sin embargo el alivio continua:

En el 2006 el PLANE y el PROPAIS crearon 34000 empleos temporales con un salario mínimo
nacional. Corresponden 7000 aproximadamente al PLANE Y 27000 Al PROPAIS. Para la
implementación de estos programas se destinaron un total de 8,37 millones de dólares.

Se aclara que lo que debe generar empleo en el país es la inversión privada, ya que la inversión
pública es definida, como no generadores intensiva de empleos ya que 50m% se destina a
infraestructura.

DESEMPLEO Y SUBEMPLEO

El desempleo en Bolivia alcanzó el 11,8 por ciento en julio de 2020, dato que se ubicó
7,9 por ciento por encima de las estimaciones, según los resultados de la Encuesta
Continua de Empleo, publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE)
de Bolivia.28 ago. 2020

Bolivia alcanzó una tasa de desempleo del 11,8 por ciento en julio, que el Instituto
Nacional de Estadística del país atribuyó este jueves a la cuarentena por la COVID-19.
El director general ejecutivo de esta entidad, Yuri Miranda, detalló en rueda de prensa en
La Paz que "sin los efectos de la pandemia, la tasa de desocupación hubiese sido de 3,9
por ciento, pero como resultado de la cuarentena, se presenta un incremento de 7,9 por
ciento, lo que genera en total del 11,8".
Ese porcentaje representa que unos 434.000 trabajadores quedaron desempleados, de
ellos cerca de 289.000 "afectados directamente por la pandemia", subrayó el responsable
de la entidad.
El total de trabajadores sin empleo en el país alcanza unos 2.178.000, de los que cerca
de 409.000 corresponden a la caída de la economía por la pandemia, de acuerdo con el
instituto estadístico.
Estas estadísticas muestran que en Bolivia, con cerca de 11,6 millones de habitantes, la
población en edad de trabajar es de unos 5,8 millones y de alrededor de 3,6 millones la
que está activa.
El país, que cerró el año pasado con una tasa de paro del 5,8 por ciento, se encuentra
desde marzo en emergencia ante la COVID-19, con 4.726 fallecidos y 112.094 casos
confirmados, con una cuarentena que desde entonces se ha ido flexibilizando por fases
en un intento de recuperar la economía.
El Banco Central de Bolivia prevé que la economía del país caiga este año un 6,2 por
ciento, después de que ya en el primer trimestre del año experimentara su menor
crecimiento en casi dos décadas, de solo el 0,6 por ciento.
Cada año según el INE 130 mil personas son aquellas que ingresan por primera vez, algunos inactivos que
estaban desalentados por no encontrar trabajo.

tuvo la capacidad de absorber 4.2 millones


Para la gestión 2005 se estima que el mercado laboral
de personas, para la gestión 2006, se estima que existían 4,4 millones de personas
ocupadas.

Por lo tanto de acuerdo a esta estimación, se habrían generado 200000 empleos entre el
2005 y el 2006, estos empleos son generados por el sector privado.

Se indica que el 90% del empleo lo genera el sector privado. Y se añade que el 60% del
sector productivo en general del sector económico es informal.

El sector informal es el que surge cuando no se genera las condiciones de empleo


suficientes y cuando este no logra generar actividades surge la búsqueda de fuentes de
trabajo fuera del país.

Se ha estimado, que la migración de bolivianos al exterior llego a 5000 personas por día,
pero es relativo en el sentido de que este dato no discrimina viajes turísticos o por
empleo.

LA EVENTUALIDAD CRECE CADA DIA

Una de las demandas más añejas de los trabajadores es la estabilidad laboral: sin embargo
esa reivindicación está perdiendo presión debido al aumento de la crisis económica que
ha cerrado fábricas, comercios.

Cada vez más la gente trabaja por menos tiempo. La estabilidad de la relación laboral
muestra un deterioro en la década del 90, dice CEDLA.

Por ejemplo, en el año 1989, el 70.9% de los asalariados urbanos tenía un empleo de
carácter permanente frente al 20.1% de asalariados eventuales; para 1995 esa relación se
modificó aumentando el número de asalariados eventuales a 25% en el país.

En base a la población económicamente activa (PEA) en el área urbana, el número de


asalariados con empleos eventuales casi se duplicó de 76686 a 140053 personas entre
fines del 80 y del 90.

Además CEDLA indica que el empleo asalariado se ha reducido de manera significativa.

El promedio más alto logrado en la década del 70 fue del 63% de los trabajadores: en 1989
el 53,4% de la población ocupada era asalariada y para el 2000, sólo el 48,3% de la PEA en
las ciudades tenía dependencia.
La débil capacidad del sector empresarial frente al mercado laboral, tiene como
contrapartida la inserción ocupacional mayoritaria de la fuerza de trabajo en los sectores
tecnológicamente más atrasados de la economía, comúnmente englobados bajo el
término de “sector informal”

EMPLEO E INGRESOS.

LA APLICACIÓN DEL MODELO NEOLIBERAL Y SU EFECTO EN EL EMPLEO Y LOS INGRESOS

Esta concepción global, que traslada al mercado la resolución de los problemas laborales, hace de
la liberalización del mercado de trabajo el principal instrumento tanto para contrarrestar los
efectos de la contracción de la demanda agregada sobre el ritmo de la actividad económica, como
para instaurar un escenario de relaciones contractuales favorable a la reestructuración productiva,
mediante el establecimiento de regímenes de libre contratación y negociación de los salarios tanto
en el sector público como privado. Estas orientaciones de la política, cuya esencia no se modifica
desde su formulación inicial en agosto de 1985, hacen del empleo y los salarios los instrumentos
básicos para a) la reducción del déficit fiscal, en el corto plazo; b) el control de la inflación; y c) el
abaratamiento de los costos laborales . En consecuencia, si se considera a este tipo de normas e
instrumentos como parte de un conjunto más amplio de medidas de política orientadas a
promover reformas estructurales en la economía, el funcionamiento del mercado laboral en el
contexto del PAE debe ser evaluado a la luz de los resultados alcanzados por la aplicación de las
mismas, en la dinámica de la actividad económica y en los procesos de reestructuración
productiva. En este orden, el comportamiento de la actividad económica urbana durante la fase
que corresponde al período de análisis (1985-1991) puede ser considerado, en términos globales,
como predominantemente recesivo con una tendencia a la recuperación en los años finales(1990-
1991). Tanto el ritmo de las inversiones como su volumen y composición dan lugar a un lento
crecimiento del producto inicialmente basado en la recuperación de las actividades terciarias y de
corte especulativo (comercio, servicios y actividades financieras), fase que se extiende hasta 1989,
cuando la economía ingresa a una etapa más dinámica, sustentada, en mayor grado, en el uso
relativamente más eficiente de las inversiones y el crecimiento del producto en actividades de
transformación.

entre 1985 y 1989, el ritmo de generación de empleos aumenta en un 7.3% anual; sin embargo,
esta importante expansión adquiere menos relevancia si se considera, por una parte, su
significación en cifras absolutas y su composición sectorial; por otra, el crecimiento de la oferta
laboral disponible, que en este mismo período es de 9% anual (ver Cuadro II.13). En efecto,
mientras la fuerza laboral aumenta anualmente en 60.000 personas, la economía genera empleos
a un ritmo de 43.000 puestos de trabajo, de los cuales apenas un 25% son empleos asalariados, en
su mayoría generados por el sector empresarial privado aunque en rubros no directamente
vinculados con la producción. La fracción restante es el resultado del esfuerzo individual de la
población por procurarse un ingreso mediante el ejercicio de una ocupación por cuenta propia o
en calidad de familiares no remunerados; así, entre 1985 y 1989, el universo laboral compuesto
por este tipo de trabajadores se incrementa en promedio en 30.000 personas por año.

La intencionalidad del PAE con referencia a los ingresos laborales La intencionalidad del PAE en
materia de ingresos laborales se puede sintetizar en tres objetivos: primero, hacer que las metas
de la política salarial sean compatibles con el mantenimiento de la estabilidad de precios y
contribuyan, de esa manera, a la generación de las condiciones necesarias para el crecimiento
económico; segundo, instituir un sistema orientado a la racionalización de las remuneraciones en
el que las unidades económicas puedan determinar sus costos de mano de obra de acuerdo al
comportamiento de las fuerzas del mercado; y tercero, contribuir a la continuidad y mejora de las
condiciones necesarias para el fácil desempeño de la inversión privada, dado que ella genera
crecimiento y éste, a su vez, permite el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestra
población. La intencionalidad del PAE en materia de ingresos laborales implica además que, en
general, el proceso de formación y determinación de las remuneraciones debe considerar
aspectos de corto, mediano y largo plazo. En efecto, de acuerdo a la nueva política económica, en
el corto plazo la formación de los ingresos laborales se relaciona al comportamiento del nivel
general de precios y, en el mediano y largo plazo, se vincula a las ganancias de productividad de las
empresas.

Nota metodológica A pesar de la aparente claridad del PAE en materia de objetivos y


determinantes de los ingresos laborales, ésta no es suficiente si se persigue analizar el
comportamiento de las remuneraciones a partir de 1985. Esto se debe a que el nivel de las
remuneraciones tiene relación con la heterogeneidad de las formas de organización del trabajo y
con los diferentes mecanismos que intervienen e interaccionan en su fijación. Por ejemplo, en el
análisis de los determinantes de los ingresos laborales del sector empresarial hay que considerar la
influencia que sobre éstos ejerce el exceso de oferta de mano de obra, la flexibilización del
mercado de trabajo, los incrementos de las remuneraciones en el sector público, y la menor o
mayor productividad de la fuerza de trabajo. Por otra parte, en lo que hace al sector público, hay
que considerar la importancia que sobre la fijación de sueldos y salarios tienen los reajustes
periódicos basados en la tasa de inflación esperada, las modificaciones del salario mínimo
nacional, y los cambios en las escalas remunerativas. Por último, los ingresos laborales de los
sectores semiempresarial y familiar deben ser relacionados con aspectos tales como la influencia
que sobre éstos tienen: las modificaciones de la masa salarial del sector formal, el excedente de la
oferta de la fuerza de trabajo, la menor o mayor dotación de capital, el tipo de inserción mercantil,
y el conjunto de estrategias que las unidades económicas ponen en práctica para contrarrestar la
baja productividad del trabajo. Adicionalmente, hay que interrelacionar los determinantes que
inciden en la formación de las remuneraciones a nivel sectorial, obteniéndose, de ese modo, una
visión de conjunto que resulta más compleja que la realizada suponiendo que el mercado de
trabajo no está segmentado. Para el análisis del comportamiento de los ingresos laborales,
suponiendo que el mercado de trabajo está segmentado, se han realizado las siguientes tareas:
Discusión de los principales determinantes que influyen en la formación y establecimiento del
nivel de los ingresos laborales sectoriales. Estudio de la evolución de las remuneraciones
sectoriales según rama de actividad, categoría ocupacional, duración de la jornada de trabajo y
antigüedad en el empleo. Análisis de las remuneraciones sectoriales por cortes de sexo, nivel de
instrucción y edad (cuando se registraron comportamientos relevantes). Estudio de las
remuneraciones sectoriales a partir de su relación con el valor de la Canasta Normativa
Alimentaria, y cuantificación de la dimensión de los déficits remunerativos. Adicionalmente, se ha
realizado un análisis comparativo del comportamiento global de los ingresos laborales a partir del
establecimiento de relaciones de orden entre las remuneraciones de diferentes grupos de la
población ocupada - análisis de ranking-, la identificación de los cambios en los niveles de
concentración de los ingresos, y la identificación de las transformaciones en la estructura del
presupuesto familiar según sus fuentes laborales.

POBLACIÓN OCUPADA POR ACTIVIDAD ECONOMICA EN CIUDADES C


(En Porcentaje)

2005 2006 2007 2008 2009 2010


Agropecuaria 2,8 2,3 2,0 1,9 2,0 1,9
Explotación de Minas y Extracción de Hidrocarburos 0,6 0,9 1,6 1,1 0,9 0,8
Industria Manufacturera 17,3 15,6 16,4 17,0 15,3 17,1
Electricidad, Gas y Agua 0,6 0,3 0,2 0,4 0,4 0,3
Construcción 8,7 7,7 9,3 8,8 8,6 8,6
Comercio, Restaurant y Hoteles 32,2 31,2 27,7 31,0 34,6 34,1
Transporte y Comunicaciones 10,0 8,9 9,1 11,4 10,0 9,9
Actividades Financieras y Empresariales 6,0 8,3 6,9 6,1 6,3 6,4
Administración Pública, Servicios Sociales y
Comunales 21,8 24,7 26,8 22,4 21,9 20,8
No sabe/no responde - - - - 0,0 0,1
Nota: Los datos provenientes de la Encuesta de Hogares que corresponden al año 2004, no son estadísticamente significativos por lo tanto no se in

(1): Incluye las Ciudades Capitales de Departamento y El Alto. En la Ciudad de Cochabamba se excluye los ejes de Sacaba y Quillacollo. De 1989 a

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