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Fundación Universitaria San Alfonso

Teología de la Reconciliación y Unción


Docente: Heyner Duwán Hernández Díaz
Estudiante: Yeison Hemel Guerrero Plata
Fecha: 06 de noviembre de 2023

LA RECONCILIACIÓN: MÁS ALLÁ DE LA HERIDA Y DEL PERDÓN


OLGA BELMONTE GARCÍA*
Olga Belmonte García es una destacada filósofa con un Doctorado Europeo en Filosofía
obtenido en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Desde 2010, desempeña el rol de
profesora en esta institución. Su experiencia docente incluye colaboraciones en diversas
instituciones educativas y actualmente imparte materias como Ética y Teodicea II, además de
estar involucrada en proyectos de investigación centrados en la solidaridad y la condición
humana en la filosofía contemporánea
Luego de hacer lectura del artículo, se extrae la siguiente información: inicialmente la autora
Olga Belmonte aborda el tema de la reconciliación, explorando las condiciones que la hacen
posible y las situaciones en las que es imposible, cuestionando si la reconciliación es factible en
un mundo donde existe el mal. Examina cómo reconciliar el bien y el mal en el pasado y el
presente, evitando la relativización del mal y la absolutización de este. Otro punto de suma
importancia es reconocer a quienes sufren el mal. En un contexto de nuevas violencias y
conflictos, plantea la urgencia de abordar estas cuestiones y reflexionar sobre la reconciliación
en medio de la catástrofe, reconociendo que no implica un regreso a la situación inicial, sino
encontrar sentido en una vida herida por el dolor y el mal.
Seguidamente ella enuncia “una aproximación filosófica al fenómeno de la reconciliación”1 En
este análisis filosófico, la autora reflexiona sobre la posibilidad de reconciliación en un mundo
marcado por las atrocidades del siglo XX. Destaca que a pesar de la barbarie, persiste en cada
individuo una capacidad de resistencia moral que permite decir "no" al mal. Examina la
naturaleza de la reconciliación, señalando que involucra elementos de temporalidad, alteridad,
sufrimiento, y la apertura al bien y la paz, lo cual representa una forma de resistir a la barbarie.
La autora también aboga por escuchar los relatos de las víctimas, verdugos y testigos de las
catástrofes para comprender las condiciones que permitieron dichos horrores. Se plantea la
cuestión de cómo la filosofía puede contribuir a evitar la inhumanidad y elaborar un
pensamiento que combata la lógica de la barbarie. Reconoce la importancia de dialogar con
otras disciplinas relacionadas con lo humano en este proceso. En última instancia, destaca que
la responsabilidad moral comienza con la capacidad de reconocer y responder al sufrimiento
del prójimo, lo que lleva al camino de la reconciliación a través de la alianza con el bien y la
resistencia al mal.
Otro punto importante es el tema racionado con “la herida”2 en este texto, ella explora la
noción de reconciliación en el contexto de situaciones marcadas por la violencia y las
atrocidades del pasado, reflexionando sobre la herida que persiste en la sociedad. Destaca la
importancia de las emociones, como las lágrimas, en la expresión de verdades sobre nosotros
1
Ibíd., p.238-241
2
Ibíd., p.241-248
mismos que a menudo son inaccesibles para el pensamiento racional. Señala que la
reconciliación representa una respuesta presente a un daño pasado, una herida que sigue abierta
en cierto sentido.
Además, examina la responsabilidad colectiva en situaciones de violencia y la tentación de la
inhumanidad, argumentando que tanto los perpetradores directos como la cultura y la estructura
social que respaldan la violencia comparten la responsabilidad. Aboga por el reconocimiento de
la culpa colectiva y la necesidad de transformar estructuras y culturas violentas de manera
pacífica.
También destaca la imborrabilidad del crimen y la culpa, resaltando que los crímenes y sus
consecuencias perduran en la historia. La autora enfatiza la importancia de mantener viva la
memoria de las víctimas y darles voz en el proceso de reconciliación, sin confundir su estatus
de víctimas con la posesión de la verdad. Finalmente, subraya la resistencia de las víctimas
como un imperativo ético y la necesidad de un pensamiento que pueda afrontar y trascender el
horror, con el objetivo de evitar la repetición de crímenes en el futuro.
Siguiendo el orden de ideas, se enuncia este enfoque que hace parte de “la fragilidad del bien”3
acá la autora destaca una serie de disposiciones y actitudes que pueden representar obstáculos
significativos en el camino hacia el perdón y la reconciliación en situaciones de sufrimiento y
conflicto. Primero, se aborda la disposición estoica, que alienta a justificar el sufrimiento como
un producto de las leyes naturales o como un error de interpretación, lo que puede dificultar el
reconocimiento de la injusticia y, por lo tanto, la necesidad de reconciliación. Además, la
perspectiva intelectualista se examina, ya que busca comprender el sufrimiento en términos
racionales, lo que podría limitar la posibilidad de perdón al interpretar el mal como un error
intelectual y no como una acción maliciosa.
Se hace mención sobre “el perdón”, 4según los estudios que ella ha investigado se caracteriza
por tres elementos fundamentales: es un acontecimiento, involucra una relación con el otro que
posee un rostro y un nombre propio, y representa un don gratuito del ofendido al agresor. Este
concepto trasciende las limitaciones tanto de la moral como de la política, ya que puede
desafiar las normas morales y las leyes. El perdón, en última instancia, surge del amor, que
tiene el poder de conducirnos hacia el perdón y la reconciliación. A pesar de su naturaleza
aparentemente inexplicable y su capacidad para restaurar situaciones críticas, el perdón no
puede ser prescrito ni forzado; es un evento que surge de manera gratuita e inesperada,
desafiando incluso las convenciones morales y legales.
Sin embargo, el texto también resalta que el perdón no siempre es apropiado o prudente en
todas las circunstancias. La madurez de la relación y el momento oportuno para el perdón son
difíciles de prescribir. Se reconoce que hay situaciones en las que el perdón sería inapropiado o
incluso indecente si se produce apresuradamente. La autora destaca la importancia de no
permanecer indiferente ante los crímenes y el deber de denunciarlos, buscando, en última
instancia, recuperar la humanidad y el bien en medio de la catástrofe. En este sentido, el texto
subraya la complejidad del perdón y la reconciliación en situaciones de dolor y conflicto, donde
factores como el arrepentimiento, el reconocimiento de la culpa y la comprensión del mal
desempeñan papeles esenciales en el proceso.

3
Ibíd., p. 248-251
4
Ibíd., p. 251-256
Según las páginas del artículo analizado, se finaliza con el tema de “la reconciliación”5 don
aborda la cuestión de la reconciliación, el perdón y la resistencia a la barbarie. La Resistencia a
la Barbarie: el texto destaca la importancia de resistir la barbarie y el mal en situaciones de
conflicto y violencia. Se enfatiza que la resistencia pacífica es una manifestación de la
humanidad y un acto que santifica la vida, incluso cuando uno enfrenta la violencia y la
adversidad. Se argumenta que el perdón es esencial para la reconciliación, ya que orienta a las
personas hacia el bien. Además, se menciona que el bien es más sutil y silencioso que el deseo
de ser, lo que implica que a veces no somos conscientes de cómo se manifiesta el bien en
nuestras vidas.
La reconciliación es vista como un proceso que implica a ambas partes en un conflicto. La
reconciliación requiere que tanto las víctimas como los agresores avancen juntos hacia un
estado de paz. El texto sugiere que la reconciliación se facilita cuando se otorga y se recibe el
perdón. Se menciona que el perdón puede inaugurar una era de reconciliación y paz. Incluso si
alguien dice "no te perdono" a alguien que busca el perdón, pero se comprenden mutuamente,
comienza un proceso de reconciliación.
El texto subraya la importancia de recordar y reconocer las víctimas de crímenes pasados.
Propone la construcción de memoriales como una forma de honrar y recordar simbólicamente
el sufrimiento de las víctimas. La Reconciliación como Triunfo del Bien sobre el Mal: se
destaca que la reconciliación representa el triunfo del bien sobre el mal. Se menciona que las
lágrimas pueden ser una expresión de alegría y reconciliación, que surgen cuando el agresor se
arrepiente sinceramente y la víctima logra perdonar. Finalmente, la esperanza se presenta como
un componente crucial en el camino hacia la reconciliación
En conclusión, el texto de Olga Belmonte García plantea preguntas profundas sobre la
reconciliación en un mundo donde el mal y el sufrimiento son realidades. Aborda temas
relevantes como la memoria, el reconocimiento y la necesidad de encontrar sentido y esperanza
en medio de la adversidad.
Este escrito ofrece una reflexión sobre un tema fundamental en la sociedad contemporánea: la
reconciliación en un mundo marcado por el conflicto y la violencia. La autora destaca la
importancia de reconocer a quienes han sufrido y aboga por la construcción de la memoria
como un acto de justicia hacia las víctimas. Además, resalta la necesidad de la esperanza y la
resistencia como motores para superar el mal y avanzar hacia la reconciliación.
Personalmente, creo que este tipo de reflexiones son esenciales en un mundo donde los
conflictos y las tensiones persisten. La reconciliación no es un proceso sencillo, pero es un
objetivo que debemos perseguir. El artículo nos recuerda que no debemos olvidar las
atrocidades pasadas, pero tampoco debemos permitir que el mal dicte nuestro futuro. La
esperanza y la resistencia son poderosas herramientas para sanar heridas y avanzar hacia un
mundo más pacífico y compasivo.
Referencia bibliográfica
Belmonte, o. (2014). la reconciliación: más allá de la herida y del perdón. pp. 237-266.
Universidad Pontificia Comillas de Madrid.
https://revistas.comillas.edu/index.php/estudioseclesiasticos/article/view/7073

5
Ibíd., p. 256-265

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