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A consecuencia del cambio de naturaleza del acento existe una gran diferencia entre el
vocalismo átono y el vocalismo tónico. Es por este motivo por el que no se puede hablar
de un único vocalismo, sino de un vocalismo tónico que se opone a varios vocalismos
átonos. Debido al fenómeno de la perceptibilidad, las sílabas o vocales tónicas se
perciben muy bien y las átonas peor.
Son largas:
o las sílabas que por naturaleza tienen una vocal larga o diptongo: Rōma, amās.
o las sílabas seguidas por dos consonantes o por consonante doble
(x, z): est, gaza (< *gat-sa).
Son breves:
o las sílabas que por naturaleza tienen vocal breve, no seguida de dos
consonantes: anima, deus.
o Las sílabas acabadas en vocal a la que siga otra vocal: iūstitia, deārum.
Además, debe tenerse en cuenta que la "ae" (æ) y la "oe" (œ), que se leen "ai", "oi"
siempre son largas.
En latín no existe acento gráfico pero sí acento fonológico de intensidad, siendo las
palabras llanas o esdrújulas. Las reglas para la acentuación son las siguientes:
todas las palabras de dos sílabas son llanas.
las palabras de tres o más sílabas serán:
llanas si la penúltima sílaba es larga.
esdrújulas si la penúltima sílaba es breve.
LA DIPTONGACIÓN
1 Hay que tener en cuanto que no todos los diptongos son resultado de procesos de diptongación
(LACTE>leite: hay una vocalización de la consonante, no una diptongación; VINEA>viña: es un proceso
de sinéresis; MATERIA>madeira: diptongo por metátesis)
2 Se hace esta aclaración, pues el diptongo debe provenir de una vocal, no por sinéresis VINEA>vínja],
metátesis MATERIA>madéi̭ ra, por vocalización de la consonante LACTE>léi̭ te, etc.
3 Fonéticamente, [é̜ ] > [jé]; [ó̜ ] > [wé]
4 la elección de la -e del diptongo se asentó en los siglos X-XI, pues antes habían existido otras opciones
por vacilación en el timbre del elemento abierto del diptongo –wá, –wé –wó.
● Tomás Navarro Tomás estudió el sistema fonológico del español poniendo
atención al sustrato. Comparó el sistema fonológico del español con el del vasco,
que tiene también tres grados de abertura. Atribuyó la diptongación al influjo
vasco. Aunque esta teoría hoy no tiene mucha aceptación, sí es cierto que los
hablantes tuvieron que enfrentarse a la dificultad de entender las distinciones
fonemáticas entre cerradas y abiertas. Anteriormente se enfrentaron a /o̜ /-// //
/e/-/ẹ/.
● Emilio Alarcos: habla de que cuando las diferencias son cuantitativas no hay problema,
pero cuando cae la cantidad y es sustituida por la cualidad, los hablantes tienen
problemas para diferenciar [o̩ -o̬ ] y proceden al alargamiento expresivo. Matiza la
afirmación de Navarro Tomás: las razones son el reajuste de los sistemas fonológicos
romances y el sustrato prerromano (no solo el vasco, también el ibero)
Los diptongos en castellano son bifonemáticos, es decir, confluyen dos fonemas en una
misma sílaba. La diptongación es un fenómeno prácticamente panrománico, aunque no se
da de igual modo en todas las lenguas romances puesto que no todas diptongan en las
mismas circunstancias. El español es la única lengua románica que diptonga /é̜ / y /ó̜ / en
cualquier posición, es decir, en sílaba abierta o libre y en sílaba cerrada o trabada (se dice
que su diptongación es universal). El rumano es la lengua que sigue más de cerca al
español ya que lo hace en los mismos contornos, aunque solo en el caso de /é̜ /; el francés
y el italiano solo diptongan en sílaba trabada.
En castellano, la diptongación produce diptongos crecientes. En el rango menor de
abstracción su primer elemento es una semiconsonante [j, w], la cual nunca puede recibir
el acento espiratorio o de intensidad que solo recae en el núcleo silábico, nunca en los
elementos prenucleares o postnucleares (mucho menos en sonidos como semiconsonantes
o semivocales).
Ŏ́ 1 > ó̜ 2 > o̜ ó̜ 3 > ọó̜ 4 > wó̜ 5 > w(ó,é,á)6
1. Tenemos la Ŏ latina tónica
2. Tras la pérdida de la cantidad, entran en conflicto ó̜ ~ ọ́ pues cuesta trabajo
diferenciarlas debido a su proximidad articulatoria
3. Ocurre un alargamiento expresivo para diferenciarlas
4. En el siglo V ocurre una bimatización, un elemento se cierra y el otro se abre
5. Entre los siglos VI-VIII (época visigótica) la más cerrada de las dos se convierte
en una glide sin valor fonemático, por lo que es segmental [wó̜ ] = /oó/
6. En esta misma época5. el diptongo se vuelve secuencial/bifonemático [wó] = /uó/
→ Una vez que el ataque de la sílaba se percibe como cerrado, el timbre del
fonema abierto es indiferente (el castellano elige [e], el italiano[o]). De hecho, en
los orígenes del cambio hay oscilaciones.
● universal fonético: se da tanto en sílaba libre como en sílaba trabada (solo ocurre
en castellano y rumano)
○ (sílaba libre) PĔ́ DEM > castellano pie, francés pied, italiano piede
5 Sabemos que es en esta misma época ya que a la llegada de los árabes a la Península ya está
registrada la diptongación, como puede atestiguarse en las jarchas mozárabes
○ (sílaba trabada) FĔ́ STA > castellano fiesta, francés fête, italiano festa (en
estas últimas dos no hay diptongación en sílaba trabada)
● se interrumpe en contacto con palatales (es lo contrario a lo que pasa con lenguas
que no diptongan6, por eso se puede decir que es un cambio condicionado)
○ Ŏ́ CTO > “ocho”; NŎ́ CTE > “noche”; PĔ́ CTU > “pecho”; LĔ́ CTU >
“leche” cuando hay un condicionamiento palatal la diptongación no tiene
lugar.
Las evoluciones de [Ĕ́ ] y [Ŏ́ ] dan lugar a diptongos crecientes (del cierre a la abertura =
glide semiconsonante + vocal abierta). Los diptongos decrecientes son más excepcionales
(en castellano es difícil verlos: no derivan del latín, sino de procesos fonéticos complejos
y tienden a monoptongar). En francés derivan de vocales cerradas:
Otras veces la diptongación no llega a producirse porque la vocal está en sílaba trabada
por nasal: y una vocal nasalizada es siempre más cerrada que la correspondiente oral;
también en un contexto labial, velar o tras [r-] o [l-]; o de forma esporádica y
dependiendo completamente del hablante
● MŎ́ NTEM > “monte”; HŎ́ MINEM > “hombre”; CŎ́ MITEM > “conde”;
CŎ́ MPERAT > “compra”
LA INFLEXIÓN
La metafonía es el influjo de una vocal sobre la vocal tónica de la palabra. Existen dos
tipos: la metafonía a distancia, que es el influjo (el cierre) de una vocal en posición final
de palabra sobre la vocal tónica; y la metafonía en contacto (como en FACTUS > fai̯ tu]
> “hecho”) que se conoce más como inflexión.
La inflexión es un cambio fonético producido por una yod; equivale a metafonía
en contacto frente a la metafonía a distancia. La YOD es un alófono de la vocal /i/ que
puede aparecer en posición pre o postnuclear (se trata de una glide, representada como
[ j ] o como [ i̯ ] respectivamente). En todo caso, es un alófono que supone mayor cierre
articulatorio que el de la realización normal de la vocal /i/.
La yod no existía originariamente en latín clásico, sino que apareció a lo largo del
tiempo (ya existía en latín vulgar). Su aparición se dio en cuatro contornos determinados.
Al aparecer una yod surge un diptongo (este no surge de la diptongación explicada
arriba):
a. Por la desaparición del hiato entre /i/, /e/ y la vocal siguiente. No existía en latín
clásico; surge en latín vulgar. El diptongo surge por sinéresis. La /e/ se ha cerrado
un grado y medio. Rasgos importantes: la inflexión de las vocales y la
palatalización de las consonantes.
[VĪ-NĔ-A > ᵬí-nja > ᵬí-n̮ a] “viña”
[LAN-CE-A > lánkja > láns̑ a] “lanza”
La inflexión es el cierre de una vocal en un grado por el influjo de una yod. Las
vocales cerradas ( /i/ y /u/ ) están excluidas de este proceso, porque ya no se pueden
cerrar más. La yod se encuentra siempre en posición posterior a la vocal que inflexiona,
por lo que se puede decir que se trata de una anticipación del cierre articulatorio.
Esto explica que con palatales las vocales medias [é̜ ] y [ó̜ ] (tónicas y abiertas) no
diptongaran.
Con É É Í Ó Ú
inflexión
2ª: /lj/, FŎLĬA “hoja” VĔTŬLU CŬSCŬLĬU RĒGŬLA “reja” PĂLĔA “paja”
“viejo” “coscojo”
/kl/, /gl/
Las diferencias de si hay inflexión o no: PŎTET > “puede”/PŎDIU “poyo”, en un caso
hay diptongación y en el otro no; FŎLLEM “fuelle”/[FŎ-LI-A>fo-lja] “hoja”; NŎVUM
“novio”/NŎV “nuevo”. NERVIU> “nervio”. ; CAECU> “ciego”/PRAEMIU> “premio”;
ŎLĬCA> “huelga”/ŎCULU>okí̯ lu “ojo” (la yod está en la vocalización de la vocal
implosiva)
Hay una serie de palabras que son muy parecidas, pero en unos casos hay yod y en los
otros no como en:
FŎRTEM> “fuerte”/FŎRTIA> “fuerza”: la 1ª yod de Pidal /tj/ en la que no inflexionan
las vocales.
PĔRNA> “pierna”/PĔTTIA> “pieza”: la 1ª yod de Pidal /tj/ en la que no inflexionan las
vocales.
CĔRVU> “ciervo”/CĔRCIU> “cierzo”: la 1ª yod de Pidal /kj/ en la que no inflexionan
las vocales.
SEDEAM> sedja “sea”: yod por sinéresis.
Hay más clasificaciones además de la de Pidal: la más relevante es la de Penny, quien elimina la
TJ y KJ porque no inflexiona, y agrupa las restantes en 5 tipos de yod
1. 4ª de Pidal. La yod está en la misma sílaba que la vocal tónica: la inflexión es inevitable
KT, KS, RJ, SJ, PJ
por metátesis, sinéresis, vocalización de velar implosiva y síncopa
2. Labiales sonoras más yod
3. Dentales y velares sonoras más yod
4. LJ, KL, GL
5. NJ, GN, NGJ
a>e Sí No No No No
(a > a)
e̩ > i No Sí No No No
(e̩ > e)
o̩ > u Sí Sí – No Sí
(o̩ > o)
o̜ > o Sí Sí Sí Sí –
(o̜ > we)
EL WAU
El wau [ w, u̯ ], al igual que la yod, es una glide y un alófono asilábico prenuclear. Es un
alófono de /u/, por lo que se trata de un sonido labiovelar, cuya influencia es menor que
la de la yod, ya que solamente afecta a las vocales y sus cambios son menos sistemáticos.
● 4ª por metátesis.
○ HABUI > ábwi > áu̯ be > óbe ] > “hube”; esta metátesis ocurre por influjo
de “pude” y “puse”
○ SAPUI > sápwi > sáu̯ pe > sópe ] > “supe”; esta metátesis ocurre por influjo
de “pude” y “puse”
Ŏ > o̜
Ū > ụ >u> u
Tiene una posición intermedia entre el gallego (que tiene 4 soluciones) y el francés y
catalán (que tienen 1). La [–a] y [–o], además, desempeñan una función de distinción de
género. El castellano tiene tres soluciones patrimoniales: [ –e , –a , –o ]; la [–e] se
mantiene hasta el s. XI cuando se comienza a apocopar.
Vocalismo INTERTÓNICO
En las vocales átonas también ocurre la inflexión, aunque tienen un yod y un wau que
solo las afecta a ellas, además de los otros que afectan a las tónicas:
A
SY metatética
BASTARE > basjáre > bai̯ sáre…]
MANSIONE > “mesón”
Yod por vocalización
LACTŪCA > “lechuga” yod por metatización
MAXĔLLA > “mejilla” yod por vocalización
E
RENIONE > “riñón”
dipongación de la [é]
CAEMĔ́ NTU > kemjénto > “cimiento”
SEQUĔNTE > “siguiente”
FERVĔNTE > “hirviente”
O
palatalización
MŬLIERE > mọljére9 > mul̮ ére > muz̆ ér(e) > … > muxér
COGNATU > “cuñado”
MŬLTU > mọ́ ltu > móu̯ tu > mói̯ to > múĉo
CŬLTĔLLU > “cuchillo” igual que MŬLTU
IMPŬLSAT > “empuja” (Patr.) “impulsa” (Cult.)
IMPŬLSIONE > “empujón”
influjo de wau
ALTÁRIU > “otero”
ALTIARE > “alzar”
La vocal [o] suele cerrarse en [u] con mucha frecuencia, a pesar de esto, no se sabe muy
bien por qué.
LOCAL > “lugar”
9 se parte de este punto para la evolución de esta palabra, no del latín clásico.
IOCARE > “jugar”10
RŬGĪTU > “ruido”
DŪBĬTARE > “dudar”; Este caso es distinto.
DŬBĬTA > dóbeta > dóᵬeda > dó(e)da > dóu̯ da > dúđa
Las vocales átonas de las primeras sílabas tienen un timbre muy débil, lo que significa
que cambian muy fácilmente y se pueden llegar a perder.
ABSCÓNDERE > “esconder” (el inicio es así por analogía con el prefijo es-)
AUSCŬLTÁRE > “escuchar”
EPISCOPU > “obíspo”
FORMŌSU > “hermoso”
ROTŬNDU > “redondo”
APOTHÉCA > abodéga > “bodega”
ELEEMÓSYNA > “limosna”11
10 realmente Cervantes tendría que haber dicho “en un logar de la Mancha” y no “en un lugar”.”
11 las palabras como esta y la anterior que son de procedencia griega a través del latín sufren la aféresis
de forma posterior a la lenición.
Grupo consonántico “nr” venus veneris: no está permitido por el sistema.
Solución 1: metátesis.
HONORARE > Solución 2: reduplicación de la erre > r̄ ]
INGENERARE > Solución 3: la epéntesis de una consonante de apoyo.
Consecuencias en la morfología verbal.
TENER_HÉ_HIA> perífrasis obligativa de futuro. El acento recae en “HÉ” [teneré] y se
produce una síncopa [ten(e)ré]. Solución 1: Los medievales terné, verné, porné. S.2:
porré, verrné, terrné. Solución 3 epéntesis: pondré, vendré, saldré.
PONER_HE_HIA
VENIR_HE_HIA
SALIR_HE_HIA
El sistema consonántico del latín era muy simple y se dividía, como se puede ver en la
tabla superior, en tres órdenes y cinco series. La productividad del sistema era aún mayor,
pues, en posición interior de palabra, gran parte de estos fonemas podían aparecer
geminados. De los fonemas /f/, /b/, /d/ y /g/ resulta muy difícil encontrar ejemplos
geminados en el vocabulario latino, a menos que se trate de préstamos (ABBAS), o de
casos en los que la inserción de un prefijo haya originado la consonante doble
(ADDERE, AFFIDARE).
EL SISTEMA CONSONÁNTICO DEL ESPAÑOL MEDIEVAL
s s s s s s s s s s s s
o o o o o o o o o o o o
n r n r n r n r n r n r
OCLU /b/ /p/ /d/ /t/ /g/ /k/
SIVA Y
AFRIC
ADA /z̑ / /s̑ / /ĉ/
FRICA
TIVA
/ƀ/ /f/ /z/ /s/ /z̆ / /s̆ / /y/ /h/
NASA
L
/m/ /n/ /n̮ /
LATE
RAL
/l/ /l̮ /
VIBRA
NTE
MÚLTI
/r̄ /
PLE
VIBRA
NTE
SIMPL
/r/
E
El sistema consonántico del español medieval se vio ampliado por la creación del orden
de las palatales y la serie de las africadas, un correlato sonoro para /f/ otro para /s/;
fonemas todos ellos inexistentes en el latín clásico. Al final, en el español medieval, el
sistema fonológico se quedará en veinticuatro fonemas, como se ve reflejado en la tabla
superior. El latín no tenía una serie de fricativas sonoras y en el orden labial se oponen
dos fonemas uno oclusivo y otro fricativo /b/-/ƀ/.
El sistema fonológico alfonsí perduró hasta el siglo XV, cuando entró en crisis, la
cual finalizó a mediados del siglo XVII y como resultado surgió el sistema fonológico del
español actual.
GRAFÍAS
/ƀ/> “u, v”
/b/> “b”
/s/> “ss”
/s̆ /> “x”; como en chateau o en dixo
/s̑ / = ‘ts’> “c, ç”
/z/> “s”
/z̆ /> “i, j”
/z̑ / = ‘dz’> “z”
/n̮ /> “nn, ñ”
Las doce consonantes han pasado al español medieval (y al moderno), pero se les han
sumado algunos fonemas nuevos creados a lo largo del camino, de suerte que, en líneas
generales, se ha enriquecido. También hubo algunas pérdidas, debido a la confusión de
una serie de fonemas.
Uno de los principales motivos es la yod, que es un alófono vocálico asilábico del
fonema /i/.
ÍNDICE
Hay una crisis fonológica a mediados del S. XV. En el S. XVI los gramáticos piden a las
autoridades que pongan “orden ortográfico”, pero los Austrias no se vincularon con
problemas de política lingüística. Hasta el S. XVIII con la fundación de la RAE no habrá
normas ortográficas; por ello, en los siglos intermedios, los editores escribirán con
variaciones en las grafías.
RATIONE > ratjóne > r̄ aŝone > raẑon(e)] razon (Ed. Med.)
CŎRTĬCEA > ko̜ rtékja > kortéŝa > kortéẑa] corteza (Ed. Med.)
ĂCIARIU > akjárju>…] azero (Ed. Med.)
PLATEA > plátja > pláŝa] plaça (Ed. Med.) Se escribe de forma diferente a como
debería
FORTIS
ŝ /// ş (s.XVI) > θ (s.XVII)
Se escribe “c” frente a e, i, y “ç” frente a a, o, u
LENIS
ẑ /// z̜ (s.XVI) > s̜ > θ(s.XVII)
Se escribe “z” en todos los casos
Al llegar al Siglo de Oro, igualmente, hay una desafricación y un ensordecimiento
provocando un proceso de desfonologización.
Los cultismos mantienen la yod hasta la actualidad. Suelen denominar aspectos abstractos
excepto RATIONE12. Los cultismos dan “z”.
CORATIONEM > coraçon en vez de corazón, tendría que ser con “z” pero la
pronunciaban sorda.
PLATEA > plaça en vez de plaza.
I.a.2b SK + yod
Axada (arag.)
Aixada (cat.)
Por su parte, el español la hace desaparecer, ya que la asimila a la /k/ y crea la secuencia
[kkj] > [ŝ] por lo que su resultado es el mismo que el de KY
RŬPTIARE > r̄ óŝar > r̄ óθar] roçar (Ed. Med.) ‘preparar una tierra para el cultivo’
1. DY > y ; GY > y
Se escribe “y”
Cuando hay sonidos vocálicos palatales que las preceden, la [d] o [g] se embeben en ellos
Lo normal es que no palatalicen, porque están lejos del punto de articulación palatal, por
lo cual la yod no inflexiona y se mantiene hasta nuestros días.
13 ž [fricativa prepalatal sonora] (con rehilamiento, es decir, vibración adicional de las mucosas que recubren los
órganos de articulación)
PALEA > fr. paille, esp. paja
MULIEREM > muger (Ed. Med)
FILIU > fixo (Ed. Med)
NY > n̮
Se escribe “gn”, “nh”, “ny”, “nn” (“ñ”), “ign” y “gni”
RISṒNEU > risọ́ nju > r̄ isói̯ no (metatiza) > r̄ isóen̮ o (la yod palataliza la nasal) >
r̄ iswén̮ o] risueño
CICṒNĬA > ŝigói̯ na > …] cigüeña (patr.) o ciconiforme (cult.)
LENIS
K’L/G’L/T’L > YL = LY > l̮ > ž /// š > x
ŎCŬLU > ó̜ k’lu (lat. vulg) > ó̜ i̯ lo > ól̮ o > óžo /// óšo > óxo] ojo
VĔTŬLU > bé̜ k’lu14 > béi̯ lo > bél̮ o > bjéžo /// bjéšo > bjéxo]
RĔGŬLA > reja, regla (semicult.), regular (cult.) (Los semicultismos tendrán una
solución intermedia)
SAECŬLU > siglo (semicult.) secular (cult.) (Los semicultismos tendrán una
solución intermedia)
FORTIS
K’L/G’L/T’L > ĉ
LACTE > lákte > láxte > lái̯ te > léi̯ te > léi̯ ĉe > léĉe ] leche; la yod se absorbe en la
palatal. Fr. lait; it. latte; port. laite.
15 Oscilación en las grafías hasta el S. XIII momento en el que se incorpora el dígrafo “ch”
PECTU > pecho; da igual que la “e” sea larga o breve porque aquí se neutraliza
TECTU > techo
PROFĔCTU > provecho; sonorización de la [f] por lenición.
STRĬCTU > estrecho
MŬLTU > mọ́ lto > móu̯ to > mói̯ to > mói̯ ĉo > múĉo] mucho
I.b.3 Grupo KS
AXE > ákse > ái̯ se > éi̯ s̆ e > és̆ e /// és̆ e > éxe] eje
MATAXA > madeja
MAXĔLLAM > mexilla (Ed. Med.) en la actualidad mejilla
COLLĬGO > kóli(g)o > kóljo > kóžo] cojo; mientras que CŎXU se escribía con “x”
(coxo). Al final de la Edad Medad se ensordece y se acaba escribiendo cojo. En el S.
XVIII la Academia unifica las grafías y relega la “x” como grafía equívoca para los
cultismos.
I.b.4 Grupo GN
GN > i̯ n16 > n̮
Se escribe “nn” pero, por simplificación en la escritura, se abrevia “ñ” a partir de la Edad
Media
II.a Grupo K e, i
La cavidad bucal estaba muy desaprovechada en latín, por lo que las vocales tendieron a
pronunciarse palatalizadas. El proceso de palatalización es un fenómeno panrománico a
excepción del sardo.
[K] a, o ,u se mantiene
/K/
[K’] e, i
FORTIS
[K’] e, i > ĉ17 > ŝ- > ŝ-18 /// ş > θ(s.XVII)
LENIS
[K’] e, i > ĉ19 > -ŝ- > -ẑ-20 /// z̜ > ş > θ(s.XVII)
16 YOD + N = N + YOD
17 La Romania Occidental detiene aquí su evolución, en el s.V
18 grafía “z”
19 La Romania Occidental detiene aquí su evolución, en el s.V
20 grafía “c” seguida de e o i
Se trata de un proceso tardío (a partir del s.V). Los germanos toman Caesar sin
palatalización, por lo que dicen Kaiser, al igual que en euskera se dice pacem como bake,
por lo que el proceso tuvo que ser posterior a estos préstamos 21. El fonema /ẑ/ data de los
siglos XIII-XIV, evolucionará en el S.XVI a /z̜ /, para terminar por convertirse en /θ/ en el
s.XVII.
Ejemplos de [K] a, o, u
QUĬD > ke] que; el wau se mantuvo lo suficiente como para evitar la
palatalización, porque si no habría dado [θe].
QUĔM > kién] quien
Se completa la fonologización de las dos variantes, que son tres en la Edad Media y dos
en la actualidad [Ed. Med. > ŝ, ẑ /// θ]
Coalescencia:
TY
> K e, i
KY
LUCES > luzes (Ed. Med.) – LACEUM > lazo (Ed. Med)
21 cronología relativa
PACEM > paz ~ PŬTEUM > pozo; en posición final se neutralizan sordas y
sonoras, pero en la ortografía se escriben con la sonora por eso paz se escribe con
“z”.
FACIS > fazes (Ed. Med) ~ FACIES > fazes (Ed. Med); por tanto hay una
neutralización y una fonologización, gracias a la coalescencia de KY y TY.
CĔRCIU > cierço
COENA > cena
CĬRCU > cerco
II.b Grupo G e, i
FORTIS
Posición Inicial
GERMANU > hermano; los cultismos mantienen el sonido, así, frente a hermano
tenemos germano.
GELARE > helar
Posición Interior
RG e, i rz̆
nz̆
NG e, i n̮
LENIS
voc. + G + a > g / Ø
voc. + G + i > Ø
El español palataliza la geminada igualando la fortis inicial con la lenis. Al igual que con
las laterales ocurre con las nasales.
Hay diferencia:
No hay diferencia:
22 Falta la S
MATER > madre
FLAMMA > llama
AMARE > amar
No hay coherencia (con respecto a los fenómenos que ocurren en otras lenguas romances
y que serían más esperable), porque se está igualando una fortis con una lenis:
III.b Muta cum Líquida [L] (KL, PL, BL, FL, GL)
III.b.1a Grupo PL
En algunos casos de evolución más tardía se ha mantenido el grupo sin llegar a ser un
cultismo, como en:
PLĀGIA > playa; en este caso en concreto se cree que era demasiado complicado
pronunciar dos consonantes palatales llaya.
PLĀTEA > plaza
En posición fortis:
III.b.1b Grupo KL
III.b.1c Grupo FL
III.b.2 Grupo BL y GL
BL > bl
GL > l
LĔVARE >
LĔVO > ljéƀo > l̮ éƀo] llevo
LĔV(A)S > ljéƀas > l̮ éƀas] llevas
LĔVAT > ljéƀat > l̮ éƀa] lleva
LEVAMUS > leƀámos > l̮ eƀámos] llevamos
LEVATIS > leƀades > leƀáes > leƀái̯ s > l̮ eƀái̯ s] lleváis
LEVANT > léƀan > l̮ éƀan] llevan
La lenición
3. SON. /
1
-B- /ҍ/ đ/ / -D- /đ2/ -G- /ǥ2/
ǥ1/
4. FRIC. -Ø-
x
1. Fricativas directas
2. Fricativas después de dos procesos
/ҍ/ fricativa bilabial sonora “b/v”
1. Degeminación
GŬTTA> gota
LĬTTERA> letra; síncopa de [e] por muta cum líquida
MĬTTĔRE> meter; verbo de la tercera conjugación, por lo tanto hay que pasarlo a
la 2ª o a la 4ª con -er, -ir.
TTS>Tŝ>ŝ
PLATTEA> platŝa> plaŝa] plaça
CAPTIARE> caçar
Las geminadas sonoras eran muy escasas en latín, y normalmente son préstamos del
griego:
2. Sonorización
a. Oclusivas
SAPERE > /–ҍ–/ (oclusiva labial sonora) “b” “saber” Hoy en día día son
fricativas, pero en la E. M. eran oclusivas.
SAPORE > “sabor”
CAPRA > “cabra”
DŬPLARE > “doblar”
Cuando hay una consonante sorda intervocálica viene de una geminada y es una p.
patrimonial o bien proviene de una simple, que no ha sonorizado, entonces nos
encontramos con un cultismo.
CŬPRU>cubre
DŬPLU> “doble”
STĒPHĂNU> “esteban”
AFRĬCU> “ábrego”, no hay que confundirlo con APRĪCU> “abrigo”
CŎPHĬNU> “cueuano o cuévano (e. m.)” En la e. m. dos fonemas labiales
sonoros. “i” postónica a veces no cae.
RŎTA> “rueda”
PRATU> “prado”
PATRE> “padre”
FŎCU> “fuego”
SŎCRA> “suegra”
SACRATU> “sagrado”
/–S– > –Z–/ “s” En posición intervocálica tenemos dos fonemas fricativo apicoalveolares;
uno sonoro y otro sordo.
BASIARE> “besar”
AUSARE> “osar”
AUSO> “oso” ⁓ “osso”
SPONSA> en l. v. se simplificó, es muy temprana. “esposa”
MENSA> “mesa”
FACERE> “hazer e.m.”
VICINU> “vezino e.m.”
c. –TS–
–TS– > –ŝ– > –ẑ–
(2) Se transforman en sonoras chocan con (3) Las oclusivas se hacen fricativas y son
fricativas primarias porque solamente han sufrido un solo paso. /ҍ 1/ (fricativo bilabial
sonoro) “u o v” /d-1/ /g-1/
Hasta el siglo XVIII se escribía así con “u o v”. Si viene de “B” latina e castellano se
escribía con “u o v”.
DEBĒRE > “dever e.m.” Se escriben con “u o v” porque viene de b-.
SCRĬBĔRE > “escrivir”
GŬBERNARE > “governar”
HABERE > “aver”
En el caso (2) las sordas se hacen sonoras pero las dentales y las velares también se hacen
fricativas, por lo tanto el proceso (2) acaba en el proceso (3) y será unas fricativas
secundarias y hablaremos de /–g–2/ /–d–2/.
NĪDU > “nido”
GRADU > “grado”
VADU > “vado”
SUDARE > “sudar”
A partir del siglo XIII todas las dentales y velares se confundirán, pero perdurarán como
fonemas /b/ y /ҍ/.
Hay que tener cuidado con la serie velar porque hay muchos cultismos y
semicultismos que la mantienen.
LITĪGARE> “lidiar”hay proceso (2) que acaba en (3) y después con /g/ hay un
proceso (3) que acaba en (4).
FŪMĬGARE> “humear”
ĬLEGALE> “leal o legar (cult.)”
(FALTA UN DÍA)
04/05/2015
La lenición centrándose en
1. CŬPPA > copa
CAPPA > capa
/p>b/ “b”; al lado de la “p” puede haber una /f/ en posición lenis y los resultados no son
regulares.
La “f” sonoriza y da dos resultados un resultado oclusivo como en trébol, ábrego y como
fricativo en provecho.
2. CŪPA > cuba
SAPERE > saber
TRIFOLIUM > trébol
PROFECU > probecho
CŬPRIRE > cubrir
APRĪLEM > abril
APRĪCUM > abrigo
DŬPLARE > doblar
/B> ҍ/ “v, u” Las oclusivas sonoras latinas se hacen fricativas
3. CABALLU > cavallo
HABERE > haver
PROBARE > provar
GŬBERNARE > governar
SCRĬBERE > escrivir
AMABAM > amava
Grupo (3) que acaba en (4)
PARTIBAM > partía
SĪBI ~ TĪBI > si, ti
ŬBI ~ ĪBI > o, y
—Apócope (caída de la e y, accidentalmente de la o) violenta en el siglo XII y primera mitad del XII; oposición durante la época
alfonsí; decaiga con rapidez y se extinga en el XIV
● Zauner: regla en español antiguo por influencia de los plurales y de otras formas donde la e se conservaba por estar
seguida de consonante
-pero el castellano nunca fue capaz de provocar la caída de la e final seguida de consonante
-y esto entra en contradicción con la intensidad del apócope en textos del XII y el XIII y con el desarrollo del
fenómeno: logararla y pederla en plazo breve
● Staaf: el castellano tendía a una amplia pérdida de la e, tendencia vencida por influencia leonesa
-pero los ejemplos leoneses no son menores
● Meier: el castellano primitivo solo perdía la e tras dentales simples; el habla de la Castilla Vieja posprendía a la
apócope extrema; la lucha entre las dos tendencias se decidió al extenderse el castellano cántabro por Burgos y el Sur
-pero el fenómeno es más reciente y no se limita a una región castellana,: oleada que alcanzó hasta el gallego-
portugués
● Baist: la apócope de matiz provenzal, extendida en el este de la península, llegó a penetrar hondamente en castellano
● Menéndez Pidal: la apócope extrema como un aspecto más de la influencia francesa que pesó en la vida hispana desde
el reinado de Alfonso VI
—Hasta mediados del XI, el romance del norte se mostró conservador en las vocales finales. A lo largo de los siglos X y XI, va
abriéndose paso tras R, N, L, S, D y Z. La persistencia de la vocal en los siglos X y XI es debido a que el acento de intensidad no
había llegado a suprimir las vocales protónica y postónica, ni la sílaba final (son fenómenos que se dan al mismo tiempo)
—El mantenimiento de las vocales finales entre los cristianos del norte peninsular (hasta Aragón) contrastaba con el tratamiento
de hispanismos y latinismos en árabe: habían dejado de pronunciar toda vocal final átona a excepción de la a
—Los hispano-godos que vivían en el Andalus, los mozárabes, fluctuaban entre la conservación de e y o finales
entre ellos, la pérdida de la e final se daba espontáneamente tras R, N, L, S y CH o Z^ y S^
a esto se unía la influencia árabe: se debatían entre el criterio conservador y el arabizante
—Muchos emigraron a tierras libres del norte: no hay vestigio de influencia fonética allí, salvo en algún topónimo. El sufijo
ELLU, que da en castellano ILLO, en topónimos mozárabes se apocopa: como en MONTIEL
—En cuanto a los arabismos, se les proveía de vocal final (o, e), incluso cuando la consonante final del arabismo podía ser final
en romance
a la apócope de la e y o en los romanismos arabizados se replicaba con la paragoge en los arabismos romanizados
actitudes defensivas que defendían esto (asociaban religión e idioma): igual actitud defensiva se ve en la conservación
de la vocal entre los mozárabes de Al-Andalus
esta paragoge era bastante frecuente y se seguía dando en la épica
2. La apócope relacionada con la síncopa
—Tránsito del latín al romance del X: simplificación, palatalización o asibilación de dobles consonantes redujo el número de
fonemas capaces de cerrar sílaba interior (R, L, S y M/N: donde se produjo la apócope)
—La caída de las vocales intertónicas convirtió en implosivas muchas consonantes: se afirmó en el siglo XI (Z, D, P, B, M y T):
pasaron a formar parte de finales de palabras (y del proceso de apócope)
y la fonética sintáctica omitía como intertónicas las vocales finales de palabras agrupadas en torno de un solo acento o
constitutivas de una sola unidad significante (los pronombres enclíticos dativos)
—Los cristianos independientes se familiarizaban con los nuevos sonidos implosivos que surgían de manera autóctona
—Sancho el Mayor impone la regla de Cluny en monasterios navarros y castellanos (reforma cluniacense), con retraso respecto a
Europa; peregrinación a Santiago; apogeo con el reinado de Alfonso VI
la letra visigoda se va a sustituir por la letra carolingia
primero en Cataluña, luego Aragón y finalmente Castilla
—La influencia de los obispos de procedencia galicana es grande: se ejercía a través de la predicación y de las escuelas
las regiones con apócope más intensa en el XII y XIII eran diócesis regentadas por francos
—Gran avance (en los setenta años desde Alfonso VI hasta el Cantar del Mio Cid) mucho mayor que el producido durante los
400 años de influjo árabe y migraciones mozárabes (del IX al XI)
la estructura silábica del español ofrecía a fines del XI condiciones propicias
representaban la cristiandad europea
4.
—Reconquista: trasiego de la población que tuvo que repoblar las tierras del Sur del Duero
5.
—Repoblaciones hasta el XI de castellanos en comunidades con mozárabes que conservaban tradiciones cristiano-visigóticas: se
adaptaban al castellano y mantenían rasgos propios como signo de personalidad
y había comunidades árabes que aumentaban el número de terminaciones consonánticas duras
—Las diversas corrientes lingüísticas y demográficas que actuaban en Castilla durante el XII y el XIII parecían conjuradas contra
la subsistencia de estas vocales
6.
—No fue en las zonas incorporadas donde hubo más apócope, sino en las del norte: la apócope extrema había empezado ahí y la
inmigración franca fue fuerte
—No hay uniformidad entre las comarcas del norte ni entre las del Mediodía: los documentos lingüísticos de la segunda mitad
del XII muestran actitudes contradictarias
—A lo largo del XII y principios del XIII continuaban los enlaces entre la casa real de Castilla y dinastías francas
pero con la llegada de Alfonso VIII el afrancesamiento empieza a reducirse
en Aragón igual: de Alfonso I a Alfonso II
8.
—Época de esplendor político
1230: unión de coronas castellana y leonesa
conquista de Andalucía por Fernando III
caída de Mallorca y Valencia por Jaime I
—Don Rodrigo, arzobispo, quiso nacionalizar la Iglesia española, aminorando la injerencia extraña: pocos obispos extranjeros
y a esto se sumaba la disminución del prestigio
los llamados con nombres francés ya eran nativos de España: desaparece el bilingüismo
9.
—Alfonso X (1252-1284): da cuenta de la reacción iniciada por Fernando III
—En su corte había variedad de criterios: los documentos de la cancillería real muestran un tratamiento de la e final muy distinto
según los notarios
—Al comienzo de su reinado Alfonso ambicionaba extender sus dominios fuera de España: la apócope extrema daba regusto
internacional
—Llega un momento en que el rey quiere imponer sus preferencias, fijando las normas del español literario
causa: la negativa del Papa de su deseo imperialista y sus conflictos con Felipe III (que apoyaba a los francos) a favor
de don Sancho
lo que en 1254 o 70 era un rasgo no usado pero respetado venía ser molesto signo de afrancesamiento en 1276 (solo se
mantenía la apócope en los pronombres enclíticos)
10.
—Tras el reinado de Alfonso X se precipita la decadencia de la apócope extrema: a fines del XIII y principios del XIV solo se
mantiene en ciertas zonas con influjo navarro-aragonés y catalán
repudiada por aristócratas como don Juan Manuel
—Se mantiene en el lenguaje popular del Arcipreste de Hita: imitaba el habla rústica
—Los judíos mantienen restos de apócope extrema hasta más de mediados del XIV (Sem Tob de Carrión, por ejemplo); los
moriscos probablemente también
—Desde la segunda mitad del XIV la literatura castellana no ofrece más finales de palabra consonánticos que los admitidos por la
lengua moderna
subsisten solo hasta los primeros decenios del XV los pronombres enclíticos le y se y ciertas formas verbales: no
excedían los límites fonológicos vigentes hoy respecto a los finales de palabra
11.
—Hasta el XI: el romance de los cristianos españoles independientes mantuvo e y o
empezaba a perderlo solo tras R, L, N, S y Z
la o caía a veces por fenómenos de fonética sintáctica
—Desde 1213 o 14 los franceses pierden prestigio: Alfonso X impone la norma castellana (sin apócope extrema)
—Desde fines del XIII el final de las palabras en castellano tiene sus normas fijas, libres de arcaísmo latinizante y de influencia
extranjera
—Factores lingüísticos internos contribuyeron a limitar el alcance de las influencias ejercidas por factores extralingüísticos:
quedó un margen de elección (razones de voluntad y prestigio)
1.
—Razones para considerar influencias extralingüísticas en la apócope:
a. virulencia que muestra en el siglo XII y primera mitad de XIII
b. contraste que durante la época alfonsí ofrecen textos coincidentes en fecha, pero contrarios en el fenómeno
c. rápida exclusión durante el gobierno de Alfonso X
—Ver la apócope extrema el síntoma lingüístico de una crisis social y cultural, la que rompió la incomunicación de la España
anterior al siglo XI con Europa, transformándola en la España europeizante de los siglos XII y XIII, para desembocar en el XIV:
europeo y peculiar
—El ensordecimiento de la consonante que, como consecuencia de la apócope, quedaba en posición final de palabra se produjo
en castellano sin correspondencia exacta con ninguno de los romances cuyo influjo podría suponerse
no era forzoso: presentaba vacilaciones
—Hay que partir de la entonación y el reparto de energía fónica (en el imperativo singular, por ejemplo)
4. El paralelo entre la apócope extrema y los grupos consonánticos romances ofrece significativos desajustes
—No todos los fonemas y grupos registrados como finales de palabra a causa de la apócope extrema se encuentran como finales
de sílaba interior ni en conglomerados fonético-sintácticos de palabras
—El habla castellana de la Edad Media trató de distinto modo las codas silábicas duras según se hallaran en interior o final de
palabra
la apócope encuentra su apoyo en la aparición de finales consonánticos duros dentro de la palabra, pero no se puede
ligar ambos fenómenos totalmente (cronologías diferentes)
—No pocos textos con apócope extrema se deben a escribas de origen galorrománico o catalanes: traducciones de la biblia entre
hebreos, francos y castellanas
—Rn la lengua escrita fue más arrebatado su crecimiento y más rápido su declive
—La apócope extrema desapareció al triunfar la nueva norma, asentada por una minoría rectora, mucho antes que no pocos
finales duros dejasen de existir en sílabas interiores
Sobre el contexto del cambio F>h en castellano
Carmen Pensado
Introducción
—Se ha postulado una fase intermedia, según la cual el paso de una /f/ labiodental a h presupone realizaciones bilabiales
fricativas
pero que F haya podido tener realizaciones bilabiales en los contextos donde se pierde no implica que el fonema latino
haya de definirse como bilabial: pudo tratarse de unas simple realización conceptual
reconstruir esa fase intermedia presenta el inconveniente de que un sonido tan inestable haría esperable un cambio
panromance: esta reconstrucción es antieconómica
—El artículo se aplica a la época primitiva cuando el fenómeno era un cambio fonético y no una vacilación entre dialectos y
sociolectos
—F en latín clásico: posiciones iniciales, interior y postconsonántica (hasta el romance no hay posterior final)
—Resultados:
a. Sonorización en b, v en posición intervocálica
b. ¿-f->v? en posición implosiva tras la síncopa
c. -F->-h- en posición intervocálica
d. -FF->-f-
e. -FF->-f->-h-
f. Conservación de F en posición intervocálica
—Conclusión: el resultado h no queda restringido a la posición inicial sino que también aparece en posición intervocálica, tanto
en las palabras en que -F- escapó a la sonorización, como incluso ocasionalmente en algunas casos en que -f- resultaba de la
simplificación de la geminada -FF-
2. F en los arabismos
—Las fricativas glotal, faringal y velar del árabe se pueden sustituir por una f. Esta puede conservarse o pasar a h en los
resultados modernos
—Los resultados f y h presentan una clara distribución contextual tanto en el proceso h>f como en f>h
—La frecuencia del resultado f es mayor cuanto más fuerte es la posición y cuando más fuerte es la consonante de la que se parte
—En conclusión: el resultado h en los arabismos, no solo no está limitado a la posición inicial, sino que está claramente ligado a
las posiciones más débiles. La existencia de resultados h en contextos no iniciales demuestra que la pretendida conexión entre la
evolución F>h y la posición inicial tampoco existía en época más tardía
3. El contexto de F>h en otros territorios romances
GASCÓN
—Resultados de F muy parecidos a los castellanos, incluso es es posible que se trate de una evolución compartida (-f->-h-
intervocálica en mismos contextos: -F- intervocálica y f secundaria procedente de la geminada)
DIALECTOS ITALIANOS
—Los hechos italianos son sustancialmente iguales a los españoles: las diferencias se deben a las circunstancias históricas más
que a la naturaleza fonológica. En principio es una variante sin prestigio, limitada a zonas aisladas y con tendencia a la regresión,
pero que, por la hegemonía castellana, se generalización
SARDO
—La evolución pudo ser similar a la del español y dialectos lombardos: un proceso previo de sonorización habría hecho
desaparecer la -F- intervocálica, pero, a diferencia de los casos antes citados, en sardo no llegó a aparecer otra -F- secundaria a
tiempo para pasar a h
—En conclusión: la aparente relación entre el proceso F>h en las lenguas romances y la posición inicial de palabra es trivial.
Cuando el proceso aparece en posición inicial y no en posición intervocálica es simplemente porque un proceso anterior
(sonorización) había eliminado la F intervocálica
el cambio F>h actúa en principio en posiciones débiles como la intervocálica; la posición final de palabra está entre los
contextos más favorables al proceso
—El comportamiento de las lenguas romances (difusión desde las posiciones más débiles a las más fuertes) es justamente la
esperada
—Se espera que f>h actúe primero en posición final de sílaba o de palabra, después en posición intervocálica, más tarde en
posición inicial intervocálica en sandhi, desde donde se podría generalizar como inicial a cualquier contexto, y solo en última
instancia en posición postconsonántica
—Por eso el proceso no tiene ninguna vinculación con la posición inicial: si se registra exclusivamente en posición inicial eso no
pasa de ser un puro accidente debido a una distribución defectiva
—Las explicaciones estructurales de f>h coinciden en considerar el fenómeno como una lenición
no se puede relacionar con el cambio s>h en castellano
no se puede relacionar con la presencia del fonema dentointerdental fricativa sordo
—Se puede relacionar el fenómeno con la lenición de otras series de obstruyentes: por ejemplo, con la fricativización de las
oclusivas sonoras del gascón y el castellano; en todos ellos los contextos favorables son las posiciones débiles
esta relación se atribuye sin problemas a su carácter común de leniciones
—La distribución contextual, en todas las hipótesis (sustratística, estructural o de evolución fonética), no ha recibido atención
solo la sonorización de -F-
—Pidal: F>h no es un cambio fonético, sino una sustitución brusca provocada por la equivalencia acústica de f y h en la
romanización de los primitivos castellanos, hablantes de vasco que carecía de f
se esperaría que la f se hubiese eliminado en todos los contextos
—Pidal responde a una objeción sobre la sonorización de la f intervocálica: la -F- intervocálica es más floja que la inicial
(evolución natural, no relacionada con la lenición)
—F>h es un fenómeno fonético suficientemente bien documentado en lenguas muy distintas, por lo que no sería necesario
buscarle un origen externo
—Admitir que la evolución regular de -F- es la sonorización implica postular dos soluciones diferentes para la F latina (y para
que sea regular habría que postularlo en una época remotísima de romanización)
—No parece que la sonorización de -F- haya sido anterior a la de las otras obstruyentes en ninguna lengua románica: el resultado
b, v de la F intervocálica no se puede atribuir al periodo más remoto del romance y menos en zonas de bilingüismo vasco (se
atribuye la conservación de las sordas al sustrato vasco)
no es un fenómeno independiente o anterior a la de las otras consonantes sordas
—Se podría decir que este proceso no fuera efecto de la sonorización romance, sino de una sustitución dentro del propio vasco:
habría, entonces, dos mecanismos de adaptación de F, en posición inicial >h y en intervocálica >v
—La F de los préstamos de época latina se adapta como b tanto en posición inicial como intervocálica
se puede reconstruir una evolución posterior: -b->-f- (secundaria)
esto parece poder explicar los resultados romances: la -F- se adapta como -b- para volver más tarde a -f-, susceptible
incluso de evolucionar a h
—Si el vasco adapta f como b tanto en posición inicial como en posición intervocálica, ¿por qué el fenómeno de la sonorización
pasaría al romance solo en posición intervocálica? Tampoco se puede atribuir al vasco la existencia de un tratamiento
condicionado por el contexto si los vascos adaptaban de igual forma la F en cualquiera de las dos posiciones. Por lo tanto, no hay
motivo para explicar la sonorización de -F- intervocálica como efecto del influjo vasco
No existen razones fonológicas para postular una distribución complementaria F->h y -F->-v-
—Si esta distribución se interpreta como evolución fonética, sin ninguna interferencia de otras lenguas, no hay razones que
justifiquen la escisión
—Tanto uno como otro son lesiones que actúan en idénticos contextos. En ningún caso la espirantización y la sonorización
aparecen en distribución complementaria según el contexto
—Sería esperaba que en castellano el proceso F>h se diera también en posición intervocálica
—La doble evolución de la -F- intervocálica se explica simplemente porque el resultado h es posterior a la sonorización romance
—La cronología impide considerar F>h como un fenómeno de sustrato: incluso en el área colindante con el vasco (donde la
sonorización fue más tardía) el proceso se data en fecha posterior a la sonorización
—Esto no obliga a descartar un influjo vasco sobre el fenómeno F>h en época posterior, cuando la b vasca pudo cambiar a h,
aunque la dirección pudo ser también la contraria: del romance al vasco
CONCLUSIÓN
—La evolución -F->-h- en posición intervocálica no se da al azar: las palabras con resultado -h- o bien son préstamos tardíos o
bien palabras de tipo onomatopéyico
—Carácter tardío de f>h en posición intervocálica: por ejemplo, confusión entre los resultados de -FF- y -F-
—La conservación de FF geminada y de F en posición postconsonántica en relación con la pretendida incapacidad de pronunciar
correctamente una f
—La semejanza con las evoluciones de otras zonas romances, con el tratamiento de los arabismos y con lo que la propia teoría
fonológica nos hace esperar, es demasiado grande para ser casual. Todo indica que la F latina se mantuvo en castellano sin
problemas hasta el momento de la sonorización. en fecha posterior, la f pasó a h en posición intervocálica y en posición inicial. El
proceso no llegó a alcanzar a la f postconsonántica, que se ha conservado inalterada desde el latín a nuestros días