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Universidad Nacional del Nordeste

Facultad de Humanidades
Departamento de Letras
Materia: Historia del español
Prof.Titular: Hugo Roberto Wingeyer
Prof. Auxiliar: Olga Natalia Trevisán
Año: 2020

Evolución del sistema vocálico latino


Alarcos Llorach, Emilio (1954) Fonología española, Madrid: Gredos.

En español son fonemas vocálicos los fonemas que por sí solos,


aisladamente o combinados entre sí, pueden formar palabras o
sílabas.

Propiedades articulatoria y acústicas de las vocales en


español
 El grado de abertura o, acústicamente, la relativa densidad o
difusión de sus formantes.
 La posición de los órganos (lengua y labios), o, acústicamente, el
timbre.

El español distingue tres grados de abertura (o densidad)


 abertura máxima, media y mínima
y dos tipos de localización (o timbre) válidos sólo para los dos grados
de menor abertura:
 localización anterior (=timbre agudo) y localización posterior
(=timbre grave). Forma pues un sistema triangular
Las vocales se dividen en dos series:
 serie anterior o de vocales palatales: la e y la i (se
pronuncian elevando el dorso de la lengua en su mitad
anterior, para lo cual se baja la mitad posterior).
 La serie posterior o de vocales velares: la o y la u (se
pronuncia elevando el dorso de la lengua en su mitad
posterior, para lo cual se baja y se retira en la parte anterior;
los labios intervienen, por su parte, cerrándose y
adelantándose).
 La a neutra o media, base del sistema vocálico, no pertenece
especialmente a una de estas dos series y se pronuncia con
mayor abertura de los labios y con posición de la lengua más
baja que para ninguna de las vocales de las dos series antes
mencionadas; su punto de articulación, formado por la
elevación de la lengua, corresponde a un lugar intermedio
entre el de las vocales palatales y velares.

Se llama abierta (a, e, o) la vocal que se pronuncia con mayor


anchura del tubo de resonancia formado por los órganos de la
articulación y cerrada (i, u) la que se pronuncia con menor
anchura.
Aunque la escritura corriente no usa más
que una e o una o, éstas pueden tener un
matiz más abierto o más cerrado, según su
posición en la palabra (por ejemplo ese,
hormigón, oso, emblema).

En castellano la diferencia de apertura en


las vocales no depende de la historia de la
palabra ni tiene valor significativo, depende
sólo de circunstancias fonéticas y sobre
todo de los sonidos vecinos.
Alarcos Llorach, Emilio (1974) Fonología española,
Madrid: Gredos.

El sistema vocálico del latín clásico se organizaba


por tres rasgos distintivos:

 La diferencia de abertura de la cavidad bucal que


oponía vocales más o menos abiertas en tres grados:
abertura máxima, media o mínima;

 La diferencia de posición de los órganos, lengua y


labios: vocales anteriores o palatales,
acústicamente agudas, y vocales posteriores o
velares, acústicamente graves;

 La diferencia cuantitativa que oponía vocales


largas a vocales breves.
Lloyd, Paul ī fīdēs (confiarás) fidēs (fe)
(1993) Del latín
al español,
pīlum (jabalina) pilum (pelo)
Madrid: Gredos. līber (libre) liber (libro)
p.124

ē lēvis (liso) levis (leve)


lēgit (leyó) legit (lee)
sēdēs (asiento) sedēs (estás sentado)

ā mālum (manzana) malum (malo)


lābrum (labio) labrum (bañera)
lātus (ancho) latus (lado)
rosā (abl.) rosa (nom.)

ō ōs (boca) os (hueso)
pōpulus (álamo) populus (pueblo)
sōlum (solo) solum (suelo)

ū fūris (del ladrón) furīs (estás furioso)


En el latín vulgar este sistema se modifica
profundamente. La cantidad vocálica
desaparece y es sustituida -en parte-
por diferencia en la cualidad del
timbre.

cantidad > cualidad


largas-breves > abiertas-cerradas
En la lengua hablada la cantidad vocálica se
desfonologizó y en su lugar casi todos los idiomas
romances presentan hoy deferencias
cualitativas de timbre.

El acento que parece estaba caracterizado por el


predominio de los elementos tonales (graves-
agudos) sobre los intensivos y que, en todo caso,
carecía de pertinencia significativa, pues su posición
en la palabra dependía de la cantidad silábica
(condicionada a su vez por la cantidad vocálica y la
combinación de fonemas) adquiere valor fonológico
al perderlo la cantidad, y pasa a primer término el
acento intensivo, que sin duda utilizaba ya
pronunciación popular.
Acento latino
Penúltima sílaba si ésta es larga (virtūte, sagǐtta) , ya
por naturaleza ya por posición

Antepenúltima cuando la penúltima es breve


(ārbǒre)

La cantidad de una vocal no influye en el acento


pero sí en el sonido.

En otras palabras, uno de los fenómenos más


importantes del latín hablado fue la pérdida
del valor fonológico de la cantidad -
larga/breve- en las vocales. La cantidad fue
sustituida por el timbre (Ariza Viguera, 1992: 13).
“Cada vocal tiene una historia diferente
según esté acentuada o no y según el
puesto que ocupa respecto del acento de
la palabra.” Menéndez Pidal, Ramón (1941) Manual de
gramática histórica española, 6 ed., Madrid: Espasa Calpe.

Es importante conocer, entonces, la cantidad de una


vocal porque en el latín vulgar esta diferencia fue
sustituida por la de calidad o timbre. El latín vulgar
no distinguió así dos e o dos o por su duración sino
por su sonido abierto o cerrado.
Menéndez Pidal, Ramón (1941) Manual de gramática histórica española, 6 ed., Madrid: Espasa
Calpe. p. 44.
ā ǎ ě ē ǐ ī ǒ ō ǔ ū Vocales del latín clásico. Rasgo de
duración: larga/breve

a ̣̅ ǎ̜ ě̜ ē ̣̅ ǐ̜ ī ̣̅ ǒ̜ ō ̣̅ ǔ̜ ū ̣̅ Vocales del protorromance. Las largas se


pronuncian cerradas y las breves abiertas

ạ a̜ e̜ ẹ i̜ ị o̜ ọ u̜ ụ Reemplazo de la duración por el timbre.


Distinción abiertas/cerradas

a e̜ ẹ ị o̜ ọ ụ Confusión de timbres. 7 vocales

a ie e i ue o u Diptongación de las abiertas y 5 vocales

a e o Vocales átonas finales


Teorías sobre evolución vocales (Ariza Viguera,
1992: 13)

1. Para Straka (1979), Herman (1968), Safarewicz


(1952), Pulgram (1975 y 1979) y Franceschi (1976)
la diferenciación por el timbre ya existía en el latín
hablado, era, pues, un rasgo redundante.
Según Pulgram ‘el latín hablado por el pueblo había
perdido el rasgo de cantidad y sustituido por el
timbre en el siglo III a. de C.
Según Straka [como tendencia general] ‘las vocales
largas entrañan una entonación descendente, son
más tendidas y más cerradas que las vocales breves
o, dicho de otra forma, en las lenguas que no hay
diferencia de timbre cerrado y abierto las vocales
largas son siempre más cerradas que las mismas
vocales breves’.
2. Para Alarcos, entre otros, la revolución se
inició con la monoptongación de ae en una
vocal larga, pero abierta, lo que iba en
contra de la tendencia de las largas a ser
cerradas. La monoptongación de au obraría
en el mismo sentido.

3. Roncaglia indica que todas las lenguas


indoeuropeas han perdido la primitiva
diferenciación cuantitativa, salvo el lituano y
el letón. Por lo tanto se trataría de una
tendencia común a las lenguas
indoeuropeas.
4. Se ha hablado también de un influjo de
sustrato, la pérdida de la cantidad habría
empezado al norte de África y de allí se habría
extendido al resto de la latinidad. Franceschi
prefiere la explicación de una pérdida
producida por las dificultades que poblaciones
autóctonas encontraban en reproducir la
diferencia cuantitativa latina.

Estas diferentes teorías no son antagónicas. Es


posible que no haya habido una sola causa sino
que todas ellas juntas fuesen las que
produjeron la pérdida del sistema cuantitativo
latino y su sustitución por el cualitativo
romance = causación múltple.
Bibliografía básica
Alarcos Llorach, E. Fonología española, Gredos, Madrid, 1974.
Ariza Viguera, M. Manual de fonología histórica del español, Síntesis,
Madrid, 1992.
Lapesa, R. Historia de la lengua española, Gredos, Madrid, 1997.
Menéndez Pidal, R. Manual de gramática histórica española, Espasa
Calpe, Madrid, 1968.

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