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Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2010414


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. CCCXLII/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 24,
Noviembre de 2015, Tomo I
, página 949
Tipo: Aislada

ACCESO A LA JUSTICIA. EL DEBER DE REPARAR A LAS VÍCTIMAS DE


VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS ES UNA DE LAS FASES
IMPRESCINDIBLES DE DICHO DERECHO.

La obligación de reparar a las víctimas cuando se ha concluido que existe


una violación a los derechos humanos de aquéllas es una de las fases
imprescindibles en el acceso a la justicia. Así pues, cuando existe una
violación de derechos humanos, el sistema de justicia debe ser capaz de
reparar el daño realizado por parte de las autoridades, e incluso -
dependiendo del tipo de violación- de impulsar un cambio cultural. La
reparación ideal luego de una violación de derechos humanos es la entera
restitución a la víctima (restitutio in integrum), la cual consiste en
restablecer la situación antes de la violación. No obstante, ante la limitada
posibilidad de que todas las violaciones de derechos humanos sean
reparadas en su totalidad por la naturaleza misma de algunas de ellas, la
doctrina ha desarrollado una amplia gama de reparaciones que intentan
compensar a la víctima de violaciones de derechos humanos mediante
reparaciones pecuniarias y no pecuniarias. Las medidas no pecuniarias -
también conocidas como reparaciones morales- se clasifican en: a)
restitución y rehabilitación; b) satisfacción, y c) garantías de no repetición.
La restitución busca, como su nombre lo indica, restablecer la situación
que existía antes de la violación, mientras que la rehabilitación propone
garantizar la salud de la víctima. La satisfacción tiene por objeto reparar a
la víctima con medidas tendentes a la memoria, verdad y justicia. Las
garantías de no repetición tienen la finalidad de asegurar que no se repita
una práctica violatoria, incluyendo ordenar acciones que afectan las
instituciones sociales, legales y políticas, así como las políticas públicas.

Amparo en revisión 476/2014. 22 de abril de 2015. Cinco votos de los


Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge
Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria:
Karla I. Quintana Osuna.
Esta tesis se publicó el viernes 13 de noviembre de 2015 a las 10:06 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018644


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. CLXXXVII/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 290
Tipo: Aislada

DERECHO A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN. PARA DETERMINAR EL MONTO


INDEMNIZATORIO, SE DEBE ATENDER A LA MULTIPLICIDAD DE
CONSECUENCIAS DEL HECHO ILÍCITO.

La reparación del daño tiene una doble dimensión, pues se entiende como
un deber específico del Estado que, al impartir justicia, cumple con su
obligación de garantizar los derechos de las personas y, como un auténtico
derecho fundamental de carácter sustantivo a favor de éstas. Así, el
incumplimiento a cualquiera de las obligaciones necesarias para la
adecuada tutela de los derechos humanos (entendida como género),
implica para la parte responsable de la violación una nueva obligación
subsidiaria, de reparar las consecuencias de la infracción. Es por ello, que
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis
aislada 1a. CCCXLII/2015 (10a.), de título y subtítulo: "ACCESO A LA
JUSTICIA. EL DEBER DE REPARAR A LAS VÍCTIMAS DE VIOLACIONES DE
DERECHOS HUMANOS ES UNA DE LAS FASES IMPRESCINDIBLES DE DICHO
DERECHO.", vinculó la reparación del daño con el acceso a la justicia,
entendiéndola como una fase o etapa de ese derecho. Ahora bien, para
reparar un daño, es importante poner énfasis en el impacto
multidimensional del hecho lesivo, incluyendo tanto el sufrimiento de la
víctima como la cadena de impactos negativos desatada por aquél, sin que
esto se aplique a casos derivados de responsabilidad contractual y los que
generen daños meramente patrimoniales, pues aquí los efectos son más
bien unidimensionales. De esta forma, bajo la figura de "justa
indemnización", se ha avanzado en el sentido de que aun en casos donde
no necesariamente se analicen violaciones a derechos humanos, resulta
necesario revisar si los montos dictados dan cuenta de todas las
afectaciones y consecuencias, patrimoniales y extrapatrimoniales,
derivadas de un hecho ilícito, pues deberán ser suficientes para cubrir
distintos aspectos que transitan por la compensación en sentido estricto,
pero que también deben alcanzar a re-dignificar y rehabilitar a las
personas, de ahí que el criterio de la Primera Sala del Alto Tribunal en
relación con que la justa indemnización tiene como primera finalidad,
replantear los alcances de los procedimientos estrictamente
indemnizatorios –como los juicios civiles por responsabilidad
extracontractual o los de responsabilidad patrimonial– en aras de
garantizar que las compensaciones dictadas tengan un efecto reparador
más completo o integral, sin que ello implique cambiar su naturaleza ni
obviar las reglas que los rigen (siempre que sean compatibles con los
estándares constitucionales respectivos). Esto, a su vez, ha conllevado la
invalidación de topes o límites a los montos indemnizatorios por
considerarse contrarios al derecho a la justa indemnización.

Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los


Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto concurrente y Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto
particular y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para
formular voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.

Nota: La tesis aislada 1a. CCCXLII/2015 citada, aparece publicada en el


Semanario Judicial de la Federación el viernes 13 de noviembre de 2015 a
las 10:06 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, Libro 24, noviembre de 2015, Tomo I, página 949, con
número de registro digital: 2010414.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018643


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. CXCIII/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 289
Tipo: Aislada

DERECHO A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN. DETERMINACIÓN DEL QUÁNTUM


EN LOS CASOS EN QUE EL ESTADO ES LA PARTE DEMANDADA.

Ante la actualización de un hecho ilícito por parte del Estado, surgen tres
interrogantes fundamentales en torno a la viabilidad del dictado de una
indemnización como medida reparadora: la primera consiste en si ésta es
procedente; la segunda se refiere a la determinación del quántum y, la
tercera radica en si son necesarias instrucciones o indicaciones en torno a
la forma en que la indemnización debe cubrirse. Respecto a la primera
interrogante, tanto la vía civil como la administrativa reconocen la
procedencia de una medida monetaria como forma de reparación, a la luz
de lo que se ha denominado una justa indemnización. En cuanto a la
segunda pregunta, la determinación del quántum indemnizatorio partirá de
la revisión de una serie de factores, que deben estudiarse a partir de un
método concentrado en los derechos o intereses transgredidos y sus
consecuencias, recordando que la noción de montos fijos o de límites
mínimos y máximos que impidan la individualización de las medidas
reparadoras es contraria a la idea que persigue el concepto de justa
indemnización. Así, la finalidad perseguida es que la solución a cada caso
sea considerada justa, lo cual no excluye la consideración de ciertas
cantidades que operen como parámetros orientadores (como las dictadas
en los casos anteriores o las que otros órganos hayan dictado en asuntos
análogos) con las cuales se podrá dialogar en aras de ajustarlas,
aumentándolas o disminuyéndolas atendiendo a las particularidades del
caso. En esta línea, los parámetros que a continuación se enuncian siguen
los lineamientos sentados por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación al resolver los amparos directos 30/2013 y 31/2013,
adaptándose a las implicaciones que tiene el enjuiciamiento de conductas
estatales, lo cual involucra tres ajustes al estándar tradicional. Primero,
debe analizarse el tipo de relación jurídica en el marco de la cual tuvo
lugar el hecho ilícito, lo cual se explica en atención a que las obligaciones
y deberes del Estado frente a la ciudadanía parten de la idea de que aquél
siempre tiene una posición de garante respecto de sus derechos, pero
destacando que hay casos donde esta posición es especial o reforzada.
Así, este análisis permitirá entender la forma en la cual la parte afectada
entró en contacto con el Estado, así como determinar si en el caso la
respuesta esperada por parte de éste se desvió de los estándares
aplicables. En este punto, resulta necesario reparar si la violación cuya
responsabilidad se atribuye al Estado es indirecta, esto es, derivada de lo
hecho por alguno de sus agentes, o si obedece a práctica normativa o
institucional. Bajo este rubro, el grado de responsabilidad deberá
entenderse agravado o atenuado, según el caso. Segundo, el grado de
responsabilidad partirá de la consideración de la magnitud del daño en
función de la conducta del Estado en el marco de la relación jurídica antes
descrita. Tercero y último, en adición a revisar la capacidad económica del
Estado como sujeto obligado a cubrir la indemnización –aun cuando ello
haya atendido, como en el presente caso, a un esquema de
subsidiariedad–, debe tenerse en cuenta el objetivo y finalidad del remedio,
en este caso, de la indemnización. Así, para lograr una justa indemnización
en casos que involucren al Estado o a sus agentes como parte demandada,
se partirá del siguiente esquema: A. Factores a ponderar respecto a la
víctima, que incluyen (a) Aspecto cualitativo del daño o daño moral en
sentido estricto, el cual comprende la valoración de (i) el tipo de derecho o
interés lesionado, (ii) la existencia del daño, y (iii) la gravedad de la lesión
o daño; y (b) Aspecto patrimonial o cuantitativo derivado del daño moral,
dentro del cual se deberán valorar (i) los gastos devengados derivados del
daño moral, y (ii) los gastos por devengar. B. Factores a ponderar respecto
de los sujetos responsables: (i) naturaleza de la relación jurídica en el
marco de la cual tuvo lugar el hecho ilícito; (ii) grado de responsabilidad;
(iii) capacidad económica; y (iv) finalidad y objetivo de la indemnización
(reparar, prevenir o reprimir).

Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los


Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto concurrente y Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto
particular y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para
formular voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018646


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. CLXXXIX/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 293
Tipo: Aislada

DERECHO A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN POR VIOLACIONES A DERECHOS


HUMANOS. SU RELACIÓN CON EL DERECHO DE DAÑOS.

En los asuntos en los que se reclame la reparación del daño por un hecho
ilícito –incluso cuando éste conlleve la violación a derechos humanos,
como la vida o la integridad– que dé lugar a responsabilidad civil
extracontractual o responsabilidad administrativa por actividad irregular
del Estado, el marco constitucional de derechos humanos no eximirá de
que en cada caso se acrediten la existencia de un hecho ilícito o actividad
irregular, la actualización de un daño y la existencia de una relación de
causalidad entre ambos, con independencia de los esquemas de
presunciones o de inversión de carga de la prueba que en ciertos
supuestos puedan tener cabida. Lo que sí se revisará en cada caso, es:
primero, que las normas y los procedimientos en que se sustente cada uno
de los elementos descritos sean válidos a la luz del parámetro de control
de regularidad; segundo, que la noción de ilicitud sea compatible con los
estándares de derechos humanos que eventualmente resulten aplicables,
partiendo de la posible existencia de derechos humanos subyacentes a las
relaciones jurídicas que se estudien; y tercero, que la reparación que en su
caso se dicte sea compatible con los estándares de reparación integral del
daño o de justa indemnización. En relación con este último punto, las
materias civil y administrativa cuentan también con una serie de reglas y
principios que rigen la cuantificación de las indemnizaciones y la
individualización de las medidas de reparación que puedan dictarse. Así, en
términos de los artículos 1o. de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 63.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, lo importante será que las reglas previstas en cada materia
permitan que las indemnizaciones que resulten procedentes, sean
compatibles con el derecho a una justa indemnización, atendiendo a la
naturaleza del procedimiento en que se actúa. Es esta idea la que ha
justificado que la Primera Sala de la Suprema Corte haya considerado en
diversos casos –que, además, corresponden a distintas materias–, que el
concepto de topes o límites a los montos indemnizatorios resulta contrario
al derecho a la reparación, sin que ello implique que un procedimiento de
corte indemnizatorio cambie su naturaleza, fuera de los alcances
integralmente reparadores que se pretendan lograr con el monto
respectivamente fijado.

Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los


Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto concurrente y Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto
particular y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para
formular voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018647


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. CCXX/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 294
Tipo: Aislada

DERECHO A VIVIR EN UN ENTORNO FAMILIAR LIBRE DE VIOLENCIA. LOS


ACTOS QUE CONFIGUREN VIOLENCIA INTRAFAMILIAR CONSTITUYEN UN
HECHO ILÍCITO.

Un hecho ilícito es contrario a las disposiciones de orden público y a las


buenas costumbres, por tanto, la conducta del responsable será ilícita
cuando contravenga alguna obligación legal a su cargo; dicha obligación
puede derivar directamente de un deber establecido en el ámbito
constitucional o convencional. Ahora bien, el derecho humano a vivir en un
entorno familiar libre de violencia deriva de la protección de los derechos a
la vida, a la salud, a la dignidad de las personas, a la igualdad y al
establecimiento de condiciones para el desarrollo personal, reconocidos
por los artículos 1o., 4o. y 29 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, y en diversos tratados internacionales en materia de
derechos humanos, entre los cuales destacan la Convención sobre los
Derechos del Niño, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (Asamblea General de las Naciones Unidas, 1979), y la
Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. De ahí que
los actos que configuren violencia intrafamiliar constituyen un hecho
ilícito, pues su realización transgrede normas de orden público
establecidas incluso a nivel constitucional e internacional.

Amparo directo en revisión 5490/2016. 7 de marzo de 2018. Cinco votos de


los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto aclaratorio, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández,
quien votó con el sentido, pero con salvedad en las consideraciones.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra
Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018866


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. CCXIX/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 468
Tipo: Aislada

VIOLACIÓN A DERECHOS HUMANOS PUEDE DAR LUGAR A SU REPARACIÓN


ECONÓMICA EN LA VÍA CIVIL O ADMINISTRATIVA.

Los hechos ilícitos o la actividad irregular del Estado pueden implicar la


violación a derechos humanos. En efecto, un ilícito civil se configura
cuando se incumple una norma de orden público o la lex artis. Dicho deber
puede constituir un derecho humano cuando el deber violado se identifica
plenamente con un derecho reconocido a nivel internacional o nacional,
como podría ser la prohibición de discriminación, o la protección al honor o
a la libertad de expresión. La reparación económica por violaciones a
derechos humanos puede demandarse a través de procedimientos
especiales creados específicamente para ello. Su sentido es generar una
compensación económica, atendiendo a las peculiaridades del derecho
afectado. No obstante, a falta de procedimientos específicos, puede
demandarse la reparación económica derivada de los daños patrimoniales
o morales generados por la violación de derechos humanos a través de la
vía civil, cuando el responsable sea un particular, o por la vía
administrativa, cuando el responsable sea el Estado. Debe tenerse en
cuenta que en las demandas a través de estos juicios debe acreditarse que
la violación generó un daño patrimonial o moral, y que sólo tienen como
propósito la compensación económica de las afectaciones sufridas y no la
generación de medidas no pecuniarias de reparación (de satisfacción y no
repetición).

Amparo directo en revisión 5490/2016. 7 de marzo de 2018. Cinco votos de


los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto aclaratorio, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández,
quien votó con el sentido, pero con salvedad en las consideraciones.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra
Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018872


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. CCXXIV/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 474
Tipo: Aislada

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. DEBE MOSTRARSE EL NEXO CAUSAL ENTRE


EL DAÑO Y EL HECHO ILÍCITO PARA ACREDITARSE LA RESPONSABILIDAD
CIVIL SUBJETIVA.

En los casos de violencia intrafamiliar debe mostrarse que los daños


psicológicos que resintió o resentirá la víctima y los costos económicos
que asumió o asumirá en el futuro, derivan precisamente de la violencia
doméstica que realizó el agresor. Así, para acreditar la responsabilidad
civil subjetiva, debe probarse que las afectaciones patrimoniales y
extrapatrimoniales son consecuencia del hecho ilícito que se demanda.

Amparo directo en revisión 5490/2016. 7 de marzo de 2018. Cinco votos de


los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto aclaratorio, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández,
quien votó con el sentido, pero con salvedad en las consideraciones.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra
Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018873


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Civil
Tesis: 1a. CCCXL/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 474
Tipo: Aislada

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. DEBEN REPARARSE ECONÓMICAMENTE


TANTO LOS DAÑOS PATRIMONIALES COMO LOS MORALES QUE GENERÓ.

Un hecho ilícito puede generar tanto afectaciones patrimoniales como


extrapatrimoniales. El daño patrimonial consiste en todas las pérdidas
económicas efectivamente sufridas y los desembolsos realizados en
atención al daño. También incluye los perjuicios o el lucro cesante,
entendidos como los beneficios que el afectado hubiera recibido de no
haber resentido el hecho ilícito. Así, el daño patrimonial puede tener
consecuencias presentes y futuras. Por su parte, el daño moral se
determina por el carácter extra-patrimonial de la afectación; la cual puede
tratarse de la lesión a un derecho o a un simple bien o interés de carácter
no pecuniario. Es decir, la conceptualización del daño moral centra su
objeto y contenido en los intereses no patrimoniales o espirituales que
pueden verse afectados. Así, las angustias, las aflicciones, las
humillaciones, el padecimiento o el dolor constituyen daños a la moral en
tanto son afectaciones a intereses no patrimoniales. En ese sentido, una
vez acreditados los elementos que configuran la responsabilidad civil por
violencia intrafamiliar, deben repararse económicamente tanto los daños
patrimoniales, como los morales que generó, pues ambos tienen
consecuencias en el afectado, y deben subsanarse en la medida de lo
posible y de acuerdo con el derecho a una justa indemnización.

Amparo directo en revisión 5490/2016. 7 de marzo de 2018. Cinco votos de


los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto aclaratorio, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández,
quien votó con el sentido, pero con salvedad en las consideraciones.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra
Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018874


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. CCXXII/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 475
Tipo: Aislada

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. ELEMENTOS QUE DEBEN PROBARSE PARA


ACREDITAR LA RESPONSABILIDAD CIVIL.

Cuando se demande la reparación del daño patrimonial o moral que ha


resentido una víctima de violencia intrafamiliar, deberán mostrarse los
elementos que integran la responsabilidad civil subjetiva, a saber: la
existencia de un hecho ilícito, un daño y el nexo causal entre ese hecho y
daño; acreditados esos elementos, puede dar lugar a una indemnización
económica.

Amparo directo en revisión 5490/2016. 7 de marzo de 2018. Cinco votos de


los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto aclaratorio, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández,
quien votó con el sentido, pero con salvedad en las consideraciones.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra
Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018606


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Civil
Tesis: 1a. CCXXI/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 61,
Diciembre de 2018, Tomo I, página 281
Tipo: Aislada

DAÑOS PATRIMONIALES Y EXTRAPATRIMONIALES GENERADOS POR


VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. SU RESARCIMIENTO PUEDE DEMANDARSE EN
LA VÍA CIVIL POR RESPONSABILIDAD SUBJETIVA.

Los actos u omisiones que comportan una conducta dañosa en la esfera


física, emocional o psíquica de algún miembro de la familia constituyen un
hecho ilícito, pues su realización transgrede normas de orden público
establecidas incluso a nivel constitucional e internacional. Por tanto, la
violencia intrafamiliar constituye un hecho ilícito que acontece en las
relaciones entre particulares, cuyas consecuencias patrimoniales y
extrapatrimoniales deben repararse de forma justa y acorde con la entidad
de la afectación; y, en consecuencia, el resarcimiento de los daños
patrimoniales y extrapatrimoniales ocasionados por la conducta dañosa
puede demandarse en la vía civil por responsabilidad subjetiva.

Amparo directo en revisión 5490/2016. 7 de marzo de 2018. Cinco votos de


los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho para formular voto aclaratorio, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández,
quien votó con el sentido, pero con salvedad en las consideraciones.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra
Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2018322


Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materias(s): Civil
Tesis: I.8o.C.69 C (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 60,
Noviembre de 2018, Tomo III, página 2289
Tipo: Aislada

MALICIA EFECTIVA. PRUEBA DE LA.

La "malicia efectiva" se ha adoptado en el derecho mexicano para atribuir


responsabilidad en casos de conflicto entre la libertad de expresión y los
derechos de la personalidad y puede ser demostrada por el afectado por la
publicación de la información, a través de pruebas directas e indirectas,
siendo una condición para la procedencia de la acción resarcitoria prevista
en la Ley de Responsabilidad Civil para la Protección del Derecho a la Vida
Privada, el Honor y la propia Imagen en el Distrito Federal. En ese tenor, la
"malicia efectiva" no puede desvincularse de las bases para determinar la
existencia de un daño moral y, por tanto, el afectado por una información
difundida a través de diversos medios de comunicación, debe demostrar
que la conducta desplegada por los autores del daño se trata de un ilícito
civil conforme al artículo 1830 del Código Civil para la Ciudad de México,
constituyéndose el dolo eventual, en el caso de una nota periodística,
cuando los medios en que se publica o transmite, incurren en una conducta
negligente al no verificar la existencia de un mínimo de veracidad de la
información que le es proporcionada por sus "fuentes", y si bien la ley no
obliga a un periodista a revelar esas "fuentes", sin embargo, esta situación
no se traduce en que los medios de información puedan a su libre arbitrio
difundir información que puede presumirse falsa o de cuya veracidad se
puede llegar a dudar, en algunos casos, por el contexto histórico, político
social que prevalece cuando recibe la información que se transmitirá. En
efecto, del texto del artículo 7o. constitucional se advierte que es
inviolable el derecho de toda persona física o moral, de escribir y publicar
escritos sobre cualquier materia. Sin embargo, el propio precepto
establece límites al ejercicio de esa libertad, los cuales consisten en el
respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública. De lo que deriva que
la publicación de ideas u opiniones no es ilimitada e implica que si bien la
libre comunicación de pensamientos y opiniones es una garantía
constitucional, quien realice ese tipo de actividades o las relacionadas,
como son la emisión de notas periodísticas o noticias, debe responder
cuando se contravenga el respeto a la vida, a la moral y a la paz pública.
Así, la "malicia efectiva" se revela cuando en el juicio los medios de
comunicación no demuestran que previamente a difundir una nota, llevaron
a cabo un ejercicio mínimo de investigación y comprobación encaminado a
determinar que lo que difundió tenía algún asiento de realidad. Así, cuando
un medio publica una nota periodística involucrando a servidores públicos,
mencionando que son investigados por tener vínculos con el narcotráfico, y
no demuestra durante el juicio que previamente a publicar la información
realizó las diligencias necesarias para comprobar su veracidad, se
actualiza, por tanto, la procedencia de la acción resarcitoria ejercitada con
base en la "malicia efectiva".

OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.


Amparo directo 1/2018. Héctor Vielma Ordóñez. 22 de marzo de 2018.
Unanimidad de votos. Ponente: Ma. del Refugio González Tamayo.
Secretario: Roberto Sáenz García.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de noviembre de 2018 a las 10:20 horas
en el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2005532


Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materias(s): Civil
Tesis: 1a. LI/2014 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 3, Febrero de
2014, Tomo I, página 661
Tipo: Aislada

HECHO ILÍCITO. SU DEFINICIÓN.

La doctrina ha sostenido que la configuración del hecho ilícito requiere de


tres elementos: una conducta antijurídica, culpable y dañosa. Así, se
entiende por una conducta antijurídica, aquella que es contraria a derecho,
ya sea porque viole una disposición jurídica, o el deber jurídico de respetar
el derecho ajeno. Asimismo, obra con culpa o falta quien causa un daño a
otro sin derecho; dicha culpa o falta se traduce en no conducirse como es
debido, esto es, una conducta culposa es aquella proveniente de la
negligencia o falta de cuidado. Finalmente, el daño es una pérdida o
menoscabo que puede ser material o extrapatrimonial; de ahí que desde un
punto de vista económico, el daño es la pérdida o menoscabo que una
persona sufre en su patrimonio, y el perjuicio es la privación de la ganancia
lícita a la que tenía derecho. Por su parte, el daño o perjuicio
extrapatrimonial (también conocido como daño moral) es la pérdida o
menoscabo que sufre una persona en su integridad física o psíquica, en
sus sentimientos, afecciones, honor o reputación. En conclusión, un hecho
ilícito puede definirse como la conducta culpable de una persona que
lesiona injustamente la esfera jurídica ajena.

Amparo directo 16/2012. 11 de julio de 2012. Cinco votos de los Ministros


Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Arturo Zaldívar Lelo
de Larrea; los Ministros José Ramón Cossío Díaz, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, reservaron su derecho a
formular voto concurrente. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo.
Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.

Amparo directo 74/2012. 10 de abril de 2013. Cinco votos de los Ministros


Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo
Rebolledo; el Ministro José Ramón Cossío Díaz reservó su derecho a
formular voto concurrente. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo.
Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.

Amparo directo 23/2013. 21 de agosto de 2013. Cinco votos de los Ministros


Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo
Rebolledo; los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío
Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas reservaron su derecho a formular voto concurrente. Ponente:
Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz
Contreras.
Esta tesis se publicó el viernes 14 de febrero de 2014 a las 11:05 horas en
el Semanario Judicial de la Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 163899


Instancia: Primera Sala
Novena Época
Materias(s): Penal
Tesis: 1a./J. 46/2010
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXII,
Septiembre de 2010, página 31
Tipo: Jurisprudencia

ABANDONO DE PERSONAS. PARA LA CONFIGURACIÓN DE ESE DELITO


BASTA CON QUE QUIEN TIENE EL DEBER DERIVADO DE UNA
DETERMINACIÓN O SANCIÓN JUDICIAL DE PROPORCIONAR A OTRO LOS
MEDIOS DE SUBSISTENCIA DEJE DE HACERLO SIN CAUSA JUSTIFICADA
(LEGISLACIÓN PENAL DE LOS ESTADOS DE GUANAJUATO, CHIAPAS Y
PUEBLA).

De los artículos 215, 138 y 347 de los Códigos Penales de Guanajuato,


Chiapas (abrogado) y Puebla, respectivamente, se deriva que para que se
actualice el tipo penal de incumplimiento de las obligaciones de asistencia
familiar (Guanajuato), incumplimiento de deberes alimentarios (Chiapas) o
abandono de persona (Puebla), se requiere que: 1) el activo abandone y
deje de cumplir su obligación de asistencia; 2) carezca de motivo
justificado para ello, y 3) en virtud de esa conducta, los acreedores queden
sin recursos para atender sus necesidades de subsistencia entendida ésta
desde el punto de vista del derecho alimentario. En ese sentido, aun
cuando la legislación penal de los Estados de Guanajuato, Chiapas y
Puebla, no hace mención a los recursos propios que aquéllos tengan o al
apoyo que reciban o puedan recibir de terceras personas, es indudable que
para la configuración del tipo penal basta con que quien tiene el deber
derivado de una determinación, mandato o sanción judicial, de
proporcionar a otro los medios de subsistencia, deje de hacerlo sin causa
justificada. Ello es así, porque al tratarse de un delito de peligro no es
preciso que los acreedores se encuentren en situación de desamparo
absoluto real, surgido de la ausencia de recursos que permitan su
subsistencia, la cual en su concepción jurídica, se presume ante la
disposición de un juez civil, que previamente constató las necesidades del
acreedor y las posibilidades del deudor, razón por la que la obligación a su
cargo no puede desplazarse a otra persona en tanto que una autoridad
judicial determinó que es a él y no a alguien más a quien corresponde
garantizar la subsistencia de sus acreedores, lo que responde a un espíritu
tutelar para la institución de la familia, pues elevando el incumplimiento a
la categoría de ilícito penal se pretende castigar el abandono de quien
debiendo amparar a los miembros de la familia que lo necesitan, los
abandona sin justo motivo.

Contradicción de tesis 126/2008-PS. Entre las sustentadas por el Segundo


Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Décimo Sexto Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Sexto Circuito, hoy Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Sexto Circuito. 10 de febrero de 2010. Mayoría de cuatro votos. Disidente:
Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretaria: Constanza Tort San Román.

Tesis de jurisprudencia 46/2010. Aprobada por la Primera Sala de este Alto


Tribunal, en sesión de fecha veintiuno de abril de dos mil diez.

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