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MODULO 1
Para refrescar las ideas sobre eficacia y eficiencia, vamos a pensar la analogía de la diana: esta
representa los objetivos de una organización, y dar en el blanco representa la eficacia y el
cumplimiento de los objetivos (Figura 3).
En cambio, en la Figura 4 se representa la eficacia. Aquí dar en el blanco tiene que ver con
cumplir el objetivo. Sin embargo, hacerlo con un solo dardo (en lugar de tres) es sinónimo de
mayor eficiencia.
Figura 5: La eficiencia
Te invitamos a que veas el siguiente video y reflexiones sobre la eficiencia encontrada en cada
uno de los ejemplos:
Son importantes
aquellas actividades o tareas que son fundamentales llevar a cabo para tener un futuro
en el mediano y largo plazo. No hacerlas puede traer graves consecuencias.
Es fundamental distinguir entre ambos conceptos y aplicarlos al tipo de toma de
decisión que estés afrontando en un momento determinado de tu gestión.
Recordá que, si estás tomando una decisión de manera proactiva, estarás trabajando con una
menor urgencia, debido a que vos elegís cuándo tomar la decisión y cuándo implementarla.
Al momento de tomar una decisión reactiva, es más probable que tengas un plazo acotado para
tomar la decisión debido a que la contingencia ya se encuentra tocando la puerta de tu oficina.
La matriz de Covey
El autor Steven Covey (1989) indica que este mundo, hiperestimulado por los avances
tecnológicos, nos hace vivir permanentemente en lo que él denomina el paradigma de lo
urgente, mientras que deberíamos transitar más tiempo bajo el paradigma de lo importante.
Queda claro que, cuando se actúa bajo la presión del tiempo (urgencia), se tomarán decisiones
con un menor nivel de análisis, por lo que habrá una mayor probabilidad de que seamos menos
eficaces. El objetivo, entonces, es lograr dedicarle más tiempo a lo importante para poder tomar
decisiones mejor fundamentadas y más consistentes.
Covey (1989) nos presenta una metodología denominada matriz de los cuadrantes del
tiempo, que nos permite trabajar sobre estos conceptos. La presentamos a continuación.
En el primer cuadrante, podemos observar lo que es importante y urgente a la vez. Las tareas
aquí requieren atención inmediata; por ejemplo, un reclamo de un cliente importante que
podríamos perder si no solucionamos su urgencia. Estas tareas requieren un hacer inmediato.
El cuadro siguiente incluye los quehaceres que son importantes, pero no necesitan que los
atendamos ya mismo, no son urgentes; por ejemplo: planificar una estrategia o realizar una
capacitación. Tienen que ver con tomar una decisión para accionar después.
Lo no importante pero urgente se ubica en el tercer cuadrante. En general, son tareas que
involucran a otras personas o no van con el propósito propio. Son las actividades que se pueden
delegar, como llamadas, pagos sin vencimiento, etcétera.
Por último, encontramos lo que no es ni urgente ni importante. En general, son tareas que
implican una pérdida de tiempo, no nos aportan nada ni a nosotros ni a los demás. Se pueden
eliminar completamente y no implicarían una baja.
Pensá en las tareas que realizaste en la última semana, en todos los ámbitos de tu vida (el del
trabajo, el académico y el del hogar) y tratá de medir qué porcentaje de tu tiempo o qué cantidad
de tareas ubicás en cada cuadrante. ¿A cuál le dedicás más o menos tiempo?
Para salir del círculo vicioso del cuadrante 1, es necesario identificar y eliminar lo que no es
importante. Lo que está en el cuadrante 4 será lo más sencillo de suprimir, pues se trata de
distracciones y tiempo desperdiciado. Las del 3 tampoco tienen demasiado valor, salvo para
otros. En ese caso, podemos dejar la responsabilidad en otros, de modo tal que tendríamos más
tiempo para poder dedicarnos a las situaciones importantes sin que estas se conviertan en
urgentes. Dicho de otra manera, podríamos empezar a cambiar el paradigma de la urgencia por
el paradigma de lo importante, gracias a lo cual se podría lograr un considerable incremento de
la productividad y la eficiencia laboral.
Figura 10: Los pasos necesarios para lograr una gestión más productiva y
eficiente
Fuente: elaboración propia.
Además, te invitamos a ver este video sobre la ley de Pareto y el principio 80/20 para aumentar
la productividad y eficiencia a la hora de tomar decisiones:
Preferencias: Se trata de las tendencias sobre tomar una decisión en lugar de otra en
función de aspectos subjetivos tales como los gustos personales. También pueden
basarse en hechos más objetivos, como la experiencia. En este caso las preferencias
oportunas tienen una relación directa con la experiencia.
Resultados: Son las posibles situaciones que pueden suceder a la hora de tomar
diferentes decisiones. Se encuentran en el marco de lo posible y de lo hipotético.