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PERSONA Y SENTIDO/ FILOSOFÍA TOMISTA DEL HOMBRE

COORDINACIÓN DE FORMACIÓN PERSONAL

Tipos de interioridad, el alma como principio vital (Sesión)

Se dice que tienen vida todos los seres que se mueven a sí mismos y no por otros. Por eso decimos que
entes como las plantas y animales son seres vivos, mientras que los minerales no lo son. Ahora bien, según
la perfección del movimiento de sí mismo o automovimiento, será la perfección de la vida de aquel ente.
Entre los seres vivos se dan distintos tipos de movimientos y, por tanto, de vida. Según su perfección se
distinguen:

1.- En el primer y más básico nivel de vida están las plantas, cuya manifestación consiste en un único
movimiento, dado que la perfección de vida o automovimiento de aquéllas está determinada por naturaleza.
Es decir, el fin y la causa de su movimiento está en su propio ser. De ahí que, para que una planta viva, no
se requieran más medios que las condiciones exteriores que su misma naturaleza exige. Así, basta plantar
un árbol en una tierra apta para ese árbol y en un ambiente igualmente adecuado para ese árbol (con luz y
agua necesarias) para que el árbol viva sin problemas; realizando así sus operaciones naturales, y así nazca,
crezca, se reproduzca y, finalmente, muera.

2.- Hay otros seres ubicados, por la perfección de su ser y, por tanto de su vida, en un peldaño superior.
Son los animales. Estos no sólo se mueven según las perfecciones que hay en ellos por naturaleza (las
mismas que poseen las plantas) pudiendo así nacer, crecer y nutrirse; sino, además y principalmente, se
mueven según lo que perciben por los sentidos. Por eso, cuanto más perfecto es su sentido, tanto más
perfecto es su movimiento. Por eso entendemos que es más perfecto un perro que una almeja, pues
mientras el primero se mueve según lo que percibe su sentido del tacto, el perro lo puede hacer además
según el olfato y la vista. Ahora bien, si bien los animales se pueden mover con mayor perfección que las
plantas, sin embargo sus movimientos hacia lo percibido por los sentidos se da conforme a su naturaleza.
Por eso, todos los animales obran según su especie. Esto ocurre porque no se perciben a sí mismos, no
elaboran un “yo”, propio de la conciencia intelectual que, según veremos, sólo poseen las personas.

3.- Por encima de los animales están los hombres, pues éstos no sólo se mueven según la vida básica (de
los vegetales) o sensitiva (de los animales), sino según lo que entienden, es decir, a partir de lo que
conciben en su inteligencia. Esto es evidente, pues, a diferencia de los demás seres vivos, el hombre conoce
el fin que busca y hacia el cual se mueve; y por eso mismo puede decidir si dirigirse a ese fin o no. Esta es
la razón por la que el hombre no se mueve según especie, sino como alguien único, dado que cada ser
humano expresa un modo de vida único e irrepetible que lo hace poseedor de una dignidad altísima e
inviolable.
Por tanto, como dice santo Tomás, el modo más perfecto de vivir está en aquellos seres dotados de
entendimiento. Prueba de esto es que el entendimiento del hombre mueve a sus potencias sensitivas, y
éstas por su poder mueven a los órganos que ejecutan el movimiento.

Se concluye entonces que existe una escala de perfección en la naturaleza visible según los distintos tipos de
vida o intimidad vital: en el nivel más básico están las plantas que, por poseer una vida básica, llevan una
vida cuyo nombre se identifica con su naturaleza. Por eso se llama vida vegetativa. Y como el principio de
vida es el alma –en su acepción estrictamente filosófica-, se dice que el alma de los vegetales o plantas en
general es el alma vegetativa. Sobre las plantas están los animales, cuya vida lleva el nombre de sensitiva,
pues es aquello que los especifica. Por eso el alma de los animales se denomina alma sensitiva. Sobre los
animales están los hombres, cuya vida propia es la intelectual. Por eso, el principio vital (alma) que lo
distingue se denomina alma intelectual o intelectiva.

Lectura post-sesión:
- Santo Tomás de Aquino, Suma de Teología I q.18, a.3.
- Santo Tomás de Aquino, Suma contra Gentes IV cap.11.

Metodología: Clase expositiva e intercambio de ideas y debate.

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