Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Edipo era hijo de Layo y Yocasta, reyes de Tebas, pero fue criado como hijo de los reyes de
Corinto. Todos lo veían como el heredero de este trono, pero no lo era, como se sabe y se
dice secretamente. Eso es lo que lleva a consultar al oráculo de Apolo, cuya respuesta
iniciará su huida, su vida de caminante sin patria. Por conseguirla se enfrentará a la Esfinge
no con armas de guerra no con objetos mágicos, sino con la reflexión y el conocimiento.La
esfinge, monstruo mitad mujer mitad leona, le formula el siguiente enigma: “¿Quién es el
ser, el único entre todos los que viven en la tierra, las aguas y los aires, que tiene una única
voz, una única manera de hablar, una única naturaleza, pero que posee dos pies, tres pies y
cuatro pies?”. Edipo reflexiona y contesta con certeza: “Es el hombre. Cuando todavía es
niño camina a cuatro patas, cuando alcanza la edad adulta se sostiene de pie encima de
sus dos piernas y en la vejez se apoya en un bastón para paliar su paso oscilante”. La
esfinge, al verse derrotada, se arroja desde lo alto de su columna o su roca y muere.Edipo,
el salvador de la ciudad, se casa con Yocsta, la reina viuda de Tebas, y durante unos años
todo va bien. La pareja real tiene cuatro hijos: Eteocles, Polinices, Antígona e Ismele.
Después, una peste se abre abruptamente sobre Tebas. Todo parecía dichoso, normal,
equilibrado; de repente, todo cambia, todo es siniestro. Las mujeres paren sus niños
deformes o muertos, o abortan. Para completar la desgracia, una enfermedad azota a
hombres y mujeres, a jóvenes y a viejos, todos mueren. El pánico es general. Tebas está
desconcertada. ¿Qué ocurre?¿Qué es lo que no funciona?.Y aquí comienza la acción de
Edipo rey. Creonte ha decidido enviar una delegación a Delfos para consultar al oráculo de
Apolo, quien anuncia que el mal no cesará hasta que el asesino de Layo sea vengado. Por
consiguiente, es preciso encontrar y expulsar definitivamente de Tebas, y excluir para
siempre a aquel que tiene las manos manchadas con la sangre de Layo, aquel que con su
miasma contamina la ciudad. Cuando Edipo lo oye, asume de nuevo un solemne
compromiso: “Buscaré y destruiré al culpable”. Así pues, emprenderá una investigación, a la
manera de una investigación policial.Esta será su obcecación, Edipo quiere volver a ser el
salvador de la ciudad, quiere ser el gobernante perfecto, esa será su hybris (soberbia),
porque la perfección sólo corresponde a los dioses. Hay una línea que separa a los
animales de los hombres y otra que separa a los hombres de los dioses, franquear esas
líneas es salirse de la medida correcta de las cosas y tiene sus consecuencias fatales. No
hay más mandamientos ni más prohibiciones en la religiosidad griega.Cuando ya no queda
ni la sombra de la duda y Edipo comprende, corre enloquecido a palacio para ver a Yocasta.
Se ha colgado del techo con su cinturón. Edipo la encuentra muerta. Con las fíbulas de su
traje se ciega los ojos. Ahora ya ha visto y sabe que no debería haber ocurrido ni sabido.
Con los ojos veía lo que no era importante y, en cambio, él, que conocía bien al hombre, no
sabía ni su propia identidad. Ahora ya puede ver lo de más allá y sabe y anuncia a sus hijos
su linaje maldito. Ha hecho una promesa, ha dicho que el asesino sería expulsado
ignominiosamente de Tebas. Tiene que irse. Dejando a Creonte como regente, parte al
exilio con su hija Antígona.
Estilo
Antes de analizar el estilo de la obra, cabe destacar que el mito de Edipo era sobradamente
conocido en Atenas y en toda Grecia en el momento del estreno de la obra, y que fue
gracias al tratamiento y al estilo de Sófocles que la historia se elevó a drama universal,
convirtiéndose según algunos en la tragedia más perfecta de la literatura. El estilo
majestuoso del autor ha permitido también que el mito haya sido recordado a lo largo de los
siglos, llegando hasta la cultura contemporánea.A fin de destacar y reforzar los rasgos
trágicos de Edipo, el autor utiliza gran cantidad de anáforas,aliteraciones y antítesis,
dotando al texto de gran belleza. Léxicamente destacamos el campo semántico de la
siembra, el destino o la investigación, palabras con las que podríamos definir fácilmente el
tema de Edipo rey. La obra está cargada de símbolos sobre el destino humano, con
imágenes bellísimas en las que la ciudad es “como un náufrago que sufre el embate de las
olas” y el Hades “un hombre ávido de lucro que se enriquece con llantos y gemidos”.Por
último y a modo de curiosidad, el propio Sófocles habla de tres etapas en su estilo,
evolucionando desde una primera etapa donde vence el estilo recargado de Esquilo (no hay
que olvidar que fueron autores coetáneos y rivales), una segunda donde evoluciona contra
la artificiosidad de su naturaleza, y una tercera, donde alcanza la perfección formal con
Edipo rey.